No es mi intención en esta crítica elogiar (ni hace falta a esta altura) esta divertida serie animada. Intentare ir un paso más allá tratando de desvelar el motivo de este singular éxito a nivel mundial.
La serie nació, y se mantiene, como una crítica constante hacia todas las facetas (políticas, sociales, sistemáticas) de la sociedad estadounidense. Como tantas otras obras formó un espejo en el que el ciudadano normal podía mirar y reirse del vecino de al lado, del político local o, incluso, de uno mismo. En fin, un reflejo de la forma de vida de la sociedad norteamericana, representada por una familia de clase media.
Entendería su éxito si este se limitara solo a Estados Unidos, Europa o los paises del primer mundo, ya que son ellos los que viven en una sociedad semejante a la representada y se deben sentir identificados con la serie.
Pero lo que no logro entender es el éxito que tiene en mi país. Todos mis compatriotas me dicen que se sienten identificados. Ahora yo, como argentino tercermundista que soy, les pregunto: ¿en donde se ven identificados? ¿Hay algún punto de comparación entre la forma de vida de una sociedad tercermundista y una estadounidense? ¿Cuál?
No se puede comparar el poder adquisitivo de una persona de clase media norteamericana con el de una latinoamericana. Solo bastan los ejemplos de la serie para confirmarlo: Homero es un empleado mas de una fabrica, ni su propio jefe lo conoce; Marge ni trabaja. Sin embargo, poseen una hermosa casa y dos autos. ¿Que argentino de clase media puede darse ese lujo?
Ninguno honesto, seguro esta. Dificilmente la "comunidad filmaffinity" entienda a lo que me refiero, ya que la gran mayoría de los usuarios son españoles. Pero espero que los otros usuarios, latinoamericanos tercermundistas como yo, que frecuentan esta página, comprendan a que me refiero con esta crítica y no se sientan identificados con la serie, que, repito, es un reflejo de las sociedades primermundistas. No de la nuestra. Espero que tomen a la serie como un mero y divertido entretenimiento para pasar el rato. Y nada más.