Es una de esas películas donde el guión se representa regular y no cae en la calificación de malo solo por el recurso de los FX, las interpretaciones actorales son toscas y los diálogos carecen de atracción para ser seguidos por el espectador.

La historia se desarrolla con poca credibilidad, hay un abuso de los recursos para generar tensión y se consigue aburrir y hacer sentir al espectador que algo no está funcionando en lo que se ve.

De no ser por los FX la película parecería realizada por estudiantes de cine, la puesta en escena es correcta.

Una película bella, la puesta en escena, la estética, el guion y la dirección de actores que se destaca como pocas películas, las miradas son una señal distintiva de este film.

Los movimientos de cámara, el arte hacen que la película sea muy agradable, las escenas de intimidad desbordan de sensualidad y la elípsis acompaña el climax de esos cuerpos donde hay pasión y a veces pecado y culpa.

Es una película que recomendaría sin dudarlo.

La película es presentado como un drama/suspenso, pero la realidad es que es floja en cuanto al guión,las tomas son bien logradas y quizás sea en ese punto visual donde se transforma en una película regular.

La protagonista femenina es bien interpretada, pero su rol no termina de acoplarse al género donde se supone está dirigida la película.

Tiene algo de drama no bien desarrollado, la acción es buena, con lo cual si no tiene otra opción y se conforma con pasar un rato sin un suspenso que lo atrape, es una película para mirar son grandes espectativas.

Esperaba mucho más del documental, poca investigación sobre el caso, lo que se muestra es una recopilación periodística y la opinión subjetiva de algunos protagonistas del corto que no aportan nada nuevo a lo que se construyo desde los medios en el pensamiento de la sociedad.

A esta altura de los hechos, hay una orfandad de seguimiento de los involucrados en el tiempo, salvo por la mención referencial de las condenas y su cumplimiento.

Se puede decir que desde el punto de vista cinematográfico la resolución del conflicto es ingenuo y el guión poco comprometido.

La sensación que genera en el espectador es de que termina suavizando a las figuras políticas que participan y a las que se mencionan, cuando se sabe existio una protección política del caso para que todo se reduzca a lo ocurrido y que refuerza el documental, solo en un momento se desliza como un comentario que no se investigó ni desarrollo respecto a inversiones millonarias del narcotráfico.

El director Alejandro Hartmann se ha destacado en la creación de video clips musicales, pero salvo en lo estético, en un documental sobre un crimen icónico de la historia Argentina, termina desafraudando.

Es un film que no destaca en nada, las actuaciones son correctas, el guion es sencillo y poco eficiente en cuanto por momentos es predecible y roza lo fantástico quitándole frescura, ante lo natural en este tipo de películas.

Quizás lo más destacable son las escenas que muestran en avance del narcomenudeo como brazo necesario de los narcotraficantes que entre lujos y excesos se posicionan como actores de poder al controlar las calles impartiendo miedo y reclutando vendedores.

El recurso del héroe caído que regresa para ofrecer su vida es trillado y se vuelve agradable cuando mezclan lo religioso en una danza que aporta algo distinto a lo que se esperaba de un personaje bastante chato.