He decidido hacer esta crítica desde la distancia y de manera objetiva, sin involucrar el hecho que desde el minuto veinte (más o menos) sabes lo que está pasando y cómo se va a desarrollar la película (el tema está más que trillado). Entonces ¿Qué le queda al director para hacer una buena película sobre este tema recurrente? Pues ir colocando pistas y símbolos a lo largo de toda la película para que en su conjunto luego vayas encajando las piezas. Pero ¿Qué ocurre? Pues que el tema es tan obvio que no te hace falta esperar hasta el final de la película para que todas esas piezas de puzle, que van apareciendo escena a escena, ese simbolismo, ese engranaje pierda interés.

En cuanto a la temática de la película es bastante variada, pasando unos momentos como thriller, en otros momentos como misterio, drama, terror...aunque de esto último tengo que decir que poco, muy poco.

Los planos están muy conseguidos y la verdad que sí he encontrado belleza visual en la mayoría de ellos. En definitiva: la recomiendo ver pero no ir al cine a verla.

Tiene todos los elementos que caracterizan las películas de terror
adolescente: asesino que no atiende a razones, sangre, persecuciones,
puertas que siempre se abren bien excepto cuando te persigue el
asesino...vamos que tiene momentos de tensión y sustos. Además se le
añade la buena iluminación y ambientación que consigue el director.
Hasta aquí todo bien, excepto cuando a la protagonista le da por ser
Rambo. De pasar a asustarse con el simple reflejo en un cristal de su
hijo recién levantado (jeje) o hacérselo en las bragas con el simple
hecho de oír el nombre de Michael Myers, a perseguir ella solita al
asesino incluso a acabar con él. Entonces se convierte en lo de
siempre: gato y ratón, ratón y gato. Ahora no se sabe quién es el
asesino: si él o ella. Pero por lo general la película es entretenida y
cumple con los requisitos de película de suspense/terror.

Esta es una de esta películas que conforme avanza y sin haber pasado cinco minutos, uno ya sabe cómo va a transcurrir el devenir de las cosas y algún giro de guion que te sorprende lo que un tarda en decir «Oh».
Hay actores regulares, otros malos y alguna que otra que se salva (en mi opinión María Morales está fabulosa).
La trama es simple y los diálogos parecen sacados de una servilleta de bar del centro de Madrid.

Luego está el argumento central. ¿Qué es esto, una promoción del Ministerio de Igualdad?

Aún así, la película, si conseguimos despejar la mente de ideología alguna, se deja ver y no considero que sea una pérdida de tiempo. Leo Harlem será buen o mal actor, pero cuando sale en pantalla y habla hipnotiza y capta la atención del espectador.

Entretiene, eso sí. Es una película que para aquellos que estamos interesados en el tema del terrorismo, y en particular en el de ETA, es interesante de ver por descubrir el punto de vista del director. No niego que he intentado ver la película desde una cierta distancia y objetividad sin basarme en pensamientos de justicia por todos aquellos que la banda terrorista ETA mató de forma dolosa y aquellas que fueron eventuales (no olvidemos esos niños quemados vivos por el mero hecho de jugar al lado de un coche bomba), pero sorpresa la mía cuando la película nos intenta meter con calzador que los terroristas eran gente luchadora, compañera incluso, partidarios de la libertad, incluso justos (pagan a los propietarios del chalet por la comida que consumen).

No nos equivoquemos. No podemos afirmar, como en otras críticas he leído, que la lucha armada de ETA fue algo impuesto por las circunstancias de la época en que se vivía, esa de la transición. Dejando a un lado otras formas de terrorismo de esos tiempos y de otras procedencias (que lo hubo, no olvidemos los GAL), tan repudiable como el de ETA, desde el mismo momento en que existieron víctimas inocentes de esa lucha armada, no es de recibo afirmar que no hubo elección. Siempre hay elección. Otras formas de conseguir el objetivo. Por esos repito: los terroristas son gente abominable, fanáticos, que anteponen su objetivo a la vida de personas víctimas eventuales de sus actos.

En cuanto a la película, entretiene. Los actores hacen un trabajo plano, no emocionan, no empatizan con el espectador. Tal vez sea el gran repertorio que existe de actores pero no he encontrado ningún personaje que destaque en esta historia. De ahí mi título de la crítica.