Nada más y nada menos que lo que digo en el título. Es el peor documental que he visto sobre un deporte o un deportista. Esperaba ver algo parecido a Six Dreams, All or Nothing o un documental similar al de Fernando Alonso, por ejemplo, pero es nefasto.

En la primera temporada, porque hay otra (igual de mala, por cierto), aunque le hayan cambiado el título, todo es un peloteo y chupapollismo a Sergio Ramos. Por parte de sus compañeros, amigos, familia, pareja, relacionados del mundo del fútbol, y prácticamente de toda persona que sale en el documental. Solo se busca ensalzar la figura del futbolista. Parece publicidad hacia Ramos.

Ramos habla continuamente como si estuviera en una rueda de prensa o en una entrevista post partido, con las típicas muletillas y expresiones de futbolista. Y no es porque esté metido en un papel, sino porque no le da y no sabe comportarse de manera natural. Está todo guionizado y parece artificial, muy forzado y poco natural.

El protagonista no genera interés, tiene un discurso superficial y parece mentira hablando de quien hablamos, pero poco carisma natural. Malísima, ni perdáis el tiempo. Decidí dejarla de lado hasta que he visto que lanzaron una segunda temporada, que sigue siendo más de lo mismo. De hecho, tienen que tirar de retrospectiva toda la temporada, mostrando éxitos pasados del equipo nacional, porque parece que la vida del protagonista no da para otros seis episodios.

Todo inicia con el despertar de un nuevo Jason Bourne, y el inicio de la serie es prácticamente idéntico al inicio de la historia de la saga Bourne. Sin embargo, esta serie no me ha llegado a enganchar como las películas; hay mucha acción, que es de lo que trata la serie, pero abren demasiado la historia para tan solo diez capítulos: hay tres servicios secretos involucrados, cada uno hablando su idioma y cada uno con sus personajes, lo que hace complicado seguir la trama.

He leído por ahí que es una película muy larga en vez de una serie, y estoy de acuerdo. La serie no tiene mucho más que criticar, se trata de la misma mecánica de Bourne, pero con la trama muy enredada, lo que hace perder interés.

Me ha parecido muy entretenida, divertida y con todos los ingredientes que requiere una película de aventuras. Entiendo que guste a todo el mundo, pues es complicado que una historia de la búsqueda de un tesoro mezclada con muchos ingredientes como enigmas, persecuciones, villanos, humor y el espíritu aventurero de los niños que protagonizan el film disguste a algún espectador.

Y aunque me haya gustado tanto, creo que está sobrevalorada (como muchas películas antiguas, sobre todo de los años ochenta y noventa) por el público que la vio en el momento de su lanzamiento y guarda un gran recuerdo de la primera vez que la vieron. Esto no es más que nostalgia y también debo decir que me ha parecido más infantil de lo que pensaba.

No sé cuántas veces habré visto esta película, al igual que muchas otras que ya considero clásicos y de las que nunca me aburro. Con su sello Tarantinesco, por supuesto, de violencia y sangre, humor negro, guion, diálogos y conversaciones buenísimos, es una película entretenidísima y que se puede ver de vez en cuando. El reparto y las interpretaciones también son mayúsculos.

He leído mucha diversidad de opiniones debido a lo brusco de Tarantino, muchas de aludiendo a que puede ser ofensiva en cuanto a estereotipos y hacia la historia. Bueno, ante este tipo de opinión solo queda responder con "Deja de quejarte e intenta disfrutar", parece que siempre tenemos que buscarle la puntilla a todo.

Es una película de acción que perfectamente podría no ser de la franquicia, puesto que no tiene nada que ver con A todo gas, salvo por tres o cuatro personajes que aparecen en películas anteriores. Sigue por la misma senda que las dos últimas entregas de la franquicia, habiendo perdido estas todo el sentido común que habían aportado la quinta y la sexta.

Un blockbuster de acción, poco creíble y en el que han optado por un ligero toque de humor con los secundarios de Ryan Reynolds y Kevin Hart, además de lo que habíamos visto ya de Hobbs y Shaw (todo esto resulta ser poco gracioso, al menos en el doblaje español, por lo que no consigue cumplir con su cometido). Sin más, un film para pasar un par de hora frente a la televisión disfrutando de balas y puñetazos.