Si señor. después de entrenar a un chaval durante tres entregas de karate kid, hacer lo propio con una chica en la cuarta, aún tuvo tiempo de entrenar en el noble arte oriental a... ¡un perro!
si señor. si no es el mejor sensey de la historia, que baje Bruce Lee y lo vea.

Y no solo eso, hasta lo enseñó a hablar, algo que ya me costó algo más de creer (soy bastante incrédulo, qué le vamos a hacer).
Como cuesta trabajo creer que el director sea el mismo de porky´s y navidades negras, y que aparte del pobre Morita tenga un papel más que relevante Jon Voight, supongo que para rellenar su cuenta corriente.

Del resto del elenco no voy ha decir nada porque no se lo merecen, el único que merece una mención especial es el perro, pedazo de actor de método, que aprendió karate e inglés para éste papel. Que no le dieran el Óscar al actor revelación es una de las mayores injusticia de la industria de Hollywood desde lo de toro salvaje.
También los responsables de FX merecen algún premio, tal vez un viaje a Siberia en coche cama junto con los guionistas. si, porque hizo falta dos guionistas para urdir semejante idea, supongo que delante de una botella de Jack Daniels.
A Jon no le deseo nada malo, más que en su lecho de muerte, de toda su filmografía, le pongan esta película en bucle.

Secuela de una película de culto de serie B, de la que el director coge el nombre, el protagonista, y cambia todo lo demás. Amén de llamar a sus amigos de Hellraiser III para que se ganen el sustento.
Ni los druidas pintan nada, ni la trama de los jóvenes tiene sentido, ni la forma de matar a warlock tiene nada que ver con la primera (Lo cuento en SPOILERS).
Efectos especiales dignos de Superman, pero la 4, actuaciones que van desde Chris Young sobreactuado hasta los pseudo masones acartonados, pasando por Julian Sands, que tiene mucha presencia en pantalla pero como actor lo supera la pelota de béisbol que aparece en una escena.
Y para darle a Pacula ese papel, mejor no la hubieran contratado.
Lo único rescatable, los efectos de maquillaje, del mismo autor de la tercera parte de Hellraiser, otra de la que no se puede aprovechar nada más.
Por suerte para Warlock 2, hubo una tercera gracias a la cual, ésta no parece tan mala.

Dos policías tienen que aparcar sus diferencias para resolver un caso. ¿Os suena la sinopsis?
Si. Desde los 80 en adelante puede haber miles de películas con ésta trama tan compleja ( nótese la ironía), la mayoría malas y el resto, digamos que pasables. A este film le han metido tantos gags, tanta acción y dos protagonistas con tal carisma que, quieras o no, te pasas dos horas como un niño.
Sólo tienes que hacer una cosa: suspensión de la realidad. Porque ver a un tipo, por mucho Dwayne Johnson que sea, tirando de un helicóptero con una cadena, o has puesto el cerebro en stand by o no hay tragaderas suficientes.
Por lo demás, si te gustan las pelis de Marvel, las de James Bond y las de fast and furious, aquí tienes un refrito de todo eso bastante entretenido.
Por cierto, el malo, al que pone cara Idris Elba, mejor que muchos de las películas de superhéroes.

Secuela de los entrañables erizos, en donde se dejan de medias tintas: más muertes, más sangre... Y más humor.
El niño de la primera parte vuelve al pueblo hecho un adolescente, y la pesadilla regresa en forma de huevos. Ésta vez lo solucionará con la ayuda de los vecinos, unos personajes de lo más pintorescos, y la vuelta de los cazacritters, incluyendo a una jamona espacial de muy buen ver.
No os la perdáis, como dice el sheriff; "como mucho podéis perder la vida".

Una de esas locuras que se hacían en los 80, ya fuera con un alto presupuesto o, como en este caso, con un gran cariño al trabajo hecho.
Curiosamente, a pesar de recordarla más sangrienta, sólo hay dos muertes, contando a la vaca.
Una mezcla de suspense bien resuelto con toques de humor que casan a la perfección. Escenas como la de un critter arrancando la cabeza de un peluche de E.T. es un gustazo para los que terminamos hasta los mismísimos de aquella dichosa peliculita.
Aparte, me ha sorprendido ver a Billy Zane antes de.quedarse pelocho, no lo recordaba aquí.
Qué lastima que las nuevas generaciones no sepan apreciar este tipo de films, sin CGI, sólo efectos artesanales, que son los que mejor envejecen.