La escenita en que uno de ellos que les traiciona y le quitan el tatuaje con soplete, para sádicos.

no sé qué cara se le quedaría si supiera que El Profesor casi mata a su madre... Imagino que la actriz, a la que se intentó boicotear por proetarra, si aquello era cierto disfrutaría como una enana representando a la policía española de una forma tan inepta, porque lo suyo era alucinante. Estaba cantado que se quedaba con el atracador, ¿adónde iba a ir despues de haber metido al atracador hasta en la sopaen la investigación?
Tiene cosas de la película Plan Oculto, con los rehenes con máscaras y vestidos de monos como los atracadores. Tiene golpes buenos, las previsiones del Profesor, la tensión de cuando iban a entrar que al final no entran, el numerito de la llamada de teléfono de Angel antes de estamparse, las historias detrás de algunos personajes... Lo que nadie (bueno, yo por lo menos) esperaba era que Tokio se metiera en el banco despues de que la liberaran. Lo único que hizo fue que se cargaran a Moscú, porque lo demás hubiera seguido igual.
Lo dicho, una fantasía entretenida y amena, bastante bien hecha y el detalle nostálgico de la canción Bella Ciao es algo de agradecer a los que la conocimos en ambientes muy distintos. En mi caso, de acampada.
Recomendable, sí, desde luego, pero no esperes realismo.

Hay una frase clave: el capitán le ofrece 30.000 dolares y que se larguen, y el somalí los rechaza. Presume de haber conseguido seis millones de dólares: Entonces, ¿qué haces aquí? le pregunta. Eso digo yo. ¿Quién tenía los seis millones? ¿Qué clase de pirata rechaza dinero en mano y fácil y se la juega? Alguien que subestima tanto al mundo occidental que se cree que haríamos todo por salvar la vida de una persona, uno de los nuestros, claro. Los americanos tuvieron suerte en este caso y les salió bien, pero estaba claro que no iban a pagar ni un duro.

Esto ya es personal y sin relación con la película: la posición americana de no pactar con terroristas me parece lo más coherente para terminar con los secuestros, quizás no siempre se haya cumplido y hayan pactado en secreto, pero si un secuestro tiene éxito, nacen siete más por imitación. Un secuestrador es un torturador y si lo matan no voy a quejarme ni acordarme de la Declaración de los Derechos Humanos en su nombre.