Ayer ví Ted. Me sorpendió acabarla con una buena sensación y alguna que otra risa. Me esperaba una comedia romática con ositos y me encontré con una gamberrada juvenil de porros y tias buenas que provocan al menos cuatro carcajadas que no voy a spoolear, de calidad.

Película sobre la madurez, la lealtad y la amistad que supone un reconocimiento nostálgico a los 80.

Los actores, malos muy malos, excepto el oso protagonista que está muy logrado; Mila Kunis, cuyo único mérito en esta peli es que está muy muy buena; y Flash Gordon con quien producción y dirección juegan a poner el puntito Tarantino en la peli, rescatando a viejas y fracasadas glorias.

Le pongo un 6.

Sacha Baron Cohen no deja títere con cabeza en esta película. Insulta a feministas, a lesbianas, a musulmanes, a judios, a americanos, a vegetarianos, a los del comercio justo, a los dirigentes mundiales de cualquier nación... a cualquier otro colectivo que puedas recordar. Yo me reí, y mi risa no es floja. A mí me gustó.

Necesitas amplitud de mente, falta de escrúpulos y entender su intencionalidad provocativa para que te guste.

La encuentro superior a Borat. Aún más transgresora.

Le pongo un 6.

Quería una película adecuada para Halloween, y me recomendaron The Collector. Acertaron de pleno. Sus ingredientes: ultraviolencia gratuita, recreación en el dolor, vísceras, pellejos, sangre, y una atmósfera claustrofóbica y explícitamente agresiva. De los guionistas de Saw, justo en la misma línea, si bien menos inteligente y mucho más predecible. De duración perfecta, dinámica sugerente y un horror destinado a dejar satisfecho a los gourmets del género.

Le pongo un 6.

Solicité una película ultraviolenta y me recomendaron "Encontré al diablo". Me enfrenté a ella con escepticismo, ya que se trataba de una película totalmente desconocida para mí. Bastaron cinco minutos para comprobar que había encontrado lo que necesitaba. Película oscura, de violencia explícita, de pesimismo y realismo. El ser humano es malo por naturaleza y basta con provocar lo suficiente como para despertar a los depredadores interiores. Gore, perversión, intriga, escatología, sangre, golpes, violencia, ingenio, adrenalina, violaciones... y una película inteligente. Le pongo un 7, tal vez porque al tratar de rizar el rizo, se alarga un pelín.

Lástima. La idea es generosa y muy buena: exportar el modelo del capitalismo depredador hacia un capitalismo vital. Hasta aquí perfecto. Una utopía terrorífica hacia la que parecemos caminar, donde el dinero se desdobla en vida. Acojonante idea.... pero ya está. Conforme avanza la trama, se funden Bonnie & Clyde con algunos tópicos de acción, desdibujando la majestuosidad de su potencial. Le pongo un 6, aunque con un poco de esfuerzo, podría haber llegado a 8. Justin y los actores, patéticos... sólo se salvan las chicas que están tremendas.