Pudo ser mucho mejor. Y es que tiene partes cómicas completamente estúpidas, a destacar el principio y toda escena en la que salga la gorda. Sin embargo, gran parte del metraje tiene la intensidad y muchos aspectos similares a Misery, con dosis de auténtico agobio y terror, para un gran final y unas buenas dosis de ciencia ficción de calidad.

Más presupuesto que Open water. Más personajes. Más minutos de metraje. Más agua. Más sangre. Más de todo... menos originalidad, y capacidad para convencer al espectador. Los primeros 30 minutos son especialmente frustrantes, con diálogos propios de American pie. Sólo cuando se meten en el agua, comienza la tensión y la desesperación como piedra angular de la trama.

Atípica cinta de terror adolescente creada a partir de una típica sucesión de escenas que hemos visto repetidas hasta la saciedad. El resultado posiblemente no deje contentos ni a adolescentes, ávidos de escenas de sexo y sangre a borbotones; ni a un público más adulto, que se va a encontrar un thriller descafeinado cuyo guión parece escrito por escolares.

Una mezcla entre Resident evil, Pitch black, Abierto hasta el amanecer y con un montón de orcos que parecen componentes del grupo Kiss... Con esa música heavy metal que la hace todavía más videoclipera... Sinceramente, penosa.

Le doy un 8 porque sé que habrá gente que le de un 1, porque no sabrá valorarla.
A quien disfrute con las películas de animales que atacan al hombre, no me cabe la menor duda de que ésta le encantará, y es que es una comedia negra con bastantes elementos de gore gracioso (del que tienen tanta tradición en Nueva Zelanda) y cuyo ritmo no decae en ningún momento.
Toda una joya.