Es conmovedora, aunque lo llegue a la altura de IA de Spielberg, que trata el mismo tema más o menos.
El director maneja con precision y arte la cámara, en movimientos muy bien acompañados a la melancólica música.
La interesante historia te atrapa, a lo que ayudan sus actores, muy bien llevados por la dirección, en particular el gran Robin Williams, que está sobresaliente.
El arte de su director, te sumerge en la historia por su preciosa fotografía, con hermosos planos de playas, Iglesias, hogares, etc., y una musica melancólica muy acertada en cada plano.
La ví con el doblaje latino, que sorprendentemente me supo a gloria.
También tiene sus ratos de buen humor, en particular los chistecitos que cuenta el "robot" tan acertados y graciosos.
Para que más?

Preciosa película, que se ve en un hondo suspiro.

Un lujo de interpretaciones, de diálogos, (una maravilla los dichos mexicanos (universales), guiños metafóricos, rodado todo en un blanco y negro magnífico a un ritmo endiablado pero muy acertado.

Ahí está la mano del genio L. Buñuel en sus tomas, puestas en escena, dirección de actores, etc.

La historia es violenta, espeluznante, porque es violencia humana, producida por sociedades salvajes, con erróneas creencias sobre la hombría, sobre la honra, sobre la valentía, donde maldades y bondades típicas del "homo sapiens" corren a raudales.

No faltan los guiños de nuestro querido y admirado, eterno maestro: un cura con pistola, con sotana y sombrero blanco o alguien abriendo una carta con un sable.

Una joya recomendable 100 %

Estamos ante una gran película que te absorbe desde el principio, con la única pega de que no dure más.

Un tal JC Chandor, nos da una lección de saber hacer cine, desarrollando una historia a un ritmo perfecto, con una extraordinaria ambientación, trabajo de actores, (un elenco de lujo) luciéndose todos en unos papeles que son un verdaderos regalo.

Reuniones de consejos de administración, jefes de sección y empleados, despidos, miedo a serlo, desconfianza en el otro, cinismos, corazones de piedra, buena gente, menos buena, todo real como la vida misma.

Todo está muy logrado, creíble y natural, divertido y entretenido, que para eso se inventó el cine.

A destacar la reunión del consejo de administración, con un Jeremy Irons soberbio al frente, impecablemente rodada, una lección de afeitado y alguien llorando a su querida mascota moribunda.

Una joya.

Sin duda uno de los tesoritos que andan por la Red y que puedes capturar y admirar.

Película para disfrutar a Cantinflas en todo su esplendor; con su magnífico gracejo y ocurrencias de todo tipo que te hacen reír a carcajada limpia, cual jovenzuelo estudiantil.

Mario Moreno, mexicano de pura cepa, fue sin duda el mejor actor cómico en nuestra lengua, con un sentido del humor sin igual; agudo, inteligente, divertido a raudales que sabía tocar las teclas del buen humor, un humor de muchos quilates.

Maestro de la interpretación y la gracia, sus películas, puro arte del ingenio humorístico, no caducarán nunca,.

Asi pues, jóvenes y mayores... a reír!

Lo que empieza siendo una prometedora historia romántica bien rodada, con renombrados actores, poco a poco se convierte en una tonta comedieta para niños.

El gran Richard Dreyfus se pasa la película haciendo el payasete y gritando todo el rato. La pobre Holly Hunter, a la que tanto se la puede sacar, no sabe por donde debe andar y no termina de cuajar en el papel, porque no hay papel.

Sólo se salvan los veinte primeros minutos, donde se aprecian buenos planos y algunos graciosos diálogos y maneras de los actores pero que se quedan en promesas.

Lo mejor, el plano con Dreyfus mirando el mar, y su magnífica partner observándole. Y ahí acaba todo.

Un fiasco del Sr. Hallstrom, que se recuperará más tarde con la historia del perro Hachiko y otras.