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Críticas ordenadas por utilidad
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Serie

7,3
515
9
14 de agosto de 2013
14 de agosto de 2013
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente remake de "In Treatment" de la HBO, que a su vez fue un notable remake de la serie israelita "Be Tipul". ¿Cómo una serie sobre psicoterapias no iba a tener una versión argentina?
La apuesta es la misma en los tres casos, y se trata de una apuesta de alto riesgo: conversaciones entre cuatro paredes, un terapeuta y un paciente por sesión y capítulo, planos y contraplanos, un guión envolvente y unas interpretaciones tan trabajadas que diríase que son improvisadas… Las derivadas no pierden un ápice de valor. En mi opinión, incluso esta versión argentina gana en un aspecto: la emotividad explícita, que unida a las enormes interpretaciones de las que hacen gala todas las versiones y cada uno de los capítulos, logran llegar al corazón del espectador como dardos en carne viva.
Un realismo que fascina, una sencillez que sorprende..."más intimidad - dice uno de los pacientes - que en la mayoría de matrimonios"…
Las confesiones te dejan atónito, las historias son tan adictivas que cuesta someterte al orden establecido por la serie, capítulo a capítulo… porque son casos cercanos con los que empatizas casi sin querer.
Mención especial para la interpretación de Julieta Cardinali, Ailín Salas y Dolores Fonzi. Si el nivel interpretativo de todo el elenco es sobresaliente, ellas están de matrícula de honor. Cuesta asumir que se trata de un guión aprendido. Roza la genialidad.
Gracias Maci. Demuestras que un remake puede añadir un plus.
La apuesta es la misma en los tres casos, y se trata de una apuesta de alto riesgo: conversaciones entre cuatro paredes, un terapeuta y un paciente por sesión y capítulo, planos y contraplanos, un guión envolvente y unas interpretaciones tan trabajadas que diríase que son improvisadas… Las derivadas no pierden un ápice de valor. En mi opinión, incluso esta versión argentina gana en un aspecto: la emotividad explícita, que unida a las enormes interpretaciones de las que hacen gala todas las versiones y cada uno de los capítulos, logran llegar al corazón del espectador como dardos en carne viva.
Un realismo que fascina, una sencillez que sorprende..."más intimidad - dice uno de los pacientes - que en la mayoría de matrimonios"…
Las confesiones te dejan atónito, las historias son tan adictivas que cuesta someterte al orden establecido por la serie, capítulo a capítulo… porque son casos cercanos con los que empatizas casi sin querer.
Mención especial para la interpretación de Julieta Cardinali, Ailín Salas y Dolores Fonzi. Si el nivel interpretativo de todo el elenco es sobresaliente, ellas están de matrícula de honor. Cuesta asumir que se trata de un guión aprendido. Roza la genialidad.
Gracias Maci. Demuestras que un remake puede añadir un plus.
6
13 de noviembre de 2011
13 de noviembre de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Florida. Playas, pantanos…The Glades…Sol. Chicas en bikini… El protagonista encaja en el paisaje como un guante, y sin embargo viene de fuera. Listo, simpático y vivaracho. Eficaz detective preguntón a medio camino entre un joven Colombo rubiales y buenorro y la “Brenda Leigh” interpretada por la premiada Kyra Sedgwick de “The Closer”, especializada en sagaces interrogatorios. Aquí, y con un tono de drama desenfadadazo muy similar al de esa otra serie, este detective, oriundo de Chicago, también utiliza el sorprendente poder de las preguntas para orientar los casos más “originales”.
Se ve con agrado si no buscas más allá de lo que ofrece. Casting conjuntado, acordes tonificadores, paisajes cuidados, sólida producción. Entretenimiento con oficio. Intrigas del Reader’s Digest actualizadas al espectáculo televisivo de nuestros días…
Puede generar riadas de fans cargadas de estrógenos. Como si lo viera… Y es que el chico lo tiene todo… Hasta la fama de ligón cicatrizada en su prieto culo…¡Y no es retórica!
En fin Matt… ¿dónde estabas?
Se ve con agrado si no buscas más allá de lo que ofrece. Casting conjuntado, acordes tonificadores, paisajes cuidados, sólida producción. Entretenimiento con oficio. Intrigas del Reader’s Digest actualizadas al espectáculo televisivo de nuestros días…
Puede generar riadas de fans cargadas de estrógenos. Como si lo viera… Y es que el chico lo tiene todo… Hasta la fama de ligón cicatrizada en su prieto culo…¡Y no es retórica!
En fin Matt… ¿dónde estabas?
6
9 de abril de 2011
9 de abril de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que en un primer capítulo piloto se den las circunstancias para que una exitosa y reconocida letrada especializada en patentes pero cansada de todo y de todos, abra un bufete en una zapatería y haga con el liderazgo del barrio manteniendo ambos negocios, no sé si da para una serie, pero merece la pena darle un mínimo de confianza... Y si la protagonista es quien es, pues más.
Lo peor... el tono, a mi entender
Lo peor... el tono, a mi entender
Serie

5,8
129
5
9 de diciembre de 2019
9 de diciembre de 2019
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título hace referencia al profesional elegido por un grupo empresarial u organización que se encuentra en una situación difícil, para hablar oficialmente en su nombre a los medios de comunicación y al público en general, para responder preguntas y afrontar críticas. Flack. ¿Portavoz de Gabinete de Crisis?
Y es que se trata de eso. De resolver las situaciones de crisis más inverosímiles que puedan darse entre sus clientes, o “retos” - como ellas gustan de denominarlas -, desde una agencia de relaciones públicas de servicios plenos. Algo así como un Ray Donovan muy light, 0.0, y femenino más que feminista (no por casualidad emiten la serie en Cosmopolitan).
Es cierto que tal vez sea el personaje de “Eva”, interpretado por una rubísima y convincente Lydia Wilson, el único realmente construido con ingenio y una cierta originalidad, una yupy londinense y actualizada que “solo compra bolsos hechos por niños ecológicos”.
Estoy más con la crítica de Telegraph. Sus afilados diálogos, las situaciones excéntricas de sus clientes y las relaciones entre la protagonista y su cuñado, su hermana, y su pareja, la hacen, al menos, entretenida. Me temo que Stuart McGurk, de GQ, está entre los críticos más exagerados del planeta, o tal vez tuvo esa mala tarde que puede tener cualquiera.
Y es que se trata de eso. De resolver las situaciones de crisis más inverosímiles que puedan darse entre sus clientes, o “retos” - como ellas gustan de denominarlas -, desde una agencia de relaciones públicas de servicios plenos. Algo así como un Ray Donovan muy light, 0.0, y femenino más que feminista (no por casualidad emiten la serie en Cosmopolitan).
Es cierto que tal vez sea el personaje de “Eva”, interpretado por una rubísima y convincente Lydia Wilson, el único realmente construido con ingenio y una cierta originalidad, una yupy londinense y actualizada que “solo compra bolsos hechos por niños ecológicos”.
Estoy más con la crítica de Telegraph. Sus afilados diálogos, las situaciones excéntricas de sus clientes y las relaciones entre la protagonista y su cuñado, su hermana, y su pareja, la hacen, al menos, entretenida. Me temo que Stuart McGurk, de GQ, está entre los críticos más exagerados del planeta, o tal vez tuvo esa mala tarde que puede tener cualquiera.

6,0
660
10
26 de septiembre de 2010
26 de septiembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por eso. No, no porque sea menor, sino porque sólo lo es en apariencia. ¿Cómo llamar película menor a la que consigue, de forma sobresaliente, todos y cada uno de los objetivos que se marcaba?
¿O no es una película “encantadora” en todos los sentidos? … de esas que te embelesan y se te hacen cortas.
Su guión es complejo y redondo, pero se muestra sencillo y claro, muy fácil de deglutir y muy difícil de contar. Aborda una historia coral, con el modelo de un fresco inacabado, que contemplas ya a medio pintar y abandonas antes de prever su conclusión, en el que personajes con muy pocas frases en el guión, resultan conmovedores e inolvidables:
Ese hombre sin trabajo y con tres hijos, modelo de honestidad y guía turístico ocasional, que juega a la lotería y se hace fotos para un pasaporte falso que no puede pagar… Esa mujer que hace las camas en el hotel, y teme pasear por la playa porque no sabe nadar, y las olas le dan miedo, mientras no olvida a su Esperanza: una niña que entregó en adopción a las monjitas, porque ella era demasiado joven para ser madre de su propia hija y debía ser madre de sus seis hermanos pequeños… Ese niño de la calle que huele pegamento y no sabe qué hacer con un cuento sobre La Cabra, que le ha regalado una guiri norteamericana sin pararse a pensar si el niño sabe leer… Esa pareja de hecho, abogado – hostelera, Armendariz – Moreno, que se aprovechan de las norteamericanas que van a comprar al vivero de babys… Ese extraño y obsesivo "chapuzas" que alimenta su odio hacia el vecino del norte… La joven monjita enfermera y la nodriza que canta nanas a sus negritas, como hizo su madre y su abuela antes que ella… La administrativa que no sabe muy bien a qué bebé adjudicar cada foto y cada solicitud de adopción…
Y aún queda un ramillete de mujeres, perfectamente dibujadas e interpretadas. Las pre-mamás que están ansiosas pero no embarazadas. Unas norteamericanas que bajan al sur, dispuestas a “mancharse” con “todas las infecciones posibles… hasta las genéticas…” en busca del niño, la niña, el cachorro, el juguete o hasta ese algo que puede completar lo que se llega a percibir como un imperfecto cuerpo de mujer. Cada mujer busca una cosa distinta, algunas difíciles de justificar y, sin embargo, como una de ellas profetiza, todos los niños acabarán sobreviviendo a ellas, afortunadamente.
Gracias Sayles. Cuánta lucidez para volcar un tema tan complejo, trascendente y poliédrico, en una película, en apariencia tan sencilla, que muchos la tildaran de obra menor. Tú sabes que todo es grande en ella: el guión, la dirección de actores, sus interpretaciones, el montaje y el tema. Un tema incómodo y sangrante tratado sin atisbos de efectismo. Muy al contario, incluso:
¿Porqué a un niño que ya está bien, queremos dárselo todo, y a otro que no tiene nada, solo le compramos un cuento sobre La Cabra?
¿O no es una película “encantadora” en todos los sentidos? … de esas que te embelesan y se te hacen cortas.
Su guión es complejo y redondo, pero se muestra sencillo y claro, muy fácil de deglutir y muy difícil de contar. Aborda una historia coral, con el modelo de un fresco inacabado, que contemplas ya a medio pintar y abandonas antes de prever su conclusión, en el que personajes con muy pocas frases en el guión, resultan conmovedores e inolvidables:
Ese hombre sin trabajo y con tres hijos, modelo de honestidad y guía turístico ocasional, que juega a la lotería y se hace fotos para un pasaporte falso que no puede pagar… Esa mujer que hace las camas en el hotel, y teme pasear por la playa porque no sabe nadar, y las olas le dan miedo, mientras no olvida a su Esperanza: una niña que entregó en adopción a las monjitas, porque ella era demasiado joven para ser madre de su propia hija y debía ser madre de sus seis hermanos pequeños… Ese niño de la calle que huele pegamento y no sabe qué hacer con un cuento sobre La Cabra, que le ha regalado una guiri norteamericana sin pararse a pensar si el niño sabe leer… Esa pareja de hecho, abogado – hostelera, Armendariz – Moreno, que se aprovechan de las norteamericanas que van a comprar al vivero de babys… Ese extraño y obsesivo "chapuzas" que alimenta su odio hacia el vecino del norte… La joven monjita enfermera y la nodriza que canta nanas a sus negritas, como hizo su madre y su abuela antes que ella… La administrativa que no sabe muy bien a qué bebé adjudicar cada foto y cada solicitud de adopción…
Y aún queda un ramillete de mujeres, perfectamente dibujadas e interpretadas. Las pre-mamás que están ansiosas pero no embarazadas. Unas norteamericanas que bajan al sur, dispuestas a “mancharse” con “todas las infecciones posibles… hasta las genéticas…” en busca del niño, la niña, el cachorro, el juguete o hasta ese algo que puede completar lo que se llega a percibir como un imperfecto cuerpo de mujer. Cada mujer busca una cosa distinta, algunas difíciles de justificar y, sin embargo, como una de ellas profetiza, todos los niños acabarán sobreviviendo a ellas, afortunadamente.
Gracias Sayles. Cuánta lucidez para volcar un tema tan complejo, trascendente y poliédrico, en una película, en apariencia tan sencilla, que muchos la tildaran de obra menor. Tú sabes que todo es grande en ella: el guión, la dirección de actores, sus interpretaciones, el montaje y el tema. Un tema incómodo y sangrante tratado sin atisbos de efectismo. Muy al contario, incluso:
¿Porqué a un niño que ya está bien, queremos dárselo todo, y a otro que no tiene nada, solo le compramos un cuento sobre La Cabra?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mujeres rebuscando en el vivero del sur, mientras Rita Moreno, quejándose de su hijo sin oficio ni beneficio, sentencia: "Los hijos son una maldición"; y el hombre que le arregla el tejado le contesta: ¡Que me va a contar! Tengo ocho.
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