¡Oh demonio hastío! ¡Cuan inesperada fue tu llegada a esta tierra! No esperaba por estos lares una llamada de socorro, pero al pretender sentar la cabeza me hallé un cubo de chorreante vómito producido por no se que ser viviente enfrente de la pantalla de mi televisión.
No obstante, no recuerdo haberlo producido, pero al ser el único ser humano en esta iglesia, me obliga a pensar que fue en una de mis noches ebrias nocturnas (como dice Homer Simpson: con erótico resultado).
Gérard Depardieu siempre está excelente, siempre maravillante, siempre agónico, agudo, agugugú. Sin duda, me emocionó con su interpretación, pero lo más interesante es que no fui capaz de dormir tras el visionado de Bajo el sol de Satán, porque me hacía la siguiente pregunta: ¿Satán tiene Sol? ¿Por qué no lo sabía? ¿Por qué no me lo dijiste viejo Maurice Pialat?
Haciendo una crítica objetiva a la película, he de decir que casi ni me acuerdo de cómo he llegado hasta aquí, pero debo continuar si no quiero aburrir al personal, ya que se que hay muchas miradas pendientes de pago para cuando termine de escribir, así que empiezo con una descripción del personaje interpretado por Gérard:
En la descripción está el detalle, me explico, todo representa nada cuando se habla de una interpretación, nada representa la opinión de la mayoría si se quiere deducir eso, evidentemente, pero cuanto más lo veo más me gusta. Ahora me preguntaréis: ¿y si no lo has visto? Podría contestarte que te callaras la boca, pero prefiero que mi silencio conteste a tu pregunta como un, como un, como un pepino. Cuando no has visto algo, se puede opinar, es más, se debe ser partícipe de un modo o de otro, ya que como dice el padre Apeles de la peli, no sólo estamos en este mundo por un fin etílico, sino por un fin lujurioso y banal.
Cuando uno reflexiona de este modo, es cuando puede opinar de verdad, aún sin haber visto, es por eso, y no por otra cosa que me decido a realizar tan ardua tarea y tan hostil, que ninguno de ustedes, pobres amigos, necesitará de supositorio para merendar, y mucho menos, para cenar el día de pascua.
-aYv-

¡Qué bien! Me dijeron cuando pregunté cual era el número de veces que me había mordido las uñas. Me estaba durmiendo, todo esto desde el cariño, porque aunque a veces delimito mucho el criterio a seguir, he de decir que todo esto lo hago por una sola y única razón: ser el primero en conseguir un Goya honorífico al mejor crítico y crear una legión que apoye una candidatura al poder.
Sin embargo, por otro lado, he de reconocer que "El golpe" me ha superado. Yo tenía en mente la imagen de Robert Redford con un palo corriendo detrás de Paul Newman y diciendo: "¡Ven que te voy a golpear!", todo esto mientras un cúmulo de extras abordaban la pantalla con típicas frases ingeniosas como: "¡Jipijayjou! Golpea duro Rob, no dejes que se escape ese hijo de mala madre".
Tan pronto como pude comprobar que no era así, pensé en disparar al VHS, pero la Guardia Civil se abalanzó sobre mi y me quitó el arma y además me obligaron a verla terminar cual Alex DeLarge en "La naranja mecánica".
Durante la proyección, a veces se les olvidaba darme las gotas para los ojos, pero ese no era el problema, el gran fallo fue no ponerme un urinal cerca y tuve que ver la película condicionado por unas ganas de orinar tremendas que solucioné al final del mismo. Qué decir de esa sensación... sólo comparable a la planificación del susodicho golpe, soberbia.
El resultado final es 1-0 para los locales, pero la película acabó gustándome y creo que la moraleja de esta historia es que me he pasado con la mantequilla (de ahí el título de mi crítica), ahora la tostada sabe a todo menos a morcilla de cebolla...
-aYv-

Estando yo en mi casa, y me viene el Turturro a decirme que lo que acabo de escribir lo había hecho él antes y yo lo he plagiado... Ay Turturro, ¿ande vas con esa cara? Si sabiendo yo lo que venía diciendo, me atrevería a suspiciar que la gota que colma el vaso de esta insufrible caramoña es la tétrica fábula del coyote, no sabría decirte con toda seguridad que en el videoclub de la esquina vive la mujer del Palila.
Sin más que acometer, tengo que sospechar de la calidad de algunos filmes, sin contar con la aparición intraestelar del guapito de turno. Eso sí, no quiero reflejar en esta crítica la intención omitida por aquellos jamelgos, eso nunca. Y otra cosa Depp, deja ya de fingir que no me querías, ambos sabemos que tú nunca fuiste Eduardo Manostijeras, lo que Scorsese pensaba ya me lo dijo a mí.

"La mejor de la saga" (Augusto M. Torres: Diccionario Espasa)
¡Un hurra por Augusto M. torres! ¡Queremos un hijo tuyo!
El escueto pero inquietante desenlace promovido, motiva al gentío a indagar en un mar de especulaciones encautado por el intenso sabor de sus íntimas acrílicas. Muy a mi pesar no obstante, el continuo refinamiento de los vórtices técnicos, confinan en un afluente de alegorías, que, como era de esperar, lograron desanimar a la madre que lo parió de una forma inequivocamente mordaz.

La película es una ricura, es maravillosamente entretenida y adorablemente infantil. Resulta como un dulce caramelito que se deshace en la boca y te alegra el corazón y el alma. Cada vez que veo esta película los pajaritos cantan y las nubes se levantan... ¡que sí, que no...!
Tengo el récord GUINESS de haber visto esta película más veces en una semana sin pestañear, con la importante cifra de 547894561234875 millones de veces. ¡Lo raro es que aún no la he aborrecidooo!!! ¡Qué relinda me ha quedado la crítica validadores! Seguro que los niños y la gente sensible que entre en la página va a sentirse muy reconfortada. Os quiero.