Les diré qué es lo que no es predecible: el protagonista es un alcohólico. Sin entrar en demasiados detalles creo que todos sabemos que es una adicción (como muchas otras) muy pero muy difícil de dejar atrás. Bueno, el protagonista deja el alcohol de la noche a la mañana y sin nada demasiado fuerte para que se sustente. ¡Bum! Así nomás. Y dado que su carácter de adicto y alcohólico son pieza fundamental en la película, para mi perdió muchísima credibilidad en ese momento. Dicho esto, yo ya sabía que me estaba enfrentando a un film muy predecible, pero es que tampoco me aportó absolutamente nada porque ni siquiera las historias de los otros personajes son lo suficientemente profundas como para importar. Conclusión: se deja ver pero es absolutamente olvidable.

Si bien no es una película decididamente mala, hubo varias cosas que me sacaron del clima. La primera es la construcción de los personajes protagonistas. Ella no tiene ganas de hacer lo que hace pero lo hace igual... Por qué? Nunca lo sabemos. Él le hace bromas, toma desiciones sin consultarla y ella igual lo sigue. Por qué? Nunca se profundiza en la relación de ambos. Otro aspecto: la película se toma mucho tiempo antes de que aparezca el terror. Y si bien el paseo submarino por la casa es interesante, prefiero ver Costeau.

Y por último, en determinados momentos de terror (cuando llega por fin) las imágenes no son claras y no se puede ver lo que sucede. No la recomiendo.

Ciertamente es una comedia olvidable, pero lo que puedo rescatar son las actuaciones. Incluso los secundarios parecen tener ganas de contar algo desde sus roles. Por lo demás, la comedia muestra la caída de una conductora de TV por negarse a innovar y apostar por un programa más sincero y escrito desde el interior de su propia protagonista. Supuestamente ese es el mensaje que se nos va trasmitiendo, pero resulta soso y sin fuerza porque el acento de esta película está puesto más en la comedia y en hacer reírnos, que en hacer de nosotros unas mejores personas.

Si bien las actuaciones y el manejo de la fotografía cumplen con el nivel, me impresionó que el guión a medida que avanzaba, iba poniéndose cada vez más simplón y previsible, restándole fuerza a los personajes y convirtiéndolos es parte del "decorado" en la historia. La verdad es que no la terminé de ver. No la recomiendo.

Con respecto al recurso del personaje con autismo, no tiene demasiado sentido en la historia. Un muchacho tímido con obsesiones ocultas hubiera funcionado igual.

Mi consejo es sentarse a ver esta película sin pretensiones de que, por estar Keanu Reeves, sea MATRIX. La película es floja, pero dentro de su flojera y considerándola como una película para TV, se deja ver. Sin grandes giros argumentales, y teniendo varios agujeros de guión, yo diría que es para un sábado de tarde de lluvia sin nada que hacer, entonces allí se hace disfrutable. Es cierto, como dicen por allí, que a veces, frente a tanta oferta y tanta facilidad de efectos especiales, nos ponemos exigentes en demasía, lo cual no está mal. Pero si ninguna película de ciencia ficción en 3 años nos agrada, tenemos que pensar qué le pasa al cine y también, qué nos pasa a los espectadores.