Debo reconocerlo, hasta la semana pasada, que por suerte la hicieron en la tele, no había visto todavía este pedazo de peliculón. Lo sé, no entiendo a que he jugado todos estos años sin verla, pero por fin he sucumbido y de que manera a esta obra maestra. Una semana después de verla sigo flipando en colores con la película, intentando entenderla del todo y sobretodo, con su final.
Me rindo una vez más a mi dios Brad Pitt, en otra de sus maravillosas interpretaciones, dejando claro quién manda en Hollywood, lo de este señor es increíble. Edward Norton maravilloso también, otro de los grandes actores que nos ha dado la industria, impecable. Y Helena Bonham Carter, en su línea, extravagante y soberbia como ninguna. Destacar la aparición casi fugaz del por aquel entonces desconocido Jared Leto, otro actorazo sin duda.
Si esque esta película lo tiene todo, reparto de lujo, un guión descomunal, una puesta en escena deslumbrante, y un contenido que quién quiera que lo entienda. Es perfecta.

Pd. Tengo que decir, aunque muchos estén en contra, que personalmente, Brad Pitt es el mejor actor del siglo XXI, pero de largo además. Lo adoro.

Estamos ante una joya de película que sin duda tuvo que ser premiada con el Oscar a mejor película de habla no inglesa, descaradamente además. Es una película bellísima y muy emotiva, y con unas actuaciones de lo más logradas. Gérard Jugnot se sale interpretando al profesor Mathieu, y los niños todos extraordinarios, mención aparte de Morange y Pepinot, lo mejor de la película. No he visto muchas películas francesas, pero esta sin dudarlo es la mejor de todas. Una pasada, alegría y tristeza a partes iguales, extraordinaria película.
Nunca me cansaré de verla una y otra vez.

Me dispongo a hacer la crítica de la que puedo afirmar claramente que es la mejor película de lo que llevamos de siglo. Sí señores, lo que leen, en mi modesta opinión les digo que estamos ante la obra cumbre del S.XXI.
Esta película es una oda a la vida, en todos los aspectos. Sinceramente, aquí ya le tocaba el Oscar a mejor actor a Brad Pitt, y me da mucha rabia decir que si ya no se lo han dado por esta, nunca se lo van a dar ya. Es uno más de los muchos actores gafados por la academia, y siempre son los mejores. Su actuación, sin palabras, ya la habeis visto, no hay más que decir, bueno sí, INCREIBLE. Cate Blanchett perfecta como siempre, una de las mejores actrizes que hay desde hace ya muchos años, Tajari P. Henson y Tilda Swinton son las perfectas secundarias y el resto del reparto que va apareciendo durante el film más de lo mismo, no sobra ni falta ninguno, esta película es perfecta de principio a fín. La trama, que decir, maravillosa, nos relata la gran vida de Benjamin Button y como va creciendo pero al revés, como va viendo irse de su lado a las personas que ha visto envejecer desde que nació y que han cuidado de él, y como gracias al destino, vive la vida entera al lado de su amada Daisy Fuller.
La película es emotiva, sorprendente, maravillosa, triste y alegre a partes iguales, poética, increible, todos los adjetivos posibles para la mejor película que he tenido el placer y la suerte de visionar de largo. Quien no la haya visto todavía, por favor, que no espere más y la vea, se arrepentirá de no haberlo echo antes.
Concluyo mi crítica de esta maravillosa película diciendo claramente que estamos ante la mejor película del S.XXI, increíble.

Lo primero y más importante, lo único que me ha parecido realmente bueno de esta película es la interpretación de Michael Pitt, todo un descubrimiento se mire por donde se mire. Borda su papel de pscicópata y anula a su compañero totalmente de la película. Desde luego, una interpretación acojonante, que me puso los pelos de punta. El resto del reparto perfecto, Naomi Watts y Tim Roth son dos actorazos como la copa de un pino, pero que han bajado y mucho el listón metiendose en esta basura de película.
Es la película mas lenta que he visto en todo el año, y muy aburrida y pausada de principio a fín.
También hay una escena que te deja descolocado para el resto de la película, y el final de esperar como siempre.
Lo dicho, lo único que se salva de la quema es Michael Pitt.

Esto es todo cinéfilos.

Esta película consigue a la perfección encajar sus dos partes, comedia y drama.
Por una parte está la comedia, insuperable, es un no parar de reir desde el principio hasta el final. Por otra parte está el drama, magnífico, te conmueve y por momentos te llega a tocar la fibra sensible hasta el fondo. Y esto es lo que la convierte en una obra maestra, conjugar tan perfectamente esta extraña mezcla de sentimientos en menos de dos horas.
Omar Sy simplemente lo borda, la comedia en estado puro, y François Cluzet se marca un papelón para el recuerdo, el drama se apodera de el, hasta tal punto que parece un tetrapléjico de verdad, está increible.

Esta película es una oda a la vida.
Es así señores.