You must be a loged user to know your affinity with eglantino
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
7
6 de marzo de 2023
6 de marzo de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede negar que esta segunda parte no es una buena película. En ella nos encontramos ante una familia que se encuentra en el propio caos de su existencia; ayudada por unos personajes secundarios que son bien tratados y en ningún momento dejan de ser primordiales para el trascurso de la película.
De lo que no hay duda es que nos hayamos ante una familia tradicional, en la que no cabe duda sobre la pertinente obsesión en el cine por hacernos creer que en la vida, sólo existe el matrimonio heterosexual como fuente inagotable de éxito y fortuna. Nada más que ella puede lograr que las cosas funcionen como tienen que ser, sin subterfugios ni nada que les impida llegar hasta la moralidad más absoluta; y es que en Avatar nos encontramos con una familia en la que no cabe lugar para lo que no sean las cosas como Dios manda. Y es quizá de lo que peque la película, que no deja lugar a dudas sobre como tiene que ser el funcionamiento de una familia convencional.
A parte de esta crítica que acabo de hacer sobre la cuestión práctica de la familia, Avatar nos cuenta una historia bonita, filmada con una ternura que no deja impasible al espectador, tan dado a encontrar en las imágenes que observa una poesía innata, y en esta cinta la podemos observar en cada dos por tres. La Banda Sonora Original nos lleva al mundo de Pandora de una manera satisfactoria y bella, sin dejar lugar a dudas de que nos encontramos en un mundo lleno de fantasía a rebosar, así como la fotografía, que no deja impasible a nadie que no deje de mirar el como esas pequeñas algas se nos meten en el cerebro de una manera sutil y sin pecar en ningún momento de arrogantes.
La acción trascurre por momentos emotivos que nos llevan hasta el paroxismo de un sitio en el que las circunstancias son tan efímeras como duraderas. Y es que en Avatar todo es deslumbrante y maravilloso; James Cameron ha sabido de nuevo llevarnos a un lugar en el que lo mágico no deja lugar a dudas, y es que no se puede negar que nos encontramos ante un gran director que, en las tres horas que dura la película, no cabe el aburrimiento o el pensamiento negativo de que nos encontramos ante una mala película.
De lo que no hay duda es que nos hayamos ante una familia tradicional, en la que no cabe duda sobre la pertinente obsesión en el cine por hacernos creer que en la vida, sólo existe el matrimonio heterosexual como fuente inagotable de éxito y fortuna. Nada más que ella puede lograr que las cosas funcionen como tienen que ser, sin subterfugios ni nada que les impida llegar hasta la moralidad más absoluta; y es que en Avatar nos encontramos con una familia en la que no cabe lugar para lo que no sean las cosas como Dios manda. Y es quizá de lo que peque la película, que no deja lugar a dudas sobre como tiene que ser el funcionamiento de una familia convencional.
A parte de esta crítica que acabo de hacer sobre la cuestión práctica de la familia, Avatar nos cuenta una historia bonita, filmada con una ternura que no deja impasible al espectador, tan dado a encontrar en las imágenes que observa una poesía innata, y en esta cinta la podemos observar en cada dos por tres. La Banda Sonora Original nos lleva al mundo de Pandora de una manera satisfactoria y bella, sin dejar lugar a dudas de que nos encontramos en un mundo lleno de fantasía a rebosar, así como la fotografía, que no deja impasible a nadie que no deje de mirar el como esas pequeñas algas se nos meten en el cerebro de una manera sutil y sin pecar en ningún momento de arrogantes.
La acción trascurre por momentos emotivos que nos llevan hasta el paroxismo de un sitio en el que las circunstancias son tan efímeras como duraderas. Y es que en Avatar todo es deslumbrante y maravilloso; James Cameron ha sabido de nuevo llevarnos a un lugar en el que lo mágico no deja lugar a dudas, y es que no se puede negar que nos encontramos ante un gran director que, en las tres horas que dura la película, no cabe el aburrimiento o el pensamiento negativo de que nos encontramos ante una mala película.

7,2
37.156
10
28 de abril de 2023
28 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una crítica de esta película tras tantos años después de su estreno no va a ser cosa fácil. He de empezar diciendo que no he leído la novela en la que está basada la cinta, por lo que puedo crear un vacío al que no me gusta llegar. De todas formas voy a valorar la película tal y como la siento.
Lo primero que he de hacer es elogiar los papeles de las actrices que conforman la película: Julianne Moore a parte de estar guapísima hace un papel digno de la más alta mención, así como el de Nicole Kidman, fabricando de Virginia Woolf, una mártir que llega a lo más alto, tanto que le concedieron la estatuilla dorada por su genuina interpretación, y es que no es para menos, pues nos lleva al delirio al hablarnos con una sutileza inconcebible la relación entre la vida y la muerte, el desamparo y la soledad.... El maquillaje hace de ella que la veamos en su más destacada fealdad, pareciéndose terriblemente a la poetisa en la que está basada su personaje. No hemos de olvidarnos de Toni Colette, que a pesar de hacer un papel poco destacable, nos deja una sensación de belleza tardía y la sombra de una amistad con un trasfondo de lesbianismo oculto entre los visillos de una población norteamericana; su interpretación es tan maravillosa como sutil. No he de olvidarme de Meryl Streep que haciéndose valer de un sólido papel, me parece que no llega a la altura de las otras protagonistas. No es que lo haga mal; ni muchísimo menos, pero la solidez de una neoyorquina contemporánea no llega a la altura de las otras mujeres que viven para y por el detrimento de sus vivencias ocultas.
Hablar de Las Horas sin hombres es como hablar de un jardín sin flores. Todos pasan por la cinta como fantasmas relegados a la posición de ser manejados por mujeres maravillosas a la vez que en algunos momentos, hasta malvadas. John C. Reilly deja en su interpretación un regusto amargo de hombre comprometido con la sociedad clasista en la que le ha tocado vivir haciendo gala de un papel más que relevante en la película. Ed Harris no deja a nadie impávido trabajándose el papel de enfermo de Sida en los terribles momentos de la enfermedad, es un poeta maldito llevado al máximo exponente de la soledad, y al lado de Meryl Streep no se deja aminalar por la estrella con la que le ha tocado compartir protagonismo. Y es que Las Horas es una película por y para mujeres, todas ellas relegadas al sólido detrimento de la desesperación.
Stephen Daldry ha sabido hacer una película maravillosa, basándose en un guion difícil de manejar, pero que él ha podido entretejer sorteando los peligros que ello conlleva. Ha hecho de una película difícil una poesía innata en cada uno de los planos que conforman el film, llevándonos al éxtasis con una maravillosa Banda Sonora Original y una fotografía digna de el más alto nivel. No me parece lógico pues, que no obtuviera más Oscars; se merecía el de mejor película por lo menos, pero los académicos prefirieron la facilidad de las luces de neón de Chicago, que los entresijos de unas mujeres que pasan por la película como auténticas heroínas, trabajándose papeles de una dificultad extrema, ayudadas por una dirección del más alto nivel.
Aquí dejo escrito lo que pienso de esta obra de arte, porque Las Horas lo es; sin ningún género de dudas. No ha pasado el tiempo por ella, es más, ha crecido su nombre entre las páginas de un libro del llamado Séptimo Arte.
Lo primero que he de hacer es elogiar los papeles de las actrices que conforman la película: Julianne Moore a parte de estar guapísima hace un papel digno de la más alta mención, así como el de Nicole Kidman, fabricando de Virginia Woolf, una mártir que llega a lo más alto, tanto que le concedieron la estatuilla dorada por su genuina interpretación, y es que no es para menos, pues nos lleva al delirio al hablarnos con una sutileza inconcebible la relación entre la vida y la muerte, el desamparo y la soledad.... El maquillaje hace de ella que la veamos en su más destacada fealdad, pareciéndose terriblemente a la poetisa en la que está basada su personaje. No hemos de olvidarnos de Toni Colette, que a pesar de hacer un papel poco destacable, nos deja una sensación de belleza tardía y la sombra de una amistad con un trasfondo de lesbianismo oculto entre los visillos de una población norteamericana; su interpretación es tan maravillosa como sutil. No he de olvidarme de Meryl Streep que haciéndose valer de un sólido papel, me parece que no llega a la altura de las otras protagonistas. No es que lo haga mal; ni muchísimo menos, pero la solidez de una neoyorquina contemporánea no llega a la altura de las otras mujeres que viven para y por el detrimento de sus vivencias ocultas.
Hablar de Las Horas sin hombres es como hablar de un jardín sin flores. Todos pasan por la cinta como fantasmas relegados a la posición de ser manejados por mujeres maravillosas a la vez que en algunos momentos, hasta malvadas. John C. Reilly deja en su interpretación un regusto amargo de hombre comprometido con la sociedad clasista en la que le ha tocado vivir haciendo gala de un papel más que relevante en la película. Ed Harris no deja a nadie impávido trabajándose el papel de enfermo de Sida en los terribles momentos de la enfermedad, es un poeta maldito llevado al máximo exponente de la soledad, y al lado de Meryl Streep no se deja aminalar por la estrella con la que le ha tocado compartir protagonismo. Y es que Las Horas es una película por y para mujeres, todas ellas relegadas al sólido detrimento de la desesperación.
Stephen Daldry ha sabido hacer una película maravillosa, basándose en un guion difícil de manejar, pero que él ha podido entretejer sorteando los peligros que ello conlleva. Ha hecho de una película difícil una poesía innata en cada uno de los planos que conforman el film, llevándonos al éxtasis con una maravillosa Banda Sonora Original y una fotografía digna de el más alto nivel. No me parece lógico pues, que no obtuviera más Oscars; se merecía el de mejor película por lo menos, pero los académicos prefirieron la facilidad de las luces de neón de Chicago, que los entresijos de unas mujeres que pasan por la película como auténticas heroínas, trabajándose papeles de una dificultad extrema, ayudadas por una dirección del más alto nivel.
Aquí dejo escrito lo que pienso de esta obra de arte, porque Las Horas lo es; sin ningún género de dudas. No ha pasado el tiempo por ella, es más, ha crecido su nombre entre las páginas de un libro del llamado Séptimo Arte.

7,5
14.808
8
17 de marzo de 2016
17 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si, perdónenme ustedes, pero aquí el que suscribe, aún no había visto este pequeño-gran regalo-dardo envenenado que es "Network". O lo que es peor todavía, había dejado de lado esta película por no saber que su director era Sidney Lumet (DEP) hombre genial donde los halla. El caso es que anoche tuve el gustado de verla y disfruté de lo lindo viendo el nombrado largometraje.
Tal vez cuatro Premios de la Academia sean excesivos, pero el gusto de ésta ya sabemos como es, y no vamos a andarnos con chiquitas. "Network" es cierto que es implacable, y no sólo por unos personajes marcados por la tragedia de una vida indomable y cruel, si no también porque esa realidad imaginaria y destructiva continúa tan inalterable como en 1976. O lo que es peor, todavía peor, puesto que la TV continúa siendo ese monstruoso ser de siete cabezas amamantado por una juventud, una ancianidad, una vida madura, que succiona de ella una realidad que no es otra que la vida que nos gustaría tener, pero que por lo que fuera o fuese..., no tenemos.
La fotografía de "Netwok" es clara y cristalina como una serie de televisión, alumbrada con una luz que cuando es metálica habla del horror de los personajes, y que cuando se nos muestra anaranjada, nos deja entrever que esos seres tienen, de vez en cuando, algo a lo que se le pueden denominar sentimientos. Owen Roizman supo currárselo muy bien, sobre todo con ese rosetón medieval, fijo en un mundo negro, y que ilumina a Peter Finch mientras que platica sobre una sociedad que se hunde en la mierda que ella misma, en su insensatez, ha provocado. El Oscar debió der ser para su fotografía y no para Straight, de los pocos personajes poco labrados y que no te acerca a ese mundo tan cruel que habita en la cinta. A la vez que vas adentrándote en la película también te das cuenta que una música algo electrizante te sobrecoge sobre manera. Es una música que unas veces corre, y otras vuela. No es sublime, pero Owen Roizman supo acercarse a ello.
¿¡Qué decir de Dunaway!? Para mí está genial. Tan genial y bella como siempre estuvo; aunque si la envidio por algo en esta película no es precisamente por su ardorosa fe en destruir el mundo, si no por haber tenido entre sus brazos a William Holden, ese hombre enigmático, alcohólico y maravilloso actor que no proporciona alegrías precisamente, pero que para mí siempre será ese hombre guapísimo que se ahogó en la piscina de "Sunset Boulevard" bajo la mirada de Norma Desmond, que no es poco. En "Network" tampoco decepciona, él nunca supo hacerlo.
Les recomiendo esta película, de verdad, pero tengo que dejarles ya, y no precisamente para ver otro film de Lumet, no, eso sería una insensatez, si no para plantarme delante de mi TV para contemplar como poco a poco nos destruimos hasta llegar a un fatal desenlace.
Es la vida que está en la tele la que me importa, no la mía.
Tal vez cuatro Premios de la Academia sean excesivos, pero el gusto de ésta ya sabemos como es, y no vamos a andarnos con chiquitas. "Network" es cierto que es implacable, y no sólo por unos personajes marcados por la tragedia de una vida indomable y cruel, si no también porque esa realidad imaginaria y destructiva continúa tan inalterable como en 1976. O lo que es peor, todavía peor, puesto que la TV continúa siendo ese monstruoso ser de siete cabezas amamantado por una juventud, una ancianidad, una vida madura, que succiona de ella una realidad que no es otra que la vida que nos gustaría tener, pero que por lo que fuera o fuese..., no tenemos.
La fotografía de "Netwok" es clara y cristalina como una serie de televisión, alumbrada con una luz que cuando es metálica habla del horror de los personajes, y que cuando se nos muestra anaranjada, nos deja entrever que esos seres tienen, de vez en cuando, algo a lo que se le pueden denominar sentimientos. Owen Roizman supo currárselo muy bien, sobre todo con ese rosetón medieval, fijo en un mundo negro, y que ilumina a Peter Finch mientras que platica sobre una sociedad que se hunde en la mierda que ella misma, en su insensatez, ha provocado. El Oscar debió der ser para su fotografía y no para Straight, de los pocos personajes poco labrados y que no te acerca a ese mundo tan cruel que habita en la cinta. A la vez que vas adentrándote en la película también te das cuenta que una música algo electrizante te sobrecoge sobre manera. Es una música que unas veces corre, y otras vuela. No es sublime, pero Owen Roizman supo acercarse a ello.
¿¡Qué decir de Dunaway!? Para mí está genial. Tan genial y bella como siempre estuvo; aunque si la envidio por algo en esta película no es precisamente por su ardorosa fe en destruir el mundo, si no por haber tenido entre sus brazos a William Holden, ese hombre enigmático, alcohólico y maravilloso actor que no proporciona alegrías precisamente, pero que para mí siempre será ese hombre guapísimo que se ahogó en la piscina de "Sunset Boulevard" bajo la mirada de Norma Desmond, que no es poco. En "Network" tampoco decepciona, él nunca supo hacerlo.
Les recomiendo esta película, de verdad, pero tengo que dejarles ya, y no precisamente para ver otro film de Lumet, no, eso sería una insensatez, si no para plantarme delante de mi TV para contemplar como poco a poco nos destruimos hasta llegar a un fatal desenlace.
Es la vida que está en la tele la que me importa, no la mía.

7,2
22.876
8
17 de febrero de 2023
17 de febrero de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he leído la novela, por lo que hacer la crítica de esta película me va a costar mas de lo esperado. De lo que no hay ninguna duda es que las dos horas y media que dura la película no se hacen largas en absoluto, y que uno disfruta (si es que a la guerra se le puede atribuir ese verbo) viendo la terrible inmisericordia en la que se ven atrapados los personajes de la misma.
La Banda Sonora Original es como un martillazo que nos hace adentrarnos de manera, a veces sublime, a veces bestial, en la carrera que supone el verse atrapado en el lodazal de las trincheras o el verse atraído por campesinas del sexo femenino por el que los combatientes luchan por conseguir, sea al precio que sea.La fotografía es de lo que más me ha gustado de la película, ya que tiene un trasfondo sublime hacia una naturaleza muerta que provoca la irresponsabilidad de la guerra, y está tratada con una realidad tan noble, que nos trasporta, sin ningún género de dudas, hacia lo terrible que tiene que ser, el verse atrapado en medio de esas trincheras llenas de muerte y destrucción. Cabe destacar la genialidad con la que los actores trabajan en la película, ya que su naturalidad hace que desborden una energía que nos lleva hasta la propia realidad de la guerra; ese irresponsable invento humano que nos hace ver lo peor de nosotros mismos, y que los personajes hacen, con todo lujo de detalles, que nos adentremos en ese mundo de locura en el que nadie quiere encontrarse. En un mundo en el que los "mandamases" tienen la sartén por el mango, es difícil oponerse a lo que ellos proponen con sus argucias tan poco acertadas.
"Sin novedad en el frente" es un film de los que te hacen pensar; de los que no te deja indiferente si tienes un mínimo de sensibilidad en tu cuerpo, y que de te encuentras ante una obra bien filmada y con un trasfondo que llega más allá de lo imaginable. Es una película de las que hay que ver, y sin ninguna duda de lo mejor que se ha rodado en el pasado año, por su cordura y la realidad en la que se convierte la locura de la guerra. Me ha gustado todo lo que hay en ella y voto para que se consolide como una de las mejores candidatas a los "Oscar", aunque dudo mucho del pensamiento de los académicos, tan dados a engatusarnos con sus decisiones.
Nada más que decir, solamente añadir que encuentro en esta cinta mucho más mensaje pacifista de lo que me esperaba, y que espero sea uno de los films mas recordados de los últimos tiempos.
La Banda Sonora Original es como un martillazo que nos hace adentrarnos de manera, a veces sublime, a veces bestial, en la carrera que supone el verse atrapado en el lodazal de las trincheras o el verse atraído por campesinas del sexo femenino por el que los combatientes luchan por conseguir, sea al precio que sea.La fotografía es de lo que más me ha gustado de la película, ya que tiene un trasfondo sublime hacia una naturaleza muerta que provoca la irresponsabilidad de la guerra, y está tratada con una realidad tan noble, que nos trasporta, sin ningún género de dudas, hacia lo terrible que tiene que ser, el verse atrapado en medio de esas trincheras llenas de muerte y destrucción. Cabe destacar la genialidad con la que los actores trabajan en la película, ya que su naturalidad hace que desborden una energía que nos lleva hasta la propia realidad de la guerra; ese irresponsable invento humano que nos hace ver lo peor de nosotros mismos, y que los personajes hacen, con todo lujo de detalles, que nos adentremos en ese mundo de locura en el que nadie quiere encontrarse. En un mundo en el que los "mandamases" tienen la sartén por el mango, es difícil oponerse a lo que ellos proponen con sus argucias tan poco acertadas.
"Sin novedad en el frente" es un film de los que te hacen pensar; de los que no te deja indiferente si tienes un mínimo de sensibilidad en tu cuerpo, y que de te encuentras ante una obra bien filmada y con un trasfondo que llega más allá de lo imaginable. Es una película de las que hay que ver, y sin ninguna duda de lo mejor que se ha rodado en el pasado año, por su cordura y la realidad en la que se convierte la locura de la guerra. Me ha gustado todo lo que hay en ella y voto para que se consolide como una de las mejores candidatas a los "Oscar", aunque dudo mucho del pensamiento de los académicos, tan dados a engatusarnos con sus decisiones.
Nada más que decir, solamente añadir que encuentro en esta cinta mucho más mensaje pacifista de lo que me esperaba, y que espero sea uno de los films mas recordados de los últimos tiempos.

7,6
165.275
7
8 de diciembre de 2017
8 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayudar al espectador opino que no es hacer spoiler, pues si ya de por si ver una película doblada (cómo cualquier lector de filmaffinity ya sabrá) es un crimen, en éste caso ya se convierte en un asesinato. Lo dicho anteriormente procede porque hay una escena en la que si no la ves en el idioma original, o sea en inglés, no llegas a comprender el guion de la película. Se trata del momento en el que Bruce Willis escucha la cinta de casete a solas, y puede escuchar como el paciente oye unas voces que le replican en un castellano casi perfecto, con acento latino: "¡¡No quiero morir, señorito!!". Y claro, el protagonista entiende el porqué de la locura de a quien está cuidando y el asunto que se trae entre manos con el chiquillo al que trata. No sé como lo habrán resuelto tal cuestión en la versión doblada, pues me niego a comprobarlo, pero lo que de veras me duele, es el ver como se puede engañar con el cine doblado al espectador, hasta el punto de que la película desvirtúe su contenido.
Después de la espinita clavada, he de explicar que "El Sexto Sentido" es una película profunda, de esas que aunque los fantasmas sean los protagonistas, (los de verdad, no los que doblan), el tema que se trata es profundo y misterioso, llevado con una cautela que embauca al espectador, hasta llevarlo hasta un lugar siniestro y misterioso, con una música que llega hasta el alma. Toni Colette Y Olivia Williams no se quedan atrás en sus personajes secundarios, y hasta Bruce Willis, después de "La muerte os sienta tan bien..." (Robert Zemekis, 1992), volvía a hacer un papel de esos en los que te sorprender que, aún a pesar de todo, no es un mal actor. La fotografía es clara cual cristal transparente, y el guion se nos acerca como de puntillas, entretejido con cautela, como una obra hecha en ganchillo, hasta atraparnos irremediablemente. El desenlace es auténtico y casi único hasta el momento, por lo que todo hace que ésta película se convierta en una de las mejores dentro del género fantástico; si es que ala trastorno infantil se le puede llamar así.
No hay que dejar de visionarla de nuevo, pero si desean convertirse en auténticos cinéfilos, no lo hagan viéndola en versión doblada, pues es como rasgar un Velázquez por la mitad y después quedarse tan ancho. El cine hay que verlo tal y como se hace, no tal y como a ti te gustaría el verlo.
Después de la espinita clavada, he de explicar que "El Sexto Sentido" es una película profunda, de esas que aunque los fantasmas sean los protagonistas, (los de verdad, no los que doblan), el tema que se trata es profundo y misterioso, llevado con una cautela que embauca al espectador, hasta llevarlo hasta un lugar siniestro y misterioso, con una música que llega hasta el alma. Toni Colette Y Olivia Williams no se quedan atrás en sus personajes secundarios, y hasta Bruce Willis, después de "La muerte os sienta tan bien..." (Robert Zemekis, 1992), volvía a hacer un papel de esos en los que te sorprender que, aún a pesar de todo, no es un mal actor. La fotografía es clara cual cristal transparente, y el guion se nos acerca como de puntillas, entretejido con cautela, como una obra hecha en ganchillo, hasta atraparnos irremediablemente. El desenlace es auténtico y casi único hasta el momento, por lo que todo hace que ésta película se convierta en una de las mejores dentro del género fantástico; si es que ala trastorno infantil se le puede llamar así.
No hay que dejar de visionarla de nuevo, pero si desean convertirse en auténticos cinéfilos, no lo hagan viéndola en versión doblada, pues es como rasgar un Velázquez por la mitad y después quedarse tan ancho. El cine hay que verlo tal y como se hace, no tal y como a ti te gustaría el verlo.
Más sobre eglantino
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here