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Críticas ordenadas por utilidad
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6,9
33.207
4
8 de abril de 2010
8 de abril de 2010
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en los barrios menos favorecidos de Boston, al igual que "Mystic River", y basada en una novela del mismo autor, tiene por protagonista a un personaje que es el reverso del que interpretaba Sean Penn en la película de Eastwood. Si aquel se arrogaba la justicia en el barrio erigiéndose en jurado, juez y verdugo, el de este film, a pesar de haberse criado en el barrio, "cree en la policia" y prefiere las vías legales para impartir una justicia que, probablemente, resulte poco beneficiosa para sus supuestos beneficiarios.
La voz en off del protagonista, que nos guía a través de la película, a veces de forma superflua, comienza diciendo que nos caracterizan más las cosas que no elegimos: nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra familia. La misma forma de pensar que la de los novelistas naturalistas del XIX: somos herencia y ambiente social. Sin embargo, yo pienso lo contrario: somos lo que llegamos a ser a pesar de la influencia social y familiar. Y eso es lo que le ocurre a nuestro protagonista: sus principios están más cerca de los cauces legales convencionales que de la ley de la calle. Un personaje contradictorio que tiene problemas de conciencia cuando actúa con el pederasta tal y como le pedía el cuerpo en aquel momento.
Como thriller resulta un poco confuso, pero entretenido. Sin embargo, el giro final del guión hace que el castillo de naipes se desmorone arrasando los cimientos de lo que habíamos visto hasta ese momento (ver spoiler).
La realización no está mal, un punto efectista. Casey Affleck no lo hace mal, pero resulta un poco blandito para el personaje. Michelle Mohaghan está de florero: sin su personaje se sigue entendiendo la historia y sólo tiene sentido al final, cuando pone a Affleck en la disyuntiva de elegir entre justicia y legalidad. Ed Harris y Morgan Freeman se limitan a aportar su oficio. La que se luce es Amy Ryan, con un personaje más estúpido que malvado. Los figurantes nos muestran que en los USA también hay mucha gente fea y ordinaria. El último plano es lo mejor de esta inconsistente película.
La voz en off del protagonista, que nos guía a través de la película, a veces de forma superflua, comienza diciendo que nos caracterizan más las cosas que no elegimos: nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra familia. La misma forma de pensar que la de los novelistas naturalistas del XIX: somos herencia y ambiente social. Sin embargo, yo pienso lo contrario: somos lo que llegamos a ser a pesar de la influencia social y familiar. Y eso es lo que le ocurre a nuestro protagonista: sus principios están más cerca de los cauces legales convencionales que de la ley de la calle. Un personaje contradictorio que tiene problemas de conciencia cuando actúa con el pederasta tal y como le pedía el cuerpo en aquel momento.
Como thriller resulta un poco confuso, pero entretenido. Sin embargo, el giro final del guión hace que el castillo de naipes se desmorone arrasando los cimientos de lo que habíamos visto hasta ese momento (ver spoiler).
La realización no está mal, un punto efectista. Casey Affleck no lo hace mal, pero resulta un poco blandito para el personaje. Michelle Mohaghan está de florero: sin su personaje se sigue entendiendo la historia y sólo tiene sentido al final, cuando pone a Affleck en la disyuntiva de elegir entre justicia y legalidad. Ed Harris y Morgan Freeman se limitan a aportar su oficio. La que se luce es Amy Ryan, con un personaje más estúpido que malvado. Los figurantes nos muestran que en los USA también hay mucha gente fea y ordinaria. El último plano es lo mejor de esta inconsistente película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Que sentido tiene que un policía ejemplar necesite urdir una trama de secuestro para hacerse con la paternidad de una niña?¿No existe la adopción? Si el poli adopta un niño, que es lo normal, lo fácil y lo legal, ya no hay secuestro, ni retorcida conspiración, ni unos cuantos muertos, ni película.
3
27 de julio de 2011
27 de julio de 2011
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los créditos y el comienzo nos preparan para ver una marcianada tipo Lynch, pero esa atmósfera sólo vuelve a aparecer en muy pocos momentos (la fiesta del vecino y sus secuaces). Lo demás es bastante convencional. Los terroristas resultan ser unos genios de la manipulación y, aunque están "tronaos", no dan puntada sin hilo. El hombre de paja y sus allegados resultan fácilmente manipulables. La conspiración encaja y la versión oficial resulta creible y tranquilizadora.
Un tema tan serio como el terrorismo se trivializa. Aparte de la pura maldad, no conocemos cual es es móvil de los terroristas. El protagonista, y nosotros con él, siempre vamos por detrás de los acontecimientos y, aún así, no hay sorpresas. Al llegar al final ya nos hemos cansado de un guíón que manipula a los espectadores tanto como los terroristas al protagonista. Jeff Bridges y Tim Robbins son dos magníficos actores, pero esta no es su película.
De todas formas, creo que es un prejuicio personal pero, para mi, una película de conspiraciones o con trasfondo sobrenatural tiene que ser extraordinarimente buena para que me la crea. No es el caso.
Un tema tan serio como el terrorismo se trivializa. Aparte de la pura maldad, no conocemos cual es es móvil de los terroristas. El protagonista, y nosotros con él, siempre vamos por detrás de los acontecimientos y, aún así, no hay sorpresas. Al llegar al final ya nos hemos cansado de un guíón que manipula a los espectadores tanto como los terroristas al protagonista. Jeff Bridges y Tim Robbins son dos magníficos actores, pero esta no es su película.
De todas formas, creo que es un prejuicio personal pero, para mi, una película de conspiraciones o con trasfondo sobrenatural tiene que ser extraordinarimente buena para que me la crea. No es el caso.

7,6
2.482
6
30 de marzo de 2014
30 de marzo de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que la crítica y la historiografía cinematográficas españolas lo que más han valorado en el cine que se produjo durante el franquismo ha sido su capacidad para realizar una crítica soterrada del régimen. Es lógico que las películas de Bardem, Berlanga o Ferreri ocupen los puestos más altos en la apreciación de los críticos, porque a sus reviradas visiones sobre la realidad española se unían altas dosis de calidad cinematográfica. Quizás por su carácter menos comprometido, el cine de género no ha sido tan bien valorado.
"Los peces rojos" es una película de género, un film noir con regusto castizo. Una intriga criminal con muy poco misterio. Y no digo esto con ánimo de desmerecer. Desde el arranque de la historia, antes del primer flash-back, ya sospechamos cual es el secreto que esconden sus protagonistas. Este secreto se desvela (o se confirma) bastante antes del final y, a partir de ahí sólo queda la incertidumbre (poca) de saber si se descubrirá el engaño.
El protagonista es digno de Hitchcock y su querencia por el psicoanálisis: un escritor de novelas de fantasía fracasado que ejerce como demiurgo y que tiene una maleta de manuscritos sin publicar que pesa como un muerto. La Penella pone el punto más racial interpretando a la "pájara", que es como se dice en castizo femme-fatale. La ambientación en un triste teatrillo de variedades es muy reveladora del panorama de grisura imperante. Hay algún toque de humor surrealista y la realización es más que correcta. Leo por ahí que se había previsto otro final más congruente.
"Los peces rojos" es una película de género, un film noir con regusto castizo. Una intriga criminal con muy poco misterio. Y no digo esto con ánimo de desmerecer. Desde el arranque de la historia, antes del primer flash-back, ya sospechamos cual es el secreto que esconden sus protagonistas. Este secreto se desvela (o se confirma) bastante antes del final y, a partir de ahí sólo queda la incertidumbre (poca) de saber si se descubrirá el engaño.
El protagonista es digno de Hitchcock y su querencia por el psicoanálisis: un escritor de novelas de fantasía fracasado que ejerce como demiurgo y que tiene una maleta de manuscritos sin publicar que pesa como un muerto. La Penella pone el punto más racial interpretando a la "pájara", que es como se dice en castizo femme-fatale. La ambientación en un triste teatrillo de variedades es muy reveladora del panorama de grisura imperante. Hay algún toque de humor surrealista y la realización es más que correcta. Leo por ahí que se había previsto otro final más congruente.
10
1 de marzo de 2014
1 de marzo de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una demostración de que el arte es la adecuación de la forma al contenido. La historia que nos cuenta no deja de ser un discreto melodrama: una joven pareja de una ciudad de provincias vive un apasionado romance, pero las circunstancias y el tiempo defraudan sus ilusiones y las convierten en recuerdos. Historia nimia y cotidiana que le puede ocurrir a cualquiera.
Hay admiración y homenaje al musical americano, pero el hallazgo de Demy es que todos los diálogos son cantados. Es la demostración de que el componente esencial del cine es el mismo que el de la música: el tiempo. Diálogos y acción se acompasan a la música y ponen en evidencia que el buen cine es un arte coreográfico en el que se ordenan sonidos y silencios de forma armónica.
El otro componente esencial del cine es el espacio y Demy lo domina integrando la cámara dentro de la coreografía. El tiempo fluye con elaborada naturalidad a través de la música, los diálogos, los movimientos de la cámara y de los actores en tan perfecta sincronización que eleva a la categoría de arte una historia tan pequeña.
Para reforzar el carácter de artificio que supone la creación cinematográfica, los espacios también son estilizados por el uso de colores saturados que van evolucionando a gamas más neutras, de acuerdo a la evolución de los personajes. La omnipresente música alcanza cotas inigualables de emoción con el recurrente tema central. Y Catherine Deneuve está tan hermosa que no puede ser real.
Hay admiración y homenaje al musical americano, pero el hallazgo de Demy es que todos los diálogos son cantados. Es la demostración de que el componente esencial del cine es el mismo que el de la música: el tiempo. Diálogos y acción se acompasan a la música y ponen en evidencia que el buen cine es un arte coreográfico en el que se ordenan sonidos y silencios de forma armónica.
El otro componente esencial del cine es el espacio y Demy lo domina integrando la cámara dentro de la coreografía. El tiempo fluye con elaborada naturalidad a través de la música, los diálogos, los movimientos de la cámara y de los actores en tan perfecta sincronización que eleva a la categoría de arte una historia tan pequeña.
Para reforzar el carácter de artificio que supone la creación cinematográfica, los espacios también son estilizados por el uso de colores saturados que van evolucionando a gamas más neutras, de acuerdo a la evolución de los personajes. La omnipresente música alcanza cotas inigualables de emoción con el recurrente tema central. Y Catherine Deneuve está tan hermosa que no puede ser real.

6,9
1.091
9
26 de junio de 2011
26 de junio de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que es cierto es que, si la hubiese visto antes, la recordaría, porque es francamente buena. Es más un thriller que una peli de guerra. Incluso, es más un drama que una bélica. Hay suspense del bueno, tanto en la acción como en la relación entre los personajes. Personajes complejos y llenos de contradicciones: un pacifista metido, contra su voluntad, a hombre de acción; un hombre de honor al servicio de unas ideas abyectas; una muchacha herida y orgullosa dispuesta a las mayores humillaciones en beneficio de su causa. En esta guerra sabemos quienes son los buenos y quienes los malos, pero los héroes y los villanos se reparten por igual en ambos bandos, sin maniqueismos, con la misma crueldad.
Los giros del guión estrechan cada vez más a los "buenos" y los diálogos son directos y, en ocasiones, brutales. No creo que esta película se estrenase en España en el año de su producción y, si lo hizo, sería seriamente mutilada por la censura. Las piezas del guión están muy bien ajustadas y la puesta en escena se hace notar por el virtuosismo en el manejo de la cámara, que se mueve ágilmente en los limitados y magníficos escenarios. Destacar los estupendos planos aéreos. La fotografía y la música contribuyen al muy notable acabado formal de la cinta.
A Brando se le puede perdonar que sobreactúe un poco. Brynner me parece cada vez mejor actor. Creo que no le había valorado nunca lo suficiente. Janet Margolin salva un papel difícil y el resto del elenco, fundamentalmente alemán, raya a gran altura. Esta película me recuerda, por su conjunción de acción, virtuosismo técnico, compromiso y profundidad psicológica, a "El tren", la obra maestra que dirigió un año antes John Frankenheimer.
¿Por qué en la filmografía de Bernhard Wicki hay sólo cuatro películas como director? Que lástima de talento desaprovechado.
Los giros del guión estrechan cada vez más a los "buenos" y los diálogos son directos y, en ocasiones, brutales. No creo que esta película se estrenase en España en el año de su producción y, si lo hizo, sería seriamente mutilada por la censura. Las piezas del guión están muy bien ajustadas y la puesta en escena se hace notar por el virtuosismo en el manejo de la cámara, que se mueve ágilmente en los limitados y magníficos escenarios. Destacar los estupendos planos aéreos. La fotografía y la música contribuyen al muy notable acabado formal de la cinta.
A Brando se le puede perdonar que sobreactúe un poco. Brynner me parece cada vez mejor actor. Creo que no le había valorado nunca lo suficiente. Janet Margolin salva un papel difícil y el resto del elenco, fundamentalmente alemán, raya a gran altura. Esta película me recuerda, por su conjunción de acción, virtuosismo técnico, compromiso y profundidad psicológica, a "El tren", la obra maestra que dirigió un año antes John Frankenheimer.
¿Por qué en la filmografía de Bernhard Wicki hay sólo cuatro películas como director? Que lástima de talento desaprovechado.
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