You must be a loged user to know your affinity with Sitodine
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
1
6 de septiembre de 2011
6 de septiembre de 2011
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen cineastas amateurs fascinados por el horror, la fantasía o el thriller que muestran la violencia y el sexo con una lógica que lleva implícita en gran parte su moralidad, aproximándose con mayor o menor acierto a la definición de arte y encerrando un redentor mérito social.
Existen cineastas amateurs cuya falta de talento se materializa en el ridículo de la porno-violencia más soez, olvidando cualquier forma de arte y dando rienda suelta al más chabacano “cine exploitation” de facturación cutre.
Existe una gran diferencia entre dos amateurs sin presupuesto que obran con gusto y conciencia y dos idiotas descerebradas (y muy posiblemente perturbadas) jugando con una cámara de video.
Existen cineastas amateurs cuya falta de talento se materializa en el ridículo de la porno-violencia más soez, olvidando cualquier forma de arte y dando rienda suelta al más chabacano “cine exploitation” de facturación cutre.
Existe una gran diferencia entre dos amateurs sin presupuesto que obran con gusto y conciencia y dos idiotas descerebradas (y muy posiblemente perturbadas) jugando con una cámara de video.

6,8
25.197
7
11 de junio de 2012
11 de junio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El club de los cinco es algo así como la película ochentena para adolescentes definitiva y, probablemente, una de los trabajos más logrados de John Hughes, que llegaría a ser referencia obligada para películas posteriores del género. De forma bastante entretenida, curiosa e ingenua, esta comedia generacional nos presenta a cinco alumnos que, como castigo, han de pasar recluidos en el instituto toda una mañana de sábado. Cinco adolescentes enfrentados, amoldados a un estilo de vida, fruto de la presión social y familiar a la que son sometidos, que acabaran sincerándose entre ellos y demostrando que son algo más que un cerebro, un atleta, una inconformista, una princesa y un criminal.
Una de las críticas que suscita esta película, y que suele repetirse en el ámbito de la ficción, ya sea en cine o literatura, es a cerca de los estereotipos. Típica crítica de adolescente moderno guay (toma estereotipo) tras escuchar un relato o ver una película sintiéndose en la obligación de soltar un comentario más o menos profundo: “La peli está muy bien, pero los personajes están demasiado estereotipados…” Yo defiendo y defenderé siempre los estereotipos en las historias porque, en la vida real, también existen. Porque yo, en pleno siglo XXI, observo a diario como hay peña que moldea sus pensamientos, sus creencias y sus formas de vestir con el objetivo de ser originales y extravagantes y, sin embargo, lo que consiguen es todo lo contrario: pertenecer a un estrato perfectamente establecido y definido. Esta película va precisamente de eso. Hay un momento clave en la película, ñoño quizá, pero muy realista: ¿Qué va a pasar el lunes? ¿Seremos capaces de saludarnos si nos encontramos por los pasillos? ¿Qué dirán los demás si te saludo? No son sólo preguntas de adolescente. Siempre he pensado que ese tipo de prejuicios y esas tonterías de niñatos acabarían por desaparecer tarde o temprano. Pero ocurre que uno crece y se da cuenta que esas cosas son las que definen nuestra sociedad: “Andamos en manadas, unos somos ovejas, otros vacas y algunos, dinosaurios”.
Una película muy entrañable.
Una de las críticas que suscita esta película, y que suele repetirse en el ámbito de la ficción, ya sea en cine o literatura, es a cerca de los estereotipos. Típica crítica de adolescente moderno guay (toma estereotipo) tras escuchar un relato o ver una película sintiéndose en la obligación de soltar un comentario más o menos profundo: “La peli está muy bien, pero los personajes están demasiado estereotipados…” Yo defiendo y defenderé siempre los estereotipos en las historias porque, en la vida real, también existen. Porque yo, en pleno siglo XXI, observo a diario como hay peña que moldea sus pensamientos, sus creencias y sus formas de vestir con el objetivo de ser originales y extravagantes y, sin embargo, lo que consiguen es todo lo contrario: pertenecer a un estrato perfectamente establecido y definido. Esta película va precisamente de eso. Hay un momento clave en la película, ñoño quizá, pero muy realista: ¿Qué va a pasar el lunes? ¿Seremos capaces de saludarnos si nos encontramos por los pasillos? ¿Qué dirán los demás si te saludo? No son sólo preguntas de adolescente. Siempre he pensado que ese tipo de prejuicios y esas tonterías de niñatos acabarían por desaparecer tarde o temprano. Pero ocurre que uno crece y se da cuenta que esas cosas son las que definen nuestra sociedad: “Andamos en manadas, unos somos ovejas, otros vacas y algunos, dinosaurios”.
Una película muy entrañable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosidades:
Judd Nelson hace un cameo en la película "Jay y Bob el Silencioso contraatacan" ya que su director, Kevin Smith, es un fan de Nelson y de las películas del Brat Pack. Existe un comic guionizado por Kevin Smith, con los personajes de Clerks, Mallrats y Persiguiendo a Amy en el mundo de John Hughes. Se llama "Persiguiendo a Dogma". En la portada aparece Bob el Silencioso (Kevin Smith) sujetando un VHS de "The Breakfast Club".
Me resulta llamativo que un personaje como el de Judd Nelson sea tan malo malote y sin embargo no dude en presentarse en el instituto un sábado por la mañana para cumplir un castigo. ¡¡Y qué leches!! Hoy en día castigan a cinco chavales a ir un sábado al instituto y se presenta uno… como mucho. Ally Sheedy y Molly Ringwald guapísimas, lástima que la edad haya hecho estragos.
Judd Nelson hace un cameo en la película "Jay y Bob el Silencioso contraatacan" ya que su director, Kevin Smith, es un fan de Nelson y de las películas del Brat Pack. Existe un comic guionizado por Kevin Smith, con los personajes de Clerks, Mallrats y Persiguiendo a Amy en el mundo de John Hughes. Se llama "Persiguiendo a Dogma". En la portada aparece Bob el Silencioso (Kevin Smith) sujetando un VHS de "The Breakfast Club".
Me resulta llamativo que un personaje como el de Judd Nelson sea tan malo malote y sin embargo no dude en presentarse en el instituto un sábado por la mañana para cumplir un castigo. ¡¡Y qué leches!! Hoy en día castigan a cinco chavales a ir un sábado al instituto y se presenta uno… como mucho. Ally Sheedy y Molly Ringwald guapísimas, lástima que la edad haya hecho estragos.

6,2
11.358
4
11 de septiembre de 2011
11 de septiembre de 2011
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Actuación nº1:
El mago tiene cuatro cartas abiertas en abanico, mostrando el dorso. Cierra el abanico y comienza a contar las cartas una a una mientras las muestra. Vemos una reina de picas y un, dos, tres comodines. El mago tiene ahora las cartas amontonadas en su mano izquierda, boca a bajo. En una fracción de segundo da la vuelta a la primera carta y la coloca encima de la mesa, de nuevo boca a bajo. Todos hemos visto que era la reina de picas. A continuación, abre las otras tres cartas restantes en abanico, mostrando el dorso, y nos dice: ¿A que no adivináis dónde está la reina? Todos señalamos la carta que está encima de la mesa pero, cuando el mago la voltea, descubrimos que es un comodín, y no sólo eso, también nos dice que si hubiéramos elegido cualquier carta de la mano habríamos ganado, porque en realidad no son tres comodines lo que tiene, sino tres reinas. Cuando el tipo nos enseña las tres reinas, flipamos.
¿Qué ha sucedió aquí? Al principio hemos visto claramente tres comodines y una reina. ¿Cómo es posible? El mago, saltándose el principio de "no revelación", nos explica que en todo momento tenía tres reinas y un comodín, pero que cuando contó las cartas lo hizo así y asá, y a pesar de que estaba contando las tres reinas y el comodín, mediante la disposición de sus manos y la velocidad de sus movimientos, frustró nuestra percepción y sólo vimos lo que “parecía” que era y no lo que era realmente. Lo mismo hizo al poner una carta sobre la mesa, nos mostró rápidamente la reina mientras hábilmente agarraba un comodín.
Ante esta explicación, la lógica nos inunda, pedimos al mago de andar por casa que vuelva a hacer el juego y, ahora si, vemos claramente como se las gasta. La sensación que nos queda es de asombro a la par que de admiración. Todo su secreto se basa en habilidad de manos. ¡Que cabrito! pero, mola ¿no?
Esto es lo que hace M. Night Shyamalan en “El sexto sentido”.
(Vamos al spoiler para la actuación del listillo)
El mago tiene cuatro cartas abiertas en abanico, mostrando el dorso. Cierra el abanico y comienza a contar las cartas una a una mientras las muestra. Vemos una reina de picas y un, dos, tres comodines. El mago tiene ahora las cartas amontonadas en su mano izquierda, boca a bajo. En una fracción de segundo da la vuelta a la primera carta y la coloca encima de la mesa, de nuevo boca a bajo. Todos hemos visto que era la reina de picas. A continuación, abre las otras tres cartas restantes en abanico, mostrando el dorso, y nos dice: ¿A que no adivináis dónde está la reina? Todos señalamos la carta que está encima de la mesa pero, cuando el mago la voltea, descubrimos que es un comodín, y no sólo eso, también nos dice que si hubiéramos elegido cualquier carta de la mano habríamos ganado, porque en realidad no son tres comodines lo que tiene, sino tres reinas. Cuando el tipo nos enseña las tres reinas, flipamos.
¿Qué ha sucedió aquí? Al principio hemos visto claramente tres comodines y una reina. ¿Cómo es posible? El mago, saltándose el principio de "no revelación", nos explica que en todo momento tenía tres reinas y un comodín, pero que cuando contó las cartas lo hizo así y asá, y a pesar de que estaba contando las tres reinas y el comodín, mediante la disposición de sus manos y la velocidad de sus movimientos, frustró nuestra percepción y sólo vimos lo que “parecía” que era y no lo que era realmente. Lo mismo hizo al poner una carta sobre la mesa, nos mostró rápidamente la reina mientras hábilmente agarraba un comodín.
Ante esta explicación, la lógica nos inunda, pedimos al mago de andar por casa que vuelva a hacer el juego y, ahora si, vemos claramente como se las gasta. La sensación que nos queda es de asombro a la par que de admiración. Todo su secreto se basa en habilidad de manos. ¡Que cabrito! pero, mola ¿no?
Esto es lo que hace M. Night Shyamalan en “El sexto sentido”.
(Vamos al spoiler para la actuación del listillo)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Actuación nº2:
El listillo saca a un espectador al escenario. Le pide que coja una carta de su abanico y que la mire sin que nadie más la vea. El espectador se lleva una carta al pecho, la mira con cuidado y ve que es un cinco de picas. El listillo pide al espectador que vuelva a meter la carta en el abanico. Después, el listillo baraja así, baraja asá, que pim, que pam… entonces tira las cartas al suelo y se queda con una en la mano. El listillo pide al espectador que diga cual era su carta:
- Cinco de pi…
- ¡¡¡CINCO DE TRÉBOLES!!! ¡Exactamente la carta que tengo en la mano!
La gente aplaude mientras el espectador intenta decir al listillo que su carta era de picas y no de tréboles. Como respuesta, el espectador recibe una disimulada patada en el culo que lo pone fuera del escenario. El espectador tiene tres pensamientos posibles:
a) Coño, a ver si voy a ser yo que estoy medio ciego y realmente era de tréboles.
b) Bueno, tampoco es para tanto, total, ha sacado un cinco, sólo se ha equivocado en el palo.
c) ¡¡Me cago en los muertos del flebotoma este y en sus cartitas de los huevos!!
Esto es lo que hacen Alexandre Aja & Grégory Levasseur en “Alta tensión”.
Y es una pena, porque un slasher al que gustosamente habría votado con un 6 o incluso un 7, se queda en un cate mate por hacerse el listillo y porque yo, como espectador timado, elijo la opción “c”.
El listillo saca a un espectador al escenario. Le pide que coja una carta de su abanico y que la mire sin que nadie más la vea. El espectador se lleva una carta al pecho, la mira con cuidado y ve que es un cinco de picas. El listillo pide al espectador que vuelva a meter la carta en el abanico. Después, el listillo baraja así, baraja asá, que pim, que pam… entonces tira las cartas al suelo y se queda con una en la mano. El listillo pide al espectador que diga cual era su carta:
- Cinco de pi…
- ¡¡¡CINCO DE TRÉBOLES!!! ¡Exactamente la carta que tengo en la mano!
La gente aplaude mientras el espectador intenta decir al listillo que su carta era de picas y no de tréboles. Como respuesta, el espectador recibe una disimulada patada en el culo que lo pone fuera del escenario. El espectador tiene tres pensamientos posibles:
a) Coño, a ver si voy a ser yo que estoy medio ciego y realmente era de tréboles.
b) Bueno, tampoco es para tanto, total, ha sacado un cinco, sólo se ha equivocado en el palo.
c) ¡¡Me cago en los muertos del flebotoma este y en sus cartitas de los huevos!!
Esto es lo que hacen Alexandre Aja & Grégory Levasseur en “Alta tensión”.
Y es una pena, porque un slasher al que gustosamente habría votado con un 6 o incluso un 7, se queda en un cate mate por hacerse el listillo y porque yo, como espectador timado, elijo la opción “c”.
CortometrajeAnimaciónDocumental

5,6
276
Animación, Documental
2
10 de enero de 2012
10 de enero de 2012
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El interés del corto radica en la admiración que uno tenga hacia el personaje. No deja de ser una animación hecha sobre una entrevista realizada por un chaval de ¿14 años? a CHAN CHAN "nada más y nada menos" que a John Lennon en 1969. Entiendo que a los que les mole el personaje más allá de su música puedan verle la gracia, o ver la originalidad de animar una entrevista grabada años atrás representando los pensamientos del entrevistador. A mí el tipo este, John Lennon, no me parece reseñable más allá de su música y de su contexto histórico. Desde luego no lo considero un filósofo ni un iluminado ni un profeta. Más bien un poco tonto del culo.
John Lennon era un buen músico, pero como persona era un puto colgao. Habla y habla y no dice nada. Las mismas cantinelas de siempre, abstractas y amorfas, dichas por un friki excéntrico con mucho dinero. Un tipo que hablaba de "los ricos", de "la clase dirigente" y del "capitalismo" mientras se gastaba pasta gansa en adornar su saloncito del piso Dakota con reliquias egipcias (el salón de la pirámide lo llamaban). Un tipo que compraba arte de forma compulsiva, a lo Michael Jackson (a veces no sabía ni lo que compraba, y de hecho le timaron varias veces) comprando pectorales de oro y financiando huaqueros en egipto. Hasta una momía real, con sarcófago incluido, compró el subnormal este, no sin antes preguntar a su tarotista de cabecera, al que consultaba a diario y al que pagaba una millonada, por cierto. ¿Su novia? Otra subnormal profunda, gastandose la millonada de John Lennon en gilipolleces varias, entre otras cosas, contratando brujas y brujos para sus paranoias de enajenada mental.
Me quedo con su música, pero no me interesa nada lo que este chalao del "dream power" tenga que decir a cerca de la moral creyéndose el nuevo mesías (aunque esté adornado con dibujitos curiosos) y cuya mayor gloria, a parte de su música, fue ser asesinado por un loco que no había echado un polvo en su vida.
John Lennon era un buen músico, pero como persona era un puto colgao. Habla y habla y no dice nada. Las mismas cantinelas de siempre, abstractas y amorfas, dichas por un friki excéntrico con mucho dinero. Un tipo que hablaba de "los ricos", de "la clase dirigente" y del "capitalismo" mientras se gastaba pasta gansa en adornar su saloncito del piso Dakota con reliquias egipcias (el salón de la pirámide lo llamaban). Un tipo que compraba arte de forma compulsiva, a lo Michael Jackson (a veces no sabía ni lo que compraba, y de hecho le timaron varias veces) comprando pectorales de oro y financiando huaqueros en egipto. Hasta una momía real, con sarcófago incluido, compró el subnormal este, no sin antes preguntar a su tarotista de cabecera, al que consultaba a diario y al que pagaba una millonada, por cierto. ¿Su novia? Otra subnormal profunda, gastandose la millonada de John Lennon en gilipolleces varias, entre otras cosas, contratando brujas y brujos para sus paranoias de enajenada mental.
Me quedo con su música, pero no me interesa nada lo que este chalao del "dream power" tenga que decir a cerca de la moral creyéndose el nuevo mesías (aunque esté adornado con dibujitos curiosos) y cuya mayor gloria, a parte de su música, fue ser asesinado por un loco que no había echado un polvo en su vida.

5,8
34.265
4
3 de enero de 2012
3 de enero de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo único insidioso de esta película son los efectos de sonido que indican cuando uno debe asustarse. Si bien las carcajadas pregrabadas de los sketches humorísticos tienen diversos registros, la cuchara y la cacerola de esta película está entre el MI y el FA# (no acabo de pillar el tono exacto). En un sketch humorístico malo, ni las carcajadas pregrabadas funcionan para hacer sonreír a la gente. En una película de terror, la cuchara y la cacerola repetitiva es un coñazo, sin más. Puede asustarte, pero no por lo que ves, sino por el estruendo canalla que sigue a un silencio artificial. El susto del niño cabrón que te grita en la oreja mientras te abrochas los zapatos.
No obstante, esta película no acaba por ser una mierda mierdosa de estas que te hacen sentir miserable después de su visionado. Miserable por el tiempo perdido, claro. Se salva por alguna que otra escena simpática y un planteamiento que engancha lo suficiente como para que quieras llegar hasta su patético final.
Se deja ver, como el bicho rojito ese… mira… mira…
No obstante, esta película no acaba por ser una mierda mierdosa de estas que te hacen sentir miserable después de su visionado. Miserable por el tiempo perdido, claro. Se salva por alguna que otra escena simpática y un planteamiento que engancha lo suficiente como para que quieras llegar hasta su patético final.
Se deja ver, como el bicho rojito ese… mira… mira…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡¡CHAN CHAN!! (FA#)
Más sobre Sitodine
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here