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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
5 de febrero de 2017 1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de no colarse entre las nominadas a mejor película habla no inglesa, “Elle” sigue su andadura durante esta temporada de premios gracias al enorme papel ejercido por Isabelle Huppert, nominada a mejor actriz junto a un cuarteto de grandes actrices, casi todas con una estatuilla bajo el brazo (o hasta tres si hacemos referencia directa a Meryl Streep). “Elle” supone uno de los grandes thrillers del año y, por suerte, no caerá en el olvido. Pero, ¿hasta dónde es capaz de llegar esta cinta?


“Elle” tan solo necesita unos segundos para atrapar al espectador por completo. La cinta narra la historia de una mujer que es violada y decide llevar el caso de un modo bastante peculiar a la vez que personal. La película supone un viaje intenso en la mente de la protagonista, cargado de incógnitas y dotado de un frenético ritmo con el cual seremos incapaces de desviar la mirada a pesar de sus más de 120 minutos de metraje.

Su guión es sólido y consistente, logrando que el espectador caiga rendido a los pies del film. Sin embargo, pasado el ecuador, la película pierde el rumbo en demasiadas ocasiones. Si bien es cierto que nunca se llega a perder el interés por el personaje protagonista, existe una retahíla de escenas que pecan de poca importancia narrativa, debilitando el resultado final y estropeando la maravillosa experiencia cinematográfica que supone “Elle” en numerosos momentos. Su ambientación es oscura y viene siempre acompañada de un erotismo que aporta un factor adictivo a la película. Sin lugar a dudas, “Elle” es todo un acierto debido a los momentos brillantes que es capaz de proporcionar su guión.

Pero si hay un concepto en el cual “Elle” es capaz de ensombrecer a todas sus contrincantes es, sin lugar a dudas, el interpretativo. La película está totalmente protagonizada por una hipnótica Isabelle Huppert que, tras tantísimos años de carrera, va a conseguir el reconocimiento de toda una vida gracias a este papel. Sencillamente magnífica, adentrándose por completo en la locura que caracteriza a este personaje dotado de trastornos mentales y valentía. Desde el primer fotograma caemos enamorados de su actuación debido a la verosimilitud que desprende y la facilidad que tiene el espectador para empatizar con el personaje. La mejor interpretación femenina del pasado año y que, por suerte, será recordada con el paso de los años al igual que recordamos a Natalie Portman en “Cisne Negro”.

Técnicamente, la fotografía de la película juega con la ilumunicacion, aunque no de manera tan magistral como “La La Land”. Por suerte, no afecta de manera negativa al visionado de “Elle”. Su dirección resulta contundente y efectiva para un thriller de la talla de este.

En definitiva, “Elle” supone un nuevo acierto para el cine francés, idóneo para los amantes del género y que, gracias a la enorme interpretación de Isabelle Huppert, evita caer en el telefilm y logra sostenerse en la liga principal.

Nota: 7,5 / 10
14 de octubre de 2017 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amy Schumer supo conquistar la taquilla estadounidense hace dos años con la comedia “Y De Repente Tú”. Esta vez, la monologuista más importante de la década se une a una casi desaparecida Goldie Hawn (quince años desde su última cinta) para traer a nuestras pantallas de cine “Descontroladas“, una comedia de aventuras que, lamentablemente, ha dejado a más de uno indiferente. ¿Cuáles son los aciertos y fallos de la cinta dirigida por Jonathan Levine (“50/50”, “Los Tres Reyes Malos”)?


“Descontroladas” narra la aventura de Emily Middleton (Amy Schumer) al verse obligada a viajar a Ecuador acompañada por su madre (Goldie Hawn) tras una ruptura repentina con su pareja. La cinta, protagonizada exclusivamente por mujeres, mostrará un sinfín de situaciones en las que esta pareja de féminas se verá envuelta tras los traspiés cometidos a lo largo de este viaje. Pero, ¿está “Descontroladas” orientada principalmente a un público femenino? No necesariamente. Sí es cierto que la película será más disfrutable si el visionado de ésta se hace junto a una figura materna, pero su guión no depende de ese afecto familiar para poder disfrutar de lo último de Amy Schumer.

Sin embargo, parece que el caos que narra la propia cinta acaba calando en su guión. Seguir la misma estructura impuesta para este tipo de comedias no ha hecho ningún favor a “Descontroladas”, que chirría a desfasada en el momento en el que comienza a desarrollarse. Por suerte, contar con Amy Schumer supone dotar esta comedia de negatividad y oscuridad, rozando incluso lo ordinario y dando lugar a los momentos más interesantes del largometraje. Pero no nos engañemos: ni arriesga tanto como sí lo hacía “Y De Repente Tú” ni eleva su nivel cómico como sí conseguían otras cintas como “La Boda de mi Mejor Amiga”.

Quizás la única razón para ver “Descontroladas” sea matar la curiosidad. No es la peor comedia que puedas encontrar en cartelera ahora mismo, pero sí aquella capaz de dejarnos con peor sabor de boca. Amy Schumer, que no vive actualmente su mejor momento laboral tras haber ofendido a todos y cada unos de los colectivos existentes, supuso un soplo de aire fresco hace dos años cuando nos trajo una de las comedias más gamberras vistas en este siglo. Quizás había errores que pulir, pero sus intenciones eran claras. “Descontroladas”, siendo aún así una comedia efectiva, da la sensación de haber tomado un paso atrás en este camino de comedia protagonizada por mujeres (dejando a un lado su carácter o no feminista).

A pesar de todo, “Descontroladas” se deja ver, es disfrutable y puede ser una opción idónea para un domingo tontorrón por la tarde. Sí, es complaciente. Pero demos gracias porque no sea Mr. Wonderful.

Nota: 5,5 / 10
14 de octubre de 2017 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Lost In Translation”, “Las Vírgenes Suicidas” o “The Bling Ring”. La filmografía de Sofia Coppola como directora nos lleva desde el cine más indie-alternativo hasta la comercialidad de la que estaba dotada la película de robos a Paris Hilton. Esta vez, Coppola guarda las luces de neon y demás elementos parcialmente mamarrachos para traernos “La Seducción“, remake de aquella cinta titulada “El Seductor” que triunfó en 1971. Es hora de ir desempolvando nuestros trajes de época.


“La Seducción” narra, bajo un punto de vista femenino, cómo un grupo de señoritas que viven internas durante la guerra civil americana rescatan a un soldado confederado herido. Siete mujeres y un hombre son capaces de llevar el control absoluto del metraje, consiguiendo así la cinta más sobria y elegante que podamos encontrar a día de hoy en cartelera. ¿Y los esclavos negros? ¿Y la guerra? Preguntarán los fans más acérrimos de la cinta original. Pues, tal y como podemos ver en esta entrevista de la mano de eCartelera, Sofia opina que “no tienen cabida en este remake“. Si el guión de “La Seducción” ha sido adaptado de la novela original o de la película protagonizada por Clint Eastwood, hay opiniones dispares. Mientras que Coppola dice apoyarse en el libro, en los créditos podemos ver que la cinta se ha basado en el guión de la cinta original. Pero centrémonos de una vez en este largometraje.

Las intenciones de la directora son claras desde el momento en el que vemos su póster: tonalidades frías, tipografía de época y un cuarteto de actores que quitan el hipo: Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning. Su guión caracterizado por la narración lenta de los hechos, su fotografía naturalista y de baja saturación, las coreografías de todos y cada uno de los actores y el pintoresco vestuario de “La Seducción” no pueden dejar mejor sabor de boca al espectador. Estos noventa minutos de metraje son una delicia para todo cinéfilo. Sin embargo, no todos son aplausos para la hija de Francis.

Sofia ha tejido esta cinta del mismo modo, independientemente del género de la escena. Los personajes están creados de manera sublime, a pesar de no contar con una presentación de ellos ya que la película comienza su trama principal en su segunda escena. Sin embargo, hilar de la manera tan recta (parafraseando al personaje de Nicole Kidman) no es siempre lo más acertado para proyectar una escena de acción en pantalla. “La Seducción” muestra toda su torpeza a la hora de plasmar una persecución, una escena con armas o un pseudo-homicidio. Querida Sofia: pedirle a Nicole Kidman que estire aún más el cuello no siempre es efectivo.

Y es que, complementando la maravillosa fotografía y aquellos momentos en el que la dirección brilla con luz propia, el peso de su guión, que transcurre de manera lenta y precipitada, cae sobre cuatro actores que han arrasado desde comienzos de siglo. Nicole Kidman, personaje principal de esta historia de mujeres, confirma su renacer tras el éxito por parte de la crítica conseguido con la película “Lion” la pasada temporada de premios. Kidman se muestra fría y valiente, siendo capaz de hacer el personaje completamente suyo y aguantando unos primeros planos casi insostenibles. Kirsten Dunst deja a un lado toda su energía adentrándose en una mujer de pocas palabras que destaca por su belleza y timidez. Buen trabajo, pero ensombrecida por Kidman. Vuelve a suceder lo mismo que en “Figuras Ocultas“, por donde pasó sin pena ni gloria. Colin Farrell se mueve como pez en el agua, siendo la única figura masculina en los noventa minutos de filme. Por último, pero no por ello menos importante, Elle Fanning, única actriz capaz de captar algo de atención cuando todos comparten escena con Kidman. Sin lugar a dudas, la chica última chica de Refn se postula como una de las grandes estrellas del cine para los próximos años.

Aunque comience de manera excesivamente precipitada, no sea capaz adaptarse a distintos géneros en cuanto a su dirección y guión y pueda ser juzgada como un “remake innecesario” por muchos, “La Seducción” es una de las películas más interesantes que podemos encontrar actualmente en las salas de cine. ¿Inestable? Sí. Pero cuando brilla, no tiene competencia alguna.

Nota: 7,25 / 10
11 de abril de 2017 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Suena una canción“, e inmediatamente todos hacemos un flashback a nuestra infancia. Esta vez, la proyección es distinta. Disney se ha atrevido a dar vida a todos y cada uno de los personajes de “La Bella y La Bestia” y la jugada, económicamente, le ha salido redonda. Ya son más de 400 millones de dólares acumulados en menos de una semana. Pero, ¿cuál es el nivel de calidad de la nueva adaptación del mayor clásico de Disney?


“La Bella y La Bestia” vuelve 26 años más tarde a las pantallas de cine, dirigida por Bill Condon (jiji), director de varias entregas de la saga “Crepúsculo” y “Dreamgirls”. Esta vez, Disney ha decidido calcar nuevamente la cinta original, al igual que hizo con “Cenicienta” o, más recientemente, “El Libro de la Selva”. Lejos quedaron esos desastrosos guiones como el de “Maléfica” o cualquier secuela animada de sus propios clásicos. Además, Disney ha optado por un icono adolescente de la talla de Emma Watson, haciendo que todo millennial haya acudido al cine impaciente por ver a su máxima estrella y referente en la piel de Bella, protagonista absoluta de la historia. La calidad interpretativa de la siempre-Hermione-Granger será discutida más adelante.

El hecho de hacer un copia y pega con respecto a la película original tiene sus pros y sus contras. En primer lugar, el legado del clásico queda intacto. Por suerte, no encontramos al personaje de Bella convirtiéndose en un mutante ni nada por el estilo. Sin embargo, pocas sorpresas encontramos en esta. Una vez nos familiarizamos con la grandiosidad de sus espacios y lo detallado que resulta el castillo, nuestro interés por la cinta se esfuma casi por completo. Además, la nueva versión del clásico tiene una peculiaridad con respecto a su duración. Hemos tenido la suerte de contar con el matemático más influyente de la actualidad para que nos explique, de manera detallada, qué gran diferencia existe entre ambas versiones de “La Bella y La Bestia”. Adelante, Ed Sheeran.

“Teniendo en cuenta que la cinta de 1991 tiene una duración de 84 minutos y la de 2017 de 129 minutos, basta con hacer una sencilla resta (mi futuro cuarto álbum de estudio) para saber que esta nueva entrega dura 45 minutos más”

Gracias, Ed.

Estos cuarenta y cinco minutos de metraje están compuestos por nuevos números musicales, historias que no llegaban cerrarse en la versión animada y cantidad de planos detalle de todos los elementos que hay en el castillo. Quizás se trate del mayor error de esta cinta, que rebosa las dos horas cuando no existía necesidad alguna de ello.

Y ahora, vamos con el plato fuerte de la película: su elenco. Aquello que aparece en la parte superior del póster de la película no es banda amarilla, sino una retahíla de grandes actores que dan vida a los distintos personajes de la cinta: Luke Evans, Ewan McGregor, Emma Thompson, Audra McDonald, Stanley Tucci… y así hasta llegar a los dos protagonistas: Dan Stevens como la Bestia y Emma Watson como Bella. La interpretación de Dan Stevens queda totalmente ensombrecida por la digitalización de su personaje que, a pesar de contar con muchos aciertos estéticos, a veces resulta excesivamente inverosímil cuando lo vemos al lado de Bella. En cuanto a Emma Watson, un rotundo no. Su elección me pareció desacertada desde un primer momento y, una vez visualizada “La Bella y La Bestia”, descubrí estar en lo cierto. Esa contante cara de amargada, la poca dulzura que desprende y esa escasez de inocencia (base de todas las princesas Disney) provocan en mí un rechazo enorme hacia su interpretación. Sin embargo, Miss-disagreement era un elemento idóneo para que toda una generación corriese hacia su sala de cine más cercana. Vemos que Disney aprendió con el gran fallo de “Cenicienta” y la poca popularidad de su actriz principal.

“La Bella y La Bestia” sigue siendo tan musical como antes. Números como “Bella” ganan muchísimo en esta versión de carne y hueso debido a la enorme coreografía existente en los habitantes de la aldea. Sin embargo, otros tan fantasiosos como “¡Qué Festín!” pierden parte de la magia existente en la versión animada. Además, encontramos nuevos temas, como “Esperándola Sin Más”, que en ocasiones puede ser confundida con una canción de Melendi. Espero que no tengan la poca vergüenza de presentar esto a la próxima edición de los premios Oscar. Además, está Céline Dion en los créditos. Esta señora siempre es un acierto.

Y ahora, centrémonos en el movimiento feminista que Emma Amargada Watson ha estado promoviendo durante toda la etapa de promoción. ¿Qué necesidad había de hacer a Bella, una chica culta e independiente, inventora con el fin de empoderar aún más su personaje? La escena en la que ella decide diseñar una lavadora es totalmente innecesaria. No existe ninguna función narrativa en ella, más allá de demostrar lo valiosa que es Bella como chica. Finalmente, vemos cómo Bella cae rendida ante “sentirse una princesa”, cuando iba en contra de sus principios (¿?). Eso sí, la falda-pantalón sigo sin entenderla. Esta nueva visión ha levantado ampollas entre los espectadores. Si bien es cierto que su cinta animada pecaba de ciertas actitudes de carácter machista, Bella fue capaz de convertirse en el personaje femenino más fuerte de los presentados por la distribuidora del ratón. Obviamente, en 1991 la situación era distinta a la de ahora y, con el fin de quitar hierro al asunto, el guión de la nueva adaptación ha decidido mostrar a una Bestia más tierna y domesticable y a una mujer más independiente. Quizás cambiando la visión de la película se hubiese conseguido un resultado mejor. Que Bella lave la ropa sin la necesidad de mojarse las manos no aporta nada. Por otro lado, encontramos una nueva cara de LeFou que no dejará a nadie indiferente, y mucho menos a Rusia.

[Sigue en Zona Spoiler]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin lugar a dudas, “La Bella y La Bestia” tenía un listón muy alto visualmente. Si “EL Libro de la Selva” supuso una experiencia cinematográfica magnífica en cuanto a efectos especiales, la nueva adaptación del clásico romántico no se queda corta. Todo es sencillamente fantástico: cada uno de los detalles del castillo, la humanización de los sirvientes o los paisajes. Sin embargo, “La Bella y La Bestia” acaba resultando quizás excesivamente oscura. Algunos planos pueden llegar a resultar hasta sucios. Quizás se deba a que Cinesur ha quemado un poco la cinta tras quince proyecciones diarias. Eso sí, su dirección resulta de lo más enlatada. Si bien un plano continuo que retrocede desde un personaje asomado por la ventana del castillo hasta el castillo al completo resulta agradable, la repetición de este plano cada 5 minutos acaba provocando nauseas en el espectador. Obviamente, no esperes encontrar un plano artístico e innovador en esta cinta.

Entonces, ¿merece la pena esta nueva versión de “La Bella y La Bestia”? Pues con motivo de acercar este clásico a los más pequeños, sí (a pesar de su duración excesiva). Para los nacidos en los 80s y 90s, esta nueva cinta puede funcionar como entretenimiento nostálgico a la perfección. Por lo demás, podemos nombrar esta película como innecesaria.

Nota: 6 / 10
30 de diciembre de 2016 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mel Gibson estrena película en plena temporada de premios y, por suerte, no es una basura a lo “Braveheart” (¿película más sobrevalorada de la historia?). Este año ha presentado “Hasta El Último Hombre“, perteneciente al género bélico y que tendrá que verse las caras con “Julieta” “Silencio”, dirigida por Martin Scorsese. Aunque en los Globos de Oro, Scorsese ya ha dejado la carrera, ya que no ha sido nominada. A ver qué sucede en los Oscars.

“Hasta El Último Hombre” narra la historia de Desmond, un joven católico de principios muy claros que decidirá alistarse en el ejército americano con una peculiaridad: no estará dispuesto a tocar un arma. Desmond, personaje al que da vida Andrew Garfield, se verá envuelto en cientos de problemas gracias a esta singularidad, problemas de los cuales tendrá que salir de la manera más airosa posible. Pero, sin lugar a dudas, lo más característico de este personaje es su parecido con Forrest Gump. Su casi enfermiza inocencia sacará a más de un espectador de sus casillas, cuestionando todas y cada una de las decisiones tomadas por el personaje. Por suerte, al cabo de los aproximadamente 130 minutos de duración de la cinta, acabaremos enamorados del personaje.

Como siempre, los guiones de las películas de este género cuentan con la siguiente estructura de guión: 60% diálogo, 40% gritos, bombardeos y más gritos. Si bien es cierto que “Hasta El Último Hombre” supone una película innovadora dentro del género puesto que se aleja en exceso del estereotipado héroe americano, su guión resulta tan edulcorado que es imposible que no se escape una sonrisa de “vergüenza ajena” durante la proyección de esta. Ese 60% podría haber dado mucho más de sí evitando los cientos de clichés que presenta y esa pomposidad a la hora de tratar temas como la familia o el amor. El otro 40%, como os podréis imaginar, se compone de lo siguiente:

“¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!

PUUUUUUUUUUUM PUUUUUUUUUM

¡¡¡¡MOVEOS, MOVEOS!!!!

TRATATATATATATATA (¿T de campana?)

¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!”

Todo un clásico del cine bélico.

Este “Forrest Gump se coloca la chaqueta metálica” tiene otro leve problema: en el momento en el intenta engrandecerse es justo cuando se hace más pequeña. El despliegue de efectos visuales nivel Window Movie Maker entorpece la fotografía natural y realista que la película consigue durante su primera mitad. Esos cañones tan artifialmente perfectos y ese fuego que parece haber sido grabado en un croma quitan toda la credibilidad que la película podría haber logrado. ¡Por no hablar de los bailarines de trap envueltos en llamas! Todo un cuadro visual. Otro detalle a tener en cuenta son los peinados de todos y cada uno de los personajes. Con lo sencillo que hubiese sido rapar a todos los actores con el fin de aumentar la credibilidad de la película, todos ellos tienen su degradado capilar y sus tupés desenfadados tan 2016. Por suerte, no hay rastro de pantalones pitillos rotos por las rodillas ni jerseys oversized.

En cuanto a nivel interpretativo, Andrew Garfield se mueve como pez en el agua aunque, en los primeros 20 minutos de metraje, nos hace cuestionarnos su calidad interpretativa debido a lo chocante que resulta este Forrest Gump alternativo. Sin embargo, a medida que la película avanza, Andrew sorprende con una excelente interpretación. Al fin esta ¿joven? promesa del cine vuelve a encaminarse en los proyectos cinematográficos de buen gusto.

A pesar de todos los defectos con los que cuenta la película debido a la fragilidad de su guión,”Hasta El Último Hombre” supone un enorme soplo de aire fresco para un género que se encuentra estancado desde principios de siglo, en el que se presenta un hombre fuerte y con récord por haber conseguido matar al mayor número de hombres en una guerra como héroe y persona idílica. De aquí a ver cine bélico protagonizado por mujeres solo hay un paso. Patricia Arquette está contenta.

Nota: 7,3 / 10
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