Es una película de suma violencia, matones contra un hombre que ha salido de la cárcel y al que no deja vivir en paz ni alejarse de ellos.

Es una película fria y brillante, en la línea de los filmes de Quenti Tarantino, pero sin saber rematar la faena o ponerle la guinda de excelencia que todo pastel con excelencia debe tener.

Recomendable de ver, pero no de guardar para re-ver.

Me ha gustado mucho esta película.

Clint Eastwood, impresionante como director. Una vez más deja muestras de su calidad al dirigir. Sabe engarzar sin chirriar, de manera flexible y bien aceitada las diversas historias de personajes relacionados con la muerte, ya porque ellos mismos la han experimentado en sí, ya porque han perdido a seres que desde el más allá les envían algún tipo de información o mensaje.

Una gran película, ante la cual muchos de los que presumen con la boca abierta de descreidos (otra cosa será verlos a solas cuando les entre el "caguti") sobre este tema fundamentalmente humano, sólo saben cacarear y emprenderlas contra el gran Eastwood, por no darse golpes contra sí mismo y contra su insustancialidad vital.

Muy recomendable. Y además tiene un mensaje estupendo dirigido a los espíritas, es decir, esos alienadores dogmáticos que van más listillos que nadie acerca del más allá y de los mundos exteriores al nuestro y de la madre que los parió, hasta saben las estrellas y los planetas donde viven espíritus (los muy atrevidos) y que en Brasil e incluso ya también en España, tienen enajenadas a gran cantidad de ilusos que se creen todo los que les dicen sin hacer uso de su especificidad de homo sapiens-sapiens, es decir, el discernimiento. Bueno el mensaje de esta película dirigido a los espíritas absolutistas que creen saberlo todo con respecto al mundo espiritual es el siguiente: "Una vida basada en la muerte, no es una vida".

Como le lei hace poco al metafísico y teólogo Fej Delvahe, en un reciente artículo: Tomen nota, pedazos de endiosados en nombre de la muerte y en nombre de espíritus y espiritillos (a los que esos absolutistas sectarios hacen más relevantes que al mismísimo DIOS).

Entretenida y buena película sobre un matrimonio maduro con tres hijos que se rompe repentinamente porque a ella le da por tirarse una canita al aire con un compañero de trabajo y confesarle a su marido que quiere el divorcio. Éste se va de casa y, con la ayuda de un joven experto en seducción femenina, empieza a superar la depresión y a causar furor entre las mujeres, incluso entre la suya propia que ha roto con él y que ahora cuando no lo tiene a su vera empieza a apreciar cuánto vale.

Es una comedia que se disfruta y donde se pone de manifiesto que el amor entre un hombre y una mujer, sobre todo cuando está en su fase de enajenación-enamoramiento, sin duda es una locura de tal magnitud que incluso lo hace aparecer a uno un solemne estúpido.

¡Pues viva la estupidez y la locura si son por amor!!

Filme de floja hechura, soso, aburrido, sin ritmo ni atractivo salvo los diez últimos minutos. Comparar esta película con EL GRADUADO (Mike Nichols, USA 1967), quizás porque versa sobre un joven veinteañero que regresa a su hogar y se halla en un estado indefinido de su propia existencia, es como querer comparar la uña del dedo meñique de un pie con la pupila de un ojo en línea directa con el cerebro.

Filmación sin casillero ni referencia para quedar en la historia del cine.

Película con un protagonista viejo que dice viejas vaguedades como que "hay mucha pasta en el tinglado de Dios" (¿y en qué no hay mucha pasta?).

A veces tiene gracia de humor negro, pero en general es una comedia de personajes desaboridos.

Vale que al viejo interpretado por Larry David, que además cojea, se le presente de repente un bombón de mujer joven y le tire los tejos a él (lo cual es tan improbable como el cero en la mecánica cuántica), un tipo deprimente que casi da pavor verlo comportarse y darle a la lengua; pero la sal y la pimienta que sobre este hecho se echa, encima no dan suficiente sabor ni gusto al guiso del guión en general.

Aceptable película de Woody Allen, interesante, sin más.