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Críticas ordenadas por utilidad
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5,3
3.169
4
2 de diciembre de 2020
2 de diciembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Becky" podía verse como esa película pionera en mostrar una nueva cara para Kevin James, con una actuación serie y como el rol antagónico principal, sin embargo, esto no se logra por más que lo intenten.
Si hablamos de Lulu Wilson, su actuación fue buena, especialmente teniendo en cuenta el tipo de película que estamos viendo; es un filme de supervivencia gore a lo "Mi Pobre Angelito" pero más sangriento, lo cual no significa que sea tan adulta, pues la cinta no tiene siquiera personajes desarrollados; al principio, intentan crearle una trama emocional a Becky relacionada con su madre, pero dicha emocionalidad no está presente en ningún otro punto de la historia. A su vez, Joel McHale, quien hace del padre, probablemente da una actuación adecuada y cumple, sin embargo, considero que su personaje no tiene la conexión suficiente como para preocuparnos por él.
Por otro lado, si hablamos de la madre y el hijo, son dos personajes también insignificantes, sólo están ahí por estar, pues no tienen una trascendencia tan importante, son más como relleno ramplón y mezquino.
La actuación de Kevin James tampoco fue lo que podría haber sido, sólo le dan líneas serias, él las dice y con esa misma semblante incrédula todo el tiempo; los secuaces alrededor, especialmente, ese al que él llama "su hijo", tampoco es que sea un personaje tan relevante, ya que lo usan para que la trama se facilite, no para más.
En cuanto a las actuaciones caninas, respeto el trabajo que conllevan, así que les doy mi aprobación, creo que son mínimamente consistentes. En cuanto a la fotografía, está bien cuidada; la música acompaña bien al filme y en cuanto a las transiciones que ponen al principio éstas están bastante bien.
En definitiva: Una película simple, efectista y de poco sazón, cuyo entretenimiento no trae ningún deseo de volverla a visualizar. Es sóla para ver y olvidar.
Calificación: 4.7/10
Si hablamos de Lulu Wilson, su actuación fue buena, especialmente teniendo en cuenta el tipo de película que estamos viendo; es un filme de supervivencia gore a lo "Mi Pobre Angelito" pero más sangriento, lo cual no significa que sea tan adulta, pues la cinta no tiene siquiera personajes desarrollados; al principio, intentan crearle una trama emocional a Becky relacionada con su madre, pero dicha emocionalidad no está presente en ningún otro punto de la historia. A su vez, Joel McHale, quien hace del padre, probablemente da una actuación adecuada y cumple, sin embargo, considero que su personaje no tiene la conexión suficiente como para preocuparnos por él.
Por otro lado, si hablamos de la madre y el hijo, son dos personajes también insignificantes, sólo están ahí por estar, pues no tienen una trascendencia tan importante, son más como relleno ramplón y mezquino.
La actuación de Kevin James tampoco fue lo que podría haber sido, sólo le dan líneas serias, él las dice y con esa misma semblante incrédula todo el tiempo; los secuaces alrededor, especialmente, ese al que él llama "su hijo", tampoco es que sea un personaje tan relevante, ya que lo usan para que la trama se facilite, no para más.
En cuanto a las actuaciones caninas, respeto el trabajo que conllevan, así que les doy mi aprobación, creo que son mínimamente consistentes. En cuanto a la fotografía, está bien cuidada; la música acompaña bien al filme y en cuanto a las transiciones que ponen al principio éstas están bastante bien.
En definitiva: Una película simple, efectista y de poco sazón, cuyo entretenimiento no trae ningún deseo de volverla a visualizar. Es sóla para ver y olvidar.
Calificación: 4.7/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Además, hay una serie de oportunismos muy simplones dentro del filme; el ejemplo más claro es cuando, uno de los secuaces del malo, intenta matar a Becky pero justo ella lo tira al agua y, justo, no sabe nadar, ¿no les parece un poco forzado?
7
25 de noviembre de 2020
25 de noviembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher McQuarrie podría ser tranquilamente ese director con quien Tom Cruise trabaja cómodamente, ya sea que uno sea el director, guionista o, simplemente, productor y el otro sea el protagonista, ambos siempre nos han ofrecida trabajos destacables.
"Jack Reacher" arranca con una premisa de asesinato conmocional que puede despertar ese espíritu de thriller de acción, sangriento, efectivo y veloz. Se nota desde el principio un sumo cuidado de la imagen que trasciende el hecho de que la fotografía sea bella o que la música cree el ambiente necesario, el director tiene un visión fija hacia la superposición de imágenes por sobre la voz en OFF que pone a andar a los momentos más cautivadores del filme; el resto puede encasillarse como escenas de acción, investigación y persecución, cosas infaltables en cualquier thriller de acción promedio.
Tom Cruise ofrece un papel que no distingue nada nuevo en su repertorio, se trata de un tipo duro que siempre tiene la última palabra con tal de tener razón; más que un desafío para Cruise, este papel estaba hecho a su medida, diseñado para él.
En cuanto a las intervenciones secundarias, creo que el filme fue un buen salto para Rosamund Pike que luego se consagró con otras cintas, Richard Jenkins nos ofrece lo que puede, no tiene más en sus manos que ser un fiscal de distrito con poca incidencia; y en cuanto a las dos leyendas aquí: Robert Duvall y Werner Herzog, ambos cumplen adecuadamente, aunque es decepcionante lo que hacen con éste último.
Las escenas de acción están bien filmadas, más allá de que no innoven, las coreografías están logradas. Lo únicamente malo es que el enfoque de la historia sobre estas escenas es nulo, ocurren para que el protagonista se luzca y que luego vayamos directo a lo que sigue.
La historia flaquea por diversos momentos, especialmente en aquellos donde la propuesta narrativa alrededor del hecho principal se torna casi insostenible, por lo que, a veces, es difícil que el hilo-conductor que apunta hacia el final no se sienta un poco obvio.
Los villanos de la historia y sus planes tienen una carencia de coherencia por momentos, pero, al fin y al cabo, de entre ese mejunje de maleantes, hay una eficacia de entretenimiento, consiguen que la historia se mantenga entretenida.
Y ese es uno de los puntos fuertes de Jack Reacher, que detrás de toda ineficacia en torno a la historia, los personajes y el tono presentado, hay una película que compensa esas falencias con acción de buen olfato, personajes estereotipados que se apilan a la fórmula para, al final, que todo funcione y que salgamos de sala habiendo pasado un buen rato.
En definitiva: Nada justifica los caminos comunes o los personajes estereotipados con los que cuenta "Jack Reacher", sin embargo, las secuencias de acción de McQuarrie son el aire fresco del filme; en ellas no tratan de ser innovadores o creativos, pero sí logran moldear un thriller de acción de entretenimiento asegurado.
Calificación: 7,0/10
"Jack Reacher" arranca con una premisa de asesinato conmocional que puede despertar ese espíritu de thriller de acción, sangriento, efectivo y veloz. Se nota desde el principio un sumo cuidado de la imagen que trasciende el hecho de que la fotografía sea bella o que la música cree el ambiente necesario, el director tiene un visión fija hacia la superposición de imágenes por sobre la voz en OFF que pone a andar a los momentos más cautivadores del filme; el resto puede encasillarse como escenas de acción, investigación y persecución, cosas infaltables en cualquier thriller de acción promedio.
Tom Cruise ofrece un papel que no distingue nada nuevo en su repertorio, se trata de un tipo duro que siempre tiene la última palabra con tal de tener razón; más que un desafío para Cruise, este papel estaba hecho a su medida, diseñado para él.
En cuanto a las intervenciones secundarias, creo que el filme fue un buen salto para Rosamund Pike que luego se consagró con otras cintas, Richard Jenkins nos ofrece lo que puede, no tiene más en sus manos que ser un fiscal de distrito con poca incidencia; y en cuanto a las dos leyendas aquí: Robert Duvall y Werner Herzog, ambos cumplen adecuadamente, aunque es decepcionante lo que hacen con éste último.
Las escenas de acción están bien filmadas, más allá de que no innoven, las coreografías están logradas. Lo únicamente malo es que el enfoque de la historia sobre estas escenas es nulo, ocurren para que el protagonista se luzca y que luego vayamos directo a lo que sigue.
La historia flaquea por diversos momentos, especialmente en aquellos donde la propuesta narrativa alrededor del hecho principal se torna casi insostenible, por lo que, a veces, es difícil que el hilo-conductor que apunta hacia el final no se sienta un poco obvio.
Los villanos de la historia y sus planes tienen una carencia de coherencia por momentos, pero, al fin y al cabo, de entre ese mejunje de maleantes, hay una eficacia de entretenimiento, consiguen que la historia se mantenga entretenida.
Y ese es uno de los puntos fuertes de Jack Reacher, que detrás de toda ineficacia en torno a la historia, los personajes y el tono presentado, hay una película que compensa esas falencias con acción de buen olfato, personajes estereotipados que se apilan a la fórmula para, al final, que todo funcione y que salgamos de sala habiendo pasado un buen rato.
En definitiva: Nada justifica los caminos comunes o los personajes estereotipados con los que cuenta "Jack Reacher", sin embargo, las secuencias de acción de McQuarrie son el aire fresco del filme; en ellas no tratan de ser innovadores o creativos, pero sí logran moldear un thriller de acción de entretenimiento asegurado.
Calificación: 7,0/10

6,2
431
7
27 de diciembre de 2023
27 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que elegir el cine independiente por sobre el comercial sea un acto de superioridad, pues ni uno debe ser exaltado con automatismo ni el otro debe ser prejuzgado con vehemencia. En el caso de "Roger Dodger" la victoria es clara.
Pareciera como si Dylan Kidd y su equipo filmaron a escondidas en la ciudad de Nueva York a la espera de que los transeúntes se conviertan en testigos del talento de Campbell Scott como Roger. Si algo ha fomentado este tipo de cine es que la falta de dinero no tiene porqué afectar la calidad de cualquier cinta, en manos de un buen libreto, el resto del proyecto tiene un salvoconducto fiel para funcionar.
En una escena introductoria genial que recuerda a "Perros de Reserva" de Tarantino, vamos al encuentro de tres cosas muy importantes: los personajes, sus ideas y lo que conllevan estas ideas. De estos puntos, el último es, tal vez, el que más interesa para el resto del metraje, porque nos servirá para dilucidar el carácter de estos personajes.
Roger le una calada a su cigarrillo, para él no hay dudas sobre por qué la hermana de Donovan no puede leer mapas: el sentido de la orientación es una habilidad propiamente masculina. La conversación sigue en un tono juguetón pero técnico, Roger insiste con seriedad: el levantamiento de muebles ante la falta de telequinesis, las mutaciones evolutivas, la fisiología de la vagina, la difusa frontera entre la procreación y el sexo, la inevitable inutilidad del hombre futuro a causa de la selección natural y el avance tecnológico.
Una vez se prende el motor de la cinta con la llegada del novicio sobrino Nick, el carburador que usa Kidd mezcla el combustible de pocas locaciones con el aire atmosférico de frescas situaciones y diálogos filosos que terminan por aprovechar toda la potencia que la película ofrece. A partir de esta dinámica, se establece un contraste muy claro entre Roger y Nick, al cual se le consigue sacar fruto dada las divertidas situaciones.
Aunque en los tres cuartos, la cinta decae, Campbell Scott y Jesse Eisenberg funcionan como dos protagonistas verdaderamente triunfadores. Como bien dice otra de las críticas subidas a esta página, el espectador saca sus propias conclusiones y eso impulsa aún más la fórmula.
En definitiva: Una patada de ironía muy acertada. Las personas adecuadas en los lugares adecuados se unen para una película ciertamente divertida que muestra que se puede ser atrevido, tierno e interesante a base un guion con chispa y sin necesidad de algo estrambótico.
Calificación: 7.5/10
Pareciera como si Dylan Kidd y su equipo filmaron a escondidas en la ciudad de Nueva York a la espera de que los transeúntes se conviertan en testigos del talento de Campbell Scott como Roger. Si algo ha fomentado este tipo de cine es que la falta de dinero no tiene porqué afectar la calidad de cualquier cinta, en manos de un buen libreto, el resto del proyecto tiene un salvoconducto fiel para funcionar.
En una escena introductoria genial que recuerda a "Perros de Reserva" de Tarantino, vamos al encuentro de tres cosas muy importantes: los personajes, sus ideas y lo que conllevan estas ideas. De estos puntos, el último es, tal vez, el que más interesa para el resto del metraje, porque nos servirá para dilucidar el carácter de estos personajes.
Roger le una calada a su cigarrillo, para él no hay dudas sobre por qué la hermana de Donovan no puede leer mapas: el sentido de la orientación es una habilidad propiamente masculina. La conversación sigue en un tono juguetón pero técnico, Roger insiste con seriedad: el levantamiento de muebles ante la falta de telequinesis, las mutaciones evolutivas, la fisiología de la vagina, la difusa frontera entre la procreación y el sexo, la inevitable inutilidad del hombre futuro a causa de la selección natural y el avance tecnológico.
Una vez se prende el motor de la cinta con la llegada del novicio sobrino Nick, el carburador que usa Kidd mezcla el combustible de pocas locaciones con el aire atmosférico de frescas situaciones y diálogos filosos que terminan por aprovechar toda la potencia que la película ofrece. A partir de esta dinámica, se establece un contraste muy claro entre Roger y Nick, al cual se le consigue sacar fruto dada las divertidas situaciones.
Aunque en los tres cuartos, la cinta decae, Campbell Scott y Jesse Eisenberg funcionan como dos protagonistas verdaderamente triunfadores. Como bien dice otra de las críticas subidas a esta página, el espectador saca sus propias conclusiones y eso impulsa aún más la fórmula.
En definitiva: Una patada de ironía muy acertada. Las personas adecuadas en los lugares adecuados se unen para una película ciertamente divertida que muestra que se puede ser atrevido, tierno e interesante a base un guion con chispa y sin necesidad de algo estrambótico.
Calificación: 7.5/10

4,1
5.509
5
14 de noviembre de 2023
14 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos votos, pero notorios resultados. Una comedia romántica de los 2010 aparentemente inofensiva, pero que terminó siendo el último trabajo del gran Jack Nicholson como actor y el último de James L. Brooks como director.
Detrás de una producción algo problemática (lo digo porque el alto presupuesto fue resultado de las altas exigencias del "cast" y el "crew", sumado a que se tuvo que refilmar gran parte del material), se esconde una película que no ha cosechado críticas favorables ni para la audiencia ni para los críticos. Podríamos atrevernos a llamarla "un fracaso crítico y comercial", por su irremediable pérdida financiera y su mar de reseñas negativas.
Sin embargo, el tiempo ha pasado y el destino de la cinta fue vagar por las plataformas y las transmisiones televisivas con la condición innegociable de que olvidemos toda las repercusiones antes ocasionadas; como resultado, llegó a mis pies este filme y... algunos grandes defectos se quedaron impregnados, como también algunas virtudes.
Lisa es una jugadora de softball profesional cuya vida profesional se estanca y equipara con su cambiante vida amorosa, (ha salido más que nada con atletas no muy apegados); ahora, en medio de una crisis, se encuentra en uno de esos triángulos amorosos en los que la chica obviamente puede elegir, ya que su belleza se lo permite. Es entonces que en unos vertiginosos 30 minutos, se presentan opuestos binarios que son representados por George y Matty. Desesperación contra desidia, compasión contra insensibilidad, entendimiento contra desatención, inestabilidad contra opulencia, y así en un largo etcétera. Lejos de concebir una nueva Bridget Jones, Brooks apuesta por una más de sus historias sobre el padecer humano, tomada con humor y con determinación, lástima que el aspecto humano se siente apagado.
La trama descripta ya nos indica cómo se darán los acontecimientos que deparan el resto de la película, no obstante, lo que Brooks ha logrado con maestría con otros personajes en otros contextos, en este filme se ve afectado por dos problemas centrales: la disputa entre lo natural (o verosímil) y lo realista, y la irregularidad interescénica.
La disputa entre lo natural y lo realista: Según el DLE, en su segunda acepción, "realismo" se define como el "modo de expresión artística o literaria que pretende representar fielmente la realidad", lo cual se diferencia ligeramente de lo "verosímil", es decir, "creíble por no ofrecer carácter alguno de falsedad".
Lo realista se asemeja a la realidad, busca un plano lógico-racional que refleje la forma en la que se proyecta la vida cotidiana, aspecto que generalmente destaca en el cine independiente debido a la poca intervención a la hora de filmar, muchas veces todo sale como tenga que salir. El resultado de una película realista es satisfactorio, quizás no para todos, pues se ironiza el escapismo del cine. No obstante, toda obra de creación, por lo general, busca ser "verosímil" y, por ende, creíble, que convenza a quien mira, lee o escucha que algo les pasa a los personajes, a la realidad expuesta o al propio autor.
Míster Brooks ha dominado esta táctica en sus mejores trabajos, largometrajes de la talla de "Terms of Endearment" o "Broadcast News", pero no solo eso, sino que también acompañó su trama con reflexiones inusuales, detalles vivaces y un humor provocativo.
En el caso de "How do you know", es probable que Brooks haya pretendido manifestar lo que en sus mejores obras logró transmitir, pero, para su mala suerte, la película se pasa de líneas de diálogo y maneja ideas principales en su mayoría fallidas. Aunque hay indicios de que los detalles están presentes, gracias a silencios incómodos, reacciones inesperadas o líneas imaginativas, se terminan forzando muchas intervenciones de los personajes para lograr esa naturalidad, lo cual complica toda la credibilidad de la acción y la naturalidad de los personajes.
Irregularidad interescénica: Es probable que me acabo de inventar una colocación neológica, pero con este término quiero referirme a la escenas de esta película, cuya efectividad, calidad o importancia varía según la escena, y esto resulta en un metraje con pocas o ninguna escena muy buena, algunas escenas buenas, otras mediocres, y varias deficientes. Podemos pensar la estructura de una escena de la misma manera que la de todo escrito: hay una introducción, la cual suele incluir una idea principal al igual que un contexto en lugar y tiempo, un desarrollo, punto más álgido en el que acaecen los hechos fundamentales gracias a relevaciones, remates, explicaciones, entre otros elementos, y una conclusión, la cual puede apuntar a futuras escenas.
Dicho esto, cuando empieza la función, nos cruzamos con vaivenes en toda la película. Lo ejemplificaré con dos escenas: una buena y una terrible.
La buena comienza con Lisa despertándose y el teléfono que suena (introducción), ella se levanta y ve quién es, después revisa su computadora y se da cuenta que no quedó en la selección nacional de softball (elemento disparador del desarrollo), la conclusión de la escena es Lisa tratando de ser fuerte pese a romper en llanto, mientras, de forma irónica, vemos pequeñas notas motivacionales que cubren su espejo. Esta escena concluye por ser buena, primero, porque vale por sí misma, y segundo, porque en su estructura cuenta con una introducción muy breve, un desarrollo que contiene un evento esperable pero que es importante para explicar el sentir emocional de nuestra protagonista.
La terrible se da cuando Annie visita su jefe y tanto la introducción como el desarrollo y la conclusión se basan en una idea principal que se va por las ramas: que Annie firmó un acuerdo de confidencialidad por el que no puede revelar nada a su jefe. Conclusión: la escena es digresiva e inconducente.
Habrá que ver si el problema de esta cinta radica en el libreto o la sala de edición, pero para mí, con muchas otras modificaciones, podría haber funcionado.
Detrás de una producción algo problemática (lo digo porque el alto presupuesto fue resultado de las altas exigencias del "cast" y el "crew", sumado a que se tuvo que refilmar gran parte del material), se esconde una película que no ha cosechado críticas favorables ni para la audiencia ni para los críticos. Podríamos atrevernos a llamarla "un fracaso crítico y comercial", por su irremediable pérdida financiera y su mar de reseñas negativas.
Sin embargo, el tiempo ha pasado y el destino de la cinta fue vagar por las plataformas y las transmisiones televisivas con la condición innegociable de que olvidemos toda las repercusiones antes ocasionadas; como resultado, llegó a mis pies este filme y... algunos grandes defectos se quedaron impregnados, como también algunas virtudes.
Lisa es una jugadora de softball profesional cuya vida profesional se estanca y equipara con su cambiante vida amorosa, (ha salido más que nada con atletas no muy apegados); ahora, en medio de una crisis, se encuentra en uno de esos triángulos amorosos en los que la chica obviamente puede elegir, ya que su belleza se lo permite. Es entonces que en unos vertiginosos 30 minutos, se presentan opuestos binarios que son representados por George y Matty. Desesperación contra desidia, compasión contra insensibilidad, entendimiento contra desatención, inestabilidad contra opulencia, y así en un largo etcétera. Lejos de concebir una nueva Bridget Jones, Brooks apuesta por una más de sus historias sobre el padecer humano, tomada con humor y con determinación, lástima que el aspecto humano se siente apagado.
La trama descripta ya nos indica cómo se darán los acontecimientos que deparan el resto de la película, no obstante, lo que Brooks ha logrado con maestría con otros personajes en otros contextos, en este filme se ve afectado por dos problemas centrales: la disputa entre lo natural (o verosímil) y lo realista, y la irregularidad interescénica.
La disputa entre lo natural y lo realista: Según el DLE, en su segunda acepción, "realismo" se define como el "modo de expresión artística o literaria que pretende representar fielmente la realidad", lo cual se diferencia ligeramente de lo "verosímil", es decir, "creíble por no ofrecer carácter alguno de falsedad".
Lo realista se asemeja a la realidad, busca un plano lógico-racional que refleje la forma en la que se proyecta la vida cotidiana, aspecto que generalmente destaca en el cine independiente debido a la poca intervención a la hora de filmar, muchas veces todo sale como tenga que salir. El resultado de una película realista es satisfactorio, quizás no para todos, pues se ironiza el escapismo del cine. No obstante, toda obra de creación, por lo general, busca ser "verosímil" y, por ende, creíble, que convenza a quien mira, lee o escucha que algo les pasa a los personajes, a la realidad expuesta o al propio autor.
Míster Brooks ha dominado esta táctica en sus mejores trabajos, largometrajes de la talla de "Terms of Endearment" o "Broadcast News", pero no solo eso, sino que también acompañó su trama con reflexiones inusuales, detalles vivaces y un humor provocativo.
En el caso de "How do you know", es probable que Brooks haya pretendido manifestar lo que en sus mejores obras logró transmitir, pero, para su mala suerte, la película se pasa de líneas de diálogo y maneja ideas principales en su mayoría fallidas. Aunque hay indicios de que los detalles están presentes, gracias a silencios incómodos, reacciones inesperadas o líneas imaginativas, se terminan forzando muchas intervenciones de los personajes para lograr esa naturalidad, lo cual complica toda la credibilidad de la acción y la naturalidad de los personajes.
Irregularidad interescénica: Es probable que me acabo de inventar una colocación neológica, pero con este término quiero referirme a la escenas de esta película, cuya efectividad, calidad o importancia varía según la escena, y esto resulta en un metraje con pocas o ninguna escena muy buena, algunas escenas buenas, otras mediocres, y varias deficientes. Podemos pensar la estructura de una escena de la misma manera que la de todo escrito: hay una introducción, la cual suele incluir una idea principal al igual que un contexto en lugar y tiempo, un desarrollo, punto más álgido en el que acaecen los hechos fundamentales gracias a relevaciones, remates, explicaciones, entre otros elementos, y una conclusión, la cual puede apuntar a futuras escenas.
Dicho esto, cuando empieza la función, nos cruzamos con vaivenes en toda la película. Lo ejemplificaré con dos escenas: una buena y una terrible.
La buena comienza con Lisa despertándose y el teléfono que suena (introducción), ella se levanta y ve quién es, después revisa su computadora y se da cuenta que no quedó en la selección nacional de softball (elemento disparador del desarrollo), la conclusión de la escena es Lisa tratando de ser fuerte pese a romper en llanto, mientras, de forma irónica, vemos pequeñas notas motivacionales que cubren su espejo. Esta escena concluye por ser buena, primero, porque vale por sí misma, y segundo, porque en su estructura cuenta con una introducción muy breve, un desarrollo que contiene un evento esperable pero que es importante para explicar el sentir emocional de nuestra protagonista.
La terrible se da cuando Annie visita su jefe y tanto la introducción como el desarrollo y la conclusión se basan en una idea principal que se va por las ramas: que Annie firmó un acuerdo de confidencialidad por el que no puede revelar nada a su jefe. Conclusión: la escena es digresiva e inconducente.
Habrá que ver si el problema de esta cinta radica en el libreto o la sala de edición, pero para mí, con muchas otras modificaciones, podría haber funcionado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La actuación de Jack Nicholson termina pareciendo sobreactuada y refleja poco y nada el pedazo de actor que es.

7,7
121.963
8
17 de marzo de 2023
17 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tim Burton es un director muy querido por una cierta porción del público que disfruta su estilo: estéticas góticas, excéntricas y sombrías, despliegues industriales y maquinaría, territorios para sus personajes marginados y "raritos", realidades fantásticas en las que las leyes de la física son solo una sugerencia, mundos más naturalistas que son estiradamente exagerados, y un creativo y reconocible arte conceptual que se duplica en cada una de sus obras, salvo quizás en "Dumbo". Que no nos falte el talento sublime de Danny Elfman para las bandas sonoras.
"Edward Scissorhands" quizás funcione como un acercamiento vívido y autobiográfico de la infancia de Burton, un escenario rendido a su imaginario y su condición de "freak" en los suburbios de Burbank, California. Es interesante pensar que la película se sitúa en un vecindario compuesto por vecinos conformistas y escandalosos que nos retrotrae a los años cincuenta, con una paleta de colores pastel, chillona y chiclosa, que contrasta fuertemente con la oscura e imponente zona en la que habita Edward, la cual es obra de su inventor.
Muchos señalarían que Edward tiene el rol constante de 'pez fuera del agua', el recurso típico para inspirar comedias, pero no creo que sea tan simple, hay una idea brillante detrás del concepto de Edward. La interacción y la suerte de 'choque cultural' que supone la llegada de Edward es lo que termina determinando su destino, él causa una impresión peculiar entre la gente, todos asisten atónitos, quizás haciendo jarana u observando con curiosidad o asombro su habilidad.
Lo más interesante es que los flashbacks de Edward son como una prueba directa de su vida anterior, él repite que está incompleto. Incluso si juzgamos las enseñanzas y la labor técnica del inventor, podemos deducir que Edward venía a ser un experimento digna de la época que responde a los cánones familiares de 'the american way of life'. Este hecho amplía la comprensión, porque demuestra en qué reside el encanto de Edward: sus manos parecen destruir todo lo que tocan, pero también crear, concebir creaciones disruptivas, innovadoras y hasta útiles. El guion hasta logra ilustrar la lucha interna que crece en Edward: lo que él quiere y considera necesario en detrimento de lo que el resto de la gente y su reciente familia esperan de él (zona spoiler *1); esto se mezcla con un comprensión de la ética, aquello que está mal y aquello que está bien, y una comprensión del cariño humano.
Lo que mantiene Burton es una idea que trasciende la consciencia de nuestro protagonista: la incomprensión del marginado, su extenuante instrumentalización y cómo esto afecta su perspectiva sobre las personas y el mundo (zona spoiler *2). Es muy difícil no ganarle el gusto a Edward, esto gracias principalmente a la interpretación de Johnny Depp, quien contó con pocos diálogos y, así y todo, logro sacarle el mayor provecho a su hermoso personaje.
En una entrevista, Lucrecia Martel (que nada tiene que ver con Tim Burton), declaró (si la parafraseamos), que una película vale más por lo que ocurre después de verla: la discusión; cuánto más da de qué hablar una película, mejor es. Esto podría sonar como una justificación para el cine opaco, bretchtiano y distante de Martel, pero, en realidad, es un elemento que hasta los buenos guiones tienen. Como todo truco de magia que es revelado pierde su chispa, toda película que sea desesperadamente redonda no abrirá el mismo debate que aquella que esconde secretos reveladores.
Termina siendo contradictorio para mí hablar de que una película muy redonda perderá su chispa, pues es lo que prefiero que ocurra muchas veces, no obstante, para historias de fenómenos, marginados u outsiders, como "Edward Scissorhands", es preferible dejar ciertas páginas en blanco y ceder ante la propia imaginación o, en último caso, deducción. Una ventaja de esto último es que volver a ver la película sea una decisión vital e instintiva, tal leyenda que se pasa de boca en boca.
8,1/10
"Edward Scissorhands" quizás funcione como un acercamiento vívido y autobiográfico de la infancia de Burton, un escenario rendido a su imaginario y su condición de "freak" en los suburbios de Burbank, California. Es interesante pensar que la película se sitúa en un vecindario compuesto por vecinos conformistas y escandalosos que nos retrotrae a los años cincuenta, con una paleta de colores pastel, chillona y chiclosa, que contrasta fuertemente con la oscura e imponente zona en la que habita Edward, la cual es obra de su inventor.
Muchos señalarían que Edward tiene el rol constante de 'pez fuera del agua', el recurso típico para inspirar comedias, pero no creo que sea tan simple, hay una idea brillante detrás del concepto de Edward. La interacción y la suerte de 'choque cultural' que supone la llegada de Edward es lo que termina determinando su destino, él causa una impresión peculiar entre la gente, todos asisten atónitos, quizás haciendo jarana u observando con curiosidad o asombro su habilidad.
Lo más interesante es que los flashbacks de Edward son como una prueba directa de su vida anterior, él repite que está incompleto. Incluso si juzgamos las enseñanzas y la labor técnica del inventor, podemos deducir que Edward venía a ser un experimento digna de la época que responde a los cánones familiares de 'the american way of life'. Este hecho amplía la comprensión, porque demuestra en qué reside el encanto de Edward: sus manos parecen destruir todo lo que tocan, pero también crear, concebir creaciones disruptivas, innovadoras y hasta útiles. El guion hasta logra ilustrar la lucha interna que crece en Edward: lo que él quiere y considera necesario en detrimento de lo que el resto de la gente y su reciente familia esperan de él (zona spoiler *1); esto se mezcla con un comprensión de la ética, aquello que está mal y aquello que está bien, y una comprensión del cariño humano.
Lo que mantiene Burton es una idea que trasciende la consciencia de nuestro protagonista: la incomprensión del marginado, su extenuante instrumentalización y cómo esto afecta su perspectiva sobre las personas y el mundo (zona spoiler *2). Es muy difícil no ganarle el gusto a Edward, esto gracias principalmente a la interpretación de Johnny Depp, quien contó con pocos diálogos y, así y todo, logro sacarle el mayor provecho a su hermoso personaje.
En una entrevista, Lucrecia Martel (que nada tiene que ver con Tim Burton), declaró (si la parafraseamos), que una película vale más por lo que ocurre después de verla: la discusión; cuánto más da de qué hablar una película, mejor es. Esto podría sonar como una justificación para el cine opaco, bretchtiano y distante de Martel, pero, en realidad, es un elemento que hasta los buenos guiones tienen. Como todo truco de magia que es revelado pierde su chispa, toda película que sea desesperadamente redonda no abrirá el mismo debate que aquella que esconde secretos reveladores.
Termina siendo contradictorio para mí hablar de que una película muy redonda perderá su chispa, pues es lo que prefiero que ocurra muchas veces, no obstante, para historias de fenómenos, marginados u outsiders, como "Edward Scissorhands", es preferible dejar ciertas páginas en blanco y ceder ante la propia imaginación o, en último caso, deducción. Una ventaja de esto último es que volver a ver la película sea una decisión vital e instintiva, tal leyenda que se pasa de boca en boca.
8,1/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*1 esto vendría a ser lo siguiente: Edward quiere ser amado, necesita gente que lo acepte como es, con su imperecedera falla (esto se muestra cuando le preguntan que haría con una billetera llena de dinero) y los demás buscan solo el envase, más no el contenido, buscan a Edward porque él les sirve como tijera humana, como un androide automatizado, se aprovechan de su inocencia.
*2 esto último da lugar a una cadena de malentendidos en los 3/4 de la cinta que no son muy justificables y fundamentados, pero el final es una recuperación esencial.
El final es uno contrastante y doloroso: Edward, alterado, asesina a Jim luego de que este intentase matarlo, sin embargo, su irremediable acción lo condena a quedarse en la mansión, solo, sin poder ver a Kim por mucho tiempo; Kim sale con el supuesto brazo de Edward en su mano y proclama que ha muerto, Kim entiende que, aunque ama a Edward, pertenece allá abajo, en el vecindario. No entendemos muy bien porque Kim no visitó a Edward otra vez, pero, sin dudas, este final es muy bonito, es magia tan palpable como los mismísimos copos de nieve.
*2 esto último da lugar a una cadena de malentendidos en los 3/4 de la cinta que no son muy justificables y fundamentados, pero el final es una recuperación esencial.
El final es uno contrastante y doloroso: Edward, alterado, asesina a Jim luego de que este intentase matarlo, sin embargo, su irremediable acción lo condena a quedarse en la mansión, solo, sin poder ver a Kim por mucho tiempo; Kim sale con el supuesto brazo de Edward en su mano y proclama que ha muerto, Kim entiende que, aunque ama a Edward, pertenece allá abajo, en el vecindario. No entendemos muy bien porque Kim no visitó a Edward otra vez, pero, sin dudas, este final es muy bonito, es magia tan palpable como los mismísimos copos de nieve.
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