Parece mentira que yo, que desprecio las religiones, recomiende una película catalogada como "navideña" pero es así. Era archisabido que Bollyhood este año le daría el oscar a Oppenheimer, pero la ganadora debió ser, por mucho, "Los que se quedan".
En primer lugar, no es una película navideña; navidad es apenas una situación temporal, que permite que se de la situación de donde parte la historia, pero no es nada más que eso.
Alexander Payne siempre hace un cine muy humano, demasiado humano (y mucho más para Bollyhood) y esta lo es. Inteligente, ácida, divertida, triste, tierna, melancólica, con algunas escenas memorables, grandes actuaciones del trio protagonista, tan metidos cada uno en sus personajes que la hacen aún más vívida.
Mucho más que recomendable. 9 puntos para "Los que se quedan".

Los yanquis son expertos en hacer basuras para subnormales, pero a veces se les va la mano. Pergeñar esta idiotez y pretender que es cine, hay que tener muy poca vergüenza. Como ser actor y aceptar trabajar en algo tan idiota. Bueno, se justificará por la plata, pero también habla muy a las claras del grado de imbecilidad con el que viven la gran mayoría de los yanquis.

Seguramente todos vieron "Ciudadano Kane" y se considera una de las más grandes películas de todos los tiempos, y con justicia. Lo que no quiere decir que haya sido la mejor película de Orson Welles. Solo un genio de sus dimensiones puede tomar un policial negro y realizar una película como esta. La escena del comienzo pasa a la historia del cine como uno de los mejores comienzos. Los trabajos de cámara, de iluminación, los increíbles personajes que desfilan por la pantalla, personajes casi irreales algunos, casi ridículos otros, pero encarnados por un reparto que realmente maravilla. Charlton Heston en seguramente el mejor papel de su vida, excelente Janet Leigh también, una Marlene Dietrich con un personaje... extraordinario, hasta el ridículo Akim Tamiroff nos ofrecen un policial negro que seguramente jamás será superado.

A ver, no nos engañemos:este no es un pobre tipo inseguro, dubitativo, sin saber como pararse frente a las mujeres, aunque pueda ser simpatico, agradable, dulce, cariñoso; este es un vulgar y asqueroso manipulador. Que los hay y demasiados, para desgracia de nuestro género varonil. Que en este caso sea un estúpido inmaduro además, es un atenuante? Buena disyuntiva. Porque en general, esta clase de sujetos son demasiado inteligente, y así, mucho más peligrosos. La historia está planteada muy bien, con diálogos magistrales, con un protagonista magnífico, y las mujeres que lo secundan, excelentes también. Pero para algunos de nosotros, no presenta novedad.

No se puede negar que Perez Reverte es un buen mercachifle literario. Una intriga con transfondo de una partida de ajedrez, situaciones cómicas y ridículas, con actores que apenas están para poner el cuerpo (salvo John Wood) pero, dejando de lado exigencias, intriga, divierte y entretiene.