No soy experto en el tema ni lo he estudiado, pero, ¿será este uno de los primeros comerciales de la historia?
Lo cierto es que este pequeño corto se esfuerza por ser el primero en algo: sino es en publicidad lo será como uno de los primeros karaokes; o lo será como uno de los mejores compilados de ejemplificación de acoso: y ya como último cartucho, este corto puede ser uno de los primeros en describir, con casi absoluta perfección, lo que es la vida matrimonial.

A mi me parece impresionante que en el contexto de la obra podamos disponer de un rodaje tan atrevido. Vamos... que es 1907 joder!
Es cierto que la cámara es estática y que las actrices son bien malitas, pero este documento no puedo valorarlo menos que interesante.

Al ver esta obra recordé de inmediato una lección de historia, donde se nos explicaba como los artistas retrataban a su gusto la realidad. El artista puede; tiene la licencia para corregir, si así lo quiere, lo feo y convertirlo en aceptable o hermoso. Pero hubieron artistas valientes que pintaron las cosas tal y como son.
En este caso, nuestro artista es Kafati, que decide con valentía entrar en escena con una obra realista, que muestra con honestidad absoluta lo duro de la vida. No hace falta argumento si en el curso se entiende que el libreto mismo es la vida. Y el libreto de la vida de la clase baja es simplemente eso... Una vida sin libreto.
Buen debut Honduras. La decisión equivoca en algunos planos, vestuario y sonido son lo único decepcionante del corto. Todo lo demás es bueno, sin llegar a ser genial. 6.5

Pues eso, a mi me parece un sketch demasiado largo. Aunque, hablando a lo macho hubo en momento cerca del minuto 10 en que pensé que se trataba de un drama monumental. Pero estaba en el error, por que la película solo bajó, bajó, y bajó. Demasiado lenta y con muy pocas ráfagas de brillo... sin sabor.
Lo mejor: La historia de los niños.
Lo peor: Todo lo demás.

¡Es un platillo demasiado fino! Contiene ingredientes variados que dejan al paladar del cinéfilo una sensación de dulzura.
Cuarón logra una hermosa fotografía al pasado convulso de un México setentero que se nos hace familiar a muchos latinoamericanos. Es un bello cuadro en el que no es Pelé el protagonista en 1970, sino una sencilla mujer, una familia... un cretino.
Excelente manera de cerrar el año.