Como alguien ha dicho antes de mí, lo malo de la película es que se nota demasiado el creador tras el visionado. Uno la ve y se maravilla del uso de la cámara, del increíble juego de luces y sombras, del maquillaje.

Incluso la forma de estructurar la trama, alrededor de una palabra para mantener un hilo con el que narrar flashes de la vida del personaje con el que componer una personalidad vista a fragmentos como una fotografía rota de la cual sólo tenemos algunas partes que vamos recomponiendo.

Todo eso grita "talento"

Pero... la degusto artísticamente, pero no me gusta como simple espectador, o no me gusta como me han gustado otras películas, no termino con la misma sensación de pasarme horas recomponiendo escenas porque necesito evocar de nuevo su sabor. En una obra de arte magistral, me maravillo por lo que Welles hizo, pero no me emociona.

Y no creo que sea el paso del tiempo, entre mis películas favoritas hay bastantes anteriores a esta.

No pasa nada, a no todos los aficionados a la pintura les tiene que impresionar un Picasso o un Rembrant.

Y es que las moralinas finales son más indigestas que las sopas del principio.

Y me explico, por concepción de personajes, por guión, por animación, por casi todo, la peli es extraordinaria.

Desgraciadamente, lo único que sobra es aquello que es tan sumamente Disney: el aprovechar la película para mandar sus mensajitos sobre lo maravilloso de la familia y la perseverancia en conseguir los sueños y...

Esta película era una buena historia de por sí, sin necesidad de meter por medio el catecismo.

Como ya se ha dicho casi todo, no ahondaré demasiado. Es una película de mensaje reaccionario (y ya no eran los años 50) que ensalza un mensaje machista y ególatra, de culto al terrateniente rico. Tiene algunos gags divertidos pero en general es muy irregular y con constantes altibajos.

Lo que también se puede decir, es que el doblaje es nefasto, que sin pensarlo mucho situaría en el top-10 de peores doblajes que recuerdo, estropeando todavía más una película ya de por sí discreta.

Una cosa que me ha sorprendido porque no la he visto hasta que lo he comprobado, es que creo que solo hay una actriz, la funcionaria danesa del inicio. Los demás no son actores, son los personajes reales. Eso hace que esta cinta esté a caballo entre una película (en el sentido de que se ha estructurado para contar una historia) y un documental (se narra la realidad, protagonizada por las personas reales que la muestran)

En ese sentido me ha recordado a "O que arde" que es una cinta que a mí me emocionó muchísimo, básicamente porque aquella cuenta una historia que es de mi entorno. Me imagino que a los Inuit groenlandeses les pasará lo mismo con esta obra.

Me gustó mucho la naturalidad de todos los protagonistas, lo cual visto a posteriori tiene lógica, porque todos son auténticos. Y por supuesto me dejó sin aliento toda la parte paisajística.

Por contra, mi yo conservacionista se revolvió ante algunas escenas.

En general merece la pena.

Ciertamente, no he encontrado ninguna razón para no darle la peor nota posible. Lo único destacable es el perro, un precioso ejemplar de Pastor de Brie y única razón por la que me puse a ver la película. No sé si es peor el montaje, el guión, las interpretaciones, la dirección...