You must be a loged user to know your affinity with urbana
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,6
985
9
12 de octubre de 2009
12 de octubre de 2009
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que placer cuando la imagen es capaz de transmitírnoslo todo, de "hablarnos" con potencia, con expresividad. Y de sumergirnos en temas tan complejos como la soledad y el vacío existencial. Es ahí es cuando el cine se transforma para mí en una verdadera fuente de disfrute. Arte visual por excelencia.
Esta película nos permite en este sentido disfrutar de una experiencia cinematográfica verdaderamente extraordinaria.
El filme trata sobre un matrimonio en crisis. Dos almas solitarias que son ya incapaces de toda comunicación entre sí. Deciden separarse por un tiempo, y a partir de allí seremos testigos del proceso interno que vivirán durante esa transición, hasta lo que podría ser un reencuentro o una separación definitiva.
El paralelismo que se traza entre los climas y el "clima interior" de los personajes resulta muy oportuno. Así, comenzamos con un verano recalcitrante, que nos hablará del tedio de la pareja. Luego un otoño que va a aportar un cambio, un aire fresco necesario de distancia, de soledad, de reflexión. Para finalmente llegar a un invierno crudísimo que dejará a sus personajes en estado de vulnerabilidad.
Una hermosa película, que nos regala unas muy buenas actuaciones y unas imágenes sobresalientes.
Muchas veces se trata de lo que NO decimos...
Esta película nos permite en este sentido disfrutar de una experiencia cinematográfica verdaderamente extraordinaria.
El filme trata sobre un matrimonio en crisis. Dos almas solitarias que son ya incapaces de toda comunicación entre sí. Deciden separarse por un tiempo, y a partir de allí seremos testigos del proceso interno que vivirán durante esa transición, hasta lo que podría ser un reencuentro o una separación definitiva.
El paralelismo que se traza entre los climas y el "clima interior" de los personajes resulta muy oportuno. Así, comenzamos con un verano recalcitrante, que nos hablará del tedio de la pareja. Luego un otoño que va a aportar un cambio, un aire fresco necesario de distancia, de soledad, de reflexión. Para finalmente llegar a un invierno crudísimo que dejará a sus personajes en estado de vulnerabilidad.
Una hermosa película, que nos regala unas muy buenas actuaciones y unas imágenes sobresalientes.
Muchas veces se trata de lo que NO decimos...

7,0
23.113
7
10 de julio de 2016
10 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de una indudable belleza visual y magnífica recreación de época, en donde cada aspecto estético está cuidado al detalle. El retrato de la Nueva York en los años 50 es soberbio. Adhiero al comentario del usuario de FA Yoparam, que expresa que este filme parece una secuencia de imágenes de Hopper. Visualmente el filme es un placer.
Del mismo modo la película está filmada con suma elegancia y delicadeza, con una cadencia “femenina” que realmente embriaga.
A esto le debemos sumar la presencia carismática en pantalla de Cate Blanchett, que compone a una mujer de un gran magnetismo y carácter, que debe hacerse un lugar en una sociedad recalcitrante y prejuiciosa.
Todd Haynes ya nos había deleitado con su magnífica (y menos optimista) “Lejos del Cielo”, película que me resultó enormemente satisfactoria por su recreación de época pero, por sobre todo, por la descripción de un clima opresivo dentro del contexto de esta misma sociedad cerrada y prejuiciosa. Una gran película.
Pero fuera de los aspectos que mencioné, y rescatando algunas buenas escenas, esta historia no me terminó de emocionar. Necesité verla una segunda vez para intentar descubrir elementos que pude haberme perdido en el primer visionado, pero la emoción tampoco afloró. La historia de amor entre las dos mujeres me resultó fría y desapasionada. El personaje de Therese me pareció distante y poco atractivo, y tengo la sensación de no entender qué buscaba Carol en esta muchacha tan gélida y apocada. Sin ánimo de comparar, me he sentido más reconfortada con otras historias de amor en general, y en particular con historias de amor homosexual como “The Broakback Mountain” o la demoledora “La Vida de Adele”.
De todos modos insisto en que la factura artística no tiene fisuras, y la presencia de Cate Blanchett es tan lujosa y cautivante que no puedo menos que calificarla personalmente con un Bueno.
Del mismo modo la película está filmada con suma elegancia y delicadeza, con una cadencia “femenina” que realmente embriaga.
A esto le debemos sumar la presencia carismática en pantalla de Cate Blanchett, que compone a una mujer de un gran magnetismo y carácter, que debe hacerse un lugar en una sociedad recalcitrante y prejuiciosa.
Todd Haynes ya nos había deleitado con su magnífica (y menos optimista) “Lejos del Cielo”, película que me resultó enormemente satisfactoria por su recreación de época pero, por sobre todo, por la descripción de un clima opresivo dentro del contexto de esta misma sociedad cerrada y prejuiciosa. Una gran película.
Pero fuera de los aspectos que mencioné, y rescatando algunas buenas escenas, esta historia no me terminó de emocionar. Necesité verla una segunda vez para intentar descubrir elementos que pude haberme perdido en el primer visionado, pero la emoción tampoco afloró. La historia de amor entre las dos mujeres me resultó fría y desapasionada. El personaje de Therese me pareció distante y poco atractivo, y tengo la sensación de no entender qué buscaba Carol en esta muchacha tan gélida y apocada. Sin ánimo de comparar, me he sentido más reconfortada con otras historias de amor en general, y en particular con historias de amor homosexual como “The Broakback Mountain” o la demoledora “La Vida de Adele”.
De todos modos insisto en que la factura artística no tiene fisuras, y la presencia de Cate Blanchett es tan lujosa y cautivante que no puedo menos que calificarla personalmente con un Bueno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una gran escena que rescato - la audiencia entre Carol y Harge junto a sus abogados. La valentía de Carol. La decisión de confrontar y sincerarse con total honestidad, hacer su alegato a corazón abierto, a pesar de las consecuencias. Magnífica.

6,8
751
8
1 de octubre de 2009
1 de octubre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película. Conmovedora. Dolorosa. Un relato repleto de ternura y de dureza a partes iguales. Un descarnado retrato de la realidad, una vergonzante realidad (la que se palpa en la Argentina y en tantos países latinoamericanos).
De manera sincera, delicada, contundente, la película nos retrata temas como la violencia doméstica, la indefensión de la mujer, la fragilidad de la niñez, los vínculos afectivos, el amor, la violencia de la pobreza, sin recurrir a sensacionalismos. Con una mirada profunda, sensible y valiente.
En la película distinguimos dos partes bien diferenciadas en cuánto al ritmo del relato y su estética visual: una primer parte que transcurre en una chacra humilde del interior de la Argentina, en donde una cámara contemplativa nos muestra cómo transcurre la vida en ese sitio tranquilo, dentro del cual sin embargo subyace una violencia contenida, que por momentos aflora con contundencia. Es un momento que sirve de marco necesario para adentrarnos en el universo de Félix, el muchacho protagonista, y las relaciones que se irán entretejiendo entre los personajes, fundamentalmente el fuerte vínculo afectivo que se crea entre Félix y el bebé protagonista.
La segunda parte de la película transcurre en la ciudad y está marcada por un ritmo más frenético, propio de una ciudad caótica e inhumana como Buenos Aires, en donde los hechos se van sucediendo de manera más precipitada, llevándonos a un final estremecedor.
Además de una hermosa fotografía y una cámara que capta la ternura del bebé y del muchacho con gran frescura y espontaneidad, lo que más rescato de esta película es su profunda sensibilidad, esa mirada absolutamente genuina y noble sobre un tema que nos duele.
De manera sincera, delicada, contundente, la película nos retrata temas como la violencia doméstica, la indefensión de la mujer, la fragilidad de la niñez, los vínculos afectivos, el amor, la violencia de la pobreza, sin recurrir a sensacionalismos. Con una mirada profunda, sensible y valiente.
En la película distinguimos dos partes bien diferenciadas en cuánto al ritmo del relato y su estética visual: una primer parte que transcurre en una chacra humilde del interior de la Argentina, en donde una cámara contemplativa nos muestra cómo transcurre la vida en ese sitio tranquilo, dentro del cual sin embargo subyace una violencia contenida, que por momentos aflora con contundencia. Es un momento que sirve de marco necesario para adentrarnos en el universo de Félix, el muchacho protagonista, y las relaciones que se irán entretejiendo entre los personajes, fundamentalmente el fuerte vínculo afectivo que se crea entre Félix y el bebé protagonista.
La segunda parte de la película transcurre en la ciudad y está marcada por un ritmo más frenético, propio de una ciudad caótica e inhumana como Buenos Aires, en donde los hechos se van sucediendo de manera más precipitada, llevándonos a un final estremecedor.
Además de una hermosa fotografía y una cámara que capta la ternura del bebé y del muchacho con gran frescura y espontaneidad, lo que más rescato de esta película es su profunda sensibilidad, esa mirada absolutamente genuina y noble sobre un tema que nos duele.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Imposible no conmoverse con estos personajes y ansiar para ellos un final feliz. Lamentablemente no lo es. Con todo el dolor del alma, es un final que se parece muchísimo a la realidad.
Es en estos casos cuando se da una paradoja: el cine, que es netamente ficción, posee la maravillosa capacidad de acercarnos más que ninguna otra cosa a la realidad.
Es en estos casos cuando se da una paradoja: el cine, que es netamente ficción, posee la maravillosa capacidad de acercarnos más que ninguna otra cosa a la realidad.

6,6
5.800
8
14 de noviembre de 2018
14 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable retrato de una realidad que hiere y que duele. No hay palabras para la tristeza que se siente ponerse en la piel y en los zapatos de Rocío y su hijito, los personajes protagonistas, a quienes acompañas a lo largo del transcurrir de la cinta. Han pasado algunos días y la historia todavía me resuena.
Pienso que el gran mérito de este director es haber sabido construir esta historia con delicadeza y sencillez, y con la capacidad de permitir que el espectador se adentre en la intimidad de unos personajes que se vuelven queribles de buena ley. Me resulta inevitable empatizar con ellos. Nada es forzado ni artificioso en ellos ni en la puesta en escena, por lo que asistes a esta historia como si las personas fueran reales y no de ficción. Sus historias íntimas e individuales se vuelven universales gracias a esta película.
Claro que este objetivo no hubiese sido posible de no ser en gran parte por el inmenso trabajo de Natalia de Molina, que está extraordinaria, dando vida a esta madre joven que, con gran dignidad, le pone el cuerpo al insomnio, al hambre, al agotamiento, a medida que asiste al deterioro de su situación. Particularmente también me ha gustado mucho la actuación del niño y el vínculo que se da entre ambos, un vínculo de amor y sostenimiento mutuo en la adversidad que verdaderamente emociona. Es como un pequeño milagro logrado por el cine.
Puertas para afuera hay una sociedad insolidaria que no contiene. El Estado que supuestamente debería estar presente con ayudas financiadas con el dinero de los contribuyentes, está ausente, o su ayuda llega insuficiente y con un retraso exasperante. Los empleados estatales no son servidores públicos sino meros burócratas que ocupan puestos que suponen también una carga para el contribuyente, pero que no llegan de manera sensible y efectiva a quienes debieran servir. Dolorosa e inmoral brecha.
Particularmente recomiendo su visionado. Es sin dudas una historia pequeña y sencilla, pero su capacidad para movilizar e interpelar con honestidad (al menos es lo que a mí me ha pasado) la define para mí como una muy buena y valiosa película. Es que, de verdad, me ha llegado al corazón.
Pienso que el gran mérito de este director es haber sabido construir esta historia con delicadeza y sencillez, y con la capacidad de permitir que el espectador se adentre en la intimidad de unos personajes que se vuelven queribles de buena ley. Me resulta inevitable empatizar con ellos. Nada es forzado ni artificioso en ellos ni en la puesta en escena, por lo que asistes a esta historia como si las personas fueran reales y no de ficción. Sus historias íntimas e individuales se vuelven universales gracias a esta película.
Claro que este objetivo no hubiese sido posible de no ser en gran parte por el inmenso trabajo de Natalia de Molina, que está extraordinaria, dando vida a esta madre joven que, con gran dignidad, le pone el cuerpo al insomnio, al hambre, al agotamiento, a medida que asiste al deterioro de su situación. Particularmente también me ha gustado mucho la actuación del niño y el vínculo que se da entre ambos, un vínculo de amor y sostenimiento mutuo en la adversidad que verdaderamente emociona. Es como un pequeño milagro logrado por el cine.
Puertas para afuera hay una sociedad insolidaria que no contiene. El Estado que supuestamente debería estar presente con ayudas financiadas con el dinero de los contribuyentes, está ausente, o su ayuda llega insuficiente y con un retraso exasperante. Los empleados estatales no son servidores públicos sino meros burócratas que ocupan puestos que suponen también una carga para el contribuyente, pero que no llegan de manera sensible y efectiva a quienes debieran servir. Dolorosa e inmoral brecha.
Particularmente recomiendo su visionado. Es sin dudas una historia pequeña y sencilla, pero su capacidad para movilizar e interpelar con honestidad (al menos es lo que a mí me ha pasado) la define para mí como una muy buena y valiosa película. Es que, de verdad, me ha llegado al corazón.
10 de febrero de 2015
10 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El oficio de enseñar es un acto de amor cuando se practica con vocación. Comporta la entrega de un tesoro, el del saber, el de ayudar al otro a pensar, a desarrollar herramientas para la vida, a ampliar la mirada, y a cultivar la consciencia. Y esto adquiere particularmente un gran sentido cuando se sale con una pizarra a cuestas en búsqueda de alumnos, dentro de un contexto en donde la ignorancia, la miseria, la guerra, el hambre y la explotación son lo único que abunda, y pareciera que arrasan con todo.
El telón de fondo es el árido y rocoso paisaje iraní, cercano con la frontera iraquí. Hay una guerra presente entre estos dos países. Varios maestros ambulantes salen con sus pizarras a cuestas recorriendo largos caminos para meterse en pueblos, en búsqueda de alumnos a quienes enseñar. Este es su oficio y esta es la manera en que se ganan el pan. Salen a pregonar su servicio, a alentar a niños y a viejos a que se eduquen, a que aprendan a leer, a escribir, a sumar y a multiplicar. Pero la miseria tiene a su gente diezmada y anestesiada, y la única urgencia que existe es la de sobrevivir. Incluso para los niños. El trabajo de salir a enseñar se constituye así en un duro desafío, todo un ejercicio de resistencia.
Con una bellísima fotografía, el filme es de un realismo casi documental, y discurre de manera sobria y un tanto plana. Tanto que, para algunos espectadores, resultará fría y carente de emoción. Yo particularmente agradezco la posibilidad de mirar estas realidades. En un mundo en donde las noticias sobre medio oriente nos llegan desde cadenas de televisión o productoras de origen occidental, con la mirada cargada de prejuicios, poder conocer a estos maestros, advertir su resistencia, su amor por el otro, su vocación, su nobleza, su lucha por sobrevivir, me resulta muy emocionante y esperanzador respecto de las posibilidades de la condición humana.
Salud por esta singular película. Nuestro mundo necesita de muchísimos maestros como estos.
El telón de fondo es el árido y rocoso paisaje iraní, cercano con la frontera iraquí. Hay una guerra presente entre estos dos países. Varios maestros ambulantes salen con sus pizarras a cuestas recorriendo largos caminos para meterse en pueblos, en búsqueda de alumnos a quienes enseñar. Este es su oficio y esta es la manera en que se ganan el pan. Salen a pregonar su servicio, a alentar a niños y a viejos a que se eduquen, a que aprendan a leer, a escribir, a sumar y a multiplicar. Pero la miseria tiene a su gente diezmada y anestesiada, y la única urgencia que existe es la de sobrevivir. Incluso para los niños. El trabajo de salir a enseñar se constituye así en un duro desafío, todo un ejercicio de resistencia.
Con una bellísima fotografía, el filme es de un realismo casi documental, y discurre de manera sobria y un tanto plana. Tanto que, para algunos espectadores, resultará fría y carente de emoción. Yo particularmente agradezco la posibilidad de mirar estas realidades. En un mundo en donde las noticias sobre medio oriente nos llegan desde cadenas de televisión o productoras de origen occidental, con la mirada cargada de prejuicios, poder conocer a estos maestros, advertir su resistencia, su amor por el otro, su vocación, su nobleza, su lucha por sobrevivir, me resulta muy emocionante y esperanzador respecto de las posibilidades de la condición humana.
Salud por esta singular película. Nuestro mundo necesita de muchísimos maestros como estos.
Más sobre urbana
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here