Al ver esta película a uno le viene en seguida a la memoria el filme en blanco y negro del siglo pasado "Stromboli". Temas parecidos, una mujer restringida en una isla italiana, falta de libertad, de pasar desapercibida, etc. Aquí el color y la luminosidad pesan a su favor. La película es atractiva en cierto sentido, debido a los niños, a las panorámicas de costa y mar isleño, pero sosa y desangelada en cuanto a la historia que cuenta.

Film pasable, pero poco original; cae en tópicos muy reiterados ya, vistos hasta la saciedad, de los barrios calientes y jóvenes desvergonzados de New York.

Muy desprovisto de excelencias dramáticas tuvo que estar ese año el Festival de Sudance para otorgar un premio al mejor drama a un film como éste. No obstante, la película no es mala sino sólo poco emocionante, perdida en un tipo de historia muy repetida y machacada en las pantallas de cine (siempre el mismo patrón, el mismo calco de pandilleros y los mismos adornos respecto a ellos). En mi opinión no aporta ninguna novedad de consideración.

Filme vano, insustancial, que le roba a los espectadores más de una hora de su tiempo vital maravilloso para dar a cambio un producto de baja calidad que no merece ninguna atención. Sólo el escenario de colegio elitista norteamericano envuelto en nevadas se salva. La historia criminal del argumento es de pésimo talento y menos interés.

Buena película dramática. Cuenta la historia de varias personas, entre ellas dos son las fundamentales: un hombre que atropella a un ciclista pero no lo daña y un joven que atropella al mismo ciclista y le ocasiona la muerte.

La película hace pensar sobre lo insoportable es para cualquier humano la llamada "voz de la conciencia". Ésta, cuando uno hace algo muy malo, se habla constantemente a uno y no lo deja en paz hasta que no declara su culpa, se arrepiente y pide perdón. Cuando esto no ocurre, es porque la voz de la conciencia se acalla, se la adormece, etc.

Como en toda película argentina contemporánea, por supuesto, no falta repetidamente la típica expresión "boludo".

El final es muy poderoso, de gran calidad, quizás lo mejor del filme.

Me ha parecido más una obra de teatro que un filme; pero bueno, en blanco y negro y atendiendo al tema religioso del diablo que intenta corromper a una joven virgen prometida en matrimonio, sirve para pasar un rato. Se ve con paciente curiosidad, activa el sentido del humor y nos rasca con algunos ramalazos críticos.

"La castidad de una mujer es como un orzuelo en el ojo del diablo."

"La vida puede ser muy triste si uno nunca miente."