Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Doctor Zaius
<< 1 6 7 8 9 10 >>
Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
7
19 de julio de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me pregunto muchas veces quienes son las personas que en realidad tejen la madeja del mundo. Quienes deciden los destinos de otros, quienes trazan líneas y tachan nombres y hacen listas y miden hasta donde van a llegar las otras personas, las que no son ellos. En esta película aparece uno de esos hombres grises que, más que decidir, transmite, más que trazar itinerarios, entrega instrucciones de ruta, más que poner a la gente de rodillas les da la mala noticia: os han cortado las piernas.

Si bien el personaje de George Clooney puede leerse inicialmente en clave de ángel exterminador, en realidad, a medida que la cosa avanza se va revelando más bien como un mensajero de la muerte. Él no corta la cabeza, sólo te dice que ya te la han cortado. Su supuesta posición de personaje irreal está simbolizada con eficacia en esos interminables viajes de avión que le llevan de un lugar a otro de la geografía norteamericana. Pasa por hoteles y aeropuertos sin dejar rastro de sí. Es una figura fantasmática que lleva las malas noticias.

Sin embargo, la película no se queda ahí, en ese mostrar el día a día de un funcionario del despido masivo. Silenciosamente, fotograma a fotograma, va tejiendo el retrato de un personaje epitómico de la tragedia de nuestros días. Sí. Incluso quien se cree a salvo entre las nubes no está protegido de las inclemencias de la vida. Peor aún: pretender esquivarlas a toda costa sólo conduce a una forma de vida que está más próxima al zombi que a la persona corriente.

La imaginería visual de la película recalca con insistencia ese papel supuestamente ingrávido del protagonista, la falta de substancia de sus días, y lo contrapone a los escasos paisajes en los que se desarrolla la vida "real": los lugares en los que las personas batallan con relaciones y trabajos y circunstancias complicadas, desarrollando gracias a todo ello lazos, vínculos y redes afectivas que les sirven para tener una vida de verdad, no un simulacro en el que la asepsia sentimental y el desprendimiento de toda emoción configuran una distopía altamente verosímil.

La película, con todo, no se atreve a profundizar en las dimensiones de la herida del desempleo. En vez de indagar con un poco de eficiencia quirúrgica en la tragedia colectiva de un sistema inhumano e injusto, prefiere detenerse en una suerte de entomología de los pequeños dramas personales asociados al despido. Lo hace de forma superficial y a veces hasta frívola en su empeño por poner el foco en el dilema personal del Clooney despedidor. Si el director se hubiera atrevido a dejar un poco de lado los sufrimientos de éste y de su aprendiz y hubiera apostado más por los que aparecen del otro lado de la mesa recibiendo la carta de despido, la película hubiera sido más terrible. En vez de hacerlo, hay una apuesta por buscar la frontera del "hasta donde puede llegar un director hollywoodiense sin cabrear a sus productores" que desnaturaliza lo más interesante de la propuesta inicial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Doctor Zaius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
29 de julio de 2017
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué nos llama la atención de esta película? Sobre el papel tenemos una crónica de la supervivencia después de una tragedia. Sobre la pantalla encontramos otra cosa, un algo que va más allá de tal descripción. Un juego entre la luz y la sombra que atraviesa todo el metraje y que empapa visualmente casi cada plano tanto en sentido literal como metafórico. La directora aplica esta idea de polaridad a todos los elemento de su material narrativo. Y así, encontramos juegos de contrastes que se van desplegando y enrollando unos sobre otros en los siguientes niveles:

- la naturaleza en la que aparecen inmersos los protagonistas, simultáneamente amable y exhuberante, espacio y contexto para la acogida, la sanación y el juego que, sin embargo, en momentos concretos, albergará amenazas temibles. La catástrofe potencial encapsulada en el corazón del paraíso;

- el pueblo donde viven los protagonistas, descrito un poco segundo plano, como un escenario secundario destinado a recordarnos que hay una realidad más allá de la casa familiar en la que también hay que desenvolverse. Su apariencia es la de un lugar acogedor y cálido que, sin embargo, deja sitio para un montón de conversaciones por detrás, para todas esas miradas suspicaces, para la desconfianza y el recelo: un ambiente luminoso enturbiado de tanto en cuanto, opacado por ciertos velos ligados a prejuicios antiguos;

- la vida en familia, repleta -¿saturada?- de afecto y proveedora de confort material pero anudada a un pasado que se enraíza con vigor en la tragedia; amarrada mediante lazos que ha sido electrificados hasta la incandescencia y que serán puestos a prueba por la protagonista. Es en esta comprobación de su fortaleza donde están los hitos dramáticos del metraje, donde las intensidades desbordarán el andamiaje de las relaciones familiares, donde el amor que se le ofrece al personaje central y su capacidad de resistirlo todo será puesto a prueba hasta el límite;

- la niña protagonista, Frida, cuya situación de partida es el trauma con el que arranca la película. Actuando como una especie de ángel sonámbulo que estuviera por encima del bien y el mal, a veces parecerá encarnar lo mejor de la niñez (inocencia, frescura, capacidad de afecto ilimitada) y otras lo peor (celos, envidia, egoísmo, crueldad y manipulación emocional). Todo su personaje está construído -escrito- con una precisión y una delicadeza excepcionales, encarnando la complejidad del huérfano que aún no se puede creer que tal es su condición. La niña actriz Laia Artigas dota de verdad a un personaje complicadísimo, le da espesura y densidad, edifica su humanidad desde lugares a los que sólo acceden los grandes actores: su forma de mirar, la manera de quedarse en silencio, la tensión de sus movimientos, el frescor de sus carcajadas, la estupefacción de alguien a quien se le ha roto la vida al completo de golpe.

Rodada en un entorno natural que bordea lo idílico y centrada en la descripción de un entorno socio-familiar que está aparentemente a un paso de la perfección, la película presenta como logro mayor la construcción de una sombra ominosa que se inscribe en la narración de forma continuada en oposición a todo lo anterior. Hay casi en cada fotograma una capa de incomodidad importante, un desasosiego que empieza teniendo la consistencia de un rumor para ir adquiriendo un contorno definido pausadamente, combinando sacudidas repentinas y acumulación infinitesimal a partes iguales. La sombra es especialmente visible en alguna escena en el bosque o en el río, cuando el paraíso se torna súbitamente lugar de una tragedia posible debido a apenas un par de gestos. La sombra también ronda en las noches insomnes de la protagonista, se viste de irracionalidad inexpresable y de religiosidad artificiosa. Ronda la casa donde vive la familia, repta por las calles del pueblo y se traslada a las paredes de la sala de cine, envolviéndonos y asfixiándonos. La sombra se enrosca alrededor de la luminosidad que se despliega ante nuestros ojos amenazando con devorarla, sosteniendo con ello una tensión que termina quebrándose justo al final, en una escena que no es tanto liberación como aceptación: deja que la sombra se sumerja en ti, déjate invadir por ella para hacerla tuya, y, así, finalmente, poder vivir.

El argumento es sencillo: una niña -Frida- se queda sin madre a causa del SIDA que, en 1993, recordémoslo, aún era enfermedad motivo de vergüenza y estigma. Dicha niña -cuyo padre ya había fallecido anteriormente- es acogida por sus tíos -un hermano de su madre y su mujer- y tiene que aprender a vivir su nueva vida en la que, además, hay una hermana pequeña cuya presencia le recordará todo el rato aquello que ya no tiene. En la construcción naturalista del trayecto de Frida hacia la aceptación de su nueva situación asistimos a un despliegue considerable de recursos cinematográficos: encuadres deslumbrantes de la naturaleza en la que se enmarca la mayor parte del metraje, secuencias calmosas en las que lo cotidiano se despliega con pereza, primeros planos de las caras de las protagonistas que saturan la cámara con su expresividad, momentos de agitación transmitidos matemáticamente gracias a esa correa de transmisión llamada cámara en mano, interiores en los que el uso de la luz natural trasluce cierta genealogía pictoricista, retratos de grupo que remiten a la inacabable tradición cinematográfica de corte costumbrista e, incluso, cierto toque etnográfico en la descripción del pueblo. (+ en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Doctor Zaius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
12 de octubre de 2009
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui a ver la película animado por las críticas positivas en medios variados. Esperaba algo por debajo de Match Point pero por encima de Scoop (ya no digo nada del videoclip turístico sobre Barcelona), y, para mi sorpresa, me he encontrado con una cosa que parece rancia, una película que se tira de cabeza en brazos de la caspa barnizada con guiños de "modernidad", un ejercicio de autocomplacencia sin profundidad, una película pegajosa, sonrojante, aburrida, en la que un guión inceríblemente incosistente y arbitrario sirve de armazón para cuatro o cinco frases que nos suenan -y que no nos hacen gracia-, una película, en definitiva, que nos hace añorar los buenos viejos tiempos de Woody Allen, su condición de retratista inmisericorde de la estupidez humana, el nervio de sus películas, la capacidad para seducir con el lenguaje, el espíritu juguetón y alegre de sus comedias, la profundidad de sus dramas psicológicos y su visión implacable de las neurosis contemporáneas.

Pero vayamos por partes.

1) El doblaje. Insoportable. Una tortura para los oídos. Ya sé que no tiene que ver con la película, pero te condiciona en contra de ella desde el instante cero.

2) El reparto. No entiendo los elogios a Larry David. No entiendo porqué hace como si Woody Allen se hubiera propuesto ser más Woody Allen que Woody Allen. Su interpretación es simplemente cargante. Hay que decir en su descargo que al pobre le tocan tal cantidad de frases huecas y de sentencias pomposas carentes de gracia o profundidad y apechuga con tal repertorio de idioteces que tratan de pasar por supuestos momentos inteligentes que realmente se hace imposible sacar adelante a su personaje. Evan Rachel Wood cumple como chica-guapa-sin-luces-de-buen-corazón, Patricia Clarkson se come en sus breves apariciones al resto del reparto y éste, a su vez, pasa con desapercibida indiferencia rellenando huecos en el metraje.

3) El guión. Indigno de Woody Allen. Anécdota argumental mínima, ridícula e inverosímil. Desarrollo tedioso con demasiada sitio para discursos supuestamente inteligentes sobre la condición humana que producen rubor, vergüenza ajena y muchas ganas de huir del cine. Desenlace vulgar según los cánones y los tópicos hollywoodienses más manidos, maquillando todo el asunto con una capa de tolerancia sexual inocua que nos hace pasar más vergüenza ajena que viendo un capítulo de Arena Mix.

4) Los personajes. Muertos desde el minuto cero. Puro cartón piedra animado. Acumulación de tópico sin gracia sobre tópico vergonzante.

5) Conclusión. He visto paralelismos inquietantes entre esta película y las obras maestras de Paco Martínez Soria de los sesenta. ¿Estamos asistiendo al final del maestro? Espero que alguien le de una buena colleja y le haga ver que no puede seguir entregado a este rollo ultraautocomplaciente de los últimos tiempos.
Doctor Zaius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
20 de noviembre de 2009
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver. Sólo he leído críticas muy negativas de esta película con las que no puedo más que estar en descuerdo. Ésta es una historia de familias rotas, de seres malditos por destinos infernales. Hay un desgraciado que quiere ser padre (drácula), y, como una mujer no le basta, tiene tres, tres que en realidad son sus novias. Una muere al principio, con lo que el no-casado queda 1/3 de viudo. El dolor que transmite cada uno de sus gestos nos destroza el corazón. Luego hay dos hermanos. A uno le pica un licántropo, lo cual no le sienta muy bien. La hermana del hombre lobo jura que va a encontrar un remedio a la variedad peluda de la gripe A que lo consume. El remedio, y he aquí lo más grande de este guión, está en manos del conde-viudo 1/3. El castillo del viudo, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria está que se cae. Las deudas y los bancos de sangre acosan al conde. Además, sus dos novias restantes acaban de parir medio millón de hijos y él no sabe como hacer para llegar a final de mes. En un principio cargado de dramatismo el conde tiene una disputa con el científico alemán Frankenstein. Éste tiene el secreto para convertir las hamburguesas en seres vivos. Perseguido por los enfurecidos clientes de un McDonalds cercano, el científico muere en brazos de su creación, el increíble hombre-hamburguesa. Es esta criatura la que tiene el secreto para hacer que los hijos del conde puedan llegar a hacer botellón algún día. Por el medio hay varias peleas cargadas de épica y dramatismo: el hombre-lobo contra el conde-viudo, el conde-viudo contra la hermana del hombre-lobo, la hermana del hombre-lobo contra el hombre-hamburguesa, las novias del viudo 1/3 contra los clientes del McDonalds, el hombre-hamburguesa contra el hombre-lobo y así hasta agotar todas las combinaciones de cuatro elementos tomados de dos en dos y sin repeticiones. La fotografía es excelente, al igual que los implantes dentales y las pelucas, los corpiños que llevan las novias del conde convierten al wonder-bra en un artilugio prehistórico y los efectos especiales, discretos y medidos conviven mesuradamente con un sólido guión en el que la tensión narrativa aumenta en cada plano, destacando la profundidad de este al indagar con acierto en las motivaciones psicológicas de sus torturados protagonistas. Hacia el final, la hamburguesería cierra sin explicaciones, en un giro de la trama que nos encoge el corazón, debido a una tormenta brutal, clara alusión a las consecuencias del cambio climático.

Ah, también sale un tipo con sombrero y con una ametralladora de flechas, pero no recuerdo ahora su nombre... Lobezno! eso era!
Doctor Zaius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
13 de febrero de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
A ver, sólo he leído críticas negativas o muy negativas de esta película con las que no puedo estar más en desacuerdo. Milla Jovovich salía despedida de un barco en RE4 dejándonos a todos con el corazón en un puño. En esta quinta parte vemos que la fundación paraguas-del-atlético-de-madrid la ha capturado de nuevo para hacerle unas pruebas de personalidad al más puro estilo oficina de recursos humanos. Para empezar la visten con dos servilletas atadas con un cordón de zapato, tratando de determinar su resistencia al frío y a las condiciones extremas. Luego la torturan con el hilo musical de una compañía de móviles de forma continuada. Ella lo aguanta todo y le dan un cargo extra: salva a la cheerleader y salva al mundo de paso. Bueno, lo primero no, pero lo segundo sí. Entonces la mandan a Kamchatka donde hay unos decorados abandonados que imitan al milímetro los centros urbanos de varias grandes capitales mundiales. Allí, le dicen, deberás hacer una gimkana por todos ellos y salir al exterior en menos de dos horas. Por el camino te soltaremos a los zombis de turno y a los tipos de los martillos-guadañas. Si pasas esta prueba, le dicen desde el departamento de recursos humanos, te nombraremos jefa de ventas de paraguas del atlético de madrid. Ella se lo piensa, se viste de riguroso cuero negro y dice "sí quiero". Y a partir de ahí todo es una dramática descripción de la lucha por la supervivencia en entornos extremadamente hostiles en compañía de combatientes extremadamente inútiles. Milla corre por el decorado de New York logrando lo imposible, un taxi en hora punta, salta por Moscú y consigue puntos extras al comprar en una tienda exclusiva bolsos de marca rebajados, atraviesa Tokio seguida por legiones de zombies fashion victims que quieren su bolso de Prada de rebajas, y, finalmente, logra ser ascendida -no exclusivamente de forma metafórica- a jefa de marketing y comunicación de paraguas SA.

La película esconde un mensaje críptico difícil de descifrar: el personaje de Milla se llama Alice y es perseguida a lo largo y ancho de un mundo subterráneo por los esbirros de un personaje llamado "la reina roja". Este guiño metanarrativo nos remite a una conocida historia de ciencia ficción clásica, que, sin duda, habrán adivinado, es "La Odisea". Alice resulta siendo Ulises tratando de volver a casa con un puesto de trabajo. Y este retrato en clave sci-fi de los desvelos de una mujer desempleada desesperada por superar las pruebas de selección de una empresa global acaba siendo lo más destacado de este mesurado, inteligente, y sofisticado combinado de géneros cinematográficos que eleva al séptimo arte a la categoría de Arte definitivamente. Si el personaje de Alice es complejo y está lleno de recovecos, no deberíamos decuidarnos por ello y de dejar de lado a una Michelle Rodríguez que homenajea a su personaje de Anna Lucia en "Lost". Parece como si no hubiera aprendido nada sobre interpretación desde entonces, pero no nos engañemos, realmente no ha aprendido nada.
Doctor Zaius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 6 7 8 9 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow