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7,0
20.022
9
8 de noviembre de 2018
8 de noviembre de 2018
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La monumental carrera del gran director John Huston se extendió por más de 45 años, desde su premiado debut con “El Halcón Maltés”(1941) en la época dorada de Hollywood, hasta llegar a casi fines de los años 80. Huston a lo largo de su vida dirigió 37 aclamadas películas, de las cuales muchas son consideradas grandes clásicos del cine mundial como “El Tesoro de Sierra Madre”(1948), “La Jungla de Asfalto”(1950), “La Reina de África”(1951), “Moby Dick”(1956), “Los Desalmados”(1960), “Freud”(1962), “La Noche de la Iguana”(1964) “La Biblia”(1966), o “El Hombre que Quería ser Rey”(1975) entre muchas otras. En los 80, su década de despedida del cine, se mantuvo activo hasta el final, con destacados filmes como “Fuga a la Victoria”(1981) “Bajo el Volcán”(1984), “El Honor de los Prizzi”(1985) y su última película “Los Muertos”(1987), la cual terminó desde su silla de ruedas y junto a un galón de oxígeno, y se estrenó en forma póstuma algunos meses después de su muerte.
Desde su inicio con el nacimiento del protagonista Charley Partana, “El Honor de los Prizzi”, se vislumbra como una película de mafia italiana, pero que bajo la mirada de Huston, se va transformando en una barroca y melodramática comedia de humor negro. Basada en una exitosa novela de Richard Condon (autor de El Candidato de Manchuria) y con personajes y situaciones que rayan en lo imposible, la cinta se centra principalmente en la importancia de la familia y el honor, los cuales deben salvaguardarse a toda costa con el fin de mantener una reputación que se arrastra desde hace años. En ese sentido, el discurso claramente patriarcal que reside en la historia será clave para entender cómo funciona el verdadero honor de la familia Prizzi, el cual entre situaciones jocosas típicas de comedia negra, pasará más de alguna vez por encima del rol de la mujer, poniendo a la figura del hombre en la cima del poder. Al mismo tiempo y como buena película de Huston, “El Honor de los Prizzi” se destaca por sus sólidas actuaciones, una construcción visual colorida e impecable, y una poderosa banda sonora a partir de piezas musicales de los maestros italianos Gioachino Rossini y Giacomo Puccini, lo que la hace sumamente atractiva dentro del cine estadounidense de los 80.
Con el estreno de “El Honor de los Prizzi”, John Huston recibió una vez más los elogios de la crítica, además de importantes nominaciones y premios del cine norteamericano. La cinta consiguió cuatro Globos de Oro incluyendo mejor película, director, actor y actriz, y nada menos que siete nominaciones al Oscar, finalmente ganando el premio en la categoría de mejor actriz secundaria, para Anjelica Huston, la hija del director.
Texto: Daniel Valcarce
Desde su inicio con el nacimiento del protagonista Charley Partana, “El Honor de los Prizzi”, se vislumbra como una película de mafia italiana, pero que bajo la mirada de Huston, se va transformando en una barroca y melodramática comedia de humor negro. Basada en una exitosa novela de Richard Condon (autor de El Candidato de Manchuria) y con personajes y situaciones que rayan en lo imposible, la cinta se centra principalmente en la importancia de la familia y el honor, los cuales deben salvaguardarse a toda costa con el fin de mantener una reputación que se arrastra desde hace años. En ese sentido, el discurso claramente patriarcal que reside en la historia será clave para entender cómo funciona el verdadero honor de la familia Prizzi, el cual entre situaciones jocosas típicas de comedia negra, pasará más de alguna vez por encima del rol de la mujer, poniendo a la figura del hombre en la cima del poder. Al mismo tiempo y como buena película de Huston, “El Honor de los Prizzi” se destaca por sus sólidas actuaciones, una construcción visual colorida e impecable, y una poderosa banda sonora a partir de piezas musicales de los maestros italianos Gioachino Rossini y Giacomo Puccini, lo que la hace sumamente atractiva dentro del cine estadounidense de los 80.
Con el estreno de “El Honor de los Prizzi”, John Huston recibió una vez más los elogios de la crítica, además de importantes nominaciones y premios del cine norteamericano. La cinta consiguió cuatro Globos de Oro incluyendo mejor película, director, actor y actriz, y nada menos que siete nominaciones al Oscar, finalmente ganando el premio en la categoría de mejor actriz secundaria, para Anjelica Huston, la hija del director.
Texto: Daniel Valcarce

5,6
29.778
6
24 de septiembre de 2018
24 de septiembre de 2018
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El director Adrian Lyne se impuso en la década de los 80 y 90 con un estilo visual heredado de la publicidad y el videoclip musical, casi siempre desarrollando historias de dos o tres personajes inmersos en una atmósfera cargada de sexualidad. En los 80 brilló con películas como “Foxes”(1980), “Flashdance”(1983), “9 y ½ Semanas”(1986) y por supuesto la icónica “Atracción Fatal”(1987), y en los 90 continuó su carrera con “La Escalera de Jacob”(1990), “Propuesta Indecente”(1993) y “Lolita”(1997). Su última y más reciente película es “Infidelidad” (2002) donde la actriz Diane Lane consiguió una celebrada nominación al Oscar como la infiel esposa de Richard Gere.
En gran medida “9 y ½ Semanas” funciona gracias a la acertada química de sus protagonistas y a la estética visual de su impecable dirección artística. Utilizando un guion minimalista y de muy poco dialogo, la película se centra en los encuentros románticos y sexuales del dúo de personajes interpretados por Kim Basinger (representando el arte y la sensibilidad) y Mickey Rourke (representando el dinero y el poder). La intensa pero triste historia de amor entre Elizabeth y John, ambientada en el Soho neoyorquino de los 80, es adornada con una dirección de fotografía cuidada y publicitaria donde se destaca un acabado trabajo de iluminación; lo que se puede apreciar en escenas icónicas que en su época dieron la vuelta al mundo, como la escena de la escalera bajo la lluvia, o el recordado baile de Kim Basinger al son de “You can leave your hat on” de Joe Cocker. Con la suma de los estilizados encuentros sexuales de ambos protagonistas en la pantalla grande, el director Adrian Lyne trató de encender al conservador público ochentero tan poco acostumbrado a películas sexualmente atrevidas. En su intento, Lyne no logró su objetivo en los Estados Unidos, donde la película fue un fracaso y además reeditada por el estudio, pero si lo logró en Europa, donde la película tuvo un arrollador éxito y adquirió un respetable status de culto.
Ver “9 y ½ semanas” a poco más de treinta años desde su estreno, sirve para entender que antes del fenómeno de “50 Sombras” hubo mejores intentos de Hollywood por acercarnos a esa franqueza sexual que hoy llega tan exitosamente a las nuevas generaciones. Basada en el libro autobiográfico de Ingeborg Day -publicado bajo el pseudónimo de Elizabeth McNeill- la película sin duda dejó una marca en el cine de los 80 y hoy en día ha sido revalorada con justicia. Con su hermosa fotografía, al igual que su banda sonora de grandes artistas, supo encontrar una voz para las memorias de su autora, misma que se suicidara en el año 2011, a los 70 años de edad.
Texto: Daniel Valcarce
En gran medida “9 y ½ Semanas” funciona gracias a la acertada química de sus protagonistas y a la estética visual de su impecable dirección artística. Utilizando un guion minimalista y de muy poco dialogo, la película se centra en los encuentros románticos y sexuales del dúo de personajes interpretados por Kim Basinger (representando el arte y la sensibilidad) y Mickey Rourke (representando el dinero y el poder). La intensa pero triste historia de amor entre Elizabeth y John, ambientada en el Soho neoyorquino de los 80, es adornada con una dirección de fotografía cuidada y publicitaria donde se destaca un acabado trabajo de iluminación; lo que se puede apreciar en escenas icónicas que en su época dieron la vuelta al mundo, como la escena de la escalera bajo la lluvia, o el recordado baile de Kim Basinger al son de “You can leave your hat on” de Joe Cocker. Con la suma de los estilizados encuentros sexuales de ambos protagonistas en la pantalla grande, el director Adrian Lyne trató de encender al conservador público ochentero tan poco acostumbrado a películas sexualmente atrevidas. En su intento, Lyne no logró su objetivo en los Estados Unidos, donde la película fue un fracaso y además reeditada por el estudio, pero si lo logró en Europa, donde la película tuvo un arrollador éxito y adquirió un respetable status de culto.
Ver “9 y ½ semanas” a poco más de treinta años desde su estreno, sirve para entender que antes del fenómeno de “50 Sombras” hubo mejores intentos de Hollywood por acercarnos a esa franqueza sexual que hoy llega tan exitosamente a las nuevas generaciones. Basada en el libro autobiográfico de Ingeborg Day -publicado bajo el pseudónimo de Elizabeth McNeill- la película sin duda dejó una marca en el cine de los 80 y hoy en día ha sido revalorada con justicia. Con su hermosa fotografía, al igual que su banda sonora de grandes artistas, supo encontrar una voz para las memorias de su autora, misma que se suicidara en el año 2011, a los 70 años de edad.
Texto: Daniel Valcarce

6,4
12.476
7
7 de agosto de 2018
7 de agosto de 2018
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Es interesante como los 80 demostraron ser una década de oro para poner a jóvenes actores en el uniforme de la marina o la aviación en el cine norteamericano. Ejemplos de esta tendencia ochentera son Richard Gere en “Reto al Destino” (1982), Tom Cruise en “Top Gun” (1986) y por supuesto un joven Kevin Costner en “Sin Salida” (1987), quienes con sus impecables uniformes y siempre una chica a su lado, supieron hacer que la imagen del héroe y galán uniformado tuviera un pequeño pero importante sitial en el cine de la década. En 1987 Costner se había lucido como el mítico Elliot Ness a la cabeza de la premiada “Los Intocables”, y con el estreno de “Sin Salida” en el mismo año, pudo consolidarse como actor en este rol de heroico comandante que se va involucrando cada vez más en una peligrosa investigación al interior del Pentágono.
Al igual que otros thrillers de la época desarrollados con una acertada mezcla de inteligencia, romance, y creciente suspenso, “Sin Salida” tuvo un lugar destacado en la crítica especializada de los 80 gracias a la fórmula del falso culpable creada y desarrollada por Hitchcock en varios de sus mejores filmes. Basada en una famosa novela de espionaje que ya había generado dos películas con anterioridad, el acierto de “Sin Salida” radica en trasladar su elenco de personajes precisamente al interior del gobierno norteamericano, en pleno apogeo de la administración del presidente Reagan y poniendo énfasis en la descripción de una rutina típicamente republicana de civiles y uniformados que se mueven en un mundo de elegantes fiestas, infidelidades y oscuras intrigas, y donde el machismo imperante de la época también deja ver su fuerte presencia sobre el rol de la mujer. No es de extrañar que con esta premisa en su construcción, “Sin Salida” se trate de una película mayormente masculina en su reparto, con brillantes actuaciones a cargo de Gene Hackman, Will Patton, y George Dzundza, quienes obtuvieron sólidos elogios al momento de su estreno.
Con la suma de todos sus ingredientes, incluyendo una excelente fotografía y música a cargo de dos grandes como son John Alcott y Maurice Jarré respectivamente, “Sin Salida” es probablemente la película mejor lograda en la filmografía de Roger Donaldson, director de “El Bounty” (1984), “Cocktail” (1988), “Especies” (1995) y “Dante’s Peak” (1997) entre otras. Es también la película que dio a la hermosa actriz Sean Young, inmortalizada como la replicante Rachel en “Blade Runner” (1982), la oportunidad de brillar nuevamente en la pantalla con su breve pero intenso rol de la desafortunada doble amante.
Texto: Daniel Valcarce
Al igual que otros thrillers de la época desarrollados con una acertada mezcla de inteligencia, romance, y creciente suspenso, “Sin Salida” tuvo un lugar destacado en la crítica especializada de los 80 gracias a la fórmula del falso culpable creada y desarrollada por Hitchcock en varios de sus mejores filmes. Basada en una famosa novela de espionaje que ya había generado dos películas con anterioridad, el acierto de “Sin Salida” radica en trasladar su elenco de personajes precisamente al interior del gobierno norteamericano, en pleno apogeo de la administración del presidente Reagan y poniendo énfasis en la descripción de una rutina típicamente republicana de civiles y uniformados que se mueven en un mundo de elegantes fiestas, infidelidades y oscuras intrigas, y donde el machismo imperante de la época también deja ver su fuerte presencia sobre el rol de la mujer. No es de extrañar que con esta premisa en su construcción, “Sin Salida” se trate de una película mayormente masculina en su reparto, con brillantes actuaciones a cargo de Gene Hackman, Will Patton, y George Dzundza, quienes obtuvieron sólidos elogios al momento de su estreno.
Con la suma de todos sus ingredientes, incluyendo una excelente fotografía y música a cargo de dos grandes como son John Alcott y Maurice Jarré respectivamente, “Sin Salida” es probablemente la película mejor lograda en la filmografía de Roger Donaldson, director de “El Bounty” (1984), “Cocktail” (1988), “Especies” (1995) y “Dante’s Peak” (1997) entre otras. Es también la película que dio a la hermosa actriz Sean Young, inmortalizada como la replicante Rachel en “Blade Runner” (1982), la oportunidad de brillar nuevamente en la pantalla con su breve pero intenso rol de la desafortunada doble amante.
Texto: Daniel Valcarce
8
24 de enero de 2024
24 de enero de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es de extrañarse que las historias de supervivencia nunca pasen de moda, y menos si son historias ya conocidas pero que llegan acompañadas de una innovadora maestría técnica que te deja sin palabras. La Sociedad de la Nieve es la representante de España para el Oscar 2024 a película internacional y también es la favorita para arrasar en los premios Goya del cine español. Está dirigida por J.A.Bayona que es el mismo de Lo Imposible y de hecho se percibe su sello y se supera con creces. Tiene producción española, uruguaya, argentina y chilena, y un elenco de actores buenísimos todos debutantes. Se vale de escenas impresionantes y momentos de mucha emoción y la verdad como película es mucho mejor que la versión gringa que hicieron en los noventas de la gran tragedia aérea uruguaya. Vale mucho la pena cinematográficamente y te cuenta la historia desde otra perspectiva, una que no sólo habla de los vivos, sino también de los muertos. Imperdible.

5,9
4.034
7
24 de enero de 2024
24 de enero de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Priscilla es la nueva película de la directora Sofia Coppola y llega a los cines después del éxito arrollador de Elvis, el maga block buster de Baz Luhrmann que endiosara la figura del rey del rock con el virtuosismo cinematográfico que le caracteriza. Priscilla en cambio se basa en las memorias de Priscilla Presley y retrata su relación con Elvis desde su adolescencia hasta su separación y desde un punto de vista copletamente diferente. Como buena película de Coppola pone énfasis en todo el imaginario femenino y en la sensibilidad de la protagonista, repitiendo la fórmula del estar atrapado y confundido en un mundo que te sobrepasa al igual que en otras de sus películas como Perdidos en Tokio, Vírgenes Suicidas o Maria Antonieta. La actriz Cailee Spaeny se luce en su rol protagónico y ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de Venecia, mientras que la banda sonora, que intencionalmente no tiene ninguna canción de Elvis, está simplemente de lujo.
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