Por fin pude volver a verla... claro que en YOUTUBE porque no la encuentro por ninguna parte.
¡Qué lástima que María Luisa Bemberg ya no esté para que sienta la actualidad de una película que filmó en 1982.
Espectacular -y tan joven y bella- Luisina Brando.
Y verlo en sus pininos al hoy GRAN ACTOR Julio Chávez reconforta saber que cuando alguien ES ACTOR DE RAZA -y esto va para los dos- pasan los años y no importa. Se sigue siendo grande.

Hoy, 4 de marzo de 2006, la vi por 40 a. vez. Esto sólo lo digo a título ilustrativo pues cuando una película me gusta la veo y la reveo cuantas veces puedo. Entiendo que no es lo más grande del cine - ni mucho menos - pero es tan deliciosa, está tan genia Al Pacino - escenas del tango, del auto, de la pelea en familia, y por sobre todo el concepto final, dicho maravillosamente, sobre los valores que debe transmitir una educación, que bien valen el Oscar que recién hoy me entero de que se ganó. No estoy de acuerdo con que el actor joven que hace el otro papel protagónico sea pobre. cualquiera se oscurece ante la gran figura de Al Pacino.
Cristina

Hace más de quince años que la veo. Primero, con la excusa de que "mis sobrinitos querían que la pusiera". Ahora que mis sobrinitos no me dan la orden, la veo porque me gusta, porque me divierto, porque no estoy de acuerdo con que HOmero sea un mal ejemplo, porque a pesar de los "dibujos" es tan real como la vida misma.
La vida nos da malos ejemplos y no por ello dejamos de creer en la Vida.
Geniales los capítulos donde se atreven a visualizar a Bart y a Lisa grandes...

He visto esta película cuatro o cinco veces. Me pareció excelente. Plantear de manera cruda el tema de la adopción de un niño negro por una médica blanca aparenta ser simple. Pero el chiquito ha heredado la adicción a la droga de una mamá que lo ha tirado al tacho de la basura sin tener conciencia de ello. Cuando asume su culpa y se regenera quiere recuperarlo. El drama es directo, doloroso, real y con un excelente desenlace.
Maravillos el nene que trabaja en la película. Un hallazgo haber encontrado un "actor" de esa edad.

Así siento Milagro en Milán. Pasan los años, uno vuelve a verla y es como que vuelve a producirse "el milagro": sólo el genio de Vittorio de Sicca pudo lograrlo.