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Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
14 de febrero de 2013 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces que aparecen películas extraordinarias de la nada que te cautivan y te dejan en un K.O. emocional difícil de explicar. Bestias del Sur Salvaje es una de ellas. El asombroso debut de Benh Zeitlin desprende talento y emoción por todos sus poros. El fondo y la forma es tan subyugante que sólo queda aplaudir ante tal maravilla de película. Zeitlin, parece alargar su anterior corto y nos muestra un mundo orgánico, reinado por la naturaleza, en el que sus personajes viven en unas condiciones extremas que reivindican con orgullo y dignidad. Fantasía y realidad se confunden en este conmovedor canto a la vida sobre la pérdida de la niñez ante las adversidades de la vida.

Estáte atento a: la excelente interpretación de los "no actores" y el enorme talento de Benh Zeitlin tras la cámara

Adrián Peña (@thebigkahuna3)
http://bigkahuna3.blogspot.com.es/
2 de noviembre de 2012 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegó el día D. Por fin se estrenó Skyfall en el año en que James Bond cumple su cincuenta aniversario en el cine. Antes de ser presentada al público, un halo de secretismo rodeaba la que se ha convertido en la vigesimotercera película del espía británico más famoso del mundo del celuloide. Un secretismo que dio paso a la exaltación de las primeras críticas que aseguraban haber presenciado la mejor entrega de toda la franquicia e, incluso, al mejor villano bondiano hasta el momento. Argumentos no le faltaban: las ganas de hacer algo especial por los cincuenta años de vida cinematográfica, un excelente elenco de actores entre los que se encuentran los habituales Judi Dench y Daniel Craig —ya considerados como unos de los mejores Ms y Bonds de la saga— y los consagrados Ralph Fiennes y Albert Finney y, lo más sorprendente, la elección de un director con un tremendo talento para el drama pero con una película de acción en el debe de su balance fílmico, Sam Mendes.
Dicho quede por delante que el trabajo de Mendes se ha centrado en aclimatar a James Bond al héroe actual que ha delimitado, sobretodo, Christopher Nolan con su Batman, sin perder los signos distintivos que tanto caracterizan a 007 y que han hecho de él lo que es, recuperando, también, personajes y escenarios idiosincrásicos de la franquicia que habían quedado apartados en los últimos filmes del agente con licencia para matar.
Antes de entrar en detalle de por qué este Skyfall se asemeja a la última trilogía de Batman, quiero puntualizar que esta afirmación no es una crítica negativa, sino todo lo contrario. Bajo mi punto de vista creo que es una muestra por parte de la familia Broccoli —productores y “padres” cinematográficos de 007— de saber reescribir y actualizar al agente secreto para adaptarlo a los tiempos que corren.
No hace falta ser muy avispado para darse cuenta de que el Bond cinematográfico ha ido adaptándose a la época en la que se encontraba y a las corrientes imperantes en la industria del momento. No me refiero a la evidente diferencia entre los primeros filmes de la década de los sesenta y los actuales, ya que más de ocho lustros las separan, sino a la diferencia entre las entregas de los últimos veinticinco años.
El ejemplo más claro lo tenemos en Casino Royale (2006). Con la primera secuencia ya pudimos advertir la influencia que Jason Bourne había tenido en este “nuevo” Bond. Más rápido, ágil, contundente, físico, rotundo, decisivo, en definitiva, más cercano al mundo terrenal que aquél Sean Connery seductor y bromista o aquél pulcro y elegante Pierce Brosnan. Pero no sólo en el personaje, sino que también lo notamos en la dirección de Martin Campbell con esas frenéticas persecuciones y planos rodados cámara en mano.
Con la siguiente, Quantum of Solace (2008) cambiaron al director e intentaron estrujar la fórmula pero el resultado no fue el mismo. Por ello, Skyfall inicia con la “muerte” de aquél Bond en las mismas aguas donde ¿murió? Jason Bourne —el plano de Bond cayendo al fondo del río después de recibir un disparo es prácticamente idéntico al de Bourne en El ultimátum de Bourne (2007)— para luego RENACER al más puro estilo “Nolanesco” y es que los ecos del Batman de Nolan resuenan a lo largo del metraje.
La humanización de un héroe huérfano con un pasado trágico que se encuentra en horas bajas por su edad, lo dan por muerto para luego poder resurgir (¡incluso en un momento asegura que su hobbie es resucitar!) con más fuerza que nunca para solventar el caos que un villano demente ha instaurado, todo ello aderezado con un tono trágico y una banda sonora que en ciertos momentos nos evoca al ritmo vibrante de la partitura de Hans Zimmer.
Influencia confesa de Mendes, Skyfall rezuma la trilogía de Nolan por todos sus poros, lo que demuestra que el director de Memento (2000) ha creado una nueva tendencia en el héroe mainstream. Sólo de esta manera se puede explicar que personajes como, Spider-Man, el nuevo Superman de Zack Snyder —¡que estará producido por el propio Nolan!— y, ahora, James Bond, que en el cine (que no en las novelas o cómics) nos tenían habituados a un colorido pulp, hayan perdido dicho colorido en favor de la oscuridad del nuevo hombre murciélago.
Centrándonos en los diferentes temas que sobrevuelan en la película, resulta muy interesante la manera en que Mendes reflexiona sobre el miedo. Un discurso que es repetido varias veces por M y que también guarda mucha relación —por no decir que es uno de los principales puntos de conexión— con El caballero oscuro (2008). La amenaza que sufre el MI6 está personificada en un individuo, el villano Silva, que, como el Joker de Nolan, instauran el caos para satisfacer un interés personal. Ambos personajes, con sus caras desfiguradas, son la viva representación del miedo que, como M puntualiza, ya no proviene de una organización criminal, sino que proviene de seres individuales.
Otro punto a destacar es la habilidad de Mendes para saber conjugar una de las fortalezas de su cine, las relaciones familiares, con la personalidad de un filme de James Bond. El director de American Beauty (1999) establece un vínculo prácticamente maternal entre M y sus agentes. De hecho, en varios momentos se dirigen a ella como Mum (mamá). Una madre severa que no duda ni un segundo en tomar una decisión de máximo peligro para Bond pero que, a la vez, confía tanto en él como para aceptarlo de nuevo en el MI6 sin haber superado las pruebas de acceso. Esa relación amor-odio entre madre e hijo que se verá puesta a prueba en el momento en que el vástago descarriado que interpreta Bardem, amenace con saciar su sed de venganza. Una amenaza que obligará a Bond a regresar a sus orígenes, a su Skyfall/Rosebud particular, allí donde nació, creció y vio morir a sus padres, para convertirse en la versión espía y actualizada de aquél Dustin Hoffman de Perros de paja (1971).

Adrián Peña
http://bigkahuna3.blogspot.com.es/
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spoiler:
Dejando a un lado el análisis temático de la cinta, Skyfall es, por encima de todo y como toda buena entrega de Bond, un deleitoso entretenimiento cinematográfico. Sam Mendes consigue que el ritmo narrativo no sufra grandes altibajos manteniendo la tensión hasta el plano final. En la primera parte lo logra mediante la habitual secuencia de acción inicial a la altura de la de Casino Royale, los consecuentes y creativos títulos de crédito al son de Adele y un intrigante planteamiento de la historia que no nos muestra al villano hasta pasada una hora de metraje. La segunda parte está totalmente eclipsada (en el buen sentido de la expresión) por Javier Bardem que se ha colado ya en la lista de los villanos más icónicos de la serie.
Como si del Dr. No se tratase, Raoul Silva vive en una especie de “Crab Key” con ciertas reminiscencias a la ciudad en ruinas del limbo de Origen (2010) desde donde ejerce todos sus movimientos maquiavélicos y aparece en escena por primera vez. El personaje, un Max Zorin con la enajenación del Joker de Heath Ledger y la perversidad de Hannibal Lecter, nos brinda una sensacional secuencia que quedará grabada en la retina de los bondmaníacos por ser la primera vez en toda la franquicia ¡que se pone en duda la sexualidad de Bond! Bardem irrumpe en la escena cargado de una picardía y una gestualidad amanerada, a la vez que diabólica, que fluyen con la misma naturalidad que lo hacen sus punzantes líneas de diálogo llenas de doble sentido. Raoul Silva es un ejemplo más de la virtud camaleónica de este gran actor capaz de mutar en cada papel que interpreta e, incluso, aportar matices totalmente opuestos a un mismo tipo de personaje como hizo con el frío e impasible Anton Chigurh de No es país para viejos (2007) y como ha hecho con el histriónico y desatado psicópata brasileño.
Todos estos elementos hacen de Skyfall uno de los mejores títulos de la serie, a la altura de Goldfinger (1964), El hombre de la pistola de oro (1974), Goldeneye (1995) o Casino Royale (2006). Contiene acción trepidante, pequeñas dosis de humor, sub-trama dramática y una actualización de la saga a los tiempos que corren. Pero que no os engañen las apariencias. Bajo esa capa de modernización de algunos aspectos como el ya mencionado tono oscuro y trágico del relato, el cyber-villano gay, el joven Q nerd o el nuevo color de piel de la recuperada Moneypenny, existe una exaltación de lo añejo, de lo tradicional, una vuelta a las raíces, al despacho de los inicios, en definitiva, una reinvención en toda regla que mira al futuro, sin olvidar el pasado.
12 de julio de 2012 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera reacción del mundo cinéfilo al saber que Marc Webb iba a dirigir esta especie de reboot de la saga del hombre araña que Sam Raimi inició hace 10 años, fue de sorpresa. Los motivos eran más que suficientes. Webb iba a pasar de dirigir un film calificado como comedia romántica de 7,5 millones de euros a dirigir un blockbuster de 250 millones de euros basado en el superhéroe más famoso de la factoría Marvel, Spider-Man.

Una vez reposada la noticia, la elección no resultaba ser tan descabellada. Peter Parker es un imberbe estudiante de quince años que “sin comerlo ni beberlo” se ve convertido, de la noche a la mañana, en una especie de superhumano con habilidades arácnidas, teniendo que lidiar con la angustia existencial y los problemas propios de un adolescente de a pie y, además, con la responsabilidad derivada de tales poderes. A su vez, Marc Webb demostró con 500 días juntos ser un hábil retratista de las emociones y sentimientos que envuelven al enamoramiento juvenil, por lo tanto, todo apuntaba a que Columbia Pictures y Marvel Studios iba a seguir la estela de los Batman de Christopher Nolan, X-Men: Primera generación o Los Vengadores potenciando el factor humano de la historia y acercándose más a la esencia teen del cómic de Stan Lee en lugar de centrar toda su fuerza argumental en la concatenación de espectaculares escenas de acción.

El experimento ha resultado fallido. Lejos de llegar al nivel de las películas antes citadas, nos encontramos ante una cinta convencional que no aporta nada nuevo que no hayamos visto antes. Llena de clichés del género yuxtapuestos sin ningún tipo de gracia, The Amazing Spider-Man posee la espectacularidad en la puesta en escena de una acción más cercana al videojuego que a la realidad —y, para los que hemos crecido con la Play Station, sabemos que no hay nada más aburrido que ver a alguien jugar a un videojuego en tu lugar— y carece de la frescura y desparpajo que detentaba 500 dias juntos en su parte más humana, lo que le hace a uno pensar en dos posibles hipótesis. Una es que Webb tuvo un golpe de suerte en su debut en el largometraje y la otra es que los estudios han sacado sus tijeras de podar para dotar a la cinta de esa convencionalidad que tanto les gusta y tanto éxito les reporta a la hora de “hacer caja”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Personalmente me decanto por la segunda opción y respaldo mi argumentación en base a las dos secuencias que los correctos —para lo bueno y para lo malo— Andrew Garfield y Emma Stone comparten al final. Después de asistir a una ristra de diálogos mediocres y secuencias previsibles, finalmente llegamos a esa potente conversación dramática en el porche de la casa de Parker y esa sutil sonrisa final de Gwen en clase que nos dejan vislumbrar al mejor Webb de 500 dias juntos y nos muestra un pequeño ejemplo de lo que podría haber sido la película si hubieran confiado en el savoir faire del cineasta.

De esta manera nos encontramos ante un producto sin alma, prediseñado para gustar al mayor número de personas y camuflado de esa falsa esencia indie que pretende desprender, que reventará las taquillas de todo el mundo pero que no dejará su nombre escrito en las páginas de la historia del cine de superhéroes como hizo el Batman de Nolan o la reciente Los Vengadores de Joss Whedon.
22 de diciembre de 2010 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy triste que trata un tema muy duro y con escenas realmente emocionantes (sobre todo al final), pero si Peter Jackson se hubiera centrado más en el mundo real y en la familia en lugar de perder tanto tiempo en el mundo de "fantasía" de la niña (aunque no es de extrañar conociendo la tendencia a lo fantástico en la filmografía de este director), la película sería mucho mejor, porque hay escenas del mundo fantástico que son totalmente surrealistas, cursis y pesadas.

Le doy un 6
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A pesar de ello, he de reconocer que el paralelismo que consigue al final entre la superación de la muerte por parte de la familia (mundo real) y la entrada en el cielo de la niña (mundo de fantasía) es bastante original y me conmovió bastante.

Finalmente encuentro que el paréntesis cómico protagonizado por Susan Sarandon pasado la mitad de la película desentona bastante con el ambiente y la atmósfera que se ha ido creando a lo largo del film.
22 de diciembre de 2010 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película me gustó porque fui al cine sabiendo más o menos lo que me iba a encontrar. Salí del cine habiendo pasado un buen rato pero nada más ya que me da la sensación de haber visto este tipo de película un montón de veces (ej: Resident Evil 2, Infectados, El amanecer de los muertos (remake de la de Romero)…). Se estereotipan los personajes:

- El alcalde: el personaje que decide incorrectamente una y otra vez

-El sheriff: el salvador, el personaje valiente con valores morales que mantiene aunque la situación sea extrema y el prototipo de policía que todo niño quiere ser de mayor

-La médico: bondadosa, que se preocupa de los demás por encima de ella misma y que, junto con el sheriff forman la pareja de amor perfecta

Las situaciones que ocurren se han visto una y otra vez en este tipo de género pero aún y así hay algunas escenas buenas como la del tren de lavado o la del forense y el sheriff.

Para mi gusto prefiero mil veces películas como Bienvenidos a Zombieland o Zombies Party que tratan el mismo tema pero con otra perspectiva mucho más divertida.

Le doy un 5,5!

PD: Para mí la única que está por encima de las demás en este género y que realmente es buena es 28 días después de Danny Boyle
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