You must be a loged user to know your affinity with decatur555
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
10
14 de abril de 2025
14 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando alguien menciona a Jack Reacher, ya sabes lo que viene: mandíbulas rotas, miradas que lo dicen todo y justicia servida a golpe limpio. En esta tercera temporada no solo no decepciona, es que da justo lo que promete... y un poco más.
Reacher vuelve a entrar en escena como una apisonadora con principios, enfrentándose a una nueva trama, nuevos aliados y alguna que otra cara conocida. ¿La fórmula? La de siempre, pero afinada. Acción brutal, humor seco, diálogos al grano y un protagonista que sigue demostrando que la inteligencia no está reñida con los puños. Alan Ritchson lo tiene tan dominado que ya cuesta imaginar a otro en el papel. Es Reacher, sin duda.
La serie no pretende ser arte elevado ni falta que le hace. Sabe perfectamente lo que es: entretenimiento puro con aroma a novela de aeropuerto (de las buenas), tiroteos bien rodados y una historia que avanza sin perder tiempo en florituras. ¿Y lo mejor? Que funciona. Cada temporada mantiene el nivel y, en esta tercera, hasta se permiten algunos giros y ambientes nuevos que le dan vidilla sin romper su esencia.
Habrá quien diga que es “más de lo mismo”, pero cuando lo mismo está tan bien hecho, solo puedes aplaudir. Porque sí, ver a Reacher hacer justicia a su manera es una de esas pequeñas satisfacciones catárticas que uno no se cansa de ver. Y si además lo acompaña un equipo que entiende el tono y no se toma demasiado en serio, el resultado es, de nuevo, redondo.
Si has disfrutado con las anteriores, esta no te va a fallar. Y si aún no has empezado, no sé a qué esperas.
Reacher vuelve a entrar en escena como una apisonadora con principios, enfrentándose a una nueva trama, nuevos aliados y alguna que otra cara conocida. ¿La fórmula? La de siempre, pero afinada. Acción brutal, humor seco, diálogos al grano y un protagonista que sigue demostrando que la inteligencia no está reñida con los puños. Alan Ritchson lo tiene tan dominado que ya cuesta imaginar a otro en el papel. Es Reacher, sin duda.
La serie no pretende ser arte elevado ni falta que le hace. Sabe perfectamente lo que es: entretenimiento puro con aroma a novela de aeropuerto (de las buenas), tiroteos bien rodados y una historia que avanza sin perder tiempo en florituras. ¿Y lo mejor? Que funciona. Cada temporada mantiene el nivel y, en esta tercera, hasta se permiten algunos giros y ambientes nuevos que le dan vidilla sin romper su esencia.
Habrá quien diga que es “más de lo mismo”, pero cuando lo mismo está tan bien hecho, solo puedes aplaudir. Porque sí, ver a Reacher hacer justicia a su manera es una de esas pequeñas satisfacciones catárticas que uno no se cansa de ver. Y si además lo acompaña un equipo que entiende el tono y no se toma demasiado en serio, el resultado es, de nuevo, redondo.
Si has disfrutado con las anteriores, esta no te va a fallar. Y si aún no has empezado, no sé a qué esperas.

5,5
11.662
7
9 de abril de 2025
9 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El proyecto Adam es una de esas películas que no pretenden reinventar nada, pero lo que hacen, lo hacen bien. Tiene ese sabor a cine de aventuras ochentero que recuerda a Spielberg, con viajes en el tiempo, acción, momentos familiares que te aprietan el pecho y un toque de humor que ayuda a suavizarlo todo. La típica película que podría haber sido un clásico del videoclub si hubiera salido hace 30 años.
Ryan Reynolds hace de sí mismo, como casi siempre, pero aquí funciona. Y la sorpresa es Walker Scobell, que no solo aguanta el tipo frente a Reynolds, sino que consigue robarle planos. La dinámica entre ambos es el motor emocional de la historia. El reparto lo completa gente como Mark Ruffalo, Jennifer Garner o Zoe Saldaña, que aportan solidez, aunque sus personajes no tengan tanto espacio para brillar.
La historia no es especialmente original: un piloto del futuro regresa al pasado para evitar una catástrofe, y acaba reencontrándose con su yo infantil y con su familia. Pero no necesita más. El ritmo es ágil, la acción está bien medida y hay algunas escenas que consiguen emocionar de verdad. La clave está en cómo combina todos esos elementos para hacerte sentir como cuando eras crío y soñabas con salvar el mundo.
¿Tiene fallos? Claro. A veces se pasa de sentimental, los giros científicos no siempre tienen sentido y hay momentos en los que parece más una sucesión de clichés que una historia nueva. Pero también es honesta, entrañable y, sobre todo, muy entretenida. De esas pelis que, sin darte cuenta, acabas viendo con una sonrisa en la cara.
Sin duda, una propuesta familiar que, sin ser perfecta, consigue algo mucho más difícil: hacerte olvidar el mundo durante un rato.
Ryan Reynolds hace de sí mismo, como casi siempre, pero aquí funciona. Y la sorpresa es Walker Scobell, que no solo aguanta el tipo frente a Reynolds, sino que consigue robarle planos. La dinámica entre ambos es el motor emocional de la historia. El reparto lo completa gente como Mark Ruffalo, Jennifer Garner o Zoe Saldaña, que aportan solidez, aunque sus personajes no tengan tanto espacio para brillar.
La historia no es especialmente original: un piloto del futuro regresa al pasado para evitar una catástrofe, y acaba reencontrándose con su yo infantil y con su familia. Pero no necesita más. El ritmo es ágil, la acción está bien medida y hay algunas escenas que consiguen emocionar de verdad. La clave está en cómo combina todos esos elementos para hacerte sentir como cuando eras crío y soñabas con salvar el mundo.
¿Tiene fallos? Claro. A veces se pasa de sentimental, los giros científicos no siempre tienen sentido y hay momentos en los que parece más una sucesión de clichés que una historia nueva. Pero también es honesta, entrañable y, sobre todo, muy entretenida. De esas pelis que, sin darte cuenta, acabas viendo con una sonrisa en la cara.
Sin duda, una propuesta familiar que, sin ser perfecta, consigue algo mucho más difícil: hacerte olvidar el mundo durante un rato.

4,4
1.568
2
9 de abril de 2025
9 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que parecen no saber qué quieren ser, y Holland es un ejemplo de manual. Empieza sin rumbo, se estanca en el medio y termina igual que empezó: en la nada. Es una de esas propuestas que pretende ser más de lo que es, pero que se queda atrapada en su propio desconcierto. Por mucho que uno quiera encontrarle sentido, emoción o suspense… lo único que recibe es aburrimiento.
Nicole Kidman está ahí, claro. Lo da todo como siempre, y se agradece, pero ni su presencia basta para levantar este sinsentido. El guion no tiene dirección, el ritmo es inexistente y la historia no sabe si quiere ser sátira, drama, thriller o un experimento sin alma. Todo es tan forzado, tan deslavazado, que te hace mirar el reloj más veces de las que deberías.
Hay escenas que parecen construidas solo para resultar “extrañas” o “impactantes”, pero sin peso narrativo. El tono quiere ser excéntrico, pero no llega a nada que realmente enganche. Ni hay tensión, ni hay humor negro eficaz, ni hay una historia que merezca la pena seguir. Simplemente pasa... y no deja huella.
Es una pena porque el talento está. Kidman, Macfadyen y Gael García Bernal podrían haber brillado con un guion a la altura. Pero aquí se sienten perdidos en una cinta que no sabe qué hacer con ellos. Al final, lo único claro es que Holland es más monótona que misteriosa, y más fallida que arriesgada.
Nicole Kidman está ahí, claro. Lo da todo como siempre, y se agradece, pero ni su presencia basta para levantar este sinsentido. El guion no tiene dirección, el ritmo es inexistente y la historia no sabe si quiere ser sátira, drama, thriller o un experimento sin alma. Todo es tan forzado, tan deslavazado, que te hace mirar el reloj más veces de las que deberías.
Hay escenas que parecen construidas solo para resultar “extrañas” o “impactantes”, pero sin peso narrativo. El tono quiere ser excéntrico, pero no llega a nada que realmente enganche. Ni hay tensión, ni hay humor negro eficaz, ni hay una historia que merezca la pena seguir. Simplemente pasa... y no deja huella.
Es una pena porque el talento está. Kidman, Macfadyen y Gael García Bernal podrían haber brillado con un guion a la altura. Pero aquí se sienten perdidos en una cinta que no sabe qué hacer con ellos. Al final, lo único claro es que Holland es más monótona que misteriosa, y más fallida que arriesgada.

7,4
56.179
10
8 de abril de 2025
8 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que te acompañan toda la vida. Clerks no solo me marcó, es que la tengo en mi altar personal junto a El retorno del rey y El imperio contraataca. La vi en los Ideal, en versión original, y me reí como pocas veces en el cine. Salí alucinado con el guion, con la música que encajaba como un guante, con esos diálogos rápidos, llenos de ironía, que hablaban sin tapujos de todo lo que nadie se atrevía a decir. ¿Y esa frase de Dante, repetida con resignación existencial? “I’m not even supposed to be here today!” Es imposible no hacerla tuya después de verla.
La película costó 25.000$, que Kevin Smith sacó del dinero del seguro tras perder su coche por unas inundaciones en Nueva Jersey. Un detalle más que hace que todo esto parezca todavía más milagroso. Con nada en las manos, Smith rodó una joya generacional, con una cámara fija, blanco y negro y un puñado de colegas que lo dieron todo.
Desde el partido de hockey en el tejado hasta el cliente que examina la leche como si buscara un diamante, pasando por el vendedor de chicles conspiranoico, el funeral surrealista o ese cliente preguntando si todo cuesta un dólar… cada escena es un pequeño clásico. Pero también está la parte amarga, como cuando Veronica le suelta a Dante con cuántos tíos ha estado. Es una bofetada que te deja con la sonrisa congelada. Porque sí, Clerks es divertida, pero también habla de estancamiento, de frustración, de vidas que no van a ninguna parte.
Es directa, irreverente, sencilla, humana y, sobre todo, auténtica. Una película que demuestra que no necesitas millones para hacer historia. Solo hace falta tener algo que decir, y la valentía de decirlo sin filtros.
La película costó 25.000$, que Kevin Smith sacó del dinero del seguro tras perder su coche por unas inundaciones en Nueva Jersey. Un detalle más que hace que todo esto parezca todavía más milagroso. Con nada en las manos, Smith rodó una joya generacional, con una cámara fija, blanco y negro y un puñado de colegas que lo dieron todo.
Desde el partido de hockey en el tejado hasta el cliente que examina la leche como si buscara un diamante, pasando por el vendedor de chicles conspiranoico, el funeral surrealista o ese cliente preguntando si todo cuesta un dólar… cada escena es un pequeño clásico. Pero también está la parte amarga, como cuando Veronica le suelta a Dante con cuántos tíos ha estado. Es una bofetada que te deja con la sonrisa congelada. Porque sí, Clerks es divertida, pero también habla de estancamiento, de frustración, de vidas que no van a ninguna parte.
Es directa, irreverente, sencilla, humana y, sobre todo, auténtica. Una película que demuestra que no necesitas millones para hacer historia. Solo hace falta tener algo que decir, y la valentía de decirlo sin filtros.

3,2
8.925
2
18 de marzo de 2025
18 de marzo de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas malas, y luego está Ultraviolet, que juega en su propia liga del desastre. Todo en ella resulta fallido: el guion, los efectos visuales, la dirección y hasta las escenas de acción, que deberían ser su gran baza. La película intenta meternos en un futuro chungo, con una prota que se rebela contra el gobierno, pero al final te quedas con una ensalada de cosas sin sentido.
Milla Jovovich, que en otras pelis de acción se ha lucido, aquí parece que está pillada en un guion que no la deja hacer nada más que soltar frases sin ton ni son y pelearse como en un videojuego cutre de hace veinte años. El CGI, lejos de ayudar, empeora aún más las cosas, con escenarios artificiales y efectos visuales que parecen inacabados. Todo se siente mecánico, sin alma, como si hubieran decidido priorizar la estética sobre cualquier otra cosa… y ni siquiera en eso aciertan.
El mayor problema de Ultraviolet es que ni siquiera es entretenida en su mediocridad. No es de esas películas malas que al menos puedes reírte de lo ridículo que resulta todo. Aquí, simplemente, la torpeza de la ejecución convierte la experiencia en algo tedioso. Si alguien la terminó de ver, es más por resistencia que por disfrute.
Milla Jovovich, que en otras pelis de acción se ha lucido, aquí parece que está pillada en un guion que no la deja hacer nada más que soltar frases sin ton ni son y pelearse como en un videojuego cutre de hace veinte años. El CGI, lejos de ayudar, empeora aún más las cosas, con escenarios artificiales y efectos visuales que parecen inacabados. Todo se siente mecánico, sin alma, como si hubieran decidido priorizar la estética sobre cualquier otra cosa… y ni siquiera en eso aciertan.
El mayor problema de Ultraviolet es que ni siquiera es entretenida en su mediocridad. No es de esas películas malas que al menos puedes reírte de lo ridículo que resulta todo. Aquí, simplemente, la torpeza de la ejecución convierte la experiencia en algo tedioso. Si alguien la terminó de ver, es más por resistencia que por disfrute.
Más sobre decatur555
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here