Es estimulante el ser espectador de una cinta donde fluye con tal soltura la comedia con el terror. Vamos tampoco es que sea completamente tan cómica como terrorífica, pero hay una cocción exacta de los estilos que uno se arriesga a recomendarla.
El inicio con la presentación de los personajes tiene un punto a favor; no andarse con patrañas de media hora para exponer un argumento del por que y para que de lo que se va a ver para dar paso a la acción inmediata, es otro punto a favor; y otro más por no pretender explicar el origen de los seres extraños.
Hoy en día a estas alturas de la vida ya no hay nada nuevo bajo el sol, así es que la originalidad queda relegada por una distracción de manufactura decorosa.

Tres historias que nada tienen que ver entre sí más que una supuesta ironía en los anales de la historia inglesa. Disparejas a decir detente, podría catalogar que quitando la segunda parte donde un marido insulso y débil sufre los estragos del amor insano, las tramas restantes están rescatables.

La primera escupe con cuanto se le atraviesa, ya sea religión, sociedad, amistad, en un sube y baja que resulta entretenida y llega a gustar aunque cuando empieza lo mejor termina en un abrir y cerrar de ojos. Que delicia hubíera sido dejaran volar más a ese hombre-mosca.

La segunda desafino, punto.

La tercera simplemente chistosa y carismática, que en chispazos arranca una sonrisa, aunque al final expresé diciéndome: Qué estúpida estuvo.

Lo que si hay que destacar y con creces es la banda sonora, que se luce y saca la cara por toda la cinta.

No hay nada que agregar a una película que se basa en una banda sonora al compás de una edición puntual para dar uno que otro susto y llevar hasta el final esa única intención.
Hablar de una dirección correcta es demasiado cuando no hay hilaridad en el guión, y si es un poco defendible su labor es por las aceptables actuaciones de las dos niñas protagonistas. Pero no hay un esfuerzo más allá que la de cumplir con su trabajo.
Afortunadamente es poca la duración del film que entre escenas mil veces ya antes vistas en cuanto a su modo y forma, logra por lo menos no calificarla como mala.
Seguramente habrá más cintas relacionadas con El conjuro, y sinceramente siento que con tantas diferencias entre cada una de ellas, así la primera sea un muy buen punto de partida, haya una a la que se le pueda agregar algo nuevo.

Cuando uno va a escribir una crítica se nos pide no contar detalles del argumento, no tanto por vender trama como se dice, sino creo que en gran medida para no desilusionar al lector.
Si leo una sinopsis que me llame la atención, lo mismo me sucede al enterarme de lo que gira en torno a una película, con sus pros y contras.
En este caso puedo comentar que la cinta tiene infinidad de contras, por lo tanto exprimiré mi cerebro en busca de los pros para no devaluarla tanto ante los ojos de los demás.
Bien,veamos...,lo mejor de la película es...este...,bueno...,ehhh...
Dejémosle en que las disparatadas que uno ve en pantalla son tan burdas e incomprensibles que al hilvanarse una con otra hacen que por lo menos se distraiga digeriendo todo junto.
Por lo tanto se deja ver pero con recelo, y hasta quizás deleite a quien sólo pretenda pasar un rato sin esforzar mucho las neuronas y guste por lo sanguinario.

Las películas que juguetean con el tiempo por lo regular resultan un arma de dos filos. Cuando no se ajustan las propias reglas de la coherencia, si es que puede existir en estos casos, lo que uno ve como espectador es una obra sin pies ni cabeza. Pero cuando se tiene como base una idea genial, la cosa cambia drásticamente para bien.
Por eso hay cintas memorables, muchas como para mencionarlas todas que, curiosamente, con el paso del tiempo serán inspiración para futuras generaciones dentro de la cinematografía, y el disfrute de mucha gente.
Así pues, Looper, es un film bastante bueno por que en él podemos encontrar bastantes referencias a otros títulos de ciencia ficción, pero no por copiar, sino por que la idea en sí por mucho que se le busque no es original, aunque es justificable cada escena sin importar el parecido a otras historias ya vistas en el cine.
El guón, escrito por el mismo director, es el cimiento más fuerte de la película, haciéndo a uno complice desde la butaca en la trama para que se disfrute del espectáculo.
Las actuaciones son correctas y los demás elementos técnicos están en su punto, ni más, ni menos.
La recómiendo ampliamente. En primera, si gustan de los desbarajustes en el tiempo que puede ocasionar tal o cual acción y se deben evitar para no armar un caos. Y en segunda, por que la última parte que dura unos 40 minutos están en su máxima expresión.