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Críticas ordenadas por utilidad
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6,3
9.914
6
31 de enero de 2009
31 de enero de 2009
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de lo visto parece que a JCVD le toca reciclar, o reinventarse dando un giro de esos que tan bien hace Tarantino con actores en la cuesta abajo. No hay más héroe de acción que exprimir, ese producto que tan bien se vendió en los 80 hace tiempo que pasó de moda para convertirse en objetivo supuestamente legítimo de todo aquel que quiere probarse a sí mismo como escritor de críticas ácidas y corrosivas.
La película es un original experimento en el que Jean-Claude Van Damme se interpreta a sí mismo siendo el personaje principal de una historia ficticia. En unas vacaciones en Bélgica, se ve involucrado en un atraco. A pesar de ser una gloria nacional en este país, debido a un error, la policía le toma por el atracador, circunstancia que aprovechan los verdaderos atracadores para utilizar al actor como interlocutor. Una vez construida la historia, se insertan algunas situaciones cómicas con algunos buenos momentos de humor y otras situaciones dramáticas propias de un atraco con rehenes.
Sin embargo lo más impactante resulta ser la supuesta veracidad con la que se muestra la vida del actor en la realidad, con sus miedos y temores, con sus tropiezos con las drogas, con sus frustrados matrimonios, con sus disputas legales para conseguir la custodia de su hija, con sus problemas económicos y con el sufrimiento de ver el lento y agónico desplome de su carrera profesional. Una caída desde lo más alto, digna de ser escrita en un guión.
La película no sólo sirve para meditar sobre la vida del actor. También insta al espectador a hacer una reflexión:
- Conocemos las negativas consecuencias didácticas de ese tipo de cine que muestra la violencia como un medio lícito para hacer justicia, y del que JCVD fue una de sus estrellas más representativas. ¿Pero debiera esto de ser argumento suficiente para juzgar negativamente en el plano artístico a un actor? ¿Y debiera de ser justificación para dedicarle todo tipo de improperios sabiendo lo que puedan sufrir él y sus hijos?
En todo caso también podemos formularnos otras cuestiones:
- El hecho de que un actor se muestre humilde y vulnerable ante la cámara ¿Debiera de ser argumento para ser considerado mejor actor y ser más respetado artísticamente?
Pero sobretodo:
- ¿Cómo sabemos que se trata de un acto de redención, y no de una estrategia comercial para captar la atención del espectador apelando a lo que generalmente mejor funciona en el mundo del espectáculo, que es el morbo de ver como una estrella desnuda emocionalmente sus vergüenzas íntimas ante la cámara? Quizá después de ésta siga haciendo las películas de siempre…
Se puede interpretar de diferentes maneras, en todo caso la película resulta al menos interesante y se puede recomendar por ser original, a ratos divertida y por tener un contenido documental probablemente veraz.
La película es un original experimento en el que Jean-Claude Van Damme se interpreta a sí mismo siendo el personaje principal de una historia ficticia. En unas vacaciones en Bélgica, se ve involucrado en un atraco. A pesar de ser una gloria nacional en este país, debido a un error, la policía le toma por el atracador, circunstancia que aprovechan los verdaderos atracadores para utilizar al actor como interlocutor. Una vez construida la historia, se insertan algunas situaciones cómicas con algunos buenos momentos de humor y otras situaciones dramáticas propias de un atraco con rehenes.
Sin embargo lo más impactante resulta ser la supuesta veracidad con la que se muestra la vida del actor en la realidad, con sus miedos y temores, con sus tropiezos con las drogas, con sus frustrados matrimonios, con sus disputas legales para conseguir la custodia de su hija, con sus problemas económicos y con el sufrimiento de ver el lento y agónico desplome de su carrera profesional. Una caída desde lo más alto, digna de ser escrita en un guión.
La película no sólo sirve para meditar sobre la vida del actor. También insta al espectador a hacer una reflexión:
- Conocemos las negativas consecuencias didácticas de ese tipo de cine que muestra la violencia como un medio lícito para hacer justicia, y del que JCVD fue una de sus estrellas más representativas. ¿Pero debiera esto de ser argumento suficiente para juzgar negativamente en el plano artístico a un actor? ¿Y debiera de ser justificación para dedicarle todo tipo de improperios sabiendo lo que puedan sufrir él y sus hijos?
En todo caso también podemos formularnos otras cuestiones:
- El hecho de que un actor se muestre humilde y vulnerable ante la cámara ¿Debiera de ser argumento para ser considerado mejor actor y ser más respetado artísticamente?
Pero sobretodo:
- ¿Cómo sabemos que se trata de un acto de redención, y no de una estrategia comercial para captar la atención del espectador apelando a lo que generalmente mejor funciona en el mundo del espectáculo, que es el morbo de ver como una estrella desnuda emocionalmente sus vergüenzas íntimas ante la cámara? Quizá después de ésta siga haciendo las películas de siempre…
Se puede interpretar de diferentes maneras, en todo caso la película resulta al menos interesante y se puede recomendar por ser original, a ratos divertida y por tener un contenido documental probablemente veraz.

6,7
96.709
7
11 de octubre de 2007
11 de octubre de 2007
32 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan las películas de terror y suspense. Creo que le gustan a mucha gente porque estrenan pelis del género a porrillo. Pero casi siempre son flojas, y lo bueno es que aún sabiéndolo, seguimos viéndolas. Debe de ser porque cuando sale una buena la disfrutamos como enanos. Es algo así como las corridas de Curro Romero. Sale buena una de cada diez, pero la que sale se cae la plaza.
No se si la media es tan mala porque cineastas consagrados no abordan el tema, o porque hacer una buena es bastante díficil. En todo caso, solo sale un "El Sexto Sentido" o un "El Resplandor" una vez cada 10 años (con suerte).
El orfanato me ha parecido bastante buena. Se escapa de la media. Consigue que te metas en la película, que te la tomes en serio. Y te da unos buenos sustos. Te hace sentir lo que pretende que además es lo que andas buscando.
Pero lo malo es que lo hace con unos ingredientes bastante utilizados. Seguro que mucha gente va a decir que es una copia de algunas otras. Y lo cierto es que tiene similitudes con algunas películas del género, que ya tuvieron su éxito hace algunos años. Por ello no creo que sea especialmente recordada con el paso de los años.
Pero teniendo en cuenta lo difícil que parece que resulta hacer una película de "miedo" decente, para una cumplidora que estrenan, merece la pena verla. Es por ello que la recomiendo.
No se si la media es tan mala porque cineastas consagrados no abordan el tema, o porque hacer una buena es bastante díficil. En todo caso, solo sale un "El Sexto Sentido" o un "El Resplandor" una vez cada 10 años (con suerte).
El orfanato me ha parecido bastante buena. Se escapa de la media. Consigue que te metas en la película, que te la tomes en serio. Y te da unos buenos sustos. Te hace sentir lo que pretende que además es lo que andas buscando.
Pero lo malo es que lo hace con unos ingredientes bastante utilizados. Seguro que mucha gente va a decir que es una copia de algunas otras. Y lo cierto es que tiene similitudes con algunas películas del género, que ya tuvieron su éxito hace algunos años. Por ello no creo que sea especialmente recordada con el paso de los años.
Pero teniendo en cuenta lo difícil que parece que resulta hacer una película de "miedo" decente, para una cumplidora que estrenan, merece la pena verla. Es por ello que la recomiendo.

6,0
110.310
9
31 de enero de 2009
31 de enero de 2009
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores películas del cine actual. Sobresaliente demostración de eficiencia. No son sólo las brillantes interpretaciones, ni la conseguida ambientación, ni la magnífica partitura de James Newton Howard. La sublimidad resulta de reunir en tan sólo 108 minutos al menos tres elementos que individualmente consiguen que algunas películas sean consideradas como referentes:
- Una bellísima y emotiva historia de amor.
- Una inteligente reflexión sobre el efecto del miedo en la sociedad, mostrándolo además de dos formas diferentes. Miedo al progreso y miedo a lo desconocido.
- La tremenda habilidad de este director para crear una atmósfera de tensión y misterio, elemento común en todos sus trabajos anteriores.
Por si fuera poco, remata la historia con uno de los más asombrosos finales que se hayan visto. Memorable.
Obra maestra.
- Una bellísima y emotiva historia de amor.
- Una inteligente reflexión sobre el efecto del miedo en la sociedad, mostrándolo además de dos formas diferentes. Miedo al progreso y miedo a lo desconocido.
- La tremenda habilidad de este director para crear una atmósfera de tensión y misterio, elemento común en todos sus trabajos anteriores.
Por si fuera poco, remata la historia con uno de los más asombrosos finales que se hayan visto. Memorable.
Obra maestra.

6,2
25.052
7
13 de febrero de 2009
13 de febrero de 2009
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental rodado en forma de película, cuyo propósito no es entretener sino mostrar una realidad. Será entonces importante saber si da una imagen fiel del escenario, y no será fácil ya que los testimonios pueden estar contaminados por intereses personales. Además cada uno cuenta la historia según le ha ido. ¿Habrá alguien con el conocimiento y la objetividad necesaria para darnos una visión veraz del tema? Seguro que no todo el mundo estará de acuerdo con la imagen ofrecida en el libro y en la película. En todo caso, es innegable que da la impresión de que intenta ser franca, es más, su gran valor reside en la poderosa sensación que nos transmite de estar totalmente comprometida con la realidad.
Aséptica en cuanto a opiniones y reflexiones personales, ni el escritor del libro, ni el director parecen querer dar su versión del problema. Tampoco dan respuestas ni soluciones. No se trata de una narración cuyo propósito sea conmover primero y soltar la moraleja después. Se da por hecho que es un problema que dura ya muchos años y que no es tan fácil de resolver. El único propósito es constatar que el problema todavía existe, que no debe extenderse a la sociedad italiana en su conjunto, al igual que “La Cañada Real” no representa a la sociedad española en general, pero que sí es un problema real, que está localizado y que sigue ahí.
No se utilizan trucos de imagen y sonido que pretendan estimular artificialmente, generar sensaciones forzadas o exagerar emociones. La cámara se utiliza para que actúe de la misma manera que lo harían tus ojos si estuviesen allí, es decir, trasladarnos al escenario para que lo veamos in situ. A veces incluso molesta esos movimientos del objetivo, y que no se muestren los planos “más cómodos” de ver para el espectador. No se busca el encuadre perfecto. No es un ejercicio técnico. El compromiso con la realidad es total.
Grandes interpretaciones. Nadie que la vea pensará en los actores. Pensará en los personajes. Eso debe ser lo que se dice interpretar correctamente.
La forma en la que trata algunos problemas es realmente interesante. No te da la solución a la guerra de bandas, ni a la piratería, ni a la explotación laboral etc… porque nadie la tiene, pero al menos ayuda un poco a explicar el porqué.
Mención aparte el tema de los vertidos tóxicos. Especialmente sangrante. Ahí no cabe tolerancia, ni comprensión por la complejidad de las circunstancias. Es difícil imaginar algo peor que comprometer gravemente la salud de la población de una región entera.
Como espectador, no se puede recomendar la película para buscar diversión o entretenimiento. Su valor es documental. Hay que estar interesado en el tema o al menos sentir curiosidad. En este sentido no decepcionará a nadie.
Aséptica en cuanto a opiniones y reflexiones personales, ni el escritor del libro, ni el director parecen querer dar su versión del problema. Tampoco dan respuestas ni soluciones. No se trata de una narración cuyo propósito sea conmover primero y soltar la moraleja después. Se da por hecho que es un problema que dura ya muchos años y que no es tan fácil de resolver. El único propósito es constatar que el problema todavía existe, que no debe extenderse a la sociedad italiana en su conjunto, al igual que “La Cañada Real” no representa a la sociedad española en general, pero que sí es un problema real, que está localizado y que sigue ahí.
No se utilizan trucos de imagen y sonido que pretendan estimular artificialmente, generar sensaciones forzadas o exagerar emociones. La cámara se utiliza para que actúe de la misma manera que lo harían tus ojos si estuviesen allí, es decir, trasladarnos al escenario para que lo veamos in situ. A veces incluso molesta esos movimientos del objetivo, y que no se muestren los planos “más cómodos” de ver para el espectador. No se busca el encuadre perfecto. No es un ejercicio técnico. El compromiso con la realidad es total.
Grandes interpretaciones. Nadie que la vea pensará en los actores. Pensará en los personajes. Eso debe ser lo que se dice interpretar correctamente.
La forma en la que trata algunos problemas es realmente interesante. No te da la solución a la guerra de bandas, ni a la piratería, ni a la explotación laboral etc… porque nadie la tiene, pero al menos ayuda un poco a explicar el porqué.
Mención aparte el tema de los vertidos tóxicos. Especialmente sangrante. Ahí no cabe tolerancia, ni comprensión por la complejidad de las circunstancias. Es difícil imaginar algo peor que comprometer gravemente la salud de la población de una región entera.
Como espectador, no se puede recomendar la película para buscar diversión o entretenimiento. Su valor es documental. Hay que estar interesado en el tema o al menos sentir curiosidad. En este sentido no decepcionará a nadie.

8,4
35.337
8
24 de noviembre de 2008
24 de noviembre de 2008
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá la gente que sabe apreciar los aspectos técnicos del cine y que sabe valorarlos dentro de su época, disfrutará bastante de las películas clásicas. Saben reconocerles el mérito de que en ciertos elementos, no sólo técnicos sino también de guión o de interpretación, estos trabajos han sido pioneros, además de mil veces copiados en trabajos posteriores.
Para los que no valoramos en demasía estos aspectos, no tenemos esa capacidad de juicio y por tanto esa suerte a la hora de disfrutarlas (al menos de esa forma), y según pasan los años vamos perdiendo interés en las películas más antiguas. Es por ello que tendemos casi siempre a ver las más recientes.
Pero por muchos años que pasen, algunas como esta acaban sobreviviendo no sólo al gusto de los aficionados más entendidos sino también al del resto de la gente. Puede que algunos de sus principales atractivos, como pueden ser la intriga en sí, los diálogos y la interrelación de los personajes, sean conceptos que no se ven tan perjudicados con el paso del tiempo.
El hecho es que me ha parecido una película magnífica. Interesante de principio a fin, no contiene un solo fotograma, ni un sólo diálogo que sobre. O casi ninguno. Todo está perfectamente equilibrado para que nos enganche desde el principio, haciendo que mantengamos el interés por la intriga hasta el final. Y eso que parte de ese final nos lo muestran al comienzo, resultando el resto de la cinta un largo “flashback”.
Como han dicho algunos compañeros en sus críticas Edward G. Robinson está colosal, pero también el resto del reparto, si bien Barbara Stanwyck a pesar de su brillante trabajo no me parece la actriz ideal para enamorar al protagonista a primera vista (No creo además que una pulsera en una pierna pueda ser tan perturbador para nadie).
Recomendable para todo el mundo. También para los que no suelen ver cine clásico.
Sin ánimo de molestar, y dado que con frecuencia se suelen sacar a relucir con bastante facilidad los errores de algunas superproducciones modernas, no vendría mal admitir que los más incuestionables clásicos no son inmunes a dichos fallos. Los comento en “Spoiler”:
Para los que no valoramos en demasía estos aspectos, no tenemos esa capacidad de juicio y por tanto esa suerte a la hora de disfrutarlas (al menos de esa forma), y según pasan los años vamos perdiendo interés en las películas más antiguas. Es por ello que tendemos casi siempre a ver las más recientes.
Pero por muchos años que pasen, algunas como esta acaban sobreviviendo no sólo al gusto de los aficionados más entendidos sino también al del resto de la gente. Puede que algunos de sus principales atractivos, como pueden ser la intriga en sí, los diálogos y la interrelación de los personajes, sean conceptos que no se ven tan perjudicados con el paso del tiempo.
El hecho es que me ha parecido una película magnífica. Interesante de principio a fin, no contiene un solo fotograma, ni un sólo diálogo que sobre. O casi ninguno. Todo está perfectamente equilibrado para que nos enganche desde el principio, haciendo que mantengamos el interés por la intriga hasta el final. Y eso que parte de ese final nos lo muestran al comienzo, resultando el resto de la cinta un largo “flashback”.
Como han dicho algunos compañeros en sus críticas Edward G. Robinson está colosal, pero también el resto del reparto, si bien Barbara Stanwyck a pesar de su brillante trabajo no me parece la actriz ideal para enamorar al protagonista a primera vista (No creo además que una pulsera en una pierna pueda ser tan perturbador para nadie).
Recomendable para todo el mundo. También para los que no suelen ver cine clásico.
Sin ánimo de molestar, y dado que con frecuencia se suelen sacar a relucir con bastante facilidad los errores de algunas superproducciones modernas, no vendría mal admitir que los más incuestionables clásicos no son inmunes a dichos fallos. Los comento en “Spoiler”:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- La ya comentada atracción o amor a primera vista que el protagonista siente por una actriz que no destaca precisamente por su belleza, parece forzado. Y los comentarios sobre su supuesta atracción por las espectaculares piernas de Phyllise cuando baja la escalera, con la pulsera en el tobillo, me parece excesivo.
- El señor que reclamaba el cobro de una indemnización por su camión incendiado, firma la renuncia a la reclamación del seguro sin ningún tipo de objeción, ni duda, ni queja, ni lectura de lo que estaba firmando. Al salir del despacho llega a la puerta, y Barton Keyes se burla de él “enseñándole” a salir: “debe agarrar el pomo, y girarlo para finalmente tirar de él y abrir la puerta”. Al tipo no sólo se le pasa de repente el disgusto de perder los 1200 $ del camión, sino que responde a la burla con una sonrisa de agradecimiento, por haber "aprendido" a abrir una puerta. El chiste resultó un poco patético.
- Cuando Walter llama a la casa el primer día, la sirvienta lo rechaza. Sin embargo él, con toda naturalidad entra por la fuerza empujando. Eso se considera tan normal.
- Tras la insinuación de la protagonista para matar al marido (Que ya de por sí es un hecho un poco forzado), Walter Neff toma la decisión de llevarlo a cabo en un suspiro, sin apenas dudar.
- Si matan al marido asfixiándolo con un cinturón, ¿Cómo es que no sale en la autopsia?
- La puerta del apartamento se abre hacia fuera!
- El recurso del coche que no arranca en el momento más oportuno, estaba bastante trillado hasta en los años 40.
- Phillys es una mujer fría y malvada, capaz de asesinar a cualquiera por dinero (Incluido su marido). Dispara a Walter hiriéndole. Sin embargo, cinco segundos después cambia de idea y a sabiendas de que Walter quería matarle a ella, se entrega a él por amor. Lógicamente Walter lo aprovecha para matarle. Parece un poco absurdo.
- Walter estaba herido y tenía prisa por ir a la frontera. Pero tiene tiempo de ir a la oficina de seguros a hacer una confesión!
- El tipo del tren vio la cara de Walter porque dice que le suena. Para que le suene, le tuvo que ver la cara, porque sino, no le sonaría. Y sin embargo no recuerda que fue en el tren donde lo vio, cuando habían transcurrido tan solo un par de días.
Puede que algunas de esas cosillas tengan una explicación que yo no entendí. Pero otras seguramente serán errores. Y cuando se producen en películas comerciales la gente se ensaña un poco. Siempre que no tengan demasiada importancia, no deberían de molestarnos ni cuando se trata de un clásico, ni cuando se trata de una película más corriente.
Y por supuesto, no por unos pocos errores “Perdición” deja de ser un peliculón.
- El señor que reclamaba el cobro de una indemnización por su camión incendiado, firma la renuncia a la reclamación del seguro sin ningún tipo de objeción, ni duda, ni queja, ni lectura de lo que estaba firmando. Al salir del despacho llega a la puerta, y Barton Keyes se burla de él “enseñándole” a salir: “debe agarrar el pomo, y girarlo para finalmente tirar de él y abrir la puerta”. Al tipo no sólo se le pasa de repente el disgusto de perder los 1200 $ del camión, sino que responde a la burla con una sonrisa de agradecimiento, por haber "aprendido" a abrir una puerta. El chiste resultó un poco patético.
- Cuando Walter llama a la casa el primer día, la sirvienta lo rechaza. Sin embargo él, con toda naturalidad entra por la fuerza empujando. Eso se considera tan normal.
- Tras la insinuación de la protagonista para matar al marido (Que ya de por sí es un hecho un poco forzado), Walter Neff toma la decisión de llevarlo a cabo en un suspiro, sin apenas dudar.
- Si matan al marido asfixiándolo con un cinturón, ¿Cómo es que no sale en la autopsia?
- La puerta del apartamento se abre hacia fuera!
- El recurso del coche que no arranca en el momento más oportuno, estaba bastante trillado hasta en los años 40.
- Phillys es una mujer fría y malvada, capaz de asesinar a cualquiera por dinero (Incluido su marido). Dispara a Walter hiriéndole. Sin embargo, cinco segundos después cambia de idea y a sabiendas de que Walter quería matarle a ella, se entrega a él por amor. Lógicamente Walter lo aprovecha para matarle. Parece un poco absurdo.
- Walter estaba herido y tenía prisa por ir a la frontera. Pero tiene tiempo de ir a la oficina de seguros a hacer una confesión!
- El tipo del tren vio la cara de Walter porque dice que le suena. Para que le suene, le tuvo que ver la cara, porque sino, no le sonaría. Y sin embargo no recuerda que fue en el tren donde lo vio, cuando habían transcurrido tan solo un par de días.
Puede que algunas de esas cosillas tengan una explicación que yo no entendí. Pero otras seguramente serán errores. Y cuando se producen en películas comerciales la gente se ensaña un poco. Siempre que no tengan demasiada importancia, no deberían de molestarnos ni cuando se trata de un clásico, ni cuando se trata de una película más corriente.
Y por supuesto, no por unos pocos errores “Perdición” deja de ser un peliculón.
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