Película que se hizo a partir del éxito de "Los cañones de Navarone", aunque no tengan mucho que ver una con la otra. Aquí Harrison Ford y Robert Shaw están al frente de un grupo militar americano que se adentra en territorio yugoeslavo en plena 2ª Guerra Mundial, uno con la misión de volar un puente y el otro para eliminar a un espía nazi. A partir de aquí se sucede un entrenido guión lleno de subtramas, traiciones, agentes infiltrados y muchas, muchas muertes (no olvidemos que es una peli de guerra), que hacen que los casi 120 minutos que dura el film se pasen volando.

Un magnífico homenaje de Mercero en dos vertientes: primero, a sí mismo y su mito terrorífico de La Cabina; el segundo, a las Historias Para No Dormir del gran Narciso Ibañez Serrador. Recuerdo incluso que cuando se estrenó en TVE, la introducción fue a cargo del mismísimo Chicho, con uno de sus chascarrillos habituales.
Salpicada a veces en demasía de su caracter televisivo, cuenta una historia fascinante sobre la obsesión de un hombre acerca de un extraño suceso que sucede en su casa. El horror en lo cotidiano se plasma con soltura por parte de Chete Lera como ya hiciera López Vázquez (me pongo de pie) en La Cabina.
Para muchos con un final previsible, aún así muy recomendable.


PD: No sé exactamente por qué, pero se me quedó grabado en la mente el sonido de los zapatos de Lera sobre el parqué de su piso. Inquietante en el silencio...

Compendio de tres relatos de corte clásico de Nathanael Hawthorne, que intenta recuperar los éxitos pasados del cine de Roger Corman, incluso utilizando como protagonista principal de cada cuento al gran Vincent Price.
De las tres historias, sólo se salva la primera, con una narración ágil y una puesta en escena al estilo de la Hammer. Las otras dos (una con un final casi shakespeariano y otro tipo "Casa Usher") son bastante aburridas y olvidables.

Un remake moderadamente decente del film mexicano. Mickle configura una película de ritmo pausado donde la narración avanza a trompicones. La película nunca desprende una verdadera sensación de desasosiego habida cuenta del tema que trata, aunque se sigue con interés por lo truculento del meollo. Los personajes no se desarrollan como debiera para que comprobemos y empaticemos con sus motivaciones y dudas. Da la sensación de haber podido hacer una mejor película con este material de partida.
Todo termina con un final excesivamente forzado en lo poético y abrupto en lo argumental, algo que desentona con el desarrollo lento del resto del metraje.

Rod Serling trató de darle un giro más de corte terrorífico a los episodios, pero a lo largo de la serie algunos tienen ese aroma de la ciencia-ficción clásica.
Este episodio piloto, consta de tres historias dispares. La mayoría de la gente dirá que la mejor es Ojos, la dirigida por un jovencito Spielberg con Joan Crawford como protagonista, pero para mí la mejor y más terrorífica es El Cementerio, toda una lección de intriga, terror sugerido, anticipación del miedo, ambientación y buenas interpretaciones (Roddy McDowall está odiosamente acertado), y con un final impactante.
La mas floja y aburrida, que hace perder mucho al conjunto del Piloto, es la del ex-militar alemán exiliado en latinoamerica.