La sensación que me dejó esta película una vez terminada fue: "mmm...pues vale...". Este es un ejercicio fallido. Empieza de manera inmejorable, y de ahí va abriendo melones que no va a cerrar, sin consolidarse en ningñun terreno cinematográfico. Ni es un buen thriller, ni una buena cinta de terror, ni un policíaco...se queda a medio camino de todo. Es como si fueras a un restaurante, picaras un poco de todo estando rico y te fueras con hambre porque no te dejan comer más. Lo más salvable és la actuación de Maika Monroe, que sin estar estelar salva la papeleta, y el pequeño pero impactante papel de Cage. Lo dicho, promete mucho, pero da muy poco.

Esta es la cuarta película que veo de Garland, que creo que son todas las que ha dirigido. Y ninguna me ha dejado una sensación plena. Ninguna. Esta no es una excepción. Película con una gran premisa, pero de una irregularidad y vacuidad pasmosa. Dice que esta va a ser su última película como director. Se te da mejor el guión.

Grata sorpresa que nos trae A24. No esperaba mucho de esta película, pero la verdad es que me ha sorprendido. Unas actuaciones de Grant, Thatcher y East grandiosas, mantienen la tensión de toda la trama, que no es poco. Una premisa ya vista, no es nada original, pero que está construida con un guion sólido, un debate profundo sobre la religión, el control, la mentira, el engaño y la creencia. Mantiene la tensión de principio a final y tiene un ritmo que va de menos a más. Un filme independiente que bien podría ser una obra de teatro por su localización, hace que todo el peso recaiga en la historia y las actuaciones, no en el artificio. No es una película de terror, sino un thriller psicológico muy bien construido. Muy recomendable

Decir que esta es una película de culto es quedarse corto. Aunque es su día fue un rotundo fracaso, los años la han puesto en su lugar. Y es que todas y cada una de las películas de ciencia ficción que se hicieron posteriormente a Blade Runner tienen que mirar a esta. Poco o mucho, Blade Runner lo ha influenciado todo. Ya sea por su estética absolutamente visionaria y elaborada, ya sea por su fotografía oscura e hipnótica, ya sea por su ritmo pausado e inmersivo, ya sea que en realidad es más un filme "noire" que ciencia ficción, ya sea por su carga filosófica, ya sea por su legendaria banda sonora de Vangelis, ... Aquí se dieron una conjunción de astros que pocas veces se han vuelto a dar en la carrera de Ridley Scott. Cuando los planetas se alinean, sale esto.

Esta película tiene algún logro y muchos problemas. Empecemos por los logros. La fotografía está muy cuidada. El filme tiene algunas escenas muy bien conseguidas y por momentos, parece que va a rescatar el Batman detective que tanto se esperaba... pero no. Hasta ahí lo positivo. Los problemas son muchos. Esto de Pattinson como Batman emo-grunge no convence. La hija de Lenny Kravitz por mucho que sea "hija de"... tampoco. El personaje de Enigma está muy mal aprovechado y Paul Dano, con lo buen actor que es, se me antoja desaprovechado. El ritmo narrativo tiene muchos problemas para mantener la tensión e interés del espectador. Algunas decisiones de guion son más que discutibles. Y si a eso le sumamos un metraje exageradamente extenso... la película fracasa.