Empieza bien, y acaba bien, y es corta aunque en ocasiones se hace larga. Se nota que estamos en los ochenta, y eso que transcurre íntegramente en el interior de una fábrica.
Las interpretaciones bastantes buenas, música también, y la escena previa al lio es bastante creíble, luego ya resulta que como alguien dice "no se sabe de qué lado estamos", consigue despistar al espectador, y aunque al fin todo se aclara, transcurren momentos muy confusos; para todos.

Una pequeña historia en Dublín, plagada de entrañables momentos musicales, si te gusta la música te gustará la película.
Atmósfera pausada en todo su recorrido, reconfortante, disfrazando tal vez un amor de amistad, y recordando a su vez con nostalgia otros amores que se perdieron. Esto es poesía.
El guión es bastante simple, pero no por ello pierde fuerza, mezclándose dramas, alegrías, tristezas y otros sentimientos, que pacientemente iremos descubriendo en el transcurso de la misma.

Dividida para el mejor orden y más fácil inteligencia de la materia, al estilo de pulp fiction, en capítulos, con más o menos coherencia a la hora de ser ensamblados.
Película con muchos altibajos, pero a juzgar por la propaganda que se le ha dado, cabía esperar más de ella.
Son criticables los diálogos interminables que tienen lugar a lo largo de las historias, la fantasía total de la peli que cuenta unos hechos que nada tuvieron que ver con la realidad, todo inventado, y luego una historia en su conjunto con lagunas, vamos que no cuela.
Es una película diferente, por algo es de Tarantino, y ahí está su estilo, pero siendo buena no llega a divertir ni a enganchar tanto como al principio, no obstante no se hace larga. La interpretación de los "bastardos" no es muy buena ni creible, especialmente la de Brad Pitt.
A pesar de todo ello no es mala, creo que es razonablemente buena, por eso le pongo un 7 sobre 10.

Bueno, pues nada tu mismo.
Curiosidades: en Finlandia los jueces no llevan togas, ni los abogados tampoco.
Los uniformes de los presos parecen disfraces, son negros con rayas verticales finas.
Los cafés valen dos euros en Finlandia.
El whiskey (o aguardiente de cereales para entendernos) y el vodka se beben sin hielo, en vaso de caliche, y el camarero tiene dosificador a la hora de servir.
No es común decir hasta luego o adios cuando te vas de algún sitio.
Respecto de la historia en sí, he de decir que la chica es buena (las dos chicas), lo que pasa es que para la rubia es tarde para remordimientos. Respecto al protagonista he de decir que es alguien a quien comprenderá el que esté abierto a otras culturas.
No tengo más que decir.

Familia totalitaria cuya única ocupación es buscar la forma de inhibir las capacidades cognitivas de sus dos hijas y su hijo, de forma que controlen, y realmente lo hacen, el pensamiento de sus descendientes, o sea les practican un lavado de cerebro.
El objetivo es privar de libertad a los individuos, que admiten informaciones, y razonamientos carentes de toda lógica. Un zombi por ejemplo, es una florecilla amarilla, un coño es una lámpara, los aeroplanos son artilugios de juego.
Parece simple la historia, pero es escalofriante, compleja y repleta de matices que nos hacen reflexionar, y de que modo.
No es una película comercial, no es apta para todos lo públicos, no esperen acción al uso, sí en cambio turbios manejos que nos hacen reflexionar sobre las miserias del ser humano, y el papel de la educación y la desinformación.
Cinta negativa y contundente, que presenta situaciones indeseables y reprobables, y puedo asegurar que no da miedo sino pánico.