You must be a loged user to know your affinity with magoxulin
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,3
11.010
6
3 de mayo de 2018
3 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace años leí una novela del autor David Brin titulada “El Efecto Práctica”. Es muy interesante, os la recomiendo. En ella se habla de una realidad alternativa en la que los objetos, en lugar de estropearse con el uso, mejoran su aspecto y su calidad, con lo que se crea una sociedad medieval en la que reyes poseen súbditos que se dedican a usar sus posesiones para que estén cada vez más bonitas y relucientes. Por ejemplo, una simple barra de hierro oxidado, usándola como espada, terminará siendo una gloriosa espada afilada del mejor acero.
También hay una película titulada “Increíble pero Falso”, escrita, codirigida y protagonizada por Ricky Gervais, sobre un mundo en el que todo el mundo dice siempre la verdad y un hombre inventa la mentira. Pues en ese mundo no existen las películas, porque en realidad son mentiras creadas por la imaginación de alguien, así que el único entretenimiento que existe es la narración de hechos históricos a través de una pantalla de televisión.
Es decir, se coge una premisa en la que hay un cambio de la realidad que conocemos, se crean unas normas o estilos de vida en torno a esa premisa y tienes una historia atractiva que contar. Hay varias películas y novelas con esa premisa, estas dos son solo un ejemplo. Sucede lo mismo con “Una Vida a lo Grande”. En el futuro, existe un método de reducción del cuerpo humano al 3 y pico por ciento de su tamaño original, método al que muchas personas se prestan puesto que al reducir su cuerpo también se reduce el consumo que necesita para su subsistencia y todos los alimentos le duran mucho más tiempo, incluso su dinero se multiplica. Claro, que también hay unas consecuencias de esa reducción, como por ejemplo, que se efectúa menos compra de producto y las empresas que fabrican alimentos, ropa y etc, ven peligrar su existencia.
Y lo que empieza como una pseudo comedia de ciencia ficción, de forma inesperada, da un giro hacia un camino inesperado y acaba con un mensaje moralizante sobre el que planeaba desde el principio y termina mostrándose de forma muy patente. Y por el medio, algunos gags interesantes sobre el contraste grande - pequeño que plantea el argumento. Pero esta premisa podría haber dado más de sí. En vez de profundizar más en las consecuencias de esa reducción, tanto para la gente pequeña como para los que siguen conservando su tamaño normal, la historia pasa a presentarnos a un hombre desubicado, que se presta al método con unas intenciones, pero tras algo que pasa y no quiero contar para que veáis la pellícula, ve su mundo dar una sacudida y todo lo que hay a su alrededor deja de tener sentido, hasta que de pronto aparece alguien que le presenta una realidad bastante diferente de la que vive en su moderna Liliput.
Con todo, Alexander Payne dirige una película con algunos tropezones pero que se deja ver durante sus más de dos horas, eso sí, con algunas rarezas típicas del director ya vistas en otras películas suyas. Por mi parte, solo he visto, además de esta, “Entre Copas”, que tampoco estuvo mal. Habrá que ir revisando poco a poco su filmografía, porque dentro de lo extraños que son sus filmes, encuentras más cosas de las que aparenta esconder. Por mi parte, os recomiendo que, además de leer “El Efecto Práctica” y por supuesto, ver “Increíble pero Falso”, veáis también “Una Vida a lo Grande”, curiosa traducción de su título original, “Downsizing”, pero igualmente acertada.
LO MEJOR: El proceso de reducción y los gags que contrastan lo grande y lo pequeño.
LO PEOR: Hay algunos momentos en que se convierte en un drama convencional, sin nada nuevo que aportar, como si fuese una película diferente de la que parece durante los primeros tres cuartos de hora.
También hay una película titulada “Increíble pero Falso”, escrita, codirigida y protagonizada por Ricky Gervais, sobre un mundo en el que todo el mundo dice siempre la verdad y un hombre inventa la mentira. Pues en ese mundo no existen las películas, porque en realidad son mentiras creadas por la imaginación de alguien, así que el único entretenimiento que existe es la narración de hechos históricos a través de una pantalla de televisión.
Es decir, se coge una premisa en la que hay un cambio de la realidad que conocemos, se crean unas normas o estilos de vida en torno a esa premisa y tienes una historia atractiva que contar. Hay varias películas y novelas con esa premisa, estas dos son solo un ejemplo. Sucede lo mismo con “Una Vida a lo Grande”. En el futuro, existe un método de reducción del cuerpo humano al 3 y pico por ciento de su tamaño original, método al que muchas personas se prestan puesto que al reducir su cuerpo también se reduce el consumo que necesita para su subsistencia y todos los alimentos le duran mucho más tiempo, incluso su dinero se multiplica. Claro, que también hay unas consecuencias de esa reducción, como por ejemplo, que se efectúa menos compra de producto y las empresas que fabrican alimentos, ropa y etc, ven peligrar su existencia.
Y lo que empieza como una pseudo comedia de ciencia ficción, de forma inesperada, da un giro hacia un camino inesperado y acaba con un mensaje moralizante sobre el que planeaba desde el principio y termina mostrándose de forma muy patente. Y por el medio, algunos gags interesantes sobre el contraste grande - pequeño que plantea el argumento. Pero esta premisa podría haber dado más de sí. En vez de profundizar más en las consecuencias de esa reducción, tanto para la gente pequeña como para los que siguen conservando su tamaño normal, la historia pasa a presentarnos a un hombre desubicado, que se presta al método con unas intenciones, pero tras algo que pasa y no quiero contar para que veáis la pellícula, ve su mundo dar una sacudida y todo lo que hay a su alrededor deja de tener sentido, hasta que de pronto aparece alguien que le presenta una realidad bastante diferente de la que vive en su moderna Liliput.
Con todo, Alexander Payne dirige una película con algunos tropezones pero que se deja ver durante sus más de dos horas, eso sí, con algunas rarezas típicas del director ya vistas en otras películas suyas. Por mi parte, solo he visto, además de esta, “Entre Copas”, que tampoco estuvo mal. Habrá que ir revisando poco a poco su filmografía, porque dentro de lo extraños que son sus filmes, encuentras más cosas de las que aparenta esconder. Por mi parte, os recomiendo que, además de leer “El Efecto Práctica” y por supuesto, ver “Increíble pero Falso”, veáis también “Una Vida a lo Grande”, curiosa traducción de su título original, “Downsizing”, pero igualmente acertada.
LO MEJOR: El proceso de reducción y los gags que contrastan lo grande y lo pequeño.
LO PEOR: Hay algunos momentos en que se convierte en un drama convencional, sin nada nuevo que aportar, como si fuese una película diferente de la que parece durante los primeros tres cuartos de hora.

6,1
43.821
9
8 de enero de 2018
8 de enero de 2018
11 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay algo que me da placer cinematográficamente, es ver aparecer en una pantalla de cine la frase “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...” para después escuchar los primeros compases del tema clásico e inmortal de Star Wars mientras aparecen las letras en la pantalla y luego esa narración escrita que se aleja hacia el infinito, introduciéndote en la acción de la película.
Y eso es lo único que se conserva intacto desde la primera película estrenada de la saga. Ahora todo ha cambiado mucho, y para mejor. J.J. Abrams ha sabido reflotar la saga “Star Trek” y también la saga “Star Wars”. Espero que algún día lo haga con “El Señor de los Anillos” y nos cuente una historia nueva que transcurra cientos de años después de la historia original. Pero este no es el tema.
Ahora “Star Wars” no es tan blanca y negra como era al principio, ahora en cada personaje hay luz y oscuridad, y nunca sabes con certeza por cuál de ellos se van a decantar. Hay tantos momentos chulos en la película y tantas fotografías para enmarcar que no acabaría nunca de describirlos. Puede que lo que más me haya molado sean Poe Dameron y Rey. En ese orden. Y por supuesto, el homenaje a nuestra Leia, a Carrie Fisher. Que la fuerza te acompañe siempre.
Lo viejo va dando paso a lo nuevo, los extremos se van posicionando, nuevos personajes se hacen imprescindibles y nuevos villanos van sustituyendo el hueco que dejan los anteriores. Claro, el merchandising se tiene que seguir vendiendo, y casi todos los fans tienen las figuras de los personajes clásicos, hay que introducir nuevas historias. Y en un futuro se estrenará otra trilogía, desconozco si una precuela de la precuela o una secuela de la secuela, la cuestión es que siga habiendo “Star Wars” para rato.
A mí esta entrega me ha encantado, no sé cómo puede haber alguien a quien no le haya gustado. Lo único que puedo decir es que una vez visto el plano final finalísimo, justo antes de poner los títulos de crédito, es que el subtítulo de la novena entrega debería hacer honor a la primera película, no en orden cronológico, sino de realización, aquella que a finales de los 70 nos alucinó a muchos y que fue conocida como “La Guerra de las Galaxias”, cuando su subtítulo era “Una Nueva Esperanza”.
Como digo, haciendo honor a ese subtítulo, la novena entrega debería llamarse “Otra Nueva Esperanza”.
LO MEJOR: Casi todo.
LO PEOR: Ese “casi”, un par de momentos que me hicieron desconectar.
Y eso es lo único que se conserva intacto desde la primera película estrenada de la saga. Ahora todo ha cambiado mucho, y para mejor. J.J. Abrams ha sabido reflotar la saga “Star Trek” y también la saga “Star Wars”. Espero que algún día lo haga con “El Señor de los Anillos” y nos cuente una historia nueva que transcurra cientos de años después de la historia original. Pero este no es el tema.
Ahora “Star Wars” no es tan blanca y negra como era al principio, ahora en cada personaje hay luz y oscuridad, y nunca sabes con certeza por cuál de ellos se van a decantar. Hay tantos momentos chulos en la película y tantas fotografías para enmarcar que no acabaría nunca de describirlos. Puede que lo que más me haya molado sean Poe Dameron y Rey. En ese orden. Y por supuesto, el homenaje a nuestra Leia, a Carrie Fisher. Que la fuerza te acompañe siempre.
Lo viejo va dando paso a lo nuevo, los extremos se van posicionando, nuevos personajes se hacen imprescindibles y nuevos villanos van sustituyendo el hueco que dejan los anteriores. Claro, el merchandising se tiene que seguir vendiendo, y casi todos los fans tienen las figuras de los personajes clásicos, hay que introducir nuevas historias. Y en un futuro se estrenará otra trilogía, desconozco si una precuela de la precuela o una secuela de la secuela, la cuestión es que siga habiendo “Star Wars” para rato.
A mí esta entrega me ha encantado, no sé cómo puede haber alguien a quien no le haya gustado. Lo único que puedo decir es que una vez visto el plano final finalísimo, justo antes de poner los títulos de crédito, es que el subtítulo de la novena entrega debería hacer honor a la primera película, no en orden cronológico, sino de realización, aquella que a finales de los 70 nos alucinó a muchos y que fue conocida como “La Guerra de las Galaxias”, cuando su subtítulo era “Una Nueva Esperanza”.
Como digo, haciendo honor a ese subtítulo, la novena entrega debería llamarse “Otra Nueva Esperanza”.
LO MEJOR: Casi todo.
LO PEOR: Ese “casi”, un par de momentos que me hicieron desconectar.

4,6
3.160
6
14 de junio de 2020
14 de junio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena apuesta del género de terror, aunque es más de suspense con algunos momentos de susto incorporados, pero aún así merece la pena como una de esas películas independientes que van apareciendo regularmente cada año con intención de darle algún giro original a la trama. En esta ocasión la historia se asemeja a la saga “Destino Final” en el aspecto de que si existe un destino, y la fecha de nuestra muerte ya está marcada, da igual que la sepas o no, porque no podrás evitarla por mucho que lo intentes. Podrás estirarla un poco, pero tampoco demasiado.
Existen dos tecnologías recientes que nos han cambiado la vida de forma radical. Una es internet, la otra, los teléfonos móviles. Haciendo uso de las dos, se nos muestra como desde un móvil alguien se descarga una aplicación llamada Countdown que muestra una cuenta atrás, señalando los años, días, horas, minutos y segundos que faltan para tu muerte.
En algunos marca varios años, pero en otros, tan solo unos pocos días o unas cuantas horas. Y la protagonista se ve envuelta en un intento por evitar no solo su muerte, sino la de alguien más.
A partir de ahí, la búsqueda de respuestas y soluciones de todo tipo, a través de la informática, de la religión e incluso de la estrategia.
El suspense se mantiene durante todo el metraje y, aunque se recurre al típico susto de monstruitos o fantasmas feos que gritan mucho y aparecen de repente, algo bastante visto en muchas películas, las vueltas que le han dado al guión son suficientes para que la historia no te aburra. Una buena recomendación para un fin de semana con amiguetes (obviamente, por Skype o videollamada de Facebook, porque hoy en día no hay otra forma) charlando sobre la peli y sobre el tema de la muerte. Que por cierto, yo tengo una filosofía: no hay que temer a la muerte. Todos iremos al mismo lugar, sea el que sea. No os importe morir ni dejar a otra gente viva en este mundo, cada quien tiene que vivir su vida, despedirse de los que se van, dar la bienvenida a los que llegan y seguir adelante, tratando de ser lo más feliz posible o, al menos, de vivir lo más dignamente posible en las condiciones que nos rodeen. Y reír mucho, y hacer muchas locuras, cuantas más mejor. Así aguantaremos mejor el tirón.
Una última cosa, como es de esperar, no pude resistir la tentación de buscar la aplicación en mi móvil, y resulta que existe, probablemente la hayan creado como parte del marketing promocional de la película. Hoy, domingo 14 de junio de 2020, a las 11.51h, cuando estoy subiendo esto, me quedan 71 días, 4 horas, 3 minutos y 15 segundos aproximadamente. Es decir, que según la aplicación, palmaré en poco más de dos meses. Sea verdad o mentira, me da igual. Lo que me importa es lo que he podido aprender de mi vida pasada y disfrutar de lo que me quede por vivir.
LO MEJOR: Un buen ejercicio de suspense, bastante original dentro de lo que cabe y que no pierde interés en ningún momento. Y con último, aunque insignificante, giro final.
LO PEOR: Varias escenas son bastante previsibles, y lo de ver a un monstruo feo y gritar ya está pasado de moda. Hoy en día nadie se asusta por ver un fantasma feo que grita. O no debería. Más feo es Trump y ahí está, asustando a todo quisqui y nadie grita al verlo.
Existen dos tecnologías recientes que nos han cambiado la vida de forma radical. Una es internet, la otra, los teléfonos móviles. Haciendo uso de las dos, se nos muestra como desde un móvil alguien se descarga una aplicación llamada Countdown que muestra una cuenta atrás, señalando los años, días, horas, minutos y segundos que faltan para tu muerte.
En algunos marca varios años, pero en otros, tan solo unos pocos días o unas cuantas horas. Y la protagonista se ve envuelta en un intento por evitar no solo su muerte, sino la de alguien más.
A partir de ahí, la búsqueda de respuestas y soluciones de todo tipo, a través de la informática, de la religión e incluso de la estrategia.
El suspense se mantiene durante todo el metraje y, aunque se recurre al típico susto de monstruitos o fantasmas feos que gritan mucho y aparecen de repente, algo bastante visto en muchas películas, las vueltas que le han dado al guión son suficientes para que la historia no te aburra. Una buena recomendación para un fin de semana con amiguetes (obviamente, por Skype o videollamada de Facebook, porque hoy en día no hay otra forma) charlando sobre la peli y sobre el tema de la muerte. Que por cierto, yo tengo una filosofía: no hay que temer a la muerte. Todos iremos al mismo lugar, sea el que sea. No os importe morir ni dejar a otra gente viva en este mundo, cada quien tiene que vivir su vida, despedirse de los que se van, dar la bienvenida a los que llegan y seguir adelante, tratando de ser lo más feliz posible o, al menos, de vivir lo más dignamente posible en las condiciones que nos rodeen. Y reír mucho, y hacer muchas locuras, cuantas más mejor. Así aguantaremos mejor el tirón.
Una última cosa, como es de esperar, no pude resistir la tentación de buscar la aplicación en mi móvil, y resulta que existe, probablemente la hayan creado como parte del marketing promocional de la película. Hoy, domingo 14 de junio de 2020, a las 11.51h, cuando estoy subiendo esto, me quedan 71 días, 4 horas, 3 minutos y 15 segundos aproximadamente. Es decir, que según la aplicación, palmaré en poco más de dos meses. Sea verdad o mentira, me da igual. Lo que me importa es lo que he podido aprender de mi vida pasada y disfrutar de lo que me quede por vivir.
LO MEJOR: Un buen ejercicio de suspense, bastante original dentro de lo que cabe y que no pierde interés en ningún momento. Y con último, aunque insignificante, giro final.
LO PEOR: Varias escenas son bastante previsibles, y lo de ver a un monstruo feo y gritar ya está pasado de moda. Hoy en día nadie se asusta por ver un fantasma feo que grita. O no debería. Más feo es Trump y ahí está, asustando a todo quisqui y nadie grita al verlo.

5,2
10.640
8
14 de junio de 2020
14 de junio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El remake de “Jumanji” no me gustaba nada, consideré que traicionaba a la película original y la convertía en una comedieta con algo de acción sin más, pero por el contrario, esta secuela me ha gustado más que la original y que su remake. Para empezar, amplia el campo de juego. Jumanji ya no es una selva, es todo un mundo abierto con variedad de escenarios y muchos peligros. Además, los personajes dan más juego entre sí e incluso sufren un intercambio muy divertido. Hay más aventura en este Jumanji que en el original y su remake juntos.
Eso es la parte buena. La mala es que el motivo por el que justifican esta secuela es un pelín ridículo, yo creo que podrían haberse buscado una razón de mayor peso, pero en fin. Luego están las intervenciones, breves pero interesantes, de los veteranos Danny de Vito y Danny Glover. El tema es que en esta ocasión el peligro al que se enfrentan es mayor, las condiciones de juego han cambiado y todos tienen alguna habilidad extra. Otra de las cosas malas es que las gracietas no hacen gracia. Ya no las hacían en la primera parte y ahora menos. Así que quedaos con lo bueno, la aventura, la emoción, la acción y la pasión arrolladora de Dwayne Johnson, La Roca. Que ahora también es la pasión arrolladora de Danny de Vito.
LO MEJOR: La secuencia de los puentes colgantes, pura aventura digna del mejor Indiana Jones.
LO PEOR: Que flojea bastante y tiene alguna que otra secuencia tonta y algún que otro diálogo tonto. Por eso la crítica es tan corta, porque no hay nada más que destacar.
Eso es la parte buena. La mala es que el motivo por el que justifican esta secuela es un pelín ridículo, yo creo que podrían haberse buscado una razón de mayor peso, pero en fin. Luego están las intervenciones, breves pero interesantes, de los veteranos Danny de Vito y Danny Glover. El tema es que en esta ocasión el peligro al que se enfrentan es mayor, las condiciones de juego han cambiado y todos tienen alguna habilidad extra. Otra de las cosas malas es que las gracietas no hacen gracia. Ya no las hacían en la primera parte y ahora menos. Así que quedaos con lo bueno, la aventura, la emoción, la acción y la pasión arrolladora de Dwayne Johnson, La Roca. Que ahora también es la pasión arrolladora de Danny de Vito.
LO MEJOR: La secuencia de los puentes colgantes, pura aventura digna del mejor Indiana Jones.
LO PEOR: Que flojea bastante y tiene alguna que otra secuencia tonta y algún que otro diálogo tonto. Por eso la crítica es tan corta, porque no hay nada más que destacar.
9
3 de mayo de 2018
3 de mayo de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
HBO es sinónimo de calidad, y así lo demuestran series como “Los Soprano”, “The Wire”, “Deadwood”, “A Dos Metros Bajo Tierra”, “Westworld” y sobre todo, “Juego de Tronos”. Pero claro, igual que HBO ofrece calidad, también exige mucho a sus series, y cuando una de ellas pierde audiencia, no le tiembla el pulso para retirarla de la parrilla. Eso es lo que ha ocurrido con “Vinyl”, que su primera temporada también ha sido la última. Y eso no está bien.
“Vinyl” es a la música lo que “Uno de los Nuestros”, “El Padrino” o “El Precio del Poder” fueron a la mafia, como así demuestran los títulos de crédito iniciales, donde se ve a nivel microscópico la textura de un disco (vinilo) y la aguja que lo hace sonar, metáfora de que la serie entra hasta el corazón de la propia música y destapa su lado más oscuro, a través de la actividad de una discográfica de capa caída en la que el propietario, Richie Finestra, antiguo cazatalentos, divide su día a día en dos tareas, una, buscar un grupo que haga remontar a su sello para no quedarse en la ruina y dos, esnifar coca. Y cuando tiene algo de tiempo libre, lo dedica a su familia.
Dos cosas antes de seguir. Que HBO ofrezca calidad no significa que todas sus series sean buenas. Algunas como “Deadwood”, “True Detective” o “Roma” las quité a los diez minutos del primer capítulo. Y otra cosa: una vez más tengo que criticar a los críticos. Dicen que “Vinyl” fue retirada de la programación por su baja audiencia, y que los motivos de su baja audiencia fueron que el episodio piloto fue muy bueno (queriendo decir que el resto de la serie baja el nivel respecto a ese capítulo, pero no es así, sigue manteniendo la misma emoción, un poco más pausada, pero igual de interesante), que lo que se cuenta en “Vinyl” ya se cuenta en “Mad Men” (pues personalmente, “Mad Men” me aburrió en el primer capítulo y también la quité. Y ahora llamadme sacrílego. Y además ¿qué importa que ya esté “Mad Men”? que por cierto, no va de música. También está “The Walking Dead” y han hecho “Fear the Walking Dead”, y también está “CSI Las Vegas” e hicieron “CSI Nueva York” “CSI Miami”. Así que la excusa no me vale.
Y claro, con el legendario Rolling Stone, Mick Jagger, que seguro conoce bastante bien ese lado oscuro de la música, como productor, junto a Martin Scorsese, especialista en cine de mafiosos, que también dirige ese fenomenal episodio piloto, la calidad está asegurada. ¿Por qué la han quitado? No lo sé, porque las excusas de los criticos no sirven. “Vinyl” es una serie muy buena, que te muestra cómo los artistas, que son quienes componen sus canciones, quienes ensayan las canciones, quienes se van de gira interpretando sus canciones y quienes aguantan a las fans que adoran sus canciones, son los que menos pasta se llevan por sus canciones. Vale, si, son los productores los que les consiguen bolos, giras y discos, pero son LOS ARTISTAS, los cantantes, los músicos, quienes están sobre el escenario, mientras sus queridos productores de discográficas, se gastan el 90% de la pasta que sacan exprimiendo a sus artistas en juergas, drogas y putas.
Otra cosa a destacar es que la serie está ambientada en los años 70, cuando empezaban a despuntar grupos como Led Zeppelin, comenzaban a llamar la atención artistas como David Bowie y daban sus últimos coletazos genios del Rock como Elvis Presley. Desconozco si la serie muestra la realidad tal como fue, si la ficciona y la exagera o si se queda corta respecto a lo que pasó de verdad en esas discográficas (aunque tengo entendido que aquí en España, por poner un ejemplo, los buenos músicos de los 80 no recuerdan nada de aquella época, adivinad por qué), pero creedme, la serie merece la pena, y si tuviera la suficiente pasta, financiaría una segunda temporada. Pero no la tengo.
LO MEJOR – Indudablemente, el episodio piloto y la crudeza de muchas situaciones, espero que más ficticias que reales.
LO PEOR – Que no tiene un final cerrado, porque iban a hacer más temporadas, pero les cortaron las piernas de cuajo. Y eso requería haber avisado antes y elaborar un final más acorde con el espíritu de la serie
“Vinyl” es a la música lo que “Uno de los Nuestros”, “El Padrino” o “El Precio del Poder” fueron a la mafia, como así demuestran los títulos de crédito iniciales, donde se ve a nivel microscópico la textura de un disco (vinilo) y la aguja que lo hace sonar, metáfora de que la serie entra hasta el corazón de la propia música y destapa su lado más oscuro, a través de la actividad de una discográfica de capa caída en la que el propietario, Richie Finestra, antiguo cazatalentos, divide su día a día en dos tareas, una, buscar un grupo que haga remontar a su sello para no quedarse en la ruina y dos, esnifar coca. Y cuando tiene algo de tiempo libre, lo dedica a su familia.
Dos cosas antes de seguir. Que HBO ofrezca calidad no significa que todas sus series sean buenas. Algunas como “Deadwood”, “True Detective” o “Roma” las quité a los diez minutos del primer capítulo. Y otra cosa: una vez más tengo que criticar a los críticos. Dicen que “Vinyl” fue retirada de la programación por su baja audiencia, y que los motivos de su baja audiencia fueron que el episodio piloto fue muy bueno (queriendo decir que el resto de la serie baja el nivel respecto a ese capítulo, pero no es así, sigue manteniendo la misma emoción, un poco más pausada, pero igual de interesante), que lo que se cuenta en “Vinyl” ya se cuenta en “Mad Men” (pues personalmente, “Mad Men” me aburrió en el primer capítulo y también la quité. Y ahora llamadme sacrílego. Y además ¿qué importa que ya esté “Mad Men”? que por cierto, no va de música. También está “The Walking Dead” y han hecho “Fear the Walking Dead”, y también está “CSI Las Vegas” e hicieron “CSI Nueva York” “CSI Miami”. Así que la excusa no me vale.
Y claro, con el legendario Rolling Stone, Mick Jagger, que seguro conoce bastante bien ese lado oscuro de la música, como productor, junto a Martin Scorsese, especialista en cine de mafiosos, que también dirige ese fenomenal episodio piloto, la calidad está asegurada. ¿Por qué la han quitado? No lo sé, porque las excusas de los criticos no sirven. “Vinyl” es una serie muy buena, que te muestra cómo los artistas, que son quienes componen sus canciones, quienes ensayan las canciones, quienes se van de gira interpretando sus canciones y quienes aguantan a las fans que adoran sus canciones, son los que menos pasta se llevan por sus canciones. Vale, si, son los productores los que les consiguen bolos, giras y discos, pero son LOS ARTISTAS, los cantantes, los músicos, quienes están sobre el escenario, mientras sus queridos productores de discográficas, se gastan el 90% de la pasta que sacan exprimiendo a sus artistas en juergas, drogas y putas.
Otra cosa a destacar es que la serie está ambientada en los años 70, cuando empezaban a despuntar grupos como Led Zeppelin, comenzaban a llamar la atención artistas como David Bowie y daban sus últimos coletazos genios del Rock como Elvis Presley. Desconozco si la serie muestra la realidad tal como fue, si la ficciona y la exagera o si se queda corta respecto a lo que pasó de verdad en esas discográficas (aunque tengo entendido que aquí en España, por poner un ejemplo, los buenos músicos de los 80 no recuerdan nada de aquella época, adivinad por qué), pero creedme, la serie merece la pena, y si tuviera la suficiente pasta, financiaría una segunda temporada. Pero no la tengo.
LO MEJOR – Indudablemente, el episodio piloto y la crudeza de muchas situaciones, espero que más ficticias que reales.
LO PEOR – Que no tiene un final cerrado, porque iban a hacer más temporadas, pero les cortaron las piernas de cuajo. Y eso requería haber avisado antes y elaborar un final más acorde con el espíritu de la serie
Más sobre magoxulin
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here