Interesante y atractiva hasta que aparece Keira Knightley con afán de protagonismo y realizando una esperpéntica actuación que roza el chiste. Hay momentos que no se si estaban hablando en serio o era simplemente una broma cara.
Escenas de acción bien hechas que salvan el lastre de la pésima actuación de la protagonista.

Una adaptación de un relato de Stephen King siempre es una aventura para quién lee sus libros y para aquellos seguidores del género de terror. Por ello recomiendo ni ver los títulos de crédito de esta miniserie hasta bien entrado en la trama si no quieres spoilers de verdad.
La serie no deja de ser insulsa, con personajes poco creíbles gracias a las desgracias del botox y a la maravilla del HD. La ambientación es voluntariosa pero no te transmite nada, he tenido la sensación de ver un parque temático más que un decorado de HBO.
La trama lenta a veces juega a su favor pero cuando todo queda descubierto echo en falta algo de velocidad y unos capítulos finales más dignos.
En definitiva, se deja ver pero tan pronto la acabes, la empezarás a olvidar.

Pensaba que podría ser difícil realizar una secuela de algo que ya sufrió dos, que quizás fuera un reinicio de la saga. Pero ni una cosa ni la otra, es una secuela ambientada en la actualidad que se obvia las otras dos.
Con esa premisa y en situación, la película no deja de ser efectiva y en algunos momentos parece que será una fantástica manera de homenajear la original, pero va ser que no. El protagonista parece siempre en las nubes y el resto le siguen con diferentes estereotipos.

El director es a la vez guionista y editor, tiene casi el control absoluto y lo hace bien. Ingredientes básicos bien montados, tampoco hace falta una trama compleja, solo con ganas y respeto al espectador se pueden hacer películas de terror dignas y que merecen ser vistas.
Actores en su sitio que no parecen estúpidos.
Patina el final, a mi gusto, demasiado cortado y visto lo visto, no esta a la altura.