La película flojea por todos lados si la comparamos con las dos anteriores, tanto los actores como los especialistas se les ve en horas bajas, en algunos aspectos puede parecer una comedia del destape con situaciones que vistas a día de hoy pueden resultar más que cómicas... Borrón y cuenta nueva me quedo con las dos primeras.

Probablemente una de las películas más violentas del autor, dando comienzo a la trilogía del comisario Mendoza, interpretado en esta ocasión por el inglés John, y donde le seguirían dos interesantísimos títulos "El último viaje" el cual ví hace muchísimos años y "Metralleta Stein". Brillantísimas escenas de persecución, y una carga inusitada de violencia, inhabitual en el cine español de la época, que seguramente debió sorprender al espectador de entonces. Una hermosa Linda Hayden y un actorazo como Simón Andreu habitual de las películas de De la Loma. Máximo Valverde como el mejor chulo visto en una película de los setenta. Destacable una persecución donde un citroen Tiburon es embestido por un coche de policía estrellándose contra una gasolinera, que como dato a destacar, aparece en los títulos de credito de la película "los útlimos golpes del Torete". Una joya de este irregular director, que los mismo te puede hacer un películón o una película mala que no haya quien se la trague. En este caso para mí, creo que es de lo mejor del cine español de los setenta.

No tenía intención de criticar esta película pues la ví hace muchísimos años pero si tengo que decir que viendo la filmografía de su director que es de puro juzgado de guardia, si la comparamos con las demás no es tan mala. Cierto es qué, cometen algunas torpezas previas al desconocimiento o la falta de documentación a la hora de hacer una película. ¿En 1986 era más cara la heroina que la cocaina? Vaya patinazo nada más empezar la película. Todo el mundo sabe que la heroina era la droga de los pobres y la cocaina la droga de los ricos y muy de moda por desgracia en esa década.
Los actores estan correctos en su papel, y la breve aparición del pirri le da un aire más quinqui a la peli, la escena del desaparecido estadio las Margaritas de Getafe, y recordar el Madrid de los ochenta es bonita de ver. Las escenas de acción estan bien logradas (para no ser una película de De la Loma no estan mal), aunque eso sí, le falta chispa, mucha chispa, pero eso ya es culpa del director, no de los actores.

Todos sabemos quien le conoce que José Mota es un humorista todoterreno capaz de todo, pero en esta película sorprende, lo primero por su disfraz de Antonio Molina siglo XXI, el guión de esa extraña posesion adimensional si lo hubieran hecho con mas seriedad podría haber resultado bastante interesante. Por otro lado el atrezzo es bastante chapuza, no entiendo ese autobus ochentero circulando en 2017, la peli es tan rara como el corto curriculum del director.

Salí del cine con la impresión de haber visto una gran película que seguramente pasaría desapercibida. El drama que viven miles de chavales hoy en día siendo hijos de padres separados y estando en medio del campo de batalla de los padres, rebeldía y frustración. Buen trabajo el del televisivo Daniel Guzman, me ha sorprendido gratamente, ya era hora que en España se haga buen cine de verdad.