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Críticas ordenadas por utilidad
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10
4 de mayo de 2011
4 de mayo de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Dios mío! Que monumental película. Definitivamente, me quedo corto en palabras para comentar uno de mis filmes preferidos y al mismo tiempo mencionar a uno de los 10 mejores directores que han existido en la historia del séptimo arte. El mismo artista que ha servido de influencia y fuente de inspiración para cientos de cineastas en el mundo y para el público en general, que gusta de ver buenos filmes.
“Érase una vez en el Oeste”, mal titulada por los españoles “Hasta que llegó su hora”; forma parte de una breve, pero imprescindible filmografía del director italiano quien consolido el spaghetti westerm. Un artista que comenzó su brillante carrera, siendo asistente de nada más, ni nada menos que de Vittorio De Sica, en la entrañable “Ladrón de bicicletas” (1948).
Un tributo hecho por el más grande
La cinta es la perfección hecha realidad. Es increíble, que hasta los silencios y ruidos ambientales cumplen una función en la trama, y forman parte de la banda sonora.
A través de esta obra maestra, cumbre del spaghetti westerm, Leone brindó un merecido tributo a las películas del oeste y de paso cerró el círculo que se merecía el género. Por primera vez, el director filmaba en EE.UU en Monument Valley, el famoso valle con sus curiosas formaciones de mesetas, que ha sido escenario de numerosas y grandes clásicos.
Se trata de un homenaje y respetuoso tributo a grandes directores de western estadounidenses como lo fueron John Ford y Howard Hawks, entre otras docenas de referencias al género.
El filme nos muestra también, el fin de una era, el término de las leyendas y los mitos del oeste. Los caza recompensas y los pistoleros, van despareciendo paulatinamente del escenario a medida que avanza el progreso y la modernidad, representada en los ferrocarriles (epicentro de la historia).
“Érase una vez en el Oeste”, mal titulada por los españoles “Hasta que llegó su hora”; forma parte de una breve, pero imprescindible filmografía del director italiano quien consolido el spaghetti westerm. Un artista que comenzó su brillante carrera, siendo asistente de nada más, ni nada menos que de Vittorio De Sica, en la entrañable “Ladrón de bicicletas” (1948).
Un tributo hecho por el más grande
La cinta es la perfección hecha realidad. Es increíble, que hasta los silencios y ruidos ambientales cumplen una función en la trama, y forman parte de la banda sonora.
A través de esta obra maestra, cumbre del spaghetti westerm, Leone brindó un merecido tributo a las películas del oeste y de paso cerró el círculo que se merecía el género. Por primera vez, el director filmaba en EE.UU en Monument Valley, el famoso valle con sus curiosas formaciones de mesetas, que ha sido escenario de numerosas y grandes clásicos.
Se trata de un homenaje y respetuoso tributo a grandes directores de western estadounidenses como lo fueron John Ford y Howard Hawks, entre otras docenas de referencias al género.
El filme nos muestra también, el fin de una era, el término de las leyendas y los mitos del oeste. Los caza recompensas y los pistoleros, van despareciendo paulatinamente del escenario a medida que avanza el progreso y la modernidad, representada en los ferrocarriles (epicentro de la historia).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Música y personajes
El maestro Ennio Morricone, crea una insuperable banda sonora. Existe un tema especial, para cada uno de los personajes principales, justamente al instante de entrar en acción. Así que tanto, Harmónica (Bronson); Cheyene (Robards); As A Judgement (Fonda) y Jill (Cardinale), cuentan con melodías que identifican sus personalidades.
Morricone amigo de la infancia de Leone, lo hizo una vez más y nos entrega una entrañable banda sonora, que por lo demás es muy nostálgica. Lo anterior se explica, porque se trata de una música que tampoco volverá, igual que el salvaje oeste norteamericano creados por el director de la trilogía del dólar.
PD: Sólo una aclaración, para los que encuentran la película lenta. El ritmo de los diálogos, secuencias y planos, simbolizan los últimos jadeos de un moribundo. Se trata de las últimas secuencias de un género que retrata un oeste que quizás nunca existió y que permanecerá en nuestras memorias, gracias a un sólo nombre, Sergio Leone.
PD: Para quienes no han tenido la posibilidad de ver el DVD, donde viene la película restaurada y material adicional, les recomiendo revisarlo, para que puedan comprender con mayor detalles ésta joya del cine. Disfrutarán de una verdadera clase de cine, de parte de los involucrados en el filme.
El maestro Ennio Morricone, crea una insuperable banda sonora. Existe un tema especial, para cada uno de los personajes principales, justamente al instante de entrar en acción. Así que tanto, Harmónica (Bronson); Cheyene (Robards); As A Judgement (Fonda) y Jill (Cardinale), cuentan con melodías que identifican sus personalidades.
Morricone amigo de la infancia de Leone, lo hizo una vez más y nos entrega una entrañable banda sonora, que por lo demás es muy nostálgica. Lo anterior se explica, porque se trata de una música que tampoco volverá, igual que el salvaje oeste norteamericano creados por el director de la trilogía del dólar.
PD: Sólo una aclaración, para los que encuentran la película lenta. El ritmo de los diálogos, secuencias y planos, simbolizan los últimos jadeos de un moribundo. Se trata de las últimas secuencias de un género que retrata un oeste que quizás nunca existió y que permanecerá en nuestras memorias, gracias a un sólo nombre, Sergio Leone.
PD: Para quienes no han tenido la posibilidad de ver el DVD, donde viene la película restaurada y material adicional, les recomiendo revisarlo, para que puedan comprender con mayor detalles ésta joya del cine. Disfrutarán de una verdadera clase de cine, de parte de los involucrados en el filme.

8,1
90.889
7
11 de mayo de 2010
11 de mayo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No quiero de ninguna manera sobrevalorar la última cinta de Juan José Campanella. Sin embargo, ya la he visto en tres oportunidades. La primera vez en el PC, la segunda en el cine y la tercera en DVD. En los tres formatos definitivamente te engancha su historia, sus personajes, el drama y aquel tan bien logrado sentido del humor de su autor. Entonces no estamos hablando de una coincidencia, cuando una película es de calidad, sin ser una obra maestra.
Es cierto que es una película inclasificable. Se dice que es un thriller, intriga, drama. Aunque también tienen algo de filme noir, drama romántico y comedia. Insisto tiene muchos toques de humor, hasta en los momentos más críticos del filme, donde las bromas son un bálsamo para contrarrestar momentos de cruda violencia.
La hiciste otra vez Darín
Por otra parte vemos una vez más a Ricardo Darín, como muso inspirador de las cintas del autor de Luna de Avellaneda (2004). Se nota el bagaje del actor otrora galán de teleseries de TV. Es de aquellos actores que da un peso al argumento. A Darín se le nota la madurez actoral con más de 20 películas en el cuerpo. Donde destacan sin lugar a dudas Nueve reinas (2000) de Fabián Bielinsky y El hijo de la novia (2001) del propio Campanella. También debemos mencionar la incursión del actor en la dirección en la cinta La señal (2007), con malas criticas.
En el reparto no quedan atrás la bella actriz Soledad Villamil y especialmente el incomparable actor Guillermo Francella, quien se roba definitivamente la película en las oportunidades que sale a escena, con el carismático personaje de Pablo Sandoval el compañero alcohólico de Benjamín Espósito. Para muestra un botón la escena de la pasión del asesino en el bar y cuando roban las cartas de la madre de éste, son de antología.
Entonces, dejemos de pensar, analizar y criticar fácilmente el filme. Dejemos de buscarle la quinta pata al gato como el protagonista del filme. El secreto de sus ojos, es una notable película, en una etapa madura de su creador, quien obtuvo merecidamente el oscars a mejor película no hablada en inglés.
Cabe destacar que al momento de recibir el galardón, el propio Campanella envío un efusivo saludo a mi país Chile y a las victimas del terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010.
Es cierto que es una película inclasificable. Se dice que es un thriller, intriga, drama. Aunque también tienen algo de filme noir, drama romántico y comedia. Insisto tiene muchos toques de humor, hasta en los momentos más críticos del filme, donde las bromas son un bálsamo para contrarrestar momentos de cruda violencia.
La hiciste otra vez Darín
Por otra parte vemos una vez más a Ricardo Darín, como muso inspirador de las cintas del autor de Luna de Avellaneda (2004). Se nota el bagaje del actor otrora galán de teleseries de TV. Es de aquellos actores que da un peso al argumento. A Darín se le nota la madurez actoral con más de 20 películas en el cuerpo. Donde destacan sin lugar a dudas Nueve reinas (2000) de Fabián Bielinsky y El hijo de la novia (2001) del propio Campanella. También debemos mencionar la incursión del actor en la dirección en la cinta La señal (2007), con malas criticas.
En el reparto no quedan atrás la bella actriz Soledad Villamil y especialmente el incomparable actor Guillermo Francella, quien se roba definitivamente la película en las oportunidades que sale a escena, con el carismático personaje de Pablo Sandoval el compañero alcohólico de Benjamín Espósito. Para muestra un botón la escena de la pasión del asesino en el bar y cuando roban las cartas de la madre de éste, son de antología.
Entonces, dejemos de pensar, analizar y criticar fácilmente el filme. Dejemos de buscarle la quinta pata al gato como el protagonista del filme. El secreto de sus ojos, es una notable película, en una etapa madura de su creador, quien obtuvo merecidamente el oscars a mejor película no hablada en inglés.
Cabe destacar que al momento de recibir el galardón, el propio Campanella envío un efusivo saludo a mi país Chile y a las victimas del terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010.
8 de agosto de 2008
8 de agosto de 2008
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda película de Batman a manos del director Christopher Nolan, nos muestra el lado más oscuro de la sociedad. Ciudad Gótica es aún más gótica y sombría. No el medioevo tipo “Eduardo manostijeras” (1990) que nos presentó Tim Burton en las primeras dos sagas. Sino una ciudad oscurecida por la mafia y la corrupción de los criminales de turno.
“Gótica” esta corroída por una harmónica corrupción y sinfonía de la destrucción. A los villanos no sólo los mueve el dinero, sino también la satisfacción por la maldad. En ese escenario se mueve el villano principal, “Jocker” caracterizado por el fallecido actor de “Secreto en la montaña”, (2005) que meses antes de su lamentable muerte, tuvo una meticulosa preparación lo cual le robo muchas noches de sueño, gracias también a la ayuda de píldoras. El resultado fue óptimo.
Es que el payaso psicótico la lleva y es el epicentro de la trama, ni siquiera Batman (Christian Bale) le hace sombra. El Guasón intentará demostrar que nadie es incorruptible, que las personas pueden cambiar dependiendo del curso de los acontecimientos. Es un arquitecto del caos y su objetivo es confundir y destruirlo todo, ya lo material no lo es todo. A lo largo del filme ni Bruce Wayne, se salva de sus contradicciones y se culpa del caos reinante en la ciudad, duda acerca de lo que representa. La gente también está confundida y no sabe si el justiciero hombre murciélago es un héroe o villano.
“Gótica” esta corroída por una harmónica corrupción y sinfonía de la destrucción. A los villanos no sólo los mueve el dinero, sino también la satisfacción por la maldad. En ese escenario se mueve el villano principal, “Jocker” caracterizado por el fallecido actor de “Secreto en la montaña”, (2005) que meses antes de su lamentable muerte, tuvo una meticulosa preparación lo cual le robo muchas noches de sueño, gracias también a la ayuda de píldoras. El resultado fue óptimo.
Es que el payaso psicótico la lleva y es el epicentro de la trama, ni siquiera Batman (Christian Bale) le hace sombra. El Guasón intentará demostrar que nadie es incorruptible, que las personas pueden cambiar dependiendo del curso de los acontecimientos. Es un arquitecto del caos y su objetivo es confundir y destruirlo todo, ya lo material no lo es todo. A lo largo del filme ni Bruce Wayne, se salva de sus contradicciones y se culpa del caos reinante en la ciudad, duda acerca de lo que representa. La gente también está confundida y no sabe si el justiciero hombre murciélago es un héroe o villano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“El dinero no importa, lo que importa es enviar el mensaje…todo puede arder”. Es la frase del Guasón (Heath Ledger) con la que mejor define el concepto de esta última entrega del héroe enmascarado.
Ciudadanos comunes disfrazados de Batman, queriendo prestar ayuda al héroe, es casi chocante y humillante. Es como una clonación forzada del personaje en aras del orden y la justicia. Esto, debido a que los aparatos responsables de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, han fracasado y finalmente cada uno decide tomar la justicia por sus propias manos, no importando los medios. Una realidad por lo demás, no muy lejana de nuestro entorno.
Incluso la metamorfosis que experimenta “Harvey dos caras” (Aaron Eckhart) no es solamente física, sino también mental, alimentada por la sed de venganza. En el fondo sabe que no era muy diferente de los villanos que perseguía. Ese mismo aparato legal al que sirvió no le brindó la seguridad necesaria y lo decepciona. Las circunstancias a la larga lo corrompen.
Aunque las comparaciones son odiosas, y esta no es la excepción. Cabe mencionar la expectación que existía de parte de los Batman maníacos, por como Ledger interpretaría al archirival más duro de Bruce Wayne y sí superaría a la bufonesca y sobre actuada actuación de Jack Nicholson en “Batman” (1989). En definitiva en esta oportunidad nos encontramos con un villano de altura, que no esconde su esencia y sus propósitos, los cuales son parte de su filosofía de vida. El personaje tiene momentos de sarcasmos y humor de antología, con momentos insuperables en pantalla. Por el papel el actor podría ser nominado a un oscar póstumo, lo que seria un hecho inédito de parte de la industria la cual no está acostumbrada a nominar a personajes sacados de películas de súper héroes.
Ciudadanos comunes disfrazados de Batman, queriendo prestar ayuda al héroe, es casi chocante y humillante. Es como una clonación forzada del personaje en aras del orden y la justicia. Esto, debido a que los aparatos responsables de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, han fracasado y finalmente cada uno decide tomar la justicia por sus propias manos, no importando los medios. Una realidad por lo demás, no muy lejana de nuestro entorno.
Incluso la metamorfosis que experimenta “Harvey dos caras” (Aaron Eckhart) no es solamente física, sino también mental, alimentada por la sed de venganza. En el fondo sabe que no era muy diferente de los villanos que perseguía. Ese mismo aparato legal al que sirvió no le brindó la seguridad necesaria y lo decepciona. Las circunstancias a la larga lo corrompen.
Aunque las comparaciones son odiosas, y esta no es la excepción. Cabe mencionar la expectación que existía de parte de los Batman maníacos, por como Ledger interpretaría al archirival más duro de Bruce Wayne y sí superaría a la bufonesca y sobre actuada actuación de Jack Nicholson en “Batman” (1989). En definitiva en esta oportunidad nos encontramos con un villano de altura, que no esconde su esencia y sus propósitos, los cuales son parte de su filosofía de vida. El personaje tiene momentos de sarcasmos y humor de antología, con momentos insuperables en pantalla. Por el papel el actor podría ser nominado a un oscar póstumo, lo que seria un hecho inédito de parte de la industria la cual no está acostumbrada a nominar a personajes sacados de películas de súper héroes.

7,2
34.710
6
18 de mayo de 2017
18 de mayo de 2017
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras 10 años sin estar detrás de las cámaras el polémico Mel Gibson regresa con una historia basada en hechos reales sobre un joven soldado médico Desmond Doss, quien decide servir a EE.UU. en la brutal batalla de Okinawa en la Segunda Guerra Mundial, pero con la fuerte convicción de no coger nunca un arma para cumplir esta faena.
PRINCIPIOS
Gibson nos explica las razones del protagonista, en dos escenas claves de la cinta, de no tomar el camino de la violencia para ayudar a su prójimo en este sanguinario conflicto bélico.
El protagonista luchará contra viento y marea por defender sus creencias hasta las últimas consecuencias, aguantando el maltrato físico y las humillaciones de sus compañeros en la etapa de entrenamiento.
La fidelidad de Doss a sus principios cristianos es tan fuerte que es capaz de ir a la cárcel por ellos y enfrentar una Corte Marcial si es necesario antes de tomar las armas. Su determinación será sólida hasta el final.
En Okinawa el soldado se encuentra cara cara con el infierno de la guerra. En un momento sólo en el campo de batalla toma la decisión de rescatar a sus compañeros moribundos ante una muerte segura a manos de los japoneses que remataban a los soldados heridos en la sierra Hacksaw.
BRUTALIDAD
En esta parte del filme nos encontramos con las secuencias más brutales que se hayan visto en películas de este género, en que el impacto visual de los primeros planos, cámaras lentas con cuerpos mutilados, quemados y volando por el aire, impresiona al espectador por lo gore de sus imágenes.
Es el estilo de Gibson que ya conocemos de sobra y que a esta altura no nos debería sorprender. Sin ser una obra maestra el cineasta australiano se supera a sí mismo con historias mejor desarrolladas, con un estilo honesto a la hora de llevar el sinsentido de la guerra a la pantalla que siempre ha sido complejo de exponer, porque son experiencias brutales y reales que no deberían de existir.
PRINCIPIOS
Gibson nos explica las razones del protagonista, en dos escenas claves de la cinta, de no tomar el camino de la violencia para ayudar a su prójimo en este sanguinario conflicto bélico.
El protagonista luchará contra viento y marea por defender sus creencias hasta las últimas consecuencias, aguantando el maltrato físico y las humillaciones de sus compañeros en la etapa de entrenamiento.
La fidelidad de Doss a sus principios cristianos es tan fuerte que es capaz de ir a la cárcel por ellos y enfrentar una Corte Marcial si es necesario antes de tomar las armas. Su determinación será sólida hasta el final.
En Okinawa el soldado se encuentra cara cara con el infierno de la guerra. En un momento sólo en el campo de batalla toma la decisión de rescatar a sus compañeros moribundos ante una muerte segura a manos de los japoneses que remataban a los soldados heridos en la sierra Hacksaw.
BRUTALIDAD
En esta parte del filme nos encontramos con las secuencias más brutales que se hayan visto en películas de este género, en que el impacto visual de los primeros planos, cámaras lentas con cuerpos mutilados, quemados y volando por el aire, impresiona al espectador por lo gore de sus imágenes.
Es el estilo de Gibson que ya conocemos de sobra y que a esta altura no nos debería sorprender. Sin ser una obra maestra el cineasta australiano se supera a sí mismo con historias mejor desarrolladas, con un estilo honesto a la hora de llevar el sinsentido de la guerra a la pantalla que siempre ha sido complejo de exponer, porque son experiencias brutales y reales que no deberían de existir.

8,1
13.703
8
11 de septiembre de 2009
11 de septiembre de 2009
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
He perdido la cuenta cuantas veces he visto la obra cumbre del cine europeo y porque no decirlo el mejor film del maestro Federico Fellini.
La Strada (La calle) obra maestra ganadora de un oscar a la mejor película de habla no inglesa, es la historia de Gelsomina (Giuletta Masina) una mujer con un gran corazón, lleno de bondad y sensibilidad. Una niña en el cuerpo de una mujer, una joven fascinada con el mundo del teatro callejero y las aventuras de carretera. Una persona que comprende la importancia de las cosas más simples de la vida, como una sencilla piedra la cual tiene un motivo para existir, igual que ella aunque ya no lo cree posible.
El personaje es la versión de Charles Chaplin en versión de fémina fatal, con aquellos expresiones mímicas difíciles de olvidar, destacados incluso por el propio director y esposo de la actriz: «Hacía mucho que quería hacer una película para Giulietta: una actriz singularmente dotada para expresar con inmediatez los estupores, los sustos, los frenéticos regocijos y los cómicos oscurecimientos de un payaso», señala el creador de LA DOLCE VITA. (sigue spolier)
La Strada (La calle) obra maestra ganadora de un oscar a la mejor película de habla no inglesa, es la historia de Gelsomina (Giuletta Masina) una mujer con un gran corazón, lleno de bondad y sensibilidad. Una niña en el cuerpo de una mujer, una joven fascinada con el mundo del teatro callejero y las aventuras de carretera. Una persona que comprende la importancia de las cosas más simples de la vida, como una sencilla piedra la cual tiene un motivo para existir, igual que ella aunque ya no lo cree posible.
El personaje es la versión de Charles Chaplin en versión de fémina fatal, con aquellos expresiones mímicas difíciles de olvidar, destacados incluso por el propio director y esposo de la actriz: «Hacía mucho que quería hacer una película para Giulietta: una actriz singularmente dotada para expresar con inmediatez los estupores, los sustos, los frenéticos regocijos y los cómicos oscurecimientos de un payaso», señala el creador de LA DOLCE VITA. (sigue spolier)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Gelsomina con Zampanó hasta el final
Gelsomina se ve forzada a dejar su hogar y a su familia, para acompañar a un gruñón artista ambulante llamado Zampanó interpretado soberbiamente por Anthony Quinn. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida de la calle, sobre todo cuando su dueño la incluye como parte de su espectáculo. A pesar de que varios de los pintorescos personajes que se encuentra por el camino le ofrecen que se una a ellos, Gelsomina demostrará su fidelidad a Zampanó. Es una extraña relación de amor odio, la que se produce entre personajes tan opuestos, lo cual desembocará en una trágica historia del amor no correspondido y también no valorado.
Loco lindo
La maravillosa melodía que toca en el violín el personaje del Loco (Richard Basehart) y que también ejecuta la protagonista con su trompeta, se debe a la genialidad del maestro Nino Rota quien realizó la banda sonora de la cinta. La pieza musical se convertirá en el hilo conductor de éste verdadero road movie. “El loco” es uno de los personajes más optimistas que nos ha brindado el cine, su filosofía de vida llega a lo profundo del corazón y su muerte, significará la extinción de la esperanza, la belleza y al mismo tiempo el triunfo de la fuerza y el salvajismo. Como olvidar la sonrisa que el carismático personaje le regala a Gelsomina, luego de realizar su maravilloso y gracioso acto desde las alturas, donde nadie te puede hacer daño y el miedo a la muerte no existen.
“La calle” una clase magistral sobre la incomunicación, el egoísmo, la soledad y la bondad. Es nuestro encuentro con la inocencia y el infinito corazón de Gelsomina, la única estrella del firmamento que ahora ya no brilla. Hay un silencio y luego una pausa, ahora sólo se escuchan los lamentos de Zampanó, frente a un mar que le observa pasivamente y que no le brindará consuelo. Lo acompaña solamente el sonido del viento, aquel ruido que tanto amaba el director de Amarcord.
Gelsomina se ve forzada a dejar su hogar y a su familia, para acompañar a un gruñón artista ambulante llamado Zampanó interpretado soberbiamente por Anthony Quinn. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida de la calle, sobre todo cuando su dueño la incluye como parte de su espectáculo. A pesar de que varios de los pintorescos personajes que se encuentra por el camino le ofrecen que se una a ellos, Gelsomina demostrará su fidelidad a Zampanó. Es una extraña relación de amor odio, la que se produce entre personajes tan opuestos, lo cual desembocará en una trágica historia del amor no correspondido y también no valorado.
Loco lindo
La maravillosa melodía que toca en el violín el personaje del Loco (Richard Basehart) y que también ejecuta la protagonista con su trompeta, se debe a la genialidad del maestro Nino Rota quien realizó la banda sonora de la cinta. La pieza musical se convertirá en el hilo conductor de éste verdadero road movie. “El loco” es uno de los personajes más optimistas que nos ha brindado el cine, su filosofía de vida llega a lo profundo del corazón y su muerte, significará la extinción de la esperanza, la belleza y al mismo tiempo el triunfo de la fuerza y el salvajismo. Como olvidar la sonrisa que el carismático personaje le regala a Gelsomina, luego de realizar su maravilloso y gracioso acto desde las alturas, donde nadie te puede hacer daño y el miedo a la muerte no existen.
“La calle” una clase magistral sobre la incomunicación, el egoísmo, la soledad y la bondad. Es nuestro encuentro con la inocencia y el infinito corazón de Gelsomina, la única estrella del firmamento que ahora ya no brilla. Hay un silencio y luego una pausa, ahora sólo se escuchan los lamentos de Zampanó, frente a un mar que le observa pasivamente y que no le brindará consuelo. Lo acompaña solamente el sonido del viento, aquel ruido que tanto amaba el director de Amarcord.
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