You must be a loged user to know your affinity with gabo
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,7
11.271
10
4 de marzo de 2022
4 de marzo de 2022
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe una clara y evidente razón de la que este remake es casi imposible de comparar con la obra maestra estrenada por la dupla Wise/Robbins en 1961 y es que en esa película en sus formas evidenciaba claramente una visión vanguardista en la puesta en escena hasta rompedora en lo que se refiere a las danzas de Robbins y la deformación de la imagen por parte de WIse, donde esta era manipulada por los estados de animo de los personajes como ejemplo de esto tenemos la introducción al baile, con una magistral Natalie Wood girando y a su vez mezclando todos los colores que conformaban el Technicolor o aquel primer encuentro entre Tony y María donde la imagen se vuelve abstracción de ambos tortolos enamorados bailando mientras todo desaparece a su alrededor.
Por su parte en esta magistral readaptación de Spielberg se mira hacia el pasado, pero no a Wise sino a Minnelli y Donen debido a la ultra estilización de la puesta en escena, manifestado en la diversidad de recursos fílmicos utilizados, haciendo de este musical algo que no se ve en pleno siglo XXI donde abunda el musical afrancesado como en La La Land o intentos superfluos y toscos lanzados en años recientes como Les Misérables, donde su puesta en escena e interpretaciones rodeaban lo caricaturesco o Nine, donde en lugar de homenajear a Fellini esta película se convertía en una autoparodia de 8 ½, aunque si habría que decir algunas excepciones como las notables Sweeney Todd de Burton o Moulin Rouge de Baz Luhrmann.
Spielberg empieza su relato con una clarísima declaración de intenciones, el silbido de estos vándalos sin hogar se oye mientras la cámara persigue una serie de escombros sobre el cual se alzará el Lincoln Center, lugar en la actualidad donde se realizan culto a las artes modernas, pero antes de que esto suceda, la espontaneidad del baile populoso tendrá una última oportunidad de hacerse presente, siendo una señal de la naturalidad contra el artificio institucional y esnobismo académico que hoy tanto abunda en el cine. Luego de esto se sabrá que estos jóvenes acosados por la pobreza y falta de oportunidades manifiestan todos ellos un sentimiento por una tierra que les será arrebatada por la comuna de la ciudad, por eso en esta película hay una continua desmitificación del sueño americano, ejemplo de esto tenemos el contraste del personaje de Anita que soñaba en un inicio con una tierra mágica y deseosa de oportunidades como costurera para darse cuenta de que solo era una mera ilusión en las secuencias finales, el desvanecimiento de la ilusión ante la amarga realidad.
Seguimos en la zona de spoilers
Para mas reseñas viste: https://oasisdelcine.wordpress.com/
Por su parte en esta magistral readaptación de Spielberg se mira hacia el pasado, pero no a Wise sino a Minnelli y Donen debido a la ultra estilización de la puesta en escena, manifestado en la diversidad de recursos fílmicos utilizados, haciendo de este musical algo que no se ve en pleno siglo XXI donde abunda el musical afrancesado como en La La Land o intentos superfluos y toscos lanzados en años recientes como Les Misérables, donde su puesta en escena e interpretaciones rodeaban lo caricaturesco o Nine, donde en lugar de homenajear a Fellini esta película se convertía en una autoparodia de 8 ½, aunque si habría que decir algunas excepciones como las notables Sweeney Todd de Burton o Moulin Rouge de Baz Luhrmann.
Spielberg empieza su relato con una clarísima declaración de intenciones, el silbido de estos vándalos sin hogar se oye mientras la cámara persigue una serie de escombros sobre el cual se alzará el Lincoln Center, lugar en la actualidad donde se realizan culto a las artes modernas, pero antes de que esto suceda, la espontaneidad del baile populoso tendrá una última oportunidad de hacerse presente, siendo una señal de la naturalidad contra el artificio institucional y esnobismo académico que hoy tanto abunda en el cine. Luego de esto se sabrá que estos jóvenes acosados por la pobreza y falta de oportunidades manifiestan todos ellos un sentimiento por una tierra que les será arrebatada por la comuna de la ciudad, por eso en esta película hay una continua desmitificación del sueño americano, ejemplo de esto tenemos el contraste del personaje de Anita que soñaba en un inicio con una tierra mágica y deseosa de oportunidades como costurera para darse cuenta de que solo era una mera ilusión en las secuencias finales, el desvanecimiento de la ilusión ante la amarga realidad.
Seguimos en la zona de spoilers
Para mas reseñas viste: https://oasisdelcine.wordpress.com/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Existe también una tendencia a la musicalidad, expresada en la cámara que sigue el ritmo y la cadencia de cada una de las notas de Leonard Bernstein secundadas con un soberbio trabajo de la dupla Kahn/Broshar en el montaje, siendo meritorio que el primero a sus 91 años todavía tenga la entereza y el tacto supremo que siempre ha caracterizado su trabajo en su alianza con Spielberg, por su parte Janusz Kaminski se entrega de cuerpo y alma en cada plano o desplazamiento de la cámara, siendo todos y cada uno de ellos significativos a la hora de su aportación narrativa.
Ejemplo de lo anteriormente comentado tenemos la secuencia del baile y no hablo de la soberbia entrada al gimnasio donde se realiza esa guerra cromática entre Sharks y Jets sino del primer contacto entre estos modernos Romeo y Julieta, empezando con un ligero contrapicado de ambos, para luego pasar a un plano general, donde podemos observar a una María timorata armarse de valor para ir con este chico, para luego pasar a un conjunto de trávelin dignos de estetas supremos, donde los dos muchachos son seguidos por la cámara mientras los bailarines en perfecta sincronía entran y salen del plano sin alterar la composición ni el foco de atención del espectador de los dos muchachos, este tipo de maestría visual solo lo harían genios del cine como Cukor o Minnelli, pero Spielberg los reivindica y también una forma de hacer cine.
Hay una secuencia clave que si se puede comparar con la versión de Wise y es cuando comienza a sonar «Transition to Scherzo»/ «Scherzo» que en la película original servía del clásico intermedio, mientras que Spielberg convierte esto en la musicalidad suprema donde el gesto y las actitudes precisas de una Rachel Zegler en estado de gracia dibujan la secuencia, otras secuencias dibujan patrones expresivos que salvo contadas excepciones no se encuentran en el cine actual, como la secuencia de la iglesia donde ambos interpretes seducen con el poder de los ojos y la iluminación cumple un rol fundamental anunciando el fatídico destino, siendo que María le canta a un fantasma su deseo de unirse a él por toda la eternidad.
De los secundarios destacar a los explosivos Mike Faist y Ariana DeBose siendo el soporte de los números donde están inmersos, pero no olvidándose de también ser expresivos con los gestos toscos de matón del primero y la mirada desolada de la segunda, pero a su vez Rita Moreno vuelve a la historia que le dio fama mundial para revisitarla con la firmeza y talante cinematográfico que caracterizan su interpretación, dando un personaje verdaderamente humano, que intenta ser el faro de la razón en esta vorágine de violencia.
Al concluir el metraje uno se pregunta que si valió la pena revisitar la perfección y la respuesta es un sí categórico, si Wise miraba en su día hacia el futuro del cine, Spielberg vuelve a un pasado cada vez poco recordado y hoy esquivo para la mayoría de mi generación donde estos están cada vez inmersos en la inmediatez de Twitter o con productos cinematográficos salidos de una línea de ensamblaje como las franquicias de superhéroes, por su parte el director de Ohio intenta lo que sus amigos no lograron en su día, tratar de revivir el verdadero musical, porque esta West Side Story al igual que New York, New York de Scorsese y One from the Heart de Coppola miraron hacia el pasado, tratando de levantar un cine que no se hacía más y se dieron fuertes golpes con la parte monetaria pero no así con la artística dando en opinión de quien escribe clásicos atemporales, pero aún más importante, la película de Spielberg nos habla del amor, aquel que no tiene barreras para expresarse y que siempre será capaz de elevarse más allá de los odios del mundo como el mas puro de los sentimientos siendo simbolizado en aquel plano final donde la cámara sube las escaleras que una vez busco en los escombros en el inicio.
Ejemplo de lo anteriormente comentado tenemos la secuencia del baile y no hablo de la soberbia entrada al gimnasio donde se realiza esa guerra cromática entre Sharks y Jets sino del primer contacto entre estos modernos Romeo y Julieta, empezando con un ligero contrapicado de ambos, para luego pasar a un plano general, donde podemos observar a una María timorata armarse de valor para ir con este chico, para luego pasar a un conjunto de trávelin dignos de estetas supremos, donde los dos muchachos son seguidos por la cámara mientras los bailarines en perfecta sincronía entran y salen del plano sin alterar la composición ni el foco de atención del espectador de los dos muchachos, este tipo de maestría visual solo lo harían genios del cine como Cukor o Minnelli, pero Spielberg los reivindica y también una forma de hacer cine.
Hay una secuencia clave que si se puede comparar con la versión de Wise y es cuando comienza a sonar «Transition to Scherzo»/ «Scherzo» que en la película original servía del clásico intermedio, mientras que Spielberg convierte esto en la musicalidad suprema donde el gesto y las actitudes precisas de una Rachel Zegler en estado de gracia dibujan la secuencia, otras secuencias dibujan patrones expresivos que salvo contadas excepciones no se encuentran en el cine actual, como la secuencia de la iglesia donde ambos interpretes seducen con el poder de los ojos y la iluminación cumple un rol fundamental anunciando el fatídico destino, siendo que María le canta a un fantasma su deseo de unirse a él por toda la eternidad.
De los secundarios destacar a los explosivos Mike Faist y Ariana DeBose siendo el soporte de los números donde están inmersos, pero no olvidándose de también ser expresivos con los gestos toscos de matón del primero y la mirada desolada de la segunda, pero a su vez Rita Moreno vuelve a la historia que le dio fama mundial para revisitarla con la firmeza y talante cinematográfico que caracterizan su interpretación, dando un personaje verdaderamente humano, que intenta ser el faro de la razón en esta vorágine de violencia.
Al concluir el metraje uno se pregunta que si valió la pena revisitar la perfección y la respuesta es un sí categórico, si Wise miraba en su día hacia el futuro del cine, Spielberg vuelve a un pasado cada vez poco recordado y hoy esquivo para la mayoría de mi generación donde estos están cada vez inmersos en la inmediatez de Twitter o con productos cinematográficos salidos de una línea de ensamblaje como las franquicias de superhéroes, por su parte el director de Ohio intenta lo que sus amigos no lograron en su día, tratar de revivir el verdadero musical, porque esta West Side Story al igual que New York, New York de Scorsese y One from the Heart de Coppola miraron hacia el pasado, tratando de levantar un cine que no se hacía más y se dieron fuertes golpes con la parte monetaria pero no así con la artística dando en opinión de quien escribe clásicos atemporales, pero aún más importante, la película de Spielberg nos habla del amor, aquel que no tiene barreras para expresarse y que siempre será capaz de elevarse más allá de los odios del mundo como el mas puro de los sentimientos siendo simbolizado en aquel plano final donde la cámara sube las escaleras que una vez busco en los escombros en el inicio.
Más sobre gabo
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here