Vlado se ha levantado más temprano esta mañana que de costumbre. Su rostro es serio, pero sus ojos brillan con mucha intensidad. El niño solo pregunta por su madre. Él sabe que su padre se fue de casa hace tiempo. Todos dicen que fue a visitar a un pariente lejano, un contrabandista judío que escapo de los nazis y se esconde en algún lugar remoto. Vlado sabe qué padre fue a la guerra.

Vlado se ata los cordones con suma dificultad, sus manos están completamente heladas y entumecidas, con un gran esfuerzo también se abotona la camisa y un suéter de plumas gruesas que le regalo su padre en su cumpleaños.

Vlado sale fuera a dar de comer a las gallinas y vacas, un soplo de aire fresco golpea levemente su rostro y se disipa con los primeros rayos del Sol, enormes charcos de agua adornan el camino de regreso a casa, formados de las lluvias que azotaron el pueblo los días anteriores.

Vlado brinca sobre ellos e imagina que son minas explosivas que fueron instaladas recientemente por el enemigo. Dando un par de saltos enérgicamente y con cautela, su vida dependía de un hilo, un mal paso y estaba acabado.

Madre le grita al niño que es hora de ir a la iglesia, de repente a Vlado se le borra la sonrisa, pero lo recuperara después de ver a sus amigos. Las campanas empiezan a repicar una tras otra sin parar, ellas son tan sabias como el más viejo del pueblo, últimamente han estado muy inquietas, intuyen cuando el peligro está cerca.

Vlado es católico, igual que su madre, él sabe que hay un Dios arriba en la cima del cielo y lo observa todo como un francotirador a sangre fría.

Vlado corre a ver a sus amigos, se esconden en sótanos, las cornisas y en algún agujero de la tierra tratando de escapar de sus enemigos, simulan batallas entre ellos, disparan con fusiles imaginarios y lanzan bombas de humos, con palos de madera mojada y piedras arrancadas del fango.

-¡Te he dado!, -grita uno de sus amigos.

Vlado se deja caer inmediatamente, se lleva las manos al rostro, se quedó un buen rato así, hasta que empezó a sollozar levemente, temiendo que alguien lo escuchara.

Los demás chicos se dieron cuenta y preguntaron que es lo que le sucedía.

-Mi padre debe estar muerto! Igual que yo!, -dijo Vlado.

La película explora el impacto de la guerra en la infancia y sus consecuencias, durante el curso del conflicto narra la vida de los habitantes de un pueblo esloveno, donde los niños sueñan despiertos con ser soldados, entre travesuras y juegos, la realidad de la guerra asomara sobre sus hombros y mostrara toda su crueldad. Una verdad incómoda sobre la inocencia perdida, resuelta con mucha imaginación y creatividad, plasmados desde el primer minuto hasta el último. Sonidos angelicales que dan paso a los sonidos de cañones de guerra sobre las extensas e infinitas praderas de Europa Central.

Muy recomendable.

Película antibélica y un grandísimo alegato contra el sistema fascista perpetuado por los nazis, el famoso toque Lubitsch esta presente en cada fotograma, narra una serie de acontecimientos y experiencias de un grupo de actores polacos, envueltos en una trama de conspiraciones y revueltas, durante el ataque a Varsovia, donde traslada todo el drama y comedia de el teatro a la vida real. Te entretiene, te ríes, incluso hay la pausa suficiente para aplaudir varias escenas, que en manos de otro director, serian un completo desastre, pero aquí son resueltas con un ingenio y brillantez envidiable.

Imposible reseñar algo nuevo que no se haya dicho antes sobre esta vieja gloria del séptimo de arte, en su genero, dirigida por uno de los mejores cineastas de nuestras época, David Fincher, remarcando las excelentes interpretaciones de los protagonistas, en sus papeles de detectives, por un lado, Morgan Freeman dando catedra de nuevo con su actuación, y Brad Pitt, haciendo uno de las mejores interpretaciones debut que he visto en muchos años, imposible seria también, no citar la breve actuación aunque legendaria del ahora malogrado Kevin Spacey, en su papel de asesino serial, en resumen es un emocionante thriller capaz de quitarnos el aliento, aun siento escalofríos al escuchar la lluvia caer sobre esa ciudad sin nombre, un panorama sombrío y personajes aun mas lúgubres, cuando uno ve esa oscuridad acercarse cada vez mas hasta empantanar toda la pantalla, invadiendo por completo nuestros sentidos vulnerables, retorciéndonos las tripas sobre el sofá y convirtiéndonos en una especie de títeres hilados a la pantalla , y cada uno de los siete pecados capitales irán sucediéndose al compas de un Aria para la cuerda de sol , sin dar respiro, ni tregua durante las dos horas hasta ese final apoteósico. Solo queda decirles a las nuevas generaciones, disfrutar de esta oscura y retorcida obra maestra de David Fincher.

Imposible no sacarse de la cabeza, toda la secuencia de la "Pereza", no la olvidas, aun después de haberla vista hace varas décadas atrás. Otros blockbusters de thriller y pseudoterror, después de estrenarse, desaparecen de nuestras memorias sin dejar una huella cinematográfica imborrable.

Srdjan Spasojevic la madre que lo pario, yo hubiera rodado esta movie snuffgorepedofilamasunfinalmadeinspielberg, eres un guarro Spielberg, pero te han superado con el final más ñoño de la historia, me trae a la memoria a Cronenberg y su Videodrome, recuerdo la habitacion roja, aquel cuarto me daba más grima que esto, no mostraba nada, pero podrías imaginarte lo peor, prefiero omitir esta parte, como dicen algunos, lo que imaginaba en ese momento haría de A serbian Film un episodio más de Teletubbies, pero tipos como Cronenberg sacaban lo peor de ti, lo más repulsivo, podrido de uno, imagino que hizo lo mismo con Srdjan y quiso plasmar sus pajas mentales y generar polémica, tío lo has conseguido, y a mí me importa un pimiento, pero lo que más me asusta, es que este pedazo de engendro lo vi en Youtube, y cualquiera puede verlo hasta chavales de 6 o 8 años, y me imagino partiéndose de risa, y cambiar de canal, para ver su episodio favorito de Teletubbies, eso es lo que más me asusta, los chavales de hoy en día y todo lo que viene por delante.

Ahora se de donde saco todo su arsenal Jodorowsky para su genial, mediocre e inconsistente filmografía, pero no estamos aquí para hablar de Jodo, sin duda, merece un lugar mas privilegiado el que ahora nos ocupa Tod Browning, un tipo que en la actualidad no le dejarían filmar todas sus monstruosidades ni por todo el dinero del mundo, una obra maligna y obsesiva como pocas, mutilaciones como actos de amor, es decir poco, una tía que odia el contacto de los brazos descomunales de un hombre tierno y apasionado, ni en las novelas del cuatro, el acto final, con los pelos de punta, dos caballos, un hombre, una mujer, y un secreto.

El destino los unió para un final de telefilm. Lastima.