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Críticas ordenadas por utilidad
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3
4 de febrero de 2025
4 de febrero de 2025
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ensalzaría sus hitos técnicos, su montaje maravilloso, sus actuaciones fascinantes o incluso el muy buen ritmo narrativo teniendo en cuenta la escala y duración épicas.
Lo haría, si esta película hubiera terminado en su primera mitad, donde solo era "tolerable" en su racismo, y no una de las obras más viles, podridas y malvadas de la historia del cine. Su mensaje repulsivo permea incluso a las cualidades que he mencionado anteriormente, y se vuelven mucho peores, la historia se hace mucho más hipócrita y mucho menos creíble, porque muestra sus verdaderos colores: servir como propaganda obvia para una organización racista. La representación de los personajes negros es chocante y terrible hasta un punto que creo que no había experimentado nunca antes en una película, pero no por ello hay que dejar de soslayar lo cursi e insoportable que se pone intentando justificar y elevar cada acción de sus queridos blancos.
Me sentí mal por cada actor que participó aquí, y esperé durante el metraje que todos sus personajes muriesen y saliesen cuanto antes de la pantalla, para escapar de este vergonzoso y repugnante desastre que supone lamentablemente un paso fundamental en la historia del cine.
[Comentario transcrito y traducido de Letterboxd del 3 de octubre de 2020]
Esto lo añado yo ahora, pero no quiero dejar de subrayarlo: esta película, indirectamente pero con una responsabilidad ineludible, ha matado a centenares de personas, al ser la responsable histórica de la refundación del Ku Klux Klan. Hay un punto en el que ya no solo se puede hablar de un acto de vileza moral, sino que trasciende a un punto que ni siquiera desde la distancia artística me parece defendible. No conocía la medida de esto cuando vi la película y escribí este comentario, pero ahora creo que debería ser más que una nota al pie siempre que se habla de su legado nefasto.
Ah, bueno, ya que estamos y como esta crítica igual no creo que sea muy popular, redoblaré la carga: su cacareada importancia histórica es, como todo lo que concierne a las "grandes pioneras" en una época en la que el cine estaba en plena ebullición y creatividad de recursos, relato. Ese relato es importante en sí mismo y configura un impacto, pero se puede aceptar o se puede negar, y es una marca de estatus que, en gran medida, para lo que ha servido es para construir una mitología alterna de tantas mitologías alternas que pudieron haber surgido en la historia del cine. Todo puede ser instructivo, a mí mismo me satisface tener al menos una opinión aunque sea de absoluto rechazo, pero nada es necesario.
Lo haría, si esta película hubiera terminado en su primera mitad, donde solo era "tolerable" en su racismo, y no una de las obras más viles, podridas y malvadas de la historia del cine. Su mensaje repulsivo permea incluso a las cualidades que he mencionado anteriormente, y se vuelven mucho peores, la historia se hace mucho más hipócrita y mucho menos creíble, porque muestra sus verdaderos colores: servir como propaganda obvia para una organización racista. La representación de los personajes negros es chocante y terrible hasta un punto que creo que no había experimentado nunca antes en una película, pero no por ello hay que dejar de soslayar lo cursi e insoportable que se pone intentando justificar y elevar cada acción de sus queridos blancos.
Me sentí mal por cada actor que participó aquí, y esperé durante el metraje que todos sus personajes muriesen y saliesen cuanto antes de la pantalla, para escapar de este vergonzoso y repugnante desastre que supone lamentablemente un paso fundamental en la historia del cine.
[Comentario transcrito y traducido de Letterboxd del 3 de octubre de 2020]
Esto lo añado yo ahora, pero no quiero dejar de subrayarlo: esta película, indirectamente pero con una responsabilidad ineludible, ha matado a centenares de personas, al ser la responsable histórica de la refundación del Ku Klux Klan. Hay un punto en el que ya no solo se puede hablar de un acto de vileza moral, sino que trasciende a un punto que ni siquiera desde la distancia artística me parece defendible. No conocía la medida de esto cuando vi la película y escribí este comentario, pero ahora creo que debería ser más que una nota al pie siempre que se habla de su legado nefasto.
Ah, bueno, ya que estamos y como esta crítica igual no creo que sea muy popular, redoblaré la carga: su cacareada importancia histórica es, como todo lo que concierne a las "grandes pioneras" en una época en la que el cine estaba en plena ebullición y creatividad de recursos, relato. Ese relato es importante en sí mismo y configura un impacto, pero se puede aceptar o se puede negar, y es una marca de estatus que, en gran medida, para lo que ha servido es para construir una mitología alterna de tantas mitologías alternas que pudieron haber surgido en la historia del cine. Todo puede ser instructivo, a mí mismo me satisface tener al menos una opinión aunque sea de absoluto rechazo, pero nada es necesario.
6
7 de marzo de 2019
7 de marzo de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
España dejó atrás la dictadura y la transición fue modélica.
Éste ha sido el mantra que durante décadas han repetido los grandes partidos, la prensa y la opinión pública. Ésta es la torre que a "Lesa Humanidad", el elocuente documental sobre la herencia del franquismo de Héctor Faver, le cuesta menos de cinco minutos derribar: lo que tarda en recordarnos que España es el segundo país a nivel mundial en recuento de desaparecidos no identificados. Lo que sigue es un catálogo de entrevistas, imágenes de archivo y yuxtaposición de fotografías y declaraciones que continúa metiendo el dedo en la llaga sobre lo que significó aquella etapa negra en este país, pero por encima de todo, sobre lo que todavía significa, los restos que todavía perduran impunes y la debilidad de una democracia que disfraza y disimula su pasado para evitar desmarcarse de él.
El estilo cinematográfico es convenientemente austero en su mayor parte, abundando una realización bastante neutra que deja hablar a sus protagonistas, aunque juega constantemente con las imágenes de archivo para crear una narración a través de ellas. Nada fuera de lo común en todo caso. Lo verdaderamente relevante y lo que da empaque a este documental es la información que transmite y el mensaje que construye a través de ella. Un mensaje que no pretende disimularse detrás de una capa de equidistancia, sino que se yergue enérgico, como un alegato político nacido del compromiso firme con la causa que defiende.
Es por ello que "Lesa Humanidad" adquiere su mayor valor como obra capaz de agitar y despertar conciencias, replanteando premisas y mitos que se han repetido a través de las décadas. Y la fuerza con la que lo hace, atacando a muchos de los fundamentos de la transición y la visión normativa de la democracia, es impresionante. Con su contundencia surgida de la absoluta falta de escrúpulos a la hora de derribar uno por uno dichos fundamentos, ahondamos en las miserias y claudicaciones morales que rodearon al fin de la dictadura, cuestionando la misma base de la transición y en último término el final del franquismo como etapa, en la práctica y en el imaginario colectivo.
No solamente el cambio de modelo de Estado es expuesto y atacado en este documental, sino también la propia dictadura, ahondando en los crímenes atroces que se produjeron bajo su yugo. Algo que siempre viene bien recordar, y en algunos casos directamente destapar para tomar conciencia de su medida real. Llaman la atención las comparaciones con otras dictaduras sanguinarias porque no deja de incidir en la idea de que sus crueldades están más insertadas en el imaginario colectivo que las del propio franquismo. Como parte de esta sociedad democrática me da la impresión de que seguimos observando el régimen de Franco como una circunstancia poco definida y alejada de la realidad, casi como un malo de cuento de hadas. Ver el catálogo de datos escalofriantes, conexiones y hechos históricos que nos presenta el documental, con imágenes y relatos de primera mano, permite volver momentáneamente a esa realidad y contemplarla en su extensión de crueldad y horror como lo que fue, y no como el relato ambiguo y etéreo al que la hemos reducido.
Por todos estos motivos creo que "Lesa Humanidad" es una pieza de visionado muy estimulante, de la que puede extraerse un mensaje que merece la pena y mucho subrayar en la sociedad actual. Como tal y cumpliendo de sobras con este propósito la cinta tiene un gran valor y empaque. Sin embargo su eficacia no elimina ciertos aspectos que sin impedir dicho objetivo sí pueden resultar molestos. En particular, la estructura narrativa del documental me resulta bastante problemática, reflejando una importante falta de cohesión que da una impresión bastante caótica, saltando de una información a otra sin formar conexiones claras en el guión. Pese a que existe un tema sólido de fondo, en ocasiones parece más un recopilatorio de anécdotas aleatorias sobre dicho tema.
Por otro lado, echo de menos ciertos detalles que hubieran aportado en gran medida al rigor de su información. Como mencionaba antes, no se trata de la versión obviamente comprometida ideológicamente que presenta de los hechos. No me importa realmente que haya un posicionamiento político claro y sin equidistancias; es más, lo exijo y creo necesario. Pero sí opino que el documental comete un error al presentar su información, y en especial sus imágenes y vídeos de archivo, que tal vez sea menor pero en todo caso afecta a su credibilidad. Y dicho error es la falta de contextualización de esas secuencias. Echo demasiadas veces de menos que se me detalle de cuándo es esta fotografía o aquella entrevista, para entender mejor de dónde viene y sus circunstancias, y creo que esto podría haberse evitado con facilidad y no solamente resolver el problema sino además reforzar el mensaje.
En todo caso, las carencias mencionadas no suponen un obstáculo suficiente en ningún momento para frenar la capacidad de "Lesa Humanidad" de remover conciencias y presentar una versión radiografiada, y en muchos aspectos reveladora, de la sociedad española y sus cuentas con el pasado. Sí pueden llegar a reducir su efecto, y por ello a pesar de sus méritos no creo que estemos ante una narración definitiva e inapelable de los hechos del franquismo y su impronta en la política y sociedad actuales. Pero con todo el esfuerzo del documental es digno de alabanza, y la experiencia, sin duda, contundente y difícil de olvidar.
Texto escrito para www.cinemaldito.com.
Éste ha sido el mantra que durante décadas han repetido los grandes partidos, la prensa y la opinión pública. Ésta es la torre que a "Lesa Humanidad", el elocuente documental sobre la herencia del franquismo de Héctor Faver, le cuesta menos de cinco minutos derribar: lo que tarda en recordarnos que España es el segundo país a nivel mundial en recuento de desaparecidos no identificados. Lo que sigue es un catálogo de entrevistas, imágenes de archivo y yuxtaposición de fotografías y declaraciones que continúa metiendo el dedo en la llaga sobre lo que significó aquella etapa negra en este país, pero por encima de todo, sobre lo que todavía significa, los restos que todavía perduran impunes y la debilidad de una democracia que disfraza y disimula su pasado para evitar desmarcarse de él.
El estilo cinematográfico es convenientemente austero en su mayor parte, abundando una realización bastante neutra que deja hablar a sus protagonistas, aunque juega constantemente con las imágenes de archivo para crear una narración a través de ellas. Nada fuera de lo común en todo caso. Lo verdaderamente relevante y lo que da empaque a este documental es la información que transmite y el mensaje que construye a través de ella. Un mensaje que no pretende disimularse detrás de una capa de equidistancia, sino que se yergue enérgico, como un alegato político nacido del compromiso firme con la causa que defiende.
Es por ello que "Lesa Humanidad" adquiere su mayor valor como obra capaz de agitar y despertar conciencias, replanteando premisas y mitos que se han repetido a través de las décadas. Y la fuerza con la que lo hace, atacando a muchos de los fundamentos de la transición y la visión normativa de la democracia, es impresionante. Con su contundencia surgida de la absoluta falta de escrúpulos a la hora de derribar uno por uno dichos fundamentos, ahondamos en las miserias y claudicaciones morales que rodearon al fin de la dictadura, cuestionando la misma base de la transición y en último término el final del franquismo como etapa, en la práctica y en el imaginario colectivo.
No solamente el cambio de modelo de Estado es expuesto y atacado en este documental, sino también la propia dictadura, ahondando en los crímenes atroces que se produjeron bajo su yugo. Algo que siempre viene bien recordar, y en algunos casos directamente destapar para tomar conciencia de su medida real. Llaman la atención las comparaciones con otras dictaduras sanguinarias porque no deja de incidir en la idea de que sus crueldades están más insertadas en el imaginario colectivo que las del propio franquismo. Como parte de esta sociedad democrática me da la impresión de que seguimos observando el régimen de Franco como una circunstancia poco definida y alejada de la realidad, casi como un malo de cuento de hadas. Ver el catálogo de datos escalofriantes, conexiones y hechos históricos que nos presenta el documental, con imágenes y relatos de primera mano, permite volver momentáneamente a esa realidad y contemplarla en su extensión de crueldad y horror como lo que fue, y no como el relato ambiguo y etéreo al que la hemos reducido.
Por todos estos motivos creo que "Lesa Humanidad" es una pieza de visionado muy estimulante, de la que puede extraerse un mensaje que merece la pena y mucho subrayar en la sociedad actual. Como tal y cumpliendo de sobras con este propósito la cinta tiene un gran valor y empaque. Sin embargo su eficacia no elimina ciertos aspectos que sin impedir dicho objetivo sí pueden resultar molestos. En particular, la estructura narrativa del documental me resulta bastante problemática, reflejando una importante falta de cohesión que da una impresión bastante caótica, saltando de una información a otra sin formar conexiones claras en el guión. Pese a que existe un tema sólido de fondo, en ocasiones parece más un recopilatorio de anécdotas aleatorias sobre dicho tema.
Por otro lado, echo de menos ciertos detalles que hubieran aportado en gran medida al rigor de su información. Como mencionaba antes, no se trata de la versión obviamente comprometida ideológicamente que presenta de los hechos. No me importa realmente que haya un posicionamiento político claro y sin equidistancias; es más, lo exijo y creo necesario. Pero sí opino que el documental comete un error al presentar su información, y en especial sus imágenes y vídeos de archivo, que tal vez sea menor pero en todo caso afecta a su credibilidad. Y dicho error es la falta de contextualización de esas secuencias. Echo demasiadas veces de menos que se me detalle de cuándo es esta fotografía o aquella entrevista, para entender mejor de dónde viene y sus circunstancias, y creo que esto podría haberse evitado con facilidad y no solamente resolver el problema sino además reforzar el mensaje.
En todo caso, las carencias mencionadas no suponen un obstáculo suficiente en ningún momento para frenar la capacidad de "Lesa Humanidad" de remover conciencias y presentar una versión radiografiada, y en muchos aspectos reveladora, de la sociedad española y sus cuentas con el pasado. Sí pueden llegar a reducir su efecto, y por ello a pesar de sus méritos no creo que estemos ante una narración definitiva e inapelable de los hechos del franquismo y su impronta en la política y sociedad actuales. Pero con todo el esfuerzo del documental es digno de alabanza, y la experiencia, sin duda, contundente y difícil de olvidar.
Texto escrito para www.cinemaldito.com.

6,7
41.168
9
14 de agosto de 2012
14 de agosto de 2012
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estaba discutiendo sobre esta película con un usuario de un foro, y me llamó la atención el motivo que argumentaba para criticar la decepción que le supuso "Shame". Él aludía a una falta de coherencia estructural, es decir iba a decir poco más o menos que la película era una sucesión de escenas, bien filmadas según su criterio, pero que juntas no daban forma a nada, era una narración simplemente de momentos sin un hilo conductor.
Este comentario coincide con muchas críticas que he leído aquí y que hablan de falta de guión. En cierto modo a mí me pasa lo mismo con "Hunger", creo que no se logra unir todos los elementos en una trama coherente. Por el contrario, no tengo esa misma sensación con la que nos ocupa.
Creo que es un error entrar a ver "Shame" esperando una trama en el sentido más convencional, es decir, un conflicto que ocupe toda la historia y tenga un planteamiento y una conclusión. No porque la película quiera ser experimental o distinta a las demás, sino porque su enfoque es la vida cotidiana de Brandon, y su objetivo enseñarnos las relaciones sociales desde el punto de vista de una persona lastrada por su obsesión con el sexo. Su incomodidad, lo extraño de sus hábitos, su introversión, eso es el hilo conductor de una historia que, más que de un conflicto creciente, habla de situaciones habituales. Es cierto que luego desarrolla algo parecido a un in crescendo de tensión, pero se hace sobre la base de lo que se describe durante el resto de la obra.
Este planteamiento es el motivo por el cual destaca la actuación de Fassbender. Al no haber escenas límite durante la mayor parte de la historia, su interpretación se centra en reforzar los gestos sutiles y cotidianos con los que transmite su visión de lo que le rodea; y en ese sentido destaca construyendo a base de estos pequeños gestos y miradas un personaje complejo y rico en matices, en su forma de ver y juzgar a los demás, y también en el concepto que tiene él mismo de su problema.
Casi al mismo nivel está la actuación de Carey Mulligan. El personaje que interpreta en mi opinión tiene el añadido dramático de ser alguien que conoce de cerca a Brandon y sus rarezas, pero que no sabe cómo enfocar la relación con su hermano. Esa inseguridad se convierte en la mayor fuente de conflictos a lo largo de la obra en la difícil convivencia de ambos, y en gran parte la intensidad emocional de la obra pasa por la fuerza interpretativa tanto de Fassbender como de Mulligan al lograr recrear esa situación de incomprensión mutua.
Al margen de las interpretaciones, esta película destaca, como "Hunger", por una habilidad inusitada por dotar de emoción a las escenas individuales. La labor directiva de Steve McQueen en estas dos obras me ha llamado la atención precisamente por eso; logra elaborar escenas que no se limitan a transmitir sensaciones de agobio, desasosiego, etc., sino que me meten de lleno en ellas, me hacen sentirme agobiado, desasosegado... El lenguaje visual es excelente, con un uso de planos muy variado y adecuado para cada ocasión, tanto que los diálogos no sólo no se echan en falta en la mayoría de escenas sino que en muchos casos McQueen los utiliza como un elemento secundario, algo así como un ruido de fondo. Y el uso de la banda sonora también me resulta impresionante, no "invade" la historia y acompasa los sentimientos de los personajes.
El tema principal, por otro lado, es bastante "difícil" y en ese sentido me sorprende que la obra sea mucho menos explícita de lo que podría. Hay un par de planos en los que se ve el pene de Fassbender y muchas escenas de sexo bastante explícito, pero sin embargo también hay un cierto interés en no mostrar por mostrar, me explico: durante las varias escenas en las que el protagonista se ve masturbándose, nunca aparece enfocado su pene. Da la impresión, de hecho, y de acuerdo con el hilo de la historia, que más que la sexualidad de la escena se intenta resaltar el ridículo embarazoso de la misma, hasta el punto de que te preocupas más de qué pasaría si alguien entrase que del placer onanista de Brandon.
En general, creo que "Shame" es una gran película, atrevida en su planteamiento, pero con una idea bastante clara de cómo enfocarlo que ignora el potencial provocador de la premisa. Es, sobre todo, una historia de personajes, en la que el énfasis no está puesto en la acción sino en la introspección, de hecho la mayor parte son acontecimientos completamente normales: una cita, una salida nocturna a un bar, un día en la oficina, un personaje masturbándose en un baño...
No es perfecta y creo que llega un momento, más o menos al final del primer tercio, en el que se "estanca". Es decir, redunda sobre cosas ya descritas y la narración entra en un punto muerto, sin aportar nada sobre el personaje en sí y acomodándolo a lo descrito hasta el momento. Ese punto hace que se pierda el ritmo, aunque más tarde se logra recuperar.
Este comentario coincide con muchas críticas que he leído aquí y que hablan de falta de guión. En cierto modo a mí me pasa lo mismo con "Hunger", creo que no se logra unir todos los elementos en una trama coherente. Por el contrario, no tengo esa misma sensación con la que nos ocupa.
Creo que es un error entrar a ver "Shame" esperando una trama en el sentido más convencional, es decir, un conflicto que ocupe toda la historia y tenga un planteamiento y una conclusión. No porque la película quiera ser experimental o distinta a las demás, sino porque su enfoque es la vida cotidiana de Brandon, y su objetivo enseñarnos las relaciones sociales desde el punto de vista de una persona lastrada por su obsesión con el sexo. Su incomodidad, lo extraño de sus hábitos, su introversión, eso es el hilo conductor de una historia que, más que de un conflicto creciente, habla de situaciones habituales. Es cierto que luego desarrolla algo parecido a un in crescendo de tensión, pero se hace sobre la base de lo que se describe durante el resto de la obra.
Este planteamiento es el motivo por el cual destaca la actuación de Fassbender. Al no haber escenas límite durante la mayor parte de la historia, su interpretación se centra en reforzar los gestos sutiles y cotidianos con los que transmite su visión de lo que le rodea; y en ese sentido destaca construyendo a base de estos pequeños gestos y miradas un personaje complejo y rico en matices, en su forma de ver y juzgar a los demás, y también en el concepto que tiene él mismo de su problema.
Casi al mismo nivel está la actuación de Carey Mulligan. El personaje que interpreta en mi opinión tiene el añadido dramático de ser alguien que conoce de cerca a Brandon y sus rarezas, pero que no sabe cómo enfocar la relación con su hermano. Esa inseguridad se convierte en la mayor fuente de conflictos a lo largo de la obra en la difícil convivencia de ambos, y en gran parte la intensidad emocional de la obra pasa por la fuerza interpretativa tanto de Fassbender como de Mulligan al lograr recrear esa situación de incomprensión mutua.
Al margen de las interpretaciones, esta película destaca, como "Hunger", por una habilidad inusitada por dotar de emoción a las escenas individuales. La labor directiva de Steve McQueen en estas dos obras me ha llamado la atención precisamente por eso; logra elaborar escenas que no se limitan a transmitir sensaciones de agobio, desasosiego, etc., sino que me meten de lleno en ellas, me hacen sentirme agobiado, desasosegado... El lenguaje visual es excelente, con un uso de planos muy variado y adecuado para cada ocasión, tanto que los diálogos no sólo no se echan en falta en la mayoría de escenas sino que en muchos casos McQueen los utiliza como un elemento secundario, algo así como un ruido de fondo. Y el uso de la banda sonora también me resulta impresionante, no "invade" la historia y acompasa los sentimientos de los personajes.
El tema principal, por otro lado, es bastante "difícil" y en ese sentido me sorprende que la obra sea mucho menos explícita de lo que podría. Hay un par de planos en los que se ve el pene de Fassbender y muchas escenas de sexo bastante explícito, pero sin embargo también hay un cierto interés en no mostrar por mostrar, me explico: durante las varias escenas en las que el protagonista se ve masturbándose, nunca aparece enfocado su pene. Da la impresión, de hecho, y de acuerdo con el hilo de la historia, que más que la sexualidad de la escena se intenta resaltar el ridículo embarazoso de la misma, hasta el punto de que te preocupas más de qué pasaría si alguien entrase que del placer onanista de Brandon.
En general, creo que "Shame" es una gran película, atrevida en su planteamiento, pero con una idea bastante clara de cómo enfocarlo que ignora el potencial provocador de la premisa. Es, sobre todo, una historia de personajes, en la que el énfasis no está puesto en la acción sino en la introspección, de hecho la mayor parte son acontecimientos completamente normales: una cita, una salida nocturna a un bar, un día en la oficina, un personaje masturbándose en un baño...
No es perfecta y creo que llega un momento, más o menos al final del primer tercio, en el que se "estanca". Es decir, redunda sobre cosas ya descritas y la narración entra en un punto muerto, sin aportar nada sobre el personaje en sí y acomodándolo a lo descrito hasta el momento. Ese punto hace que se pierda el ritmo, aunque más tarde se logra recuperar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De todos los momentos que ofrece la película, me es inevitable destacar dos. Uno de ellos es la canción del personaje de Mulligan, una escena de una calidad cinematográfica excelente que incluso me recuerda al potencial hipnótico del cine de David Lynch. Increíble cómo está rodada esa escena, cómo se unen la iluminación, los colores, y la voz dulce y melancólica de Carey. De lo mejor sin duda del cine de los últimos años.
El otro es la intercalación de escenas que van aumentando la tensión narrativa a medida que Brandon se pierde en su propia obsesión y pasa de un lugar a otro buscando calmarla desesperadamente; acosando a una mujer en un bar, adentrándose en un bar gay, montando un trío... reflejando que la situación se le ha ido totalmente de las manos, hasta el punto de (me da esa impresión) no reconocerse en esa vorágine de necesidad sexual y construyendo el único clímax real de la historia.
El otro es la intercalación de escenas que van aumentando la tensión narrativa a medida que Brandon se pierde en su propia obsesión y pasa de un lugar a otro buscando calmarla desesperadamente; acosando a una mujer en un bar, adentrándose en un bar gay, montando un trío... reflejando que la situación se le ha ido totalmente de las manos, hasta el punto de (me da esa impresión) no reconocerse en esa vorágine de necesidad sexual y construyendo el único clímax real de la historia.

3,4
10.574
3
5 de diciembre de 2010
5 de diciembre de 2010
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, bueno, menuda se está montando aquí. Los que suspenden reivindican el derecho a hacerlo sin que por ello se les acuse de seguir a un rebaño, los que aprueban tratan de hacer valer su criterio frente a una avalancha hostil... Joder, si esto casi es más divertido que la película. Así que, si no os importa, aporto yo también mi granito de arena.
Se ha dicho en varias críticas que "Skyline" es una obra que no busca dar una lección de cine ni maravillarnos con su historia, que su objetivo es, simplemente, divertirnos durante un buen rato con algo que no tiene más vuelta de hoja. Y en eso estoy de acuerdo, por qué no lo iba a estar. El problema es el de siempre: a ver dónde ponemos la rayita. Dónde termina el tan loable terreno de la sencillez y la falta de pretensiones y dónde empieza el de la nada más absoluta. En mi opinión, "Skyline" rebasa ese límite.
En primer lugar, por su guión. Sí, el argumento está muy trillado. Y sí, eso es un problema grave. Pero no lo es meramente porque copie ideas de otras películas o por la cuestión de la absoluta falta de originalidad (que también), lo es en la medida en que todos esos topicazos y lugares comunes son utilizados por un par de guionistas que no tienen ni puta idea de lo que hacen, para tratar de disimular su falta de talento. Es entonces cuando aparecen los retratos, no ya simplones, sino absurdos de los personajes, cuando los conflictos huelen a dramatismo falso desde antes incluso de plantearse, o cuando te encuentras prediciendo cada paso y aburriéndote porque, además de contarte lo de siempre, te lo están contando mal.
Luego están los efectos. Que pueden estar más o menos trabajados, a mí sinceramente no me parece para tanto lo que se da en esta película (aunque tal vez sea que, tal y como está narrada la obra, no deja mucho para el "lucimiento"), pero al margen de esto, sin una historia que me atrape, algo interesante que añada acción, tensión o lo que sea, sólo veo lucecitas y formas muy bonitas y cuidadas que me entran por un ojo y me salen por el otro.
Sobre la acción, o la supuesta acción: si soy sincero, es algo mejor que en otros bodrios que se han estrenado últimamente, pero sigue siendo mayoritariamente una mezcla confusa que, más que crear tensión, se dedica a acumular ruido y polvo. Chillidos, cosas que no se sabe de dónde vienen ni a dónde van, temblequeo de cámara... En fin. Qué hartito estoy.
En cuanto al ritmo de la narración, como ya han apuntado otros usuarios, a la mitad de la película ya estaba deseando que terminara. No hace falta decir nada más.
No me preocupan, eso sí, las actuaciones. En primer lugar, porque la obra tampoco exige mucho, y en segundo, porque los personajes son ya demasiado ridículos y planos por sí solos como para que los estropee una mala interpretación.
En resumen, no me gusta "Skyline". Y no es porque sea una obra sencilla que sólo busca divertir, es que me parece, con todo eso ya asumido, un rotundo y soberano coñazo.
Se ha dicho en varias críticas que "Skyline" es una obra que no busca dar una lección de cine ni maravillarnos con su historia, que su objetivo es, simplemente, divertirnos durante un buen rato con algo que no tiene más vuelta de hoja. Y en eso estoy de acuerdo, por qué no lo iba a estar. El problema es el de siempre: a ver dónde ponemos la rayita. Dónde termina el tan loable terreno de la sencillez y la falta de pretensiones y dónde empieza el de la nada más absoluta. En mi opinión, "Skyline" rebasa ese límite.
En primer lugar, por su guión. Sí, el argumento está muy trillado. Y sí, eso es un problema grave. Pero no lo es meramente porque copie ideas de otras películas o por la cuestión de la absoluta falta de originalidad (que también), lo es en la medida en que todos esos topicazos y lugares comunes son utilizados por un par de guionistas que no tienen ni puta idea de lo que hacen, para tratar de disimular su falta de talento. Es entonces cuando aparecen los retratos, no ya simplones, sino absurdos de los personajes, cuando los conflictos huelen a dramatismo falso desde antes incluso de plantearse, o cuando te encuentras prediciendo cada paso y aburriéndote porque, además de contarte lo de siempre, te lo están contando mal.
Luego están los efectos. Que pueden estar más o menos trabajados, a mí sinceramente no me parece para tanto lo que se da en esta película (aunque tal vez sea que, tal y como está narrada la obra, no deja mucho para el "lucimiento"), pero al margen de esto, sin una historia que me atrape, algo interesante que añada acción, tensión o lo que sea, sólo veo lucecitas y formas muy bonitas y cuidadas que me entran por un ojo y me salen por el otro.
Sobre la acción, o la supuesta acción: si soy sincero, es algo mejor que en otros bodrios que se han estrenado últimamente, pero sigue siendo mayoritariamente una mezcla confusa que, más que crear tensión, se dedica a acumular ruido y polvo. Chillidos, cosas que no se sabe de dónde vienen ni a dónde van, temblequeo de cámara... En fin. Qué hartito estoy.
En cuanto al ritmo de la narración, como ya han apuntado otros usuarios, a la mitad de la película ya estaba deseando que terminara. No hace falta decir nada más.
No me preocupan, eso sí, las actuaciones. En primer lugar, porque la obra tampoco exige mucho, y en segundo, porque los personajes son ya demasiado ridículos y planos por sí solos como para que los estropee una mala interpretación.
En resumen, no me gusta "Skyline". Y no es porque sea una obra sencilla que sólo busca divertir, es que me parece, con todo eso ya asumido, un rotundo y soberano coñazo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Algunos apuntes y gilipolleces varias de la trama:
-Cansina, predecible, repetitiva, etcétera, etcétera, introducción con la fiesta ricachona de turno y los conflictos inherentes de turno.
-No pillo el funcionamiento de las lucecitas de los extraterrestres. ¿Cuántos segundos hay que mirarlas para que te hipnoticen?
-Desde el primer momento que he visto al negro empuñando una pistola, sabía que iba a ser el primero del grupo en cascar.
-Lo de encontrarse a un portero que sale de la nada y conoce un sinfín de técnicas de supervivencia es de un surrealismo que acojona.
-¿Hay algo que no puedan hacer estos bichos? Saltar, hipnotizar, proyectar brazos/ventosas/tentáculos extensibles, regenerarse por completo tras una explosión que los deja hechos picadillo... joder, qué frustrante.
-"No están muertos, están cabreados". Sobadísimo chascarrillo que hace rechinar mis dientes cada vez que lo oigo.
-Me encanta que una idea tan interesante y que da tanto juego como que el protagonista esté "poseído" por su anterior encuentro con el extraterrestre se abandone a las primeras de cambio, y no se sepa nada más de ella en toda la trama. Qué grande.
-"Sayonara baby, hijo de puta". Sin comentarios.
-Y sí, el final es una mierda de las gordas. Oh, un besito, y a mí qué coño me importa, desde cuándo se supone que me tiene que preocupar el amor que estos dos se profesan; por no hablar del bichomán que ni se sabe cómo ni por qué surge.
-Cansina, predecible, repetitiva, etcétera, etcétera, introducción con la fiesta ricachona de turno y los conflictos inherentes de turno.
-No pillo el funcionamiento de las lucecitas de los extraterrestres. ¿Cuántos segundos hay que mirarlas para que te hipnoticen?
-Desde el primer momento que he visto al negro empuñando una pistola, sabía que iba a ser el primero del grupo en cascar.
-Lo de encontrarse a un portero que sale de la nada y conoce un sinfín de técnicas de supervivencia es de un surrealismo que acojona.
-¿Hay algo que no puedan hacer estos bichos? Saltar, hipnotizar, proyectar brazos/ventosas/tentáculos extensibles, regenerarse por completo tras una explosión que los deja hechos picadillo... joder, qué frustrante.
-"No están muertos, están cabreados". Sobadísimo chascarrillo que hace rechinar mis dientes cada vez que lo oigo.
-Me encanta que una idea tan interesante y que da tanto juego como que el protagonista esté "poseído" por su anterior encuentro con el extraterrestre se abandone a las primeras de cambio, y no se sepa nada más de ella en toda la trama. Qué grande.
-"Sayonara baby, hijo de puta". Sin comentarios.
-Y sí, el final es una mierda de las gordas. Oh, un besito, y a mí qué coño me importa, desde cuándo se supone que me tiene que preocupar el amor que estos dos se profesan; por no hablar del bichomán que ni se sabe cómo ni por qué surge.
Mediometraje

5,8
25
8
4 de febrero de 2025
4 de febrero de 2025
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Una versión temprana del típico melodrama que trata de pasados problemáticos y lo difícil que resulta que no resuenen en el presente. Esta película, considerablemente larga para su época, emplea pocos intertítulos; y eso, junto con su premisa simple y directa, da pie a un estudio de personajes cautivador casi únicamente a través de su expresión visual. Es cruda, muestra injusticias que hacen hervir la sangre del espectador, y al final del todo tiene un mensaje contundente contra los falsos puritanismos; pero, por encima de todo, es un cine humanista que empatiza con su personaje al luchar por ser aceptada con la losa de su pasado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay dos secuencias impresionantes hacia el final que encapsulan la ambición expresiva de "La tare" y su enfoque prioritario en el estado emocional de su protagonista. Una de ellas es un plano que se mueve a través de dos habitaciones, una de ellas la sala de espera y la otra el lugar en el que una Anna derrotada va a acudir a su entrevista; esto permite que la cámara siga al personaje a lo largo de la gota que colma su vaso, para que el espectador se vea golpeado con las pequeñas esperanzas que aún alberga su personaje para recuperarse siendo inmediatamente destrozadas. La siguente escena es un devastador y hermosamente iluminado plano estático de ella en su casa, mirando por la ventana y tentada por la idea de saltar; es increíblemente desesperanzada y desoladora por sí misma, pero la ventana está posicionada a la derecha del plano por un motivo: el suicidio sería una salida a sus problemas, como es, de manera figurada, una salida del encuadre, para añadir énfasis a que esto sería realmente el final de todo.
Y luego la belleza y la poesía de estas dos bellísimas escenas y el esfuerzo de un personaje en su límite, decidiendo vivir a pesar de su sufrimiento sin fin, se estropea con el más inoportuno de todos los intertítulos, pero eso es otra historia.
Y luego la belleza y la poesía de estas dos bellísimas escenas y el esfuerzo de un personaje en su límite, decidiendo vivir a pesar de su sufrimiento sin fin, se estropea con el más inoportuno de todos los intertítulos, pero eso es otra historia.
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