Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
You must be a loged user to know your affinity with MatiasR
Críticas 39
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
2 de enero de 2014
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me topé con el manga "Shingeki no Kyojin" por casualidad, como tantas cosas que uno encuentra en Internet. En principio, la historia no me parecía muy original en relación a tantas otras del mismo género. Es decir, un mundo apocalíptico en el que la humanidad enfrenta su extinción, sólo que esta vez a manos de unos misteriosos titanes. Sin embargo, decidí darle una chance por que (lo reconozco) me encantan esas historias. Sólo dos capítulos fueron suficientes para cautivarme. Me “devoré” el resto del manga en menos de una semana. Y por eso continúe con el anime.

La historia tiene una premisa simple: los humanos se encuentran presos, y paradójicamente a salvo, tras unos altos muros que los protegen del ataque de unos gigantes que sólo aspiran a devorarlos. Uno de los grandes aciertos del autor es su capacidad para trasmitir el miedo, el horror y la desesperación que viven los soldados que enfrentan a esos titanes. Si bien se focaliza en el entrenamiento de las tropas, este vale de poco cuando están cara a cara con monstruos de 15 metros y cuando la muerte es una posibilidad concreta que depende de la velocidad de un reflejo, de un movimiento o de la precisión de un golpe de espada.

Por otra parte, a medida que la historia avanza se desarrollan otros elementos que introducen giros en el guión o sorpresas que cambian el rumbo de la misma o, por lo menos, introducen nuevos horizontes de expectativas, al mismo tiempo que dotan de complejidad a la premisa original, en forma de personajes nuevos, lugares a los que llegar, o enigmas que habrá que desentrañar.

La serie de televisión tiene agregados específicos, propios del soporte, que logran aumentar todos esos sentimientos, como la brillante banda sonora que potencia el miedo, el valor, el dolor, la desesperación y también la amistad o el amor de los personajes, según lo precise la historia. La animación es excelente (mejorando notoriamente el dibujo falto de detalles que tiene el manga), ya sea el diseño de los personajes, de los temibles y horripilantes titanes, los escenarios o las trepidantes escenas de peleas.

Los personajes principales están bien delineados y cada uno tiene su personalidad definida. Eren, el protagonista, es un muchacho impulsivo, voluntarioso, inspirador y con un objetivo claro: erradicar a los titanes de la faz del planeta. Mikasa (la favorita de quien escribe estas líneas) quien tiene dos facetas marcadas: por un lado es una fría y extraordinaria guerrera y por otro es una mujer sensible, enamorada de Eren, y que está dispuesta a darlo todo para protegerlo. El trío se completa con Armin, un muchacho de nula habilidad física y de baja autoestima, pero de gran inteligencia y que es muy útil en momentos importantes. Los secundarios están bastante bien para la importancia que tienen y también evolucionan con el correr de los capítulos.

Por último, habiendo visto los 25 capítulos, debo decir que el cierre no me gustó del todo. En los últimos episodios, se tomaron varias licencias respecto al material original que nos privaron de algunos momentos memorables. Esto no lo digo desde el lugar quejoso de quien quiere adaptaciones inmutables. De hecho, gran parte del “relleno” (que no es mucho) está muy bien incluido y sirvió para mejorar algunas cosas, pero algunos detalles modificados pueden afectar la continuidad de la serie en una eventual segunda temporada y eso no se tuvo muy en cuenta.

P.D: actualmente el manga se sigue publicando y la calidad del mismo no ha bajado, por lo que hay material como para esperar otra temporada de alto nivel.
10 de noviembre de 2014 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las virtudes que tiene Nolan como cineasta es que sus películas requieren un uso considerable del cerebro. Parece una cuestión simple pero, en los últimos años, no han abundando las historias de este género que demanden una implicación activa por parte del espectador. E Interstellar no es una excepción a la regla Nolan. De hecho, es una de las cintas más pretenciosas del director, sin que esto suene como crítica negativa. Al contrario, los riesgos siempre son necesarios e Interstellar es una película que invita a la reflexión y eso siempre se agradece y mucho.

Y digo que Interstellar es una película pretenciosa, porque su historia combina, con gran acierto, el drama de un mundo post apocalíptico con la posibilidad del viaje espacial, los conflictos emocionales de los personajes (la separación padre/familia como eje) con un complejo, pero bien explicado, lenguaje científico (relatividad, agujeros de gusano, agujeros negros, gravedad, etc), que hacía tiempo no se utilizaba en este tipo de films. El resultado es una historia emocionante y atrapante, a pesar de que su ritmo pueda considerarse un poco lento, sobretodo para lo que Nolan acostumbra, pero está explicado en la película: “el tiempo es relativo”. En mi caso la duración me pareció totalmente justificada por las vicisitudes del guión.

La “sombra” de 2001: Odisea del espacio está presente en gran parte del metraje, a pesar de que las historias apuntan a temas diferentes. Se nota la influencia del clásico de Kubrick en la elaboración del guión. Por ejemplo: las irónicas intervenciones de la máquina CASE son un guiño brillante a la inteligencia artificial HAL 9000. La principal diferencia entre ambos films es que donde Kubrick ponía silencios o imágenes ininteligibles (a la interpretación del espectador), Nolan explica y muestra. Y, si es necesario, explica de nuevo. Ese es uno de los aspectos más criticados del cine del director británico. En mi caso, no comparto dichas críticas y mucho menos en esta película, donde no se explicitan giros o detalles importantes de cohesión interna de un guión, sino conceptos científicos de difícil asimilación para un espectador desacostumbrado.

El apartado visual es sencillamente sublime: el diseño de las naves, sus movimientos gráciles en vuelo, los robots acompañantes, la construcción del espacio y de los mundos de la otra galaxia e incluso la “deformación” de la realidad física en determinados momentos. No son “chiches” visuales. Son recursos técnicos que configuran un mundo desconocido y difícilmente imaginable. La banda sonora es la otra “pata” necesaria para la creación del ambiente épico espacial, al mismo tiempo que emociona y conmueve por partes iguales en múltiples ocasiones.

Sin embargo, y a pesar de sus muchas virtudes, Interstellar adolece de algunos defectos reseñables, sobretodo en el último acto, donde algunas cosas se precipitan. En primer lugar, porque Nolan no puede con su genio y se inclina por brindarle una tensión algo innecesaria a algunas escenas, aún cuando esto altera el tono que el film viene construyendo. Y segundo porque la “ciencia”, que sostiene todo el andamiaje en las 2/3 partes de la película, palidece un poco a la hora de la resolución del conflicto. Esto no es necesariamente un defecto ya que el cine, muchas veces, es una cuestión de fe (y Nolan reúne los méritos como para que demos el salto), pero el contraste entre ambas facetas puede ser un poco disruptivo. Llegado el momento, hay que creer y dejarse llevar por la historia.

De todas formas, el tercer acto, de ninguna manera, tira por la borda todo lo elaborado previamente, como he leído en más de una crítica de la supuesta prensa “especializada”. Simplemente, es una cuestión de tono y detalles en la resolución. La calidad general de la película merece que algunos defectos sean disculpados.

En mi caso, y como amante del género, disfruté mucho Interstellar. Con el agravante de que mi expectativa era muy alta y no me defraudo. La recomiendo enfáticamente porque enaltece a un género que cada vez produce menos obras de esa calidad y porque las películas de Nolan, gusten más o menos, siempre dejan mucha tela para cortar.
28 de julio de 2012 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre leo esta página. Me encanta leer críticas de gente que sabe mucho de cine, pero que no pretende dotar a sus opiniones de una soberbia intelectualidad que caracteriza a muchos críticos "especializados" en la materia. Y como fiel lector, decidí dar el "salto" a escritor justo en esta película. Creo que la misma lo merece.

Me es difícil explicar las sensaciones que me produce este cierre de la historia. Por un lado, estoy contento. Por que el cierre estuvo a la altura de lo esperado. Durante meses pensé en "El hombre araña 3" y me asuste. Pero Nolan estuvo a la altura de lo que él mismo generó y cerró su saga con la maestría con la que recorrió todo el camino. Sin embargo, también estoy triste. Con la saga cerrada ¿que voy a esperar ansiosamente en el futuro? ¿Con que me voy a impacientar o emocionar mientras espero que llegue el día del estreno?

Tampoco me es fácil separar a "The dark knight rises" de sus predecesoras y analizarla de forma aislada. Por más que Nolan no haya preconcebido a la saga como tal. Esta secuela es la culminación de una historia (con todo lo que eso implica). Y valorar ese cierre sin tener mayormente en cuenta la historia anterior, me parece desacertado. Este es el final.

"The dark knight" retoma la historia de su predecesora, pero recupera mucho de lo visto en "Batman inicia". No sólo el origen del plan del villano de turno (un magnífico Tom Hardy, cuya voz no olvidare mientras viva). Sino también los matices y las motivaciones del personaje principal. "Tu verdadera cara es la que los criminales temen" casi le escupe Rachel a Wayne al finalizar "Batman inicia". Y en esta, podemos ver a un Bruce Wayne totalmente vacío. Perdió al amor de su vida, pero sobretodo perdió a Batman. Y toda su vida se fue al diablo. Alfred hace las veces de "conciencia" pero no como consejero de un vigilante protector, sino como padre. Y cuando las cosas se pongan negras, Wayne volverá a ser puesto al límite de sus condiciones físicas y mentales.

La película combina excelentes escenas de acción, otros momentos de gran tensión y nervio, y otros de drama. La duración es la justa, en ningún momento se hace larga. Es la que necesita para desarrollar la historia, para presentar bien a los personajes y para que todos los conflictos estén en perfecta armonía. El elenco siempre da en la tecla y los secundarios importantes que fueron incorporados suman MUCHO a la historia. Al ya mencionado Hardy, hay que sumar a Hathaway y a Levitt. Hay momentos de calma, donde parece que no pasa nada. Y otros donde el corazón se te sale del pecho. En donde la tensión te ata, y luego la emoción te libera. El "quiebre" de la película (literal y metafóricamente) es un momento inolvidable de esta saga y del cine en los últimos años. Los últimos treinta minutos son brillantes.

La primera impresión que me queda es que Nolan deja un legado imborrable. No sólo una trilogía fantástica. No señores. Deja la evidencia empírica de que es posible un cine entretenido de superheroes que combine diversión con inteligencia, acción con drama y efectos con guión. No es una utopía. Se acabaron las excusas, señores/as. Si, a partir de ahora, nos seguimos enfrentando a entretenimientos baratos en calidad, no es por que no se pueda hacer algo distinto. No es por que el género imponga fronteras inexplorables. Sino por que hay una decisión por detrás que prefiere que esta clase de cine trate como idiotas a los espectadores. Pero, a partir de ahora, tendrán que asumir las consecuencias de esas decisiones.

"Si usted se convierte en más que sólo un hombre, si usted se dedica a una idea y si ellos no pueden pararlo, entonces se convierte en algo diferente: en una leyenda, señor Nolan, en una leyenda."
El jardín de las palabras
MediometrajeAnimación
Japón2013
6,7
6.501
Animación
7
27 de septiembre de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El jardín de las palabras es una historia simple, pero que contiene un tono melancólico que “impregna” cada plano y le da un atractivo particular a esta película. Su gran mérito, para mí, es la naturalidad con la que se presenta, y se desarrolla, la relación entre los dos protagonistas, sin artificios, ni baratos recursos melodramáticos. Es decir, casi sin quererlo, ni darse cuenta, ambos personajes se ven entrelazados en un vínculo que no comprenden del todo, pero que los influye de forma inesperada. La vida, tal como la conocemos.

En principio, y conociendo de antemano la premisa de la película, pensé que la duración sería adecuada pero creo que la historia daba para un poco más. Si bien conocemos bastante de ambos personajes (teniendo en cuenta la escasa duración), creo que sus conflictos individuales (el “estigma” del zapatero que no encaja del todo, el falso affaire de la maestra) podrían haberse trabajado mejor con un metraje un poco más largo. Además, creo que su relación tuvo un desarrollo muy creíble y cuando el relato llega a cierto momento “cumbre”, había un potencial para darle otra “densidad” a la historia que, según mi parecer, fue desaprovechado. Aun así, el cierre me pareció adecuado. A medio camino entre la emoción, la belleza y la sencillez. Es decir, a tono con el resto de la película.

El apartado técnico es excelso. La calidad de la animación roza la perfección, ya sea en los detalles de los gestos faciales de los protagonistas o en la nitidez de todos los ambientes en los cuales se desarrolla la historia (como el parque o la ciudad), y la banda sonora siempre suena en la justa medida.

En resumen, es una linda historia de encuentro (y desencuentro) entre dos desconocidos, sin mayores pretensiones que hacerte pasar un buen rato y también emocionarte un poco (sin por eso caer en el melodrama barato). En lo personal, creo que había potencial para un poco más, pero eso no me privo de disfrutarla. La recomiendo.

P.D: ya estoy esperando la próxima temporada de lluvia.
15 de enero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantastic Four tiene un mérito extraño: está “a la altura” de la nefasta expectativa que se creó a su alrededor durante los meses previos a su estreno. Y no era fácil. Menos aún, luego del curioso (y público) pase de facturas entre director y productores, cuando el fracaso, en la crítica y la taquilla, ya estaba consumado.

Lo cierto es que la película tiene un comienzo interesante. Hay un “aroma” a (buena) ciencia ficción, sin grandes alardes, ni demasiadas pretensiones explicativas, aunque “lo fantástico” quede en un segundo plano. La presentación de los personajes es un poco asimétrica, ya que el foco de la historia está claramente en Reed, pero de a poco se va estableciendo el lazo que une al equipo. Sí, la trama es sencilla, la fotografía tiene un tono oscuro demasiado molesto y Doom es un esperpento desde su primera aparición (por aspecto y concepción del personaje), pero durante su primera hora Fantastic Four va construyendo una idea, un concepto que apunta hacia algún lugar.

Sin embargo, luego del accidente, todo se precipita y ocurren, al unísono, dos cosas que sepultan a Fantastic Four en el fondo del abismo: por un lado, el ritmo se acelera de forma desmesurada y se nota. Se nota mucho. El trabajo de edición es penoso. Pasan muchas cosas en poco tiempo. No hay transiciones coherentes entre las secuencias y la película no “respira”, avanza de manera torpe hacia un desenlace pobre. Como consecuencia de todo esto (en parte), el desarrollo de los personajes también se ve afectado de manera muy negativa.

Lo que me lleva al segundo punto: los personajes toman decisiones contradictorias con su propio comportamiento en la primera parte de la película e incluso con sus propios enunciados. Por ejemplo: en un determinado momento, Reed le dice a Ben “te salvaré” pero no hace absolutamente nada para ayudarlo. Se aleja de la trama sin motivo aparente. En este punto me cuesta discernir si es un problema que ya traía consigo el guión “original” o si fueron las modificaciones posteriores que (seguramente) tenían por objetivo acelerar los sucesos para forzar la pelea final. Conociendo los antecedentes de la FOX me inclino más por la segunda opción.

Como ya dije, la secuencia final es realmente pobre y forzada, producto de un conflicto poco elaborado y peor presentado. Ni los efectos alcanzan el nivel mínimo que se exige en esta clase de producciones. De hecho, en algunos momentos alcanza niveles dantescos, como cierta escena donde Ben revolea un pedazo de tanque y produce una explosión digna de un cortometraje mediocre.

Por supuesto queda el crédito abierto para una secuela (que obviamente nunca se realizará), pero hasta eso está metido con calzador. Veamos el lado positivo: por lo menos en esta franquicia, Silver Surfer y Galactus conservaran su dignidad intacta.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para