Cuando la película se estrenó estábamos inmersos en plena guerra fría. Con ser tremenda, el mundo no era consciente totalmente del riesgo que corría. El asunto era muy serio aunque nos pareciera improbable.
Es posible que Kubrick no resolviera perfectamente el género de la película. Para mí es una sátira que, a ratos, se desmadra y en otros, el bombardero, se vuelve completamente seria y meticulosa.
La película no es para reir porque contemplar la estupidez humana y las manos en que podemos llegar a estar, que es lo que Kubrick nos muestra, nos lleva a la sorpresa, la mueca y la leve sonrisa temblorosa del pardillo que contempla a sus posibles carniceros. El final, cabalgando sobre la bomba puede ser exagerado, pero la bomba cae.
Hay detalles que me gustan mucho de la película que son marca de la casa. La ambientación en penumbra de la sala del consejo y la del bombardero, que está a la altura de las trincheras de Senderos de Gloria. Con Kubrick la puesta en escena y la fotografía siempre es esencial.

Me gustaría conocer la correlación entre los votos y la edad de los votantes. Vista otra vez la película me doy cuenta de que el mundo ha cambiado. Me parece muy difícil que la entraña de la película, la amistad de dos hombres muy distintos y con divergentes intereses, sea vista hoy como verosímil.
No creo que al director le interesara lo más mínimo contar la verdadera historia con los protagonistas históricos. Simplemente le interesa la alianza por la aventura, la amistad y estar a gusto consigo mismo.
La música es inolvidable y contribuye a dar un clima de leyenda a la historia. Claro, ahora no se canta así.
Las dos cosas han cambiado, el desinterés por la materialidad y la ingenuidad por la suspicacia.
Si alguien hiciera ahora esta película lo tratarían de loco.

La ví el otro día por pura casualidad. Si se la encuentran en su camino no la escruten con los ojos de hoy ni en base a la fama de Hudson o la Cardinale.
La película tiene buena intención pero ahora no resulta. Es la decadencia de las comedias de Hudson, Confidencias a medianoche, Pijama para dos, Su juego favorito, etc. y pertenece a las numerosas películas intrascendentes de la Cardinale. La gran Claudia que tuvo la fortuna de actuar en grandes películas pero... hizo demasiadas. Los USA aprovechan para mostrar de Claudia lo que no se suele ver. Aviso. Pero ver en esa época, aviso también.
De todas maneras incluso las películas de éxito que cito parecerán ahora ridículas.
Al guión le faltó horas de trabajo y mas ingenio. Apunta a muchas cosas de la época que ahora pasarán desapercibidas. Salen psiquiatras. Y conspiraciones.
En fin, lo demás correcto.
Mi calificación es para el año en que se hizo. Ahora dos puntos menos.

Por una vez se nos presentan personajes cotidianos, ni héroes ni villanos, que transitan por la vida con su pasado a cuestas y con el futuro incierto. Los franceses pusieron de moda la incomunicación. En esta película queda claro que lo importante es lo que no se dice, incluso lo que se oculta. Más aún, lo que se miente. Cada personaje arrastra su pasado y con el incierto futuro se enfrenta. Todo ello con la nieve a cuestas camino del fin.
Aunque los franceses siempre tienden a filosofar, real como cualquier realidad nos rodea.

Otra vez escribo una crítica para recomendar una película que ví hace muchos años. Me gustó. Ambiente ambiguo. Misterio. Sensualidad. Personajes extraviados. Mujer protagonista con encanto.
En fin que, si la tienen delante, le dan un vistazo y comentan aquí la película como es debido.