...haber sido el remate a un gran trabajo. Su concepto: fantástico. Su ejecución y para final: grandes.
Una obra algo desequilibrada en toda su estructura. Con la segunda entrega confirmábamos la genialidad de la orientación seria y oscura (y creíble) de la trilogía. La tercera entrega sufre de desajustes de este tipo, sobretodo en su primer tercio.
La atmósfera que se crea con ''Batman: el caballero oscuro'' es inigualable. El comienzo de la actual, continuación de la segunda, baja el nivel de angustia de ese ambiente creado que, afortunadamente, recupera desde la mitad de metraje.

Buen trabajo y exquisita parte final de una partitura que Hans Zimmer debiera haber creado él solo desde el inicio y siempre bajo las formas de la segunda parte del filme que nos toca.

Recomendable.

Progresión tan espectacular como lo es el control mantenido de la narración. Avanza poco a poco y nunca llega al éxtasis exagerado, manteniendo la tensión absoluta hasta el desenlace final. Una música igualmente meditada por Desplat, que llega a limitar su umbral y lo domina inteligentemente. Fascinante obra.

Extraordinaria opereta de un nivel artístico altísimo. Elfman narra y describe admirablemente y basa la historia en la marcha constante de las notas de clavicordio. Humor, terror cómico y una mezcla de acción con sentimientos que desborda por todos lados una calidad absoluta.

Película de transición, poco relevante en conjunto....se hubiera podido sacar muchísimo más interés de lo hecho. Un filme atractivo, pero algo previsible, lo que le hace perder una categoría que quizá sí tenga en algunas de sus características.
Su banda sonora: aceptable y con múltiples referencias a otros trabajos de Howard Shore. Pasa desapercibida y dedicada únicamente al apoyo de imágenes.
En definitiva, prescindible.

Exquisita y muy cuidada producción a la que debemos analizar desde más allá del sencillo concepto de Navidad que la película pudiera transmitir. Una base de ideas residente en el primer tercio del metraje, donde el protagonista se plantea todo tipo de dudas que van hasta la propia existencia del ser.

Una partitura musical, base de la historia, de un Danny Elfman en sus momentos más creativos. Inolvidable.

...Y una noción profunda de la obra que nos puede llevar al choque frontal entre individuo y sociedad. Encontramos en la creación un innumerable grupo de puntos analizables desde el ámbito social y que nos transportan al también enfrentamiento entre intelecto y sociedad y cómo ésta, finalmente, puede incluso engullir el poder de aquélla.

Imprescindible.