Cine de calidad hasta que Viggo Mortensen se encuentra con William Hurt.

El espectador se ve atrapado durante la sucesión de asesinatos y el misterio que entraña al protagonista, de esta manera la película raya en la intriga cautivadora durante gran parte de la misma; sin embargo cuando el protagonista principal decide ir a ver a su hermano el gánster, a partír de ahí mismo se "jodió" la historia, pasando a ser mediocre y mal finalizada. Siempre me ha molestado en el arte cinematográfico, que guiones o películas excelentes, emocionantes e impactantes durante la mayor parte de su desarrollo, sean estropeados inconcebiblemente en los quince, diez o minuto final. Este es es un caso de estos. Lamentable.

Bonita película, de amores y de circo. Romanticismo con chica estrella circense, tipo duro y malo que es su marido y joven veterinario que se introduce en ese submundo profesional para sobrevivir y de paso pone en riesgo la eternidad del referido matrimonio.

Se ve con gusto y son de admirar las actuaciones del elefante.

Película entrañable, poética, reivindicativa de la tierra donde uno ha nacido a la que está ligado más allá de pasaportes, nuevos amos o las más diversas barreras. Cuenta la historia de una palestina con nacionalidad USA que entra en Israel con el objetivo de quedarse a vivir en los territorios Palestinos, entonces desde el mismo momento en que llega al aeropuerto de Ben Gurión, empezará a padecer la sospecha, la burocrocia y la mala leche de los uniformados hebreos a sueldo e ideología de su Estado contra todo aquel que olfatean puede ser problemático para su seguridad.

Una película que debían de ver las amigas y fanáticas antipalestinas Doris Lustrón y Pilar Rahola, no con ánimo de que cambien su parecer radicalmente pro-israelí (cosa que no hay manera mientras no haya dinero por medio que las tiente a ambas), sino simplemente para que puedan de ver algo, solo alguito de lo que pasan y sufren los habitantes palestinos dentro de Israel y dentro de sus territorios palestinos y desearle que ellas y sus descendientes nunca tengan que padecer algo similar.

Animación para adultos muy adultos, digo esto porque algunas de sus escenas son demasiado horrorosas y asqueantes. Por ejemplo, tras esplosionar sobre Hiroshima la bomba atómica arrojada por EE.UU. se ven japoneses con los ojos desprendiéndose de sus órbirtas, a madres con sus niños asados, la recogida de los cadáveres que casi revuelve el estómago, etc., etc. Son dibujos animados bastante desagradables y sin la estética y el encanto de la película de animación posterior, basada en el mismo tema y también con niños como protagonistas, "La tumba de las luciérnagas", dirigida por Isao Takahata (Japón 1988); no obstante merece la pena verse a pesar de su crudeza al mostrar el horror de la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945.

De acuerdo con los críticos como Carlos Boyero, que describen esta película como bien interesante de entrada y que lamentablemente luego, sobre todo de la mitad en adelante, se convierte en un auténtico disparate. ¡Menudo guionista! Sera todo lo famoso que quiera pero en esta obra ha demostrado gran flojera de ideas a la hora de saber encausar un desarrollo y darle un culmen convincente.

Premio en Sudance, claro, y a una estampita de la virgen judía con un arete en el labio también se lo darían, porque la cuestión es premiar algo con aspecto de novedoso y provocador aunque sea una bazofia creativa.

El argumento tiene cabeza (y rapada) pero carece de pies donde sostenerse, por eso esa cabezota se cae por su propio plomo y rueda estrellándose en la falta de rigor, por más premios que se den a sí mismo los que se lo autoguisaron y se lo autocomieron.

Por tanto: un filme regular, de ahí no pasa