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Críticas 199
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
17 de septiembre de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obsesionado con una chica de un status social más alto, Tomasz pone en marcha su entrada en las profundidades ocultas del trolling en Internet y el fanatismo de la derecha. En el camino, comienza a mostrar una habilidad camaleónica para ser lo que su objetivo quiere que sea.

“The Hater” (Hejter en polaco) es una muy buena producción original de Netflix que pasó bajo mi radar y me recomendó un amigo. La había visto en el catálogo y me pareció algo millennial y tonto que podía dejar pasar. Nada más lejos de la verdad.

La película está protagonizada por Maciej Musialowski (no me pregunten cómo se pronuncia), quien está impecable como el antihéroe protagonista. En sintonía con Walter White o quizás Light, de “Death Note”, este pibe logra que ames odiarlo y odies amarlo.

En sí estamos ante un thriller tenso y muy bien llevado. Como experiencia visual tiene un estilo innovador que recuerda ligeramente a “Parasite”. El argumento va completamente por otro lado, pero me refiero en cuanto a cómo es vista la pobreza por la clase alta y lo que una persona de bajos recursos es capaz de alcanzar para llegar un poco más lejos.

Tomasz es un sociópata realmente dispuesto a todo, y su personalidad maquiavélica hace que esta película se sienta como algo especial. Desde la primera escena, que es brillante, él marca su camino hacia convertirse en villano al mostrar tres elementos claves que van a llevar adelante toda la narrativa: amoralidad, pragmatismo y control de sus emociones.

Tengo bastante cine nórdico encima. Me gustan especialmente los thrillers y dramas oscuros que tienen lugar en estos desolados parajes. Sin embargo, no recuerdo haber visto otra producción polaca antes, o al menos una que me haya quedado en la cabeza.

Si su caso es el mismo, “The Hater” es una muy buena puerta de entrada. Aquellos que hayan disfrutado del personaje de Lou Bloom (Jake Gyllenhaall) en “Nightcrawler”, se van a sentir muy a gusto. Ambos causan el mismo revuelto en el estómago.

==> CONCLUSIÓN: Con ambición temática y gran ejecución, “The Hater” es una de las grandes propuestas de la Gran N este año. Todo lo contrario a una película pasajera, este thriller es denso, oscuro y cínico. Una reflexión interesante que no da puntada sin hilo. <==

#BonusTrack: “The Hater” es una de las ficciones que aprovecha el Arte de la Guerra de Sun Tzu para su argumento. En esta nota hay otros tantos:

https://altapeli.com/series/sun-tzu-el-arte-de-la-guerra-en-la-ficcion/
22 de marzo de 2021 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién lo habría dicho? ¡El Snyder Cut cumplió con lo prometido! Yo no había odiado particularmente a la “Justice League” de 2017, pero sí me había parecido insulsa, genérica y llana. Por el contrario, el corte de Snyder se siente más completo, épico y cohesivo narrativamente.

Pueden decir lo que quieran de Zack Snyder, menos que es un realizador sin visión o identidad bien definidas. Pese a que no me gustan todas sus películas, tiene varias que realmente banco. Su estilo te puede gustar más o menos (ciertamente yo agradecería menos slow-mos y canciones fuera de lugar) pero hace lo que le gusta cómo le gusta… y eso lo vuelve único.

No todos los aspectos del Snyder Cut me parecieron copados, pero sí me descubrí a mí mismo disfrutando de la historia mucho más de lo que habría pensado inicialmente. El argumento general es el mismo, aunque son tantos los cambios de diálogos, tono y orden de escenas, que es prácticamente una experiencia nueva.

La obra no es un corte convencional, en el sentido de incluir algunas escenas eliminadas, sino una reconstrucción absoluta de la idea original que Snyder estaba tratando de concebir.

Acá el director decidió estructurar la historia en 6 partes, por lo cual es posible verla como una miniserie de esas que te devorás en un finde si te atrapan. De hecho, yo la vi de esa forma: en seis cómodos pedacitos que funcionan como pequeños episodios autoconclusivos, cada uno con su foco argumental y, al menos, una buena escena de pelea.

Comentar los aspectos que no me terminaron de convencer sería entrar en terreno de spoilers, pero muchos tienen que ver con personajes agregados que no tenían mucho que hacer ahí, algunos momentos “Snyder” que me parecieron híper ridículos y un CGI un poco desprolijo en ocasiones.

Afortunadamente, hay mucho para amar acá. El personaje de Flash es cómico sin ser molesto, a Aquaman le bajaron un cambio para volverlo más solemne, Batman ya no hace chistes tontos y es realmente el líder del equipo y el Cyborg de Ray Fischer está mucho mejor trabajado en esta versión.

En esencia, las cuestiones que se sentían más apuradas en la versión de Whedon tienen un mayor despliegue en el Snyder Cut. Hay más tiempo para las relaciones entre personajes, historias de origen y subtramas. La resurrección de Superman es súper efectiva y el clímax es muy superior. De hecho, en materia de acción sorprende con algunas muy buenas peleas.

Por su parte, Steppenwolf es un antagonista más amenazante y con un diseño bastante menos berreta que el que nos dieron allá por 2017. No deja de ser un villano acartonado, pero al menos lo convirtieron en un peligro mayor y con cierta complejidad. Me encantó cómo se deshacen de él, ganándose completamente la calificación “R”.

==> CONCLUSIÓN: ¡Esta sí es La Liga de la Justicia! El Snyder Cut de “Justice League” es la forma definitiva de disfrutar esta historia. Se le pueden criticar varias cuestiones (soundtracks cuestionables, demasiadas slow motions, el “momento salchicha”, la inclusión de Jared Leto, etc) pero si ésta hubiera sido la versión estrenada en 2017, la recepción hubiera sido otra. Los fans la vamos a disfrutar como se debe, y a la gilada ni cabida. <==
12 de enero de 2021 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo el hecho de poder tener al director danés Thomas Vinterberg nuevamente junto al gran Mads Mikkelsen es motivo para darle una oportunidad a “Druk”, una dramedia sorprendentemente profunda con la que me sentí muy identificado.

Por cierto (y antes de que me olvide) de Vinterberg no se olviden de ver la impecable “The Hunt” (2012) o el bizarro experimento “Festen” (1998), una película filmada con las pautas minimalistas de un movimiento vanguardista que creó el Manifiesto del Dogma 95.

“Druk” (que podría traducirse como “drinking binge” o algo así) es la presentación oficial de Dinamarca para la categoría de Mejor Largometraje Internacional de los 93 Premios de la Academia en 2021.

Según Vinterberg, la película es un estudio y exploración no sólo del consumo de alcohol sino de lo incontrolable. Como alguien que prácticamente toma alcohol todos los días, me sentí poderosamente reconocido en la historia. De hecho, es tan fácil sentirse identificado que asusta.

Dinamarca tiene una de las tasas más altas de consumo de alcohol en adolescentes del mundo, con lo cual el tema abordado es muy contemporáneo.

Lo interesante es que acá no se condena al alcohol, sino que se explora la necesidad de encontrar un balance. Realmente, el amor y la felicidad no están en el fondo de una botella sino en las relaciones significativas y nuestro esfuerzo por aferrarnos a esos lazos.

En este sentido, el personaje de Mikkelsen es fascinante. Atraviesa un arco muy interesante que finaliza con lo que quizás sea uno de los más grandes desenlaces en una producción del 2020. Un cierre tan simbólico como conmovedor que logró ponerme la piel de gallina.

Todos los actores están muy bien. Cada uno de ellos son explorados individualmente para que conocer sus propios conflictos. “Druk” mantiene un gran ritmo narrativo que va intercalando con momentos reflexivos.

Sin embargo, la película realmente brilla en las escenas en las que los cuatro están juntos, bebiendo, hablando de su tesis sobre la bebida, riendo y, de vez en cuando, llorando. Se trabaja también la crisis de la mediana edad, la repetición de la rutina, la soledad y el aislamiento.

==> ¡Brindemos por el alcohol! Causa y solución de todos los problemas de la vida. “Druk” es un gran balance entre cine comercial y obra de autor. Emotiva, divertida y, cuando se lo propone, efectivamente dramática. Muy recomendada. <==

#BonusTrack: mis 20 películas favoritas del Año de la Pandemia:
http://viajarleyendo451.blogspot.com/2021/01/lista-top-20-peliculas-favoritas-2020.html

http://viajarleyendo451.blogspot.com/
https://www.facebook.com/sivoriluciano
14 de febrero de 2020 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo le ha dado la razón a Rian Johnson, uno de los directores/guionistas más ingeniosos trabajando hoy. “The Last Jedi” (2017) alienó a muchísimos fans (yo incluido) pero ahora está, lentamente, siendo reivindicada. Y cuando uno analiza el resto de la filmografía del realizador, es posible encontrarse con joyitas únicas en su tipo (“Brick” y “Looper” son geniales, por ejemplo).

“Knives Out” es una versión moderna del subgénero de misterio conocido como “whodunnit”, que popularizaron autores como Agatha Christie, John Dickson Carr y S.S Van Dine. En un 2019 que estuvo recargado de adaptaciones comiqueras, remakes y secuelas, Johnson presentó esta película original que resultó ser increíblemente entretenida.

El elenco incluye a muchísimos actores de renombre donde destacan Chris Evans, Daniel Craig y, especialmente, la cubana Ana de Armas, a quien muchos recordarán de la impecable “Blade Runner 2049” (2017) y que será la nueva chica Bond en “No Time to Die”.

La película es un deleite para los amantes de los policiales por la manera con la que juega con las expectativas del género (otra de las marcas registradas de Rian Johnson). Al igual que obras como “Clue” (la gran musa inspiradora de 1985), “Identidad” (2003) o “Bad Times at the El Royale” (2018), los giros argumentales y sorpresas no paran desde el primer momento.

Es cierto que algunas vueltas de tuerca son un tanto predecibles (más cuando uno tiene experiencia en este tipo de relatos), pero eso no la hace menos disfrutable. Más considerando que el ritmo es lo suficientemente movido como para llevarnos con la ola.

Me costaría creer que cualquier amante del género detectivesco se sienta defraudado con esta historia. La trama nunca se toma la intriga tan en serio y tiene grandes momentos donde se destacan muchas gags visuales (me viene a la mente una persecución en autos que es tan estúpida como fantástica).

En cuanto a los aspectos técnicos, “Knives Out” es muy cuidada, con un gran diseño de producción y fotografía. La edición es otro punto clave. Los diferentes montajes sirven al argumento generando situaciones de tensión, escenas muy divertidas y revelando los secretos con firmeza.

Johnson no inventó nada nuevo, eso queda claro. Cualquier seguidor de las aventuras de Sherlock Holmes o el Padre Brown puede asegurarlo. Pero la película no defrauda. “Knives Out” es entretenimiento puro y duro. Una celebración que se disfruta de principio a fin.

==> CONCLUSIÓN: Hay que festejar obras como ésta que no están basadas en materiales preexistentes, sino que surgen de la creatividad de autores apasionados. “Knives Out” es una gran experiencia de tensión y comedia, con lo suficientes guiños que merece el género y un misterio deliciosamente planificado. <==
30 de junio de 2024
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta nueva producción de A24 es un surrealista viaje de autodescubrimiento del que David Lynch probablemente estaría orgulloso. Por lo distinta que es (y su creativa puesta en escena) me parece que puede ser una de las películas del año.

El problema con “I Saw the TV Glow” es que es una recomendación difícil. No tiene una estructura clara, se apoya muchísimo en simbolismos y su ritmo no es especialmente ágil. Parte de su ejecución es complicada y se toman algunas decisiones de reparto cuestionables. Sin embargo, el resultado final me dejó un impacto profundo. Todavía sigo pensando en ella.

Si bien cuenta con algunos momentitos de terror, es más bien un drama profundamente triste que va a ser incomprendido por gran parte de su público. En su superficie, la película funciona como un homenaje a los programas de TV para jóvenes adultos jóvenes de los 90´, del tipo que transmitía Nickelodeon durante su apogeo.

Por ejemplo, la inspiración más obvia para el programa dentro de la película (“The Pink Opaque”) es “Buffy, la cazavampiros”. Utiliza la misma fuente para sus créditos y hasta tiene un personaje llamado Tara. También hallamos referencias a “Escalofríos” (1995) y “Las aventuras de Pete y Pete” (1991).

Sin embargo, en el fondo “I Saw the TV Glow” explora muchos temas de identidad de género, ansiedad y el sentimiento de alineación. La directora Jane Schoenbrun es trans en la vida real, y en su obra deslizó varias temáticas LGBTQ que se ven acentuados por la elección de colores, iluminación, utilería y vestuario.

Acá el color rosado es un leit-motiv y refuerza tanto el orgullo lésbico de Maddy (Brigette Lundy-Paine) como la búsqueda inconsciente de Owen (Justice Smith), quien probablemente sea una mujer trans. No creo considerar esto como un spoiler porque la trama es rarísima e incoherente (al mejor estilo lyncheano) y la película ni siquiera tiene un final.

En este sentido, me parece que entender de antemano que todo es una metáfora de la disforia de género ayuda a apreciar mejor la obra y su búsqueda artística.

Lo que me encantó de “I Saw the TV Glow” fue todo este ambiente enrarecido. El protagonista mete la cabeza en un televisor y empieza a vomitar un líquido plateado, hay una escena claramente inspirada en la secuencia del Club Silencio en “Mulholland Dr” (de nuevo Lynch) y el camino hacia el cuarto oscuro es laberíntico, recordando a las geometrías alienígenas de “El resplandor”.

La presentación es intrigante y bastante inquietante a veces, con ciertas imágenes que no te olvidás fácilmente, pero lo cierto es que la película no da miedo realmente. Esto quizás apague a los fans del terror más clásico/convencional. Hay que saber que “I Saw the TV Glow” va por otro lado.

No quiero dejar de mencionar un soundtrack muy hipnótico creado por el dúo de dream pop Drab Majesty. Por cierto, a ver si identifican a Fred Durst (el cantante de Limp Bizkit) entre el elenco. Él no hace la música, sino que tiene un rol chiquito y decisivo en la historia.

==>> CONCLUSIÓN: Junto con su melancólica profundidad psicológica y su extrema ambigüedad narrativa, la valiente alucinación de Jane Schoenbrun es una evidente candidata a una de las películas indies más extrañas de 2024. <<==
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