Recopilatorio sexual y emocional de un año de vida adolescente... Lo que es un caldo de cultivo aceptable (que no del todo bueno) se queda en una cinta llena de tópicos sobre la inmadurez, la falta de comunicación entre padres e hijos o lo crueles que son en los institutos de las pelis (que no se parecen en mucho a los de la vida real).

La única fueza que nos hace seguir la película es ver cuál será la siguiente "hazaña" sexual de la protagonista. María Valverde interpreta a un personaje totalmente plano y muy poco creíble, lo cual, por otra parte, es un síntoma abundante en las adaptaciones de novela al cine.

Si no nos fijamos mucho en la fotografía (horrorosa en algunas escenas) y nos tomamos el argumento un poco a coña, puede venir bien para pasar la digestión algún caluroso domingo por la tarde.

Lástima, lástima, lástima... de haber visto antes que esta "Los siete magníficos", e incluso, sí sí, incluso "Bichos", la de Pixar.

Digamos que la búsqueda de paralelismos, o el reconocimiento familiar de escenas con el western me impedía apreciar confortablemente la maravillosa fotografía, los elocuentes y épicos fonemas japoneses, el cuento de heroísmo total y desenfrenado.

Podríamos decir que nadie, absolutamente nadie, habría podido mostrar mejor cómo siete guerreros armados con catanas pueden defender una miserable aldea con una grandiosidad tal como si del asedio de Constantinopla se tratase.

Siete (en realidad, ocho) personalidades conseguidas, explotadas, conjugadas... y de la mejor fruta, el mejor zumo.

Como una partida de ajedrez jugada con la precisión de un reloj suizo.

Con lo mejor de los que le precedieron, inventando y yendo a más, vislumbrando en sus planos, tan adelantados a su época, décadas de cine inspirado de tantos y tan diferentes cineastas.

Así abrimos las puertas al que posiblemente fue el más ingenioso y polivalente director de la historia. Un diseño tallado como dispuestas están las aristas del mejor diamante, transparente, multiplicador de detalles y matices como él. Pero haciendo valer como pocas cintas el valor de la sencillez a la hora de hacer cine. Ejecución perfecta. Alehop!. Así es como se hacía.

Esta es la historia, señoras y señores, de un atraco planificado. Disfruten con ésta cápsula concentrada de cine en mayúsculas, y no contengan los elogios cuando vean aparecer los créditos de cierre. Hay quien apuntaba maneras hasta para hacer eso.

La película está estructurada en diferentes "sketchs", y la calidad está en mi opinión mal repartida. La mítica representación de Allen como un espermatozoide a punto de ser eyaculado contrasta con una absurda teta gigante que se pasea por el campo.

Todo muy de Woody, muy divertida, aunque no es destacable en su filmografía salvo por su excentricidad.

De todas las comedias románticas que he visto, "Y entonces llegó ella" es la más más más más más llena de los típicos clichés del género americano con mucho la menos original.

Durante toda la película tuve una inquietante sensación del tipo "está cantado que ahora va a suceder esto. Pero no creo que lo hagan tan obvio, sería la leche. ¡Espera! Sí, ha ocurrido justo lo que se preveía de forma clarísima y aburrida que iba a suceder. A ver ahora... ep, sí, efectivamente, ahora acaba de suceder lo que tenía que suceder después de lo anterior...."

Por fin, la película acaba y tú acabas de tener un déjà vu de dos horas.