Con una apropiada fotografía y dominante musicalización, la película presenta una adecuada puesta en escena que sin ser densa resulta inquietante dentro del contexto de la trama, capturando de esta manera la esencia plasmada en la novela de la que se deriva.

Es drama de horror y fantasía que sin aires de lucir pretenciosa logra ser un moderado éxito acorde con las expectativas creadas.

Independientemente de su elegante ejecución en escena y aceptación moderada, esta película plantea un reto profesional para su directora Ishana Shyamalan, ya que su manera de hacer cine representa una versión menos pretenciosa del estilo característico de su padre M. Night Shyamalan.

Es una película de acción y aventuras con un alto matiz de violencia, gore y humor negro, que gracias a su elevado nivel de realización se sitúa en un destacado lugar entre producciones divertidas y exitosas con clasificación “R”.

Contrario a su predecesora, está secuela tiene como uno de sus principales atractivos que es impredecible en la mayoría de todo su metraje, lo que junto a su estética visual, trama y singular narrativa evidencia que su realizador contó con plena libertad creativa.

Con evidente presencia de un exagerado humor negro característico de su director, esta película pudo ser más efectiva si hubiese tenido una menor duración, ya que se aprecian escenas innecesarias que restan mayor agilidad, mientras otras sólo cubren la cuota egocéntrica y de parodias habituales de su realizador. No obstante, la buena aceptación de la crítica especializada y público en general, eclipsa por completo la apreciación de la primera película.

Es una película que sigue explotando la tendencia cruda, más realista y poco complaciente de personajes extraordinarios en un mundo cada vez más exigente y adaptado a la inmediatez del momento.

Es una película que combina eficientemente la acción y el horror partiendo de una trama que sin ser lo suficientemente pretenciosa, resulta entretenida y bien presentada.

Los momentos de suspenso bien manejados en la primera parte de la película, se pierden casi por completo en el segundo tramo, donde se da rienda suelta a lo sangriento y violenta acción en las alturas. Sus buenos momentos disculpan los menos acertados, logrando ser tan efectiva como propuestas de gran presupuesto destinados al mercado comercial.

Pese a existir tramas que guardan cierta similitud con la presentada en esta producción de Netflix, el director Peter Thorwarth logra una película sobria que se aleja de densidades argumentales o artilugios de efectos visuales que pudieran distraer la atención respecto al argumento base mostrado en está propuesta.

Francisco Maldonado / MúsicaCineTV

Es una producción que parte de la historia muy personal y melodramática del personaje central, cuyo guión evita los clichés y recurre a detalles comunes en la vida real, pero casi inusuales en las películas, para proporcionar suficientes elementos de credibilidad.

Vanessa Kirby es la gran revelación de esta película, cuyo histrionismo y dominio escénico evidencian que se trata de una buena actriz que estuvo aguardando el papel idóneo para destacarse. Junto a Ellen Bursthyn su actuación es de lo más destacado en los últimos tiempos.

Independientemente de la gran carga dramática, el director Kornél Mundruszó maneja con sutileza la puesta en escena e interacción argumental de los protagonistas, lo que pudo haberse convertido en una espiral monótona y más lenta de lo necesario sin el correcto enfoque del realizador.

Tan peculiar como los 30 minutos en que tardó en salir el título de la película, cuya principal escena que funge como prólogo tardó en filmarse dos días, Pieces of a Woman no es el asfixiante drama que deja lo mejor para el desenlace, ya que cada escena maneja con rapidez lo que ha de aportar cada subtrama y demás.

Francisco Maldonado: MúsicaCineTV

Cuenta con filtros de calidad cinematográfica y un casting de primera línea que es respaldado por veteranos en su realización, aunque se evidencian fallos en la narrativa, continuidad argumental y montaje.

Este es uno de esos guiones originales que parten de una premisa muy interesante y que pudiera ser la antesala de un nuevo universo de producciones derivadas, pero su accidentado tratamiento actúa como el refrán popular que se refiere a “destruir con los pies lo que se hizo con las manos”.

The Gorge es una entretenida propuesta cuya carismática presencia de sus protagonistas garantiza el interés de una fanaticada más fiel a ellos, que a los múltiples géneros presentes en la misma. Se trata de una producción cuya superficie elegante disculpa las fallas que le afectan.