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Críticas ordenadas por utilidad
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7,2
3.667
9
4 de diciembre de 2021
4 de diciembre de 2021
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los responsables de Netflix deberían plantearse seriamente dar prioridad en su catálogo a las producciones de animación. En serio. Son de lo mejor que tienen. Si ya Netflix nos aterrorizó con "Castlevania", nos sorprendió con la primera temporada de "Love, sex and robots" (la segunda es perfectamente olvidable) y nos extasió con "Arcane", ahora nos regala una fascinante y hermosa historia de montañeros y de sus motivaciones, que quedan perfectamente resumidas en el título de esta crítica, frase extraída de la propia película.
Basada en la serie de comics manga homónimos de Jiro Taniguchi, la película LA CUMBRE DE LOS DIOSES gira en torno al trabajo y al propio viaje interior de Fukamachi, un fotógrafo de escalada que en los años 90 del pasado siglo investiga las andanzas de Habu Joji, un antaño famoso escalador nipón de que no se sabe nada desde tiempo atrás. Fukamachi está convencido de haberle visto en Nepal, envuelto en un incidente con una vieja cámara fotográfica cuyas imágenes podrían probar que no fue Edmund Hillary el primero en hollar la cima del Everest en los 50, sino otro montañero desaparecido 30 años antes, George Mallory. Pero en el curso de su investigación, Fukamachi llegará a obsesionarse con la historia y las motivaciones de Habu, que al final serán también las suyas.
Dirigida por el francés Patrick Imbert, LA MONTAÑA DE LOS DIOSES huye de la animación 3D pero no de un sabio uso de la moderna tecnología de animación, ofreciendo unas bellísimas imágenes fotorrealistas de montañas generadas por ordenador logrando una total inmersión del espectador en la historia, que no por lenta y pausada dejarå de atraparle. Sumemos a ello una hermosísima banda sonora y un doblaje magnífico al castellano y tendremos otra joya de la animación en Netflix que fascinará al espectador más refractario al alpinismo.
Basada en la serie de comics manga homónimos de Jiro Taniguchi, la película LA CUMBRE DE LOS DIOSES gira en torno al trabajo y al propio viaje interior de Fukamachi, un fotógrafo de escalada que en los años 90 del pasado siglo investiga las andanzas de Habu Joji, un antaño famoso escalador nipón de que no se sabe nada desde tiempo atrás. Fukamachi está convencido de haberle visto en Nepal, envuelto en un incidente con una vieja cámara fotográfica cuyas imágenes podrían probar que no fue Edmund Hillary el primero en hollar la cima del Everest en los 50, sino otro montañero desaparecido 30 años antes, George Mallory. Pero en el curso de su investigación, Fukamachi llegará a obsesionarse con la historia y las motivaciones de Habu, que al final serán también las suyas.
Dirigida por el francés Patrick Imbert, LA MONTAÑA DE LOS DIOSES huye de la animación 3D pero no de un sabio uso de la moderna tecnología de animación, ofreciendo unas bellísimas imágenes fotorrealistas de montañas generadas por ordenador logrando una total inmersión del espectador en la historia, que no por lenta y pausada dejarå de atraparle. Sumemos a ello una hermosísima banda sonora y un doblaje magnífico al castellano y tendremos otra joya de la animación en Netflix que fascinará al espectador más refractario al alpinismo.

5,6
19.313
7
5 de junio de 2015
5 de junio de 2015
37 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
TOMORROWLAND (2015) es una entretenidísima propuesta de cine de ciencia-ficción familiar con un mensaje claro y contundente: que en nuestras manos está conseguir ese brillante futuro que se nos prometió tantas veces y que no hay nada escrito. De la mano de la ciencia y la tecnología podemos no solo arreglar los males de nuestro planeta, sino crecer como personas. Ningún dios va a venir a arreglar las cosas y es a los soñadores y los emprendedores a los que pertenece el futuro.
Con esa premisa en el guión y con una puesta en escena brillante, Brad Bird nos embarca en una aventura llena de acción de la mano de una estupenda Britt Robertson (que borda su papel de chica decidida, curiosa, inteligente y parlanchina) y de una no menos brillante Raffey Cassidy, joven promesa (12 años) del cine británico a cuya evolución habrá que estar muy pero que muy atentos, pues la muchachita se come la pantalla en todas y cada una de sus apariciones., ¡Ah! También están George Clooney (alias "Nespresso Man") y Hugh Laurie ("House"), muy correctos. Pero los que destacan son sobre todo los más jóvenes. Muestran unas ganas de comerse el mundo que le van de perlas a la película.
A destacar la maravillosa banda sonora de ese genio que es Michael Giacchino, cuyo estilo es inconfundible y que acompaña perfectamente a todas y cada una de las escenas.
Por buscar pegas, la confusa resolución de la trama. Para alguien no metido en el mundo de la ciencia-ficción o para los más pequeños, las referencias a los taquiones o sus curiosos efectos visuales y la explicación de todo el lío por parte del Dr. House (¡Perdón, quería decir Hugh Laurie!) pueden dejarles un tanto desconcertados, y se nota que es la parte menos trabajada del guión, o tal vez el problema sea el contrario: que Damon Lindelof la "trabajó" demasiado, en su línea de estropear todo lo que toca (recordemos que es el responsable del desastre argumental de "Prometheus" y de las idas de olla de "Perdidos").
Eso sí, me pregunto si toda la delirante y despitorrante secuencia parisina fue cosa de Lindelof, de Bird o de los dos al tiempo tras pegarle un buen viaje a una caja de cervezas.
Así que ya sabe: en estos días de calor preveraniego, cojan a la muchachada y llévenla a ver TOMORROWLAND. Con algo de suerte, les inspirará, dejarán de perder el tiempo con el Whatsapp y se pondrán a estudiar ciencias para convertirse en los soñadores, en los arquitectos del mundo del mañana.
Con esa premisa en el guión y con una puesta en escena brillante, Brad Bird nos embarca en una aventura llena de acción de la mano de una estupenda Britt Robertson (que borda su papel de chica decidida, curiosa, inteligente y parlanchina) y de una no menos brillante Raffey Cassidy, joven promesa (12 años) del cine británico a cuya evolución habrá que estar muy pero que muy atentos, pues la muchachita se come la pantalla en todas y cada una de sus apariciones., ¡Ah! También están George Clooney (alias "Nespresso Man") y Hugh Laurie ("House"), muy correctos. Pero los que destacan son sobre todo los más jóvenes. Muestran unas ganas de comerse el mundo que le van de perlas a la película.
A destacar la maravillosa banda sonora de ese genio que es Michael Giacchino, cuyo estilo es inconfundible y que acompaña perfectamente a todas y cada una de las escenas.
Por buscar pegas, la confusa resolución de la trama. Para alguien no metido en el mundo de la ciencia-ficción o para los más pequeños, las referencias a los taquiones o sus curiosos efectos visuales y la explicación de todo el lío por parte del Dr. House (¡Perdón, quería decir Hugh Laurie!) pueden dejarles un tanto desconcertados, y se nota que es la parte menos trabajada del guión, o tal vez el problema sea el contrario: que Damon Lindelof la "trabajó" demasiado, en su línea de estropear todo lo que toca (recordemos que es el responsable del desastre argumental de "Prometheus" y de las idas de olla de "Perdidos").
Eso sí, me pregunto si toda la delirante y despitorrante secuencia parisina fue cosa de Lindelof, de Bird o de los dos al tiempo tras pegarle un buen viaje a una caja de cervezas.
Así que ya sabe: en estos días de calor preveraniego, cojan a la muchachada y llévenla a ver TOMORROWLAND. Con algo de suerte, les inspirará, dejarán de perder el tiempo con el Whatsapp y se pondrán a estudiar ciencias para convertirse en los soñadores, en los arquitectos del mundo del mañana.
Serie

5,8
2.384
7
13 de agosto de 2024
13 de agosto de 2024
28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entiendo por qué el título de esta serie, "Those About to Die", no ha sido traducido debidamente al castellano en Amazon España (cosa que sí hace con otras series y películas) cuando era sencillísimo: "Los que Van a Morir", que no es sino una parte de la famosísima frase "Salve, César, los que van a morir te saludan", traducción literal de la frase latina «Ave, Caesar, morituri te salutant», que ha llegado hasta nosotros de la mano del historiador Suetonio (siglo II d.C.) cuya obra "Vidas de Los Doce Césares" sirviera a Robert Graves como fuente principal para sus novelas "Yo, Claudio" (1934) y "Claudio el dios y su esposa Mesalina" (1935), y que fueron brillantemente adaptadas a la televisión por la BBC en los años 70 del pasado siglo. Lo más gracioso de todo es que Suetonio NUNCA puso en boca de los gladiadores esa frase, sino que asegura que se pronunció en el curso de un espectáculo acontecido en el 52 d. C. en el lago Fucino por criminales destinados a morir en combate en simulaciones de encuentros navales ante la presencia del emperador romano Claudio.
Así es: NO hay constancia documental alguna de que los gladiadores romanos dijesen nada parecido, entre otras cosas porque los combates de gladiadores NO estaban pensados para ser siempre duelos a muerte, sino una suerte de espectáculo "wrestling" o de lucha donde se valoraba era el aplomo, la habilidad y el coraje de los combatientes, porque formar y mantener un gladiador salía carísimo y no era cuestión de que te lo matasen a las primeras de cambio, a no ser que fuera un inepto. Había muerte y sangre, sí, pero no siempre había muerte.
Y es que no hay película ni serie que refleje realmente cómo era el mundo romano. El género audiovisual "histórico" (de la época que sea) es, en general, una ficción, una fantasía que trata de mostrar otras épocas a través de la forma que nosotros vemos el mundo y el pasado. Por eso, tratar de buscar "realismo” en una producción "histórica" es una guerra perdida. Sólo en algunas novelas se logra cierta aproximación a la realidad (depende del talento, propósito y documentación del autor), pero siempre hay errores y gazapos. Es por eso que me hacen mucha gracia algunas críticas a esta serie contraponiéndola a "Gladiator", cuando el nivel de "rigor histórico" de la película de Ridley Scott oscila entre cero y ninguno en casi dos horas y media de duración. La única que se ha acercado con algo de precisión al mundo romano es la famosísima "Roma" de HBO pero tampoco era perfecta (esa Alejandría del todo a cien...)
Por lo mismo, criticar a esta serie de Amazon producida por Emmerich (ese es su “gran pecado", ser de Amazon y de Emmerich) porque "abusa" del CGI o del "croma" es ridículo: todas las producciones históricas hechas desde que se inventó el cine han empleado los recursos que la tecnología del momento ponía a su disposición, fueran fondos pintados, maquetas, efectos por ordenador... ¿Cómo si no representar en la pantalla una ciudad de un millón de habitantes llena de construcciones monumentales hoy en ruinas?
También me ha hecho bastante gracia que un montón de críticos "profesionales" de medios y otros pseudocinéfilos se hayan lanzado a degüello a criticar esta serie ANTES de su estreno en España (debidamente doblada al castellano peninsular y eliminando de paso errores en los subtítulos de la versión original). Muchos no han pasado del primer capítulo, que casualmente es junto con el último el más flojo y, como no se han enterado bien de la trama y desconocen el contexto histórico, pues la han puesto a parir. Pero el pueblo llano es sabio y hoy por hoy esta serie es la número 1 en Amazon en España. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque "Those About to Die" ENTRETIENE Y ES ESPECTACULAR.
Sí, queridos niños, "Those About to Die" es lo que debe ser una serie televisiva estrenada en pleno e infernal verano: es entretenida, es espectacular y presenta un diseño de producción sobresaliente. No en vano está rodada en parte en Cinecittá, aprovechando supongo parte de los sets de rodaje de "Roma" de HBO, como han hecho otras producciones. Es, con diferencia, la mejor producción "histórica" sobre las carreras de carros en los circos, espectáculo que enloquecía a los romanos tanto como hoy enloquece el fútbol a todo el mundo. Si bien hay errores que solo notaremos los que somos aficionados a la historia romana, las carreras son maravillosas y están muy bien rodadas (los carros que mostraba "Ben-Hur" eran pura fantasía). Lo mismo digo del ambiente de los bajos fondos de las tabernas, el barrio de la Suburra, las infectas "insulae" en las que vivía la mayoría de la población, los sangrientos espectáculos con fieras en el circo... En esto destaco las simpáticas escenas acuáticas en el Anfiteatro que protagonizan los cocodrilos del Nilo y al león GGI, uno de los peores efectos digitales de la serie.
A la trama política tampoco le pongo demasiados peros, porque aunque al principio es algo confusa y le pesa la trama coral, enseguida de aclaras a no ser que seas un zote. Eso sí, hay que partir de que esa trama es, como en "Gladiator", pura invención.
Del elenco, Me ha gustado en especial el actor británico Jojo Macari como Domiciano. Lo clava. ¡Pobre Domiciano! No serle grato a la aristocracia senatorial y no andarse con remilgos con los senadores le hizo ser víctima de su odio de clase y de que tras su asesinato el Senado dictase una "damniato memoriae" que le hizo acreedor de una campaña de desprestigio por parte de los historiadores romanos (vinculados al bando senatorial) que le vino muy bien a emperadores posteriores como Nerva, Trajano y Adriano. Pero en realidad no fue un mal gobernante y supo administrar con tino el Imperio, que vivió un periodo de paz externa, prosperidad económica y muchas obras públicas. De hecho, fue quién sentó las bases del período esplendoroso que vivió Roma a finales del siglo I y primera mitad del II.
Disfruten de la serie.
Así es: NO hay constancia documental alguna de que los gladiadores romanos dijesen nada parecido, entre otras cosas porque los combates de gladiadores NO estaban pensados para ser siempre duelos a muerte, sino una suerte de espectáculo "wrestling" o de lucha donde se valoraba era el aplomo, la habilidad y el coraje de los combatientes, porque formar y mantener un gladiador salía carísimo y no era cuestión de que te lo matasen a las primeras de cambio, a no ser que fuera un inepto. Había muerte y sangre, sí, pero no siempre había muerte.
Y es que no hay película ni serie que refleje realmente cómo era el mundo romano. El género audiovisual "histórico" (de la época que sea) es, en general, una ficción, una fantasía que trata de mostrar otras épocas a través de la forma que nosotros vemos el mundo y el pasado. Por eso, tratar de buscar "realismo” en una producción "histórica" es una guerra perdida. Sólo en algunas novelas se logra cierta aproximación a la realidad (depende del talento, propósito y documentación del autor), pero siempre hay errores y gazapos. Es por eso que me hacen mucha gracia algunas críticas a esta serie contraponiéndola a "Gladiator", cuando el nivel de "rigor histórico" de la película de Ridley Scott oscila entre cero y ninguno en casi dos horas y media de duración. La única que se ha acercado con algo de precisión al mundo romano es la famosísima "Roma" de HBO pero tampoco era perfecta (esa Alejandría del todo a cien...)
Por lo mismo, criticar a esta serie de Amazon producida por Emmerich (ese es su “gran pecado", ser de Amazon y de Emmerich) porque "abusa" del CGI o del "croma" es ridículo: todas las producciones históricas hechas desde que se inventó el cine han empleado los recursos que la tecnología del momento ponía a su disposición, fueran fondos pintados, maquetas, efectos por ordenador... ¿Cómo si no representar en la pantalla una ciudad de un millón de habitantes llena de construcciones monumentales hoy en ruinas?
También me ha hecho bastante gracia que un montón de críticos "profesionales" de medios y otros pseudocinéfilos se hayan lanzado a degüello a criticar esta serie ANTES de su estreno en España (debidamente doblada al castellano peninsular y eliminando de paso errores en los subtítulos de la versión original). Muchos no han pasado del primer capítulo, que casualmente es junto con el último el más flojo y, como no se han enterado bien de la trama y desconocen el contexto histórico, pues la han puesto a parir. Pero el pueblo llano es sabio y hoy por hoy esta serie es la número 1 en Amazon en España. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque "Those About to Die" ENTRETIENE Y ES ESPECTACULAR.
Sí, queridos niños, "Those About to Die" es lo que debe ser una serie televisiva estrenada en pleno e infernal verano: es entretenida, es espectacular y presenta un diseño de producción sobresaliente. No en vano está rodada en parte en Cinecittá, aprovechando supongo parte de los sets de rodaje de "Roma" de HBO, como han hecho otras producciones. Es, con diferencia, la mejor producción "histórica" sobre las carreras de carros en los circos, espectáculo que enloquecía a los romanos tanto como hoy enloquece el fútbol a todo el mundo. Si bien hay errores que solo notaremos los que somos aficionados a la historia romana, las carreras son maravillosas y están muy bien rodadas (los carros que mostraba "Ben-Hur" eran pura fantasía). Lo mismo digo del ambiente de los bajos fondos de las tabernas, el barrio de la Suburra, las infectas "insulae" en las que vivía la mayoría de la población, los sangrientos espectáculos con fieras en el circo... En esto destaco las simpáticas escenas acuáticas en el Anfiteatro que protagonizan los cocodrilos del Nilo y al león GGI, uno de los peores efectos digitales de la serie.
A la trama política tampoco le pongo demasiados peros, porque aunque al principio es algo confusa y le pesa la trama coral, enseguida de aclaras a no ser que seas un zote. Eso sí, hay que partir de que esa trama es, como en "Gladiator", pura invención.
Del elenco, Me ha gustado en especial el actor británico Jojo Macari como Domiciano. Lo clava. ¡Pobre Domiciano! No serle grato a la aristocracia senatorial y no andarse con remilgos con los senadores le hizo ser víctima de su odio de clase y de que tras su asesinato el Senado dictase una "damniato memoriae" que le hizo acreedor de una campaña de desprestigio por parte de los historiadores romanos (vinculados al bando senatorial) que le vino muy bien a emperadores posteriores como Nerva, Trajano y Adriano. Pero en realidad no fue un mal gobernante y supo administrar con tino el Imperio, que vivió un periodo de paz externa, prosperidad económica y muchas obras públicas. De hecho, fue quién sentó las bases del período esplendoroso que vivió Roma a finales del siglo I y primera mitad del II.
Disfruten de la serie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hablando de CGI, uno de los errores más clamorosos de la serie es una vista aérea de la zona del Anfiteatro en la que se ve ¡el Arco de Constantino! en pleno siglo I, cuando es un monumento del siglo IV. Este gazapo es debido a que los que modelaron las vistas CGI de Roma usaron como base documental la maqueta de la Roma del siglo IV que se exhibe en el Museo de la Civilización Romana en la capital italiana y que también fuese empleada por Ridley Scott en "Gladiator". Pero bueno, esta es una serie estadounidense, y para un norteamericano todo lo que tenga más de 200 años de historia está inmerso en las brumas de la confusión cronológica.
Otro fallo habitual en las películas y series de romanos es la omnipresencia de velas encendidas, cuando estas eran un artículo de lujo y la mayoría de la gente se alumbraba con lámparas de aceite.
Descojonado de risa me quedé al contemplar cómo la nube piroclástica de la erupción del Vesubio que acabó con Pompeya y Herculano se dejaba sentir en la misma Roma cubriendo la ciudad con una fina capa de ceniza ¡Pese a haber 230 km de distancia! También me hizo mucha gracia cuando el Jefe de la Guardia Pretoriana le dice a Tito que "El Vesubio ha entrado en erupción", obviando el pequeño detalle de que los romanos NO sabían que el Vesubio era un volcán.
Con Berenice, la princesa judía, cabe todo tipo de elucubraciones, incluida la que se ve en la serie, pues no sabemos qué fue de ella cuando Tito se casó con una dama romana y la dejó de lado.
También es gracioso que en la serie hablen del "negocio del Anfiteatro" y que muestren a pretorianos cobrando la entrada, cuando en cualquier libro de Historia se explica que el acceso al Anfiteatro era GRATUITO y todos los gastos corrían a cargo de las autoridades.
Otro fallo habitual en las películas y series de romanos es la omnipresencia de velas encendidas, cuando estas eran un artículo de lujo y la mayoría de la gente se alumbraba con lámparas de aceite.
Descojonado de risa me quedé al contemplar cómo la nube piroclástica de la erupción del Vesubio que acabó con Pompeya y Herculano se dejaba sentir en la misma Roma cubriendo la ciudad con una fina capa de ceniza ¡Pese a haber 230 km de distancia! También me hizo mucha gracia cuando el Jefe de la Guardia Pretoriana le dice a Tito que "El Vesubio ha entrado en erupción", obviando el pequeño detalle de que los romanos NO sabían que el Vesubio era un volcán.
Con Berenice, la princesa judía, cabe todo tipo de elucubraciones, incluida la que se ve en la serie, pues no sabemos qué fue de ella cuando Tito se casó con una dama romana y la dejó de lado.
También es gracioso que en la serie hablen del "negocio del Anfiteatro" y que muestren a pretorianos cobrando la entrada, cuando en cualquier libro de Historia se explica que el acceso al Anfiteatro era GRATUITO y todos los gastos corrían a cargo de las autoridades.
1
28 de julio de 2019
28 de julio de 2019
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anoche flipé en colores.
El trailer de esta serie no pintaba mal (como todos los trailers, que deberían ser un género audiovisual en sí mismos) y me picaba la curiosidad por ver otra serie de ciencia ficción (además de GALACTICA) en la que Katee Sackhoff (alias “Starbuck”) tuviese un papel protagonista... Así que pongo Netflix, selecciono “Otra vida” y... me encuentro con esta cosa. Solo he visto un episodio pero ha sido suficiente.
En serio, si no le pongo un 0 es porque no se puede. Sigo en la zona spoiler.
El trailer de esta serie no pintaba mal (como todos los trailers, que deberían ser un género audiovisual en sí mismos) y me picaba la curiosidad por ver otra serie de ciencia ficción (además de GALACTICA) en la que Katee Sackhoff (alias “Starbuck”) tuviese un papel protagonista... Así que pongo Netflix, selecciono “Otra vida” y... me encuentro con esta cosa. Solo he visto un episodio pero ha sido suficiente.
En serio, si no le pongo un 0 es porque no se puede. Sigo en la zona spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Todo parece empezar bien en un entorno que parece mas o menos el de nuestra época. De repente aparece una nave alienígena inmensa con forma de cinta de Moebius. La nave aterriza, se transforma y manda una señal a una estrella, Pi Canis Maioris, distante 95 años luz dell sol mientras todo el mundo se pregunta qué leches quieren los aliens.
Bien, elipsis al canto y nos encontramos con que una nave terrestre va a viajar a la citada estrella en un viaje de ¡seis meses! Pues si que ha avanzado la astronáutica en el siglo XXI, aunque luego siguen merendando en bares cutres del XX y usando tablets del Mesozoico... Pero no solo tienen los humanos astronaves chachis sino que además usan interfaces informáticas holográficas y usan también hologramas para comunicarse en tiempo real con sus familias en la Tierra... ¿Les suena? ¡Sí! Han plagiado los “gadets” de ”Star Trek Discovery” pero a lo cutre. En serio ¡Si hasta la nave usa propulsión warp o algo parecido! (apuesto por la física de Alcubierre o algo así, pero sin que el guionista tenga ni idea de lo que significa).
Y no satisfechos con plagiar el universo trekee, los creadores de esta gilipollada van y plagian... ¡las peores películas de la saga Alien! Porque, señores, la atolondrada tripulación de la Prometheus de Ridley Scott es digna de un premio Nobel comparada con la idiotizada tropa de jovenzuelos que pululan por la nave terrestre de “Otra vida”: mas tontos y nacen bicicletas. Se ve que a lo largo del siglo XXI se descubre que los mejores astronautas salen de las cafeterías de facultades universitarias, cuanto mas descerebrados y fumados, mejor... ¡Menudos embajadores interestelares!
Mientras tanto, en la Tierra el listo de turno descubre que los aliens son melómanos...
En fin, no sigo. Simplemente, no pierdan su tiempo con esta tontería.
Bien, elipsis al canto y nos encontramos con que una nave terrestre va a viajar a la citada estrella en un viaje de ¡seis meses! Pues si que ha avanzado la astronáutica en el siglo XXI, aunque luego siguen merendando en bares cutres del XX y usando tablets del Mesozoico... Pero no solo tienen los humanos astronaves chachis sino que además usan interfaces informáticas holográficas y usan también hologramas para comunicarse en tiempo real con sus familias en la Tierra... ¿Les suena? ¡Sí! Han plagiado los “gadets” de ”Star Trek Discovery” pero a lo cutre. En serio ¡Si hasta la nave usa propulsión warp o algo parecido! (apuesto por la física de Alcubierre o algo así, pero sin que el guionista tenga ni idea de lo que significa).
Y no satisfechos con plagiar el universo trekee, los creadores de esta gilipollada van y plagian... ¡las peores películas de la saga Alien! Porque, señores, la atolondrada tripulación de la Prometheus de Ridley Scott es digna de un premio Nobel comparada con la idiotizada tropa de jovenzuelos que pululan por la nave terrestre de “Otra vida”: mas tontos y nacen bicicletas. Se ve que a lo largo del siglo XXI se descubre que los mejores astronautas salen de las cafeterías de facultades universitarias, cuanto mas descerebrados y fumados, mejor... ¡Menudos embajadores interestelares!
Mientras tanto, en la Tierra el listo de turno descubre que los aliens son melómanos...
En fin, no sigo. Simplemente, no pierdan su tiempo con esta tontería.
10
17 de agosto de 2013
17 de agosto de 2013
40 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo desde el más estadounidense de los analfabetismos y desde la más osada ignorancia hispana se puede decir, como han escrito aquí algunos "lumbreras", que "VIKINGOS" es una serie con "algo" de rigor histórico o que le falta "la intriga" de "JUEGO DE TRONOS". Por favor...
Como decía más arriba, la ignorancia es osada. Querer comparar esta serie con la hiper-sobrevalorada "JUEGO DE..." es como comparar "EUROPA REPORT" o "APOLO 13" con "STAR TREK" o con "STAR WARS". Simplemente, no tienen nada que ver. Hay que estar ciego o ser un rematado ignorante para no verlo.
"VIKINGOS" es, sencillamente, la más realista y rigurosa aproximación que la industria del cine y de la televisión ha hecho nunca al mundo de los "hombres del norte", esos mismos que saquearon media Europa en la Edad Media (incluida la España cristiana y musulmana), que se asentaron en Normandia, que fundaron el principado de Kiev, que lucharon, comerciaron y se aliaron con Bizancio, que conquistaron Sicilia y que en sus barcos llegaron a Terranova.
Para los que "algo" sabemos sobre esta cultura (por que hemos tenido que estudiarla e ir más allá de los episodios de "Vickie el Vikingo", que es el nivel al que han llegado algunos de los que aquí escriben), "VIKINGOS" es una absoluta maravilla, que retrata con precisión las costumbres religiosas, sociales y bélicas, el entorno vital, el papel de la mujer y el contexto socioeconómico de esta civilización.
El trabajo de documentación está cuidado en extremo (algo que han destacado historiadores y arqueólogos) y la "trama" no hace sino reflejar lo que las crónicas danesas del siglo XII y las vikingas del XIII cuentan sobre Ragnar Lothbrok y los primeros saqueos vikingos en la Europa occidental. ¿Rigor al 100%? Eso no existe ni en los mejores libros de historia y, además, estamos ante una serie televisiva, no un documental. Pedirle a una serie de este tipo "intriga" es como pedírsela a "ISABEL" o a una película sobre Julio César.
El que quiera ilustrarse un poco antes de escribir, puede darse una vuelta por la Wikipedia y consultar los artículos sobre los vikingos o sobre esta serie. Seguro que aprende algo. Por mi parte, le adelanto que la descripción de los funerales vikingos que también muestra la serie se la debemos a un árabe del siglo X, Ibn Fadlan, cuya crónica inspiraría a Michael Crichton para escribir "Devoradores de cadáveres", relato que más tarde serviría de base para la película "EL GUERRERO N° 13", protagonizada por Antonio Banderas, en el papel del viajero árabe.
Lamentablemente, en esa solvente película de aventuras no había ningún actor con la gélida e hipnótica mirada de Travis Fimmel.
Como decía más arriba, la ignorancia es osada. Querer comparar esta serie con la hiper-sobrevalorada "JUEGO DE..." es como comparar "EUROPA REPORT" o "APOLO 13" con "STAR TREK" o con "STAR WARS". Simplemente, no tienen nada que ver. Hay que estar ciego o ser un rematado ignorante para no verlo.
"VIKINGOS" es, sencillamente, la más realista y rigurosa aproximación que la industria del cine y de la televisión ha hecho nunca al mundo de los "hombres del norte", esos mismos que saquearon media Europa en la Edad Media (incluida la España cristiana y musulmana), que se asentaron en Normandia, que fundaron el principado de Kiev, que lucharon, comerciaron y se aliaron con Bizancio, que conquistaron Sicilia y que en sus barcos llegaron a Terranova.
Para los que "algo" sabemos sobre esta cultura (por que hemos tenido que estudiarla e ir más allá de los episodios de "Vickie el Vikingo", que es el nivel al que han llegado algunos de los que aquí escriben), "VIKINGOS" es una absoluta maravilla, que retrata con precisión las costumbres religiosas, sociales y bélicas, el entorno vital, el papel de la mujer y el contexto socioeconómico de esta civilización.
El trabajo de documentación está cuidado en extremo (algo que han destacado historiadores y arqueólogos) y la "trama" no hace sino reflejar lo que las crónicas danesas del siglo XII y las vikingas del XIII cuentan sobre Ragnar Lothbrok y los primeros saqueos vikingos en la Europa occidental. ¿Rigor al 100%? Eso no existe ni en los mejores libros de historia y, además, estamos ante una serie televisiva, no un documental. Pedirle a una serie de este tipo "intriga" es como pedírsela a "ISABEL" o a una película sobre Julio César.
El que quiera ilustrarse un poco antes de escribir, puede darse una vuelta por la Wikipedia y consultar los artículos sobre los vikingos o sobre esta serie. Seguro que aprende algo. Por mi parte, le adelanto que la descripción de los funerales vikingos que también muestra la serie se la debemos a un árabe del siglo X, Ibn Fadlan, cuya crónica inspiraría a Michael Crichton para escribir "Devoradores de cadáveres", relato que más tarde serviría de base para la película "EL GUERRERO N° 13", protagonizada por Antonio Banderas, en el papel del viajero árabe.
Lamentablemente, en esa solvente película de aventuras no había ningún actor con la gélida e hipnótica mirada de Travis Fimmel.
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