El primer tramo del filme se sigue con cierto interés, pero a medida que va avanzando el metraje se hace aburrida y lenta, provocando bostezos una y otra vez...Los sustos no impresionan, las situaciones se hacen monótonas y los diálogos cada vez más absurdos, en especial cuando se ponen a hablar en arameo. El que esté basada en hechos reales (típico de un telefilme de sobremesa) prometía una película espeluznante pero no es así, sólo enganchan los primeros 40 minutos y el resto como he dicho antes flojea bastante. Los actores es uno de los escasos aspectos positivos tratando de dar credibilidad a la historia y se quedan a medio camino pero cumplen más o menos su cometido. La atmósfera está conseguida en tramos puntuales, y finalmente podría hasta decir que le sobran unos cuantos minutos queriendo que termine cuanto antes porque se te han ocurrido otras cosas mejores que hacer.

Cuando ves que todo es lo mismo y que ya lo has visto una y otra vez pierde encanto el género, en este caso el de terror. Hacen películas iguales a muchas otras y esta tercera entrega de la saga Scream no es la excepción, los supuestos "sustos" se han convertido en risas, y el resto deja mucho que desear, con situaciones tontas y diálogos absurdos. Si no tenían muchas ganas de hacerla que se la hubieran ahorrado!!!!

Más de lo mismo y fallida segunda parte de la trilogía. Peca de exceso, pero por lo menos se deja ver y al terminarla te da por mirar en cada rincón de la casa no vaya a ser que.....jejeje.

Spielberg nos muestra la cruda realidad de manera muy convincente. Consigue desde el primer hasta el útimo minuto que nos metamos en el pellejo de cada uno de los personajes. Los primeros veinte minutos magistrales y el resto a la altura en una película que será recordada durante mucho tiempo.